El mejor regalo de cumpleaños, un rico trió
Después de haberte contado las experiencias vividas con nuestros amigos Ana y Fer en el mundo swinger, vamos a dar un salto a una que aconteció hace un par de semanas.
Se aproximaba mi cumpleaños y sería una celebración por todo lo alto, sabes que gusto darme ciertos regalos un poco fuera de lo común y que también me gusta complacer y sin duda este plan que venía armando desde hace tiempo sería muy muy placentero, para ese día había comprado algunas cosas que serían necesarias como algunos juguetitos, lubricante, lencería erótica acompañada de sus respectivos zapatos a juego, todo esto doble y me aseguré de que no hubiera nadie en casa ya que eso formaba parte de la fantasía del amo, coger en el mismo lugar en donde dormía y si lo pienso bien la cosa no carece de cierto morbo y un extraño sentido del humor.
Durante un par de meses me dí a la tarea de buscar a alguien que diera mas o menos con el perfil y que quisiera unirse al festejo, busqué durante algún tiempo recibiendo constantes negativas navegué en diferentes páginas y hojeando en algunos catálogos vi a una chica que me pareció perfecta, tenía mucha nalga y un par de pechos de buen tamaño, con una bonita melena larga en tono rojizo,
El plan del día era simplemente salir a festejar con mis “amigas”, dado que los fines de semana mi marido se ausentaba constantemente, la coartada estaba armada y ya había quedado con mi amigo que le daría un gran regalo para el festejo de mi cumpleaños.
Nos quedamos de ver para ir a tomar unas cervezas primero, a diferencia de lo que siempre vestía cuando salía con él esta vez había elegido un vestido corto, color azul con un escote algo pronunciado, me gusta la manera en la que se asoman mis pechos como si quisieran salirse del vestido, me había puesto medías negras y un par de zapatos de tacón muy alto, sabes que tengo una especie de fetiche con los zapatos.
Al ir caminando por la calle me sentía muy puta con mi vestido corto y escotado, pensaba en lo que él diría al verme así, ojala le guste no quiero recibir un castigo por haber cometido un error –mentira!!! Si que quiero que me castigue y si me azota mejor.
Al llegar al lugar donde nos veríamos me puse un poco nerviosa pues aún no llegaba por lo que espere durante unos minutos, algunos tipos pasaban y me decían cosas muy vulgares, caminaba de un lugar a otro hasta que me di cuenta!!! Él estaba algunos metros alejado de mí y se divertía observando cómo me ponía nerviosa el que me miraran de esa forma. Al acercarse y percibir el rico aroma de su loción, me temblaron las piernas como sucede cada vez que lo veo, sus labios apenas rozaron los míos, pero su mano derecha fue instantáneamente a sobar mi muslo, lo tome del brazo y caminamos al interior del local.
Estuvimos en el bar hablando de muchos temas y proyectos, riendo y recordando muchas cosas al tiempo que ya habíamos tomado unas cuantas cervezas el metia cada vez con mas insistencia su mano por debajo de la falda de mi vestido, cada vez con mas descaro tomaba mis senos bajando peligrosamente mi escote, los besos se hacían cada vez mas intensos y la urgencia de pasar a lo divertido apremiaba, y me repetía a mi misma que tenia que ser paciente. Se nos dieron las 10:00Pm y le pedí volver a casa, el ignoraba los planes que tenía y hasta ese momento había sido una salida algo fuera de lo común ya que de otra manera a esa hora ya habríamos cogido durante un buen rato y estaríamos cansados y sudorosos, salimos del bar en donde estábamos, ya algo calientes por el manoseo, le pedí que me llevara a casa por que me sentía algo mareada(esto era mentira, no había bebido mucho) y en el camino de regreso pegaba mi cuerpo al suyo y mi mano que rodeaba su cintura buscaba su tremendo paquete sobándolo por encima del pantalón, en cada bache aprovechaba para repegar mas mis pechos a su espalda, iba imaginando la nochecita que pasaríamos, al llegar a casa él había dado por terminada la velada conmigo y me había dicho que saldría con unos amigos,fue grande mi decepción al ver que la sorpresa aún no llegaba y por un momento pensé que me había dejado plantada , le sugerí comprar un par de cervezas más, prometiéndole que no le quitaría mas tiempo(en lo que ella llegaba) lo invité a pasar a la casa, en el pasillo de la entrada lo arrinconé para comerle la boca y meter mis manos por dentro de la camisa, le sobaba el paquete que por cierto ya estaba durísimo, la idea era ponerlo lo suficientemente caliente para que se quedara un poco mas de tiempo conmigo, si ella no llegaba mínimo una cogida si me llevaba esta noche, abrí el cierre de su pantalón y me hinqué al tiempo que mis labios ya rodeaban su gruesa verga,sabes que el olor que despide me resulta completamente adictivo,mi lengua como si tuviera vida propia lamía ese grueso tronco recorriendo lentamente desde la base hasta la punta ya completamente mojada y chorreante, no puedo decirte cuento tiempo estuve ahí mamandole la verga, solo se que me dolía la mandíbula y que el marcaba el ritmo empujando o jalando mi cabeza, no recuerdo tampoco como fue que recuperamos la compostura lo suficiente como para seguir avanzando hacia la casa. Como pudimos entramos al departamento de abajo(ya te hablé en un relato anterior de el) de un empujón abrimos la puerta con nuestras bocas unidas al tiempo que él luchaba por arrancar las medias que cubrían mis piernas, lo aparté lo suficiente como para ofrecerle otra cerveza a lo cuál no se negó, pidiéndome que la sirviera de una manera muy peculiar, ahh quería comenzar el juego!!! Lentamente fui quitándome la ropa despacio solté los tirantes del vestido dejando que mis senos salieran de su prisión, me acerqué a el ofreciendo uno de mis pezones que sin tardanza introdujo en su boca, jugueteó un poco con el hasta que una de sus manos se estrelló en mi nalga, había olvidado la orden, terminé de desvestirme dejando solo la tanga y los tacones , me puse a cuatro patas y así fui a buscar la cerveza que le había ofrecido, regrese a su lado acuclillada a su lado como corresponde intentando decidir si recargarme sobre su pierna o solamente inclinar mi cabeza en señal de sumisión, opte por la segunda opción. De pronto escuchamos el sonido del timbre de la puerta, quise vestirme para ir a abrir la puerta pero el no me lo permitió, enviándome así a ver de quien se trataba, Valentina(que así llamaremos a este personaje) estaba realmente despampanante, con su larga melena rojiza suelta sobre unos hombros blanquísimos , su blusa entallada resaltaba perfectamente sus pechos, la falda cortita que traía se le entallaba bastante bien sobre unas caderas tremendas, se quedó mirándome con curiosidad y se presentó me saludó como una vieja amiga dándome un par de besos en las mejillas, su perfume olia bastante bien, la invité a pasar y a tomarse unos tragos con nosotros.
Al llegar ante él la presenté como una vieja amiga a quien había invitado a tomar una cerveza conmigo, le pregunté si le incomodaba su presencia y que si era así podía pedirle que regresara otro día, por supuesto que se negó ante esa falta de cortesía y es que como ya te dije ella es una mujer muy bella , tiene unas curvas espectaculares, es de tez blanca, con una boca que provoca comerla a besos, cabello , un culazo que desafía la gravedad y unas pechos muy firmes aunque no muy grandes. Es resumidas cuentas de aspecto sexy que resulta muy difícil no fijarse ya que toda ella es sensualidad.
La verdad es que me llamó la atención desde que la vi en el catálogo, y al hablar con ella para preguntar por sus servicios de inmediato congeniamos, Valentina(así la llamaremos) me tranquilizo con respecto a algunas cosas, sin embargo fue un poco dura de convencer para que aceptara hacer una tercia, según me dijo había tenido alguna mala experiencia con los tríos, le aseguré que la pasaríamos bien y que no sufriría ningún maltrato(muy severo) y que en el momento en el que ella se sintiera incomoda podía irse, él y yo habíamos hablado muchas veces sobre lo que haríamos ante esta muy erótica situación, pero ese deseo de tener a alguien entre nosotros y disfrutar de un divino trío no se había dado.
Después de las presentaciones le pedí que me siguiera al sanitario y sacando de una bolsa un conjunto de lencería le dije que se lo pusiera y le expliqué que el no sabia que la había contratado por esa noche , nos retocamos un poco el maquillaje y regresamos junto a el, al verla llegar semi desnuda la recorrió con la mirada, saboreando su cuerpo entero, ya había caído , ella se sentó a su lado mientras que yo me colocaba en la misma posición de antes, hincada con la cabeza agachada esperando alguna orden suya.
——–Una de las cosas más entretenidas de tener una pareja casual es que literalmente puedo ligar con alguien sin temor a ser descubierta o a que mi pareja se moleste por ello. Incluso es el efecto contrario, a el le encanta verme en plan puta con otra mujer o con otros hombres, le gusta ofrecerme para que me cojan y el simplemente observa como me hacen gritar como perra, al mismo tiempo me excitaba saber que el se cogía a otras e imaginaba cuanto placer podía darles ese gran pedazo de verga que se carga.——
Conforme iba pasando la noche deje de beber, me limitaba a servirles y a el al parecer se le había olvidado el plan de juerga con sus amigos, se le veía muy animado al lado de Valentina quien contaba algunas anécdotas de su vida, yo quería iniciar un juego mas sexual, quería sexo perverso así que nuevamente liberé esa rica verga y reanudé mi mamada, él conversaba animadamente dejando escapar de vez en cuando un suspiro de placer, de repente un jalón en mi cabello me indicó que quería que parara, levante ligeramente la mirada y comprendí el mensaje, un suave empujón me confirmó, a cuatro patas me recorrí un poco de lugar hasta llegar a donde estaba Valentina, separé sus piernas y comencé a dedear su rajita depilada, cuando comenzó a humedecerse hice a un lado el hilo de la panti e introduje la lengua, ella se retorcía y gemía escandalosamente, creo que fingía un poco, él fue directamente a comerle la boca y a sobar sus pechos, sus dedos tiraban de sus pezones, mientras mordía sus labios,por mi parte me esforzaba atacando su ya hinchado clítoris, mis manos se aferraban a sus nalgas y ella movía sus caderas buscando hacer mas profunda la mamada, la música sonaba de fondo, sin embargo apenas lograba escuchar un concierto de gemidos y suspiros, ella estaba a punto de terminar lo sentía por que sus caderas se arqueaban buscando con mas insistencia mi lengua, uno de mis dedos hurgaba ya en su mojada panocha, la sentí vibrar.
El deseo era ya latente y pude ver como la verga de él estaba ya por explotar, sin apenas tocarla babeaba y se erguía reclamando un rincón húmedo y caliente sus ganas de avanzar me llevó a subir una de las manos hasta su cabello y obligarla a ponerse en cuatro, unas bofetadas bastaron para ordenarle que abriera sus nalgas, lo tomé de la mano y lo llevé hasta el culo perfecto de nuestra acompañante, solo una mirada bastó para que el comprendiera que era suya y que podía hacer con su cuerpo lo que quisiera, la punta de su lengua asomó de entre sus labios y con largos lengüetazos fue lubricando poco a poco ese agujerito que prontamente sería violado. Para ese entonces los tres estábamos ya muy calientes, ella agarró mi mano izquierda que estaba entre mis piernas jugando a darme placer y fue lamiendo lentamente cada uno de mis dedos, esta sensación me puso a mil, sin embargo decidí darles el placer de disfrutarse mutuamente. Me retiré un poco de la escena, los observaría mientras jugaba un poco con mis juguetes.
Que gran espectáculo ver la manera en la que le daba, su verga entraba y salía violentamente de su culito apretado, mientras el azotaba sus blancas nalgas y mordía su espalda, a bofetones la obligaba a pedirle más mientras que con la otra mano le estimulaba el clítoris-te gusta puta? Seguido de un azote, mmm que rico sonaba eso, mi vibrador funcionaba a todo, lo metía y sacaba completo de mi vagina, sin duda me excitaba muchísimo pensar que así me usaba a mi.
-su puta!!! Si me gustaba ser su puta, ser su esclava, darle placer y hacerlo enloquecer.
Estando a punto de terminar dentro del culo de Valentina se salió y tomándola fuertemente del cabello la jaló hasta pegar su nariz en su verga, ella adivinando sus intenciones intento zafarse, momento que el aprovecho para aprisionar su nariz y obligarla a abrir la boca, se la metió hasta la garganta provocándole arcadas que por un momento pensé que vomitaría, y quien no lo haría?
Unas bofetadas la convencieron de que la cosa era en serio y temiendo un trato mas violento comenzó a lamerla desde la base hasta la punta, dejándola bien limpia de residuos sospechosos, mientras veía esto me retorcía de gozo, mi vibrador en verdad hacia maravillas.
_ de repente el paró la cogida de boca y le dijo a Valentina :Vamos a cogernos a…(omitiré mi nombre) al ver que ella dudaba un poco el la animó
_anda ya verás que será rico.
Valentina no estaba muy convencida pues sabía que la sesión sería ruda y que a pesar de que la paga no era poca realmente no sabía hasta que punto podría ser buena idea-En realidad tengo que irme , ya es un poco tarde. La verdad es que el no hizo caso a eso que ella acababa de decir, aún la tenía agarrada del cabello y arrastrándola hasta donde yo me encontraba enterró su cara entre mis piernas, cambiando vibrador por su sedosa lengua su aliento en mi entrepierna me produjo escalofrió, mientras ella me daba una buena comida el le restregaba la verga bien parada en las nalgas. Era una situación llena de morbo de ver a dos mujeres gimiendo y disfrutando de sus cuerpos. En otro momento Valentina fuese tomado la iniciativa y fue introduciendo uno de sus largos dedos en mi culo, él le había metido la verga hasta el fondo de la panocha y la bombeaba duro.
De pronto Valentina lo detuvo y le pidió cambiar de posición, me incorporé y le di un beso muy húmedo, tenia un sabor algo acre en la boca y un olor extraño que se mezclaba con mis flujos, acaricié sus pechos , sus pezones estaban a punto de reventar, los mordí fuertemente y sentí como su cuerpo se crispó, eso me animó a seguir mordiéndola, el entendió el mensaje y comenzó a azotar su culo, sus manos dejaban marcas rojas en sus nalgas y ella gemía incontrolablemente.
Subí el volumen de la música, no quería que los vecinos escucharan lo que sucedía entonces fue que recordé que en mi cuarto tenía algo que nos serviría para acallar sus gritos, me puse una bata de baño y subí a mi cuarto, tome la bolsita roja del cajón ”especial” y baje rápidamente, comencé a sacar un juego de cuerdas, una era mas larga y delgada, la otra era mas corta y gruesa, esa iría a sus manos, aprovechando que el la tenía empinada e inmovilizada le atamos sus manos por detrás de la espalda, ella intentaba resistirse pero el era mucho mas fuerte y se lo impidió, mientras el terminaba de ajustar el nudo(diré que es experto en nudos XD) yo ataba sus pies me complacía enterrar mis unas en sus piernas y pantorrillas cada que ella hacía algún intento de resistirse, mas le hubiera valido irse cuando lo pensó, inmóvil e indefensa ajustamos la mordaza bien apretada para que no pudiera escupirla, y ahora si comenzaba la mejor parte.
Dejamos a Valentina con el culo ocupado con un vibrador de buen tamaño, ese de los pinchos que giran y que tanto placer me ha dado, me acerqué a el zalamera intentando hacerle arrumacos, ahora quería mi ración, de un bofetón me recordó cual era mi lugar, me puse de rodillas a sus pies, el me empujó hasta quedar tendida en el piso con las piernas bien abiertas para acceder mejor a mi panocha de la bolsita roja sacó una pequeña fusta con la que a veces jugamos, el primer golpe no se hizo esperar, directamente sobre el clítoris pero no muy fuerte . Me retorcí un poco por el dolor pero no tenía escapatoria y quería aguantar lo suficiente para darle placer. Otro golpe más fuerte, y otro, otros en el interior de los muslos, en el pubis. Dolía mucho y empecé a llorar y suplicar que parase, que haría lo que me pidiera , por favor,… Tenía toda la raja roja e hinchada y no aguantaría mucho más. Los quejidos pasaron a gritos aferrándome fuerte a sus piernas para evitar tocarme o pararlo. Cuando le pareció que ya era suficiente, cesaron los golpes y me hizo besar su mano, me incorporó lo suficiente como para que pudiera mamarle la verga llena de los jugos de Valentina, las lágrimas escurrieron libres por mi cara mientras el violaba mi boca .