Durante mucho tiempo que jugueteando con lo filial ¿Es hora de ponerle fin?
Querido lector o lectora:
Yo confieso que durante años he jugueteado con lo filial. Porque tenía gancho aquí en TR, porque me resulta erótica la idea de juguetear con madres amorosas o buenos hijos. Así nació Náufragos, mi primera obra, a la que seguiría una más ambiciosa: Las memorias de Adam. Y durante años estuvo bien. Disfruté con la escritura y tuve muy bien feedback de mis queridos lectores y lectoras.
Luego pensé en que lo filial es excitante, sí, pero que excita más la insinuación que lo directo. Así escribí Caluroso Verano, que en su primera versión era una obra filial 100%, pero que en su revisión previa a la publicación, perdió carga directa y sumó carga indirecta, es filial sí, pero más sugerente. En esta misma línea está Liberate me, insinúa la relación madre e hijo y es muy erótica. Pero sigue siendo filial.
Luego llegó una historia filial como: Vaquero de Ciudad, pero completamente diferente, ya que aquí no es la madre y el hijo, o la hermana y el hermano, sino la suegra y el yerno y el fin no es en principio recreativo. Yo diría que es una bonita historia de amor surgida inesperadamente.
En mis otras novelas también jugueteo con lo filial, como en Soy Puta, en Big Hugo o el Secreto de Beatríz, sin olvidar Sieta madres desesperadas, que es directamente filial, pero que consta de una serie de capítulos independientes que le da frescura a la novela.
Tal vez mi obra más filial es La escritora, donde calientes conversaciones madre-hijo surgen desde la inocencia.
Y por último mi obra que no tiene nada de filial Un guiño del destino, que podría calificar de obra etero sin más.
Ahora estoy pensando qué hacer, seguir jugueteando con lo filial y contentar a lectores que ya me conocen o explorar otras vías, más en la línea hetero y contar historias de calle, es decir, historias donde la gente se enamore y tenga sexo, pero alejadas de ideales como ejecutivo se lía con su secretaria y hacen «cosas malas». A mi me gustan historias que podrías tener con tu vecina, con una amiga o amigo, con alguen que conoces en el parque, historias de a pie.
Escribo esto a modo de reflexión y también porque me interesa la opinión de mis lectores, así que comenta o mándame un correo, prometo contestar.
¡Un abrazo a todos y todas!