En el sofá nos volvemos a encontrar con mi ex

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Le pedí que viniera a mi depa, estaba sola y con muchas ganas de coger, sabía que su verga era lo único que deseaba.

Llegó, tocó el timbre y yo ya estaba tras la puerta esperándolo desnuda, sólo traía encima un kimono suave, él estaba guapísimo, se había escapado del trabajo y venía bastante casual, cuando nos vimos comenzamos a besarnos, me tocaba mis tetas, mi culo y panocha, que para ese momento ya estaba mojada, yo le sobaba por encima del pantalón, sintiendo cómo se iba poniendo duro y erecto como un palo, que delicia, le bajé el cierre y le saqué la verga, estaba desesperada x tenerla dentro. Me agache y comencé a mamarlo, despacio y después con más intensidad, la saliva me escurría.

Él gemia de placer y agarraba mi cabeza para empujar contra su vientre y obligarme a tragar completa su enorme verga.

Me levantó y me arrastró al sillón donde me abrió las piernas y me dejó sentir todo aquello de golpe, yo gemí con el primer empujón, que rico papi, cogeme así, ah, más papi, no pares, dámela completita. Eres una puta bien rica, me encantas, quiero cogerte todo el tiempo, mira que dura me la pones, puta!!! Estábamos muy calientes, en ese entonces nos deseábamos tanto.

Su teléfono comenzó a sonar… tengo conferencia con mi jefa y los chicos del cuartel, espera…

Obviamente no iba a esperar a que terminará su inoportuna junta, así que, cambiamos papeles, lo acosté en el sillón y silenciosamente, sin hacer ruido, me subí y me ensarte en esa gran erección que tenía, me pareció muy cachondo la idea que se le escapara un gemido con sus compañeros de trabajo, me puso a mil y con ese propósito lo estaba montando muy rico, con fuerza, quería que su verga sintiera mi tope, que llegara hasta el final de mi vagina. ÉL, me hacía con señas, que parara, que no aguantaba más, su jefa le hablaba y él respondía a duras penas, arriba y abajo, ahhhh, me acerque a su oído, le chupé la oreja y le susurre, «tu vergota me vuelve loca, es tan dura y gorda, me llenas completamente.»

Eso lo excito tanto que le puso mute a la llamada, «perra eres una puta caliente y te voy a dar verga como quieres» me agarro con fuerza y me puso contra el respaldo del sillón, casi de perrito,»agárrate el culto» y sin más, comenzó a bufar como toro, perforándome mi Conchita mojada, yo gemía más fuerte con cada embestida, me estaba satisfaciendo y quería que lo supiera, «me encanta tu vergota, no pares, no se te ocurra sacarla, dame, dame, te gusta mi puxhita?»

«Me encanta Mami, está bien rica,

Vente papi, vente a dentro.

No puta, aun no me voy a venir, quiero cogerte en tu cama»

Elioth estás allí, cuántas bajas tienes? Le hablaba su jefa

Como pudo respondió.

Bueno chicos, nos vemos mañana en la oficina…

Si, mañana nos vemos, de cansen buenas tardes.

Todos colga…

«Ahora si puta», corrimos a la habitación y allí comenzamos a cojer en todas las posiciones y por todos mis hoyitos, «ahhhhh, pero que rico cojes, eres una perra en celo, si papi soy tu perra y a ti te encanta que te coja, que me lo meta hasta el fondo, te encanta hacerme gemir y hacer que me venga… Puta, me voy a venir, vente adentro, no tenemos Condon, no importa, vente dentro, quiero un bebecito tuyo, estaría guapísimo, segura? Si, quiero sentirte calentito.

Ahhhhhhhh, perra que buena pucha tienes, me aprieta riquisimoooooo Ahhhhhhhh»

SENTÍ CALENTITO, toda mi puchita estaba llena de su semen, me levanté un poco y sentía como escurría sobre mis muslos, que deliciosa sensación.

EN ESO ESTABA, limpiandome cuando escuche: «quieres ser mi novia» qué se suponía qué debía decir, su semen estaba dentro de mí. Le di un beso, sólo podía pensar en su verga así que le di el si.

Tenía que regresar al trabajo y comenzó a vestirse, yo solo me volví a poner el kimono. Verlo vestido otra vez me volvió a encender la mecha, mi puxhita comenzó a palpitar deseando su verga otra vez.

Ya se iba, estaba abriendo la puerta, cuando le dije:»antes de que te vayas, metemela así, con tu ropita casual… como crees no….»ven» Me puse de perrito en la silla del comedor, le mostraba mi culo y le dexia, «ven» mira que bonita, rasuradita, te necesita a dentro»

Le había prendido la mecha, se abrió el cierre, como pudo sacó su verga y de un golpe me la metió

«ahhhhh papi amo tu verga, cogeme ahhhhh dame dame no pares, Mami me voy a venir, eso quiero, que me des leche, que vayas bien deslechado al trabajo, con una sonrisota, Mami me vengo, si papi, vente, para eso estoy, para recibir tu lechita, no sé te ocurra sacarla, Mami y si te preño, tranquilo, vente»

Y otra vez otra de carga de semen calentito.

«Mami, otra vez me vine, que rico papi, me cojes bien rico»

Se guardo la verga y se subió el cierre, su pantalón se había manchado de mis líquidos deliciosos lo limpiamos con una toalla y agua, más o menos se disimulaba.

Terminó por darme un beso con lengua ufffff quería más, el igual pero tenía que irse. Le agarre la verga y me despedí.

Adiós Mami, eres una puta deliciosa, nos vemos mañana? Claro papi, acá nos vemos para sacarte todo el estrés y la lechita. Con cuidado 🙂 ¡Perra, eres una deliciosa!

Cuando se fue, fui a mi cama, me recosté y comence a masturbarme, a sacarme con los dedos su semen y chuparme los dedos. Ahhhhh, que verga me estaba comiendo y ahora ya era mía.

Nuestra relación duró 1 año. Después todo comenzó a decaer, me enteré que era infiel y bueno, cómo no, una verga así no es de nadie y si de todas.