El día que sali de clases

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a fin de año y yo asistía a un grupo de danza, teníamos una presentación final en unos días así que debíamos ensayar mucho.

Yo vivo saliendo de la ciudad, y el transporte hasta allá solo va hasta las 9pm.

Y ese día salimos casi a las 11pm de ensayar. No me quedaba de otra que pagar un taxi, sería costoso, pero no había otra opción.

Mientras salíamos, una chica me preguntó si quería quedarme con ella, para no pagar el taxi, ella vivía cerca pero no me gustan las camas ajenas.

Todos se fueron por un lado y yo me quedé esperando el taxi. Pero era muy tarde y casi no pasaban. Esperé mucho tiempo.

Quise revisar en mi cartera cuánto dinero tenía y oh sorpresa!! Dejé mi mini bolsa en el salón de baile!!

No sabía qué hacer, era peligroso, yo vivía muy lejos, y en esa bolsa tenía mi maquillaje, la cartera y el teléfono.

Estaba completamente perdida. Por fin paré un taxi y le expliqué que le pagaba en casa pero me dijo que vendiera culo y así recolectaba plata, que no lo hiciera perder el tiempo.

Me fui caminando, total nadie me iba a robar porque no tenía nada.

Por el camino me sentí supremamente asustada, habían ñeros y habitantes de calle, empecé a temer que me violaran y me hicieran daño o algo así. Entonces corrí hacia un paradero de buses, que aunque estaba solo al menos tenía luz.

Estaba dispuesta a pagar lo que fuese al llegar a casa pero no podía seguir caminando.

Hice pare a algunos carros hasta que por fin un hombre paró, en un carrito pequeño un poco antiguo, era un señor de unos 50 años, medio panzón, con bigote, se veía alto y robusto.

Le expliqué la situación y me dijo que subiera, atrás llevaba algunas cosas así que me subí adelante, nerviosa.

Por el camino charlamos normal, nos presentamos. Él era Carlos, yo Lucía, él tenía 53 años y yo 20.

Me preguntó si podía fumar un poco de yerba, me sorprendió que un señor a esa edad lo hiciera, le dije que no había problema.

-Tú fumas pequeña Luci?

-Sí don Carlos

-No te pongas con eso, aquí no hay edades ni nada, solo dos personas en un auto

El señor me transmitía mucha paz, era educado, se vestía bien, me hacía sentir segura y… caliente? No sé pero daba miradas tan calientes y hablaba muy seductor, no sé si era el efecto de fumar o qué pero me calentaba escucharlo hablar y decirme Luci linda, pequeña Luci o cosas así.

Olvidé decir que yo llevaba un vestido, sin bra y con una tanga roja. Tengo pechos pequeños, buen culo y piernas, mido 1,45 y peso 45kg, soy lo que dirían una l0li.

Hablamos un buen rato, yo me mojaba escuchando su voz y viendo que él me miraba mucho las piernas y los pechos, y la verdad yo volteé a ver su paquete y se veía grande, muy provocativo. Yo estaba muy caliente, podía sentir cómo me mojaba.

Y también notaba como él manejaba más despacio y tomaba rutas largas.

Yo intentaba pensar la forma de insinuarme sin molestarlo, se veía muy culto como para aceptar esas cosas, y tenía anillo de casado y una foto de su esposa y una hija, o eso pensé. Solo pensaba en lo mucho que quería ver esa verga, en el morbo que me causaba estar con un señor desconocido en un auto saliendo de la ciudad. Me ponía cachondisima porque amo el sexo casual, te follo como loca, una sola vez y te vas, sigo buscando a quién más follarme y así sucesivamente. Y este era el momento de don Carlos, solo no sabía cómo insinuarme o cómo controlar las ganas de lanzarme a bajarle el cierre y chuparselo hasta que me llenara la boquita de leche.

Pero él me interrumpió los pensamientos diciendo:

-Luci, tengo una botella con agua en el asiento de atrás, puedes buscar??

Pensé que esa era mi oportunidad de inclinarme tanto que pudiera ver mi culo, o algo.

Me hice en cuatro en la silla, pasando hacia atrás para buscar, movía mi culo hacia él, yo solo lo escuchaba hablar más nervioso mientras me decía en que bolsillo buscar.

Me imaginaba a mi misma así en cuatro chupandole la verga a Carlos y me puse muy caliente, quería hacerlo, me daba pena pero quería, era una oportunidad perfecta, con un desconocido y en la mitad de una carretera sola. Empecé a menearme haciendo que mi vestido bajara por mi espalda hacia adelante y se viera más mi culo, cuando sentí todas mis nalgas al aire le dije en tono travieso.

-Asi es como le voy a pagar don Carlos

El señor solo sonrió y se salió de la carretera hacia unos árboles.

Me tocó las nalgas suavemente para luego darme una nalgada dulce, paró el carro y me dijo que nos bajaramos, que entonces le pagara. Yo obedecí, abrí la puerta y salimos hacia el frente del carro.

-Usted si es mucha zorra no? -me dijo muy serio y con un cambio de voz y actitud impresionantes, como si fuese otra persona.

Me quedé pasmada, ese señor tan dulce diciéndome así. Pero admito que me calentó y solo quería que lo dijera más y me dejara comer su verga.

-Haciendose la niña buena y con las que sale, desde hace rato quiero penetrarla y con esa actitud me hacía sentir culpable si lo ofrecía, pero bueno, ahora me voy a desquitar -dijo acercándose a mí, tocando mis tetas con sus manos y bajando por mi cintura hasta mis nalgas, las masajeó y levantó el vestido para empezar a bajarme la tanga, se arrodilló, se escupió los dedos y me los metió, hasta el fondo, duro y con muchas ganas

-Que rica esa conchita Lucía mi perrita – decía mientras metía sus dedos en mi coño como si buscara algo, yo estaba mojadisima y no pude evitar pedirle que me hiciera suya.

-Mmm papi cómeme el coño y haré lo que me pidas

-Ah sii?? -respondio clavándose de cara en mi coño abriendo mis piernas y metiendo su lengua – ufff estás deliciosa perrita, y bien mojadita, las que parecen niñas inocentes son las más putitas -no fue mucho tiempo el que me comió el coño, fue rápido pero el cosquilleo de su bigote en mi clitoris me hacía sentir increíble, estaba a punto de follarme a un desconocido, y tenía la edad de mi papá!!

El tipo se puso de pie, me cogió del pelo y me dijo:

-Usted dijo que hacía lo que yo quisiera, quiero que se ponga de rodillas y me coma la verga como una buena puta, que eso sos

-Sí don Carlos -dije traviesa pasando mis manos por ese asombroso bulto entre sus piernas.

-Como me caliente que me diga así Luci zorra, que rico mami -decía mientras se sacaba su erecta polla, no era gigante, era de unos 15cm, pero gordisima, de verdad era muy gorda, y tenía unas bolas gigantes – con esto te voy a partir en dos perra!! -dijo y me puso su polla en toda la cara, me la escupió y me pasaba su polla por todas partes.

-No sabe lo rica que se ve con esa carita inocente sacando la lengua buscando una verga -decía y me cacheteaba toda la cara con su verga dura. Yo quería que me ahogara con ella.

-Damela! Damela ya papi – decía buscando desesperada el lamer ese rico glande

-Uff sii toma traga puta – me gemía mientras tomaba mi cabeza con ambas manos para hacerme tragar toda su verga. Que no cabía. Me hizo doler la mandibula pero yo trataba de pasar mi lengua por todas partes.

No entraba en mi boca tremenda verga, de verdad no era muy grande, pero gordisima, chupé esos huevos tan rico mientras jalaba su verga, y subía con mi lengua desde los huevos hasta su glande para besarlo y darle chupaditas. Chupé como si fuera la primera y última verga de mi vida, la saboreé hasta el último rincón y solo escuchaba a ese hombre gemir y clavarmela más y más aunque no entraba mucho, pero él insistía.

Me levantó bruscamente y rápido, me subió al carro, donde va el motor. Me escupió la concha y me dijo:

-Le voy a destrozar esa cuquita rica que tiene Luci

Y me la metió hasta el fondo, yo estaba muy mojada pero aún así me dolió como un putas.

-No! No papi, espera!! Para por favor!! -le dije en voz alta -me estás lastimando don Carlos.

Mi coño se sentía muy lleno, como nunca antes.

-Que la voy a partir en dos, no me escuchó?? Eso merecen las niñas zorras ofrecidas!! – balbuceaba mientras me la seguía metiendo más y más hasta que sus huevos chocaban con mis nalgas.

-Uff ahora sí, se vino lo bueno- refunfuñó y acto seguido me embistió con una fuerza animal, me tomaba de las caderas y se hundía en mi apretada vagina chorreante que abrazaba a esa deliciosa verga. Me dolía, pero cada vez que entraba y salía sentía que ese dolor era invisible comparado con el placer que sentía siendo follada sin condón por un hombre de la edad de mi papá. Me decía que era una puta y que merecía que me partieran en dos.

Yo solo sentía eso, como me partía, era muy gorda y tocaba todas las paredes de mi apretado y chorreante coño.

Me dolía, pero amaba tener la verga de un señor dentro de mí.

Amaba sentirme una puta. Complacer hombres, ser tocada y penetrada fuertemente, que me acaben y me dejen temblando.

Yo lo abrazaba para que entrara más al fondo y solo se reía y me empujaba más fuerte.

Entraba y salía salvajemente de mi coño, escurrían nuestros jugos y me agarraba las tetas fuerte, me dejó marcas.

Luego paró de la nada, me miró, me cacheteó, se rió y me llevó arrastrada del pelo hasta la puerta del carro, la abrió y me tiró ahí, dándole la espalda, me subió una pierna a la silla y me la metió otra vez hasta el fondo, me embestía con una furia intensa.

-Nunca me imaginé volver a culiarme un coñito joven -se decía para sí mismo y con un dedo acariciaba mi ano, queriendo entrar un poco, salía, entraba, metía el dedo, escupía, y así jugaba con mi culo mientras me penetraba y me partía a la mitad. Era una bestia, era muy sádico. El sexo más sádico que he tenido hasta ahora en mis 23 años.

Don Carlos empezó jugando con mi culo y luego me metió tres dedos sin darme cuenta, yo estaba loquisima teniendo un orgasmo tan apretado e intenso que solté un chorro de squirt mojando su silla.

-que hija de puta!!

Y me metió cuatro dedos en el culo!! Y con la otra mano me clavaba de cabeza en la silla.

-Que le voy a decir a mi esposa maldita perra!! -decía y me follaba, de verdad me estaba matando a verga, no sentía mis piernas, me dolía pero sentía increíble estar siendo tan sometida por don Carlos.

-Perdon! Perdón!!! Grité cuando me dolió el culo de lo duro que metía sus cuatro dedos

-Que rica puta por diosss!!! Me enojas pero te encanta la verga no? Perra hija de putaaaaaa -me dijo sacando su verga y metiendo la punta de esa gruesa polla, todo su glande entró en mi culo para echar su leche adentro.

Dolió, quise gritar pero me clavaba contra la silla, y gemía como una bestia mientras me rellenaba el culo de leche.

Me ardía el culo, de verdad me ardía pero con ese dolor tuve otro increíble orgasmo, me retorcía y gemía ahogada en esa silla.

Él sacó su verga de mi culo. Me nalgueó y me puso la tanga.

-Súbase y cuidado con mancharme el carro

Dio la vuelta a subirse al carro así sin guardar su polla. Lo encendió y arrancó.

Yo no decía nada, estaba muda, adolorida y temblando de miedo, dolor, placer, emoción, subirme al carro de un desconocido y follarmelo así, wow!!

No me dejó seguir en mis pensamientos cuando me agarró la cabeza y dijo:

-Todavia no llegamos a su casa y esa es otra tarifa, chupe hasta que yo diga

Y ahí me tuvo, limpiando su semen revuelto con mis jugos, comiéndome una polla madura mientras iba camino a mi casa.