En la sauna con dos desconocidos que no paran de tocarse

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Terminando el día me sentía más entusiasmada que de costumbre; no sabía bien que era lo que hacía que me sintiera tan contenta y recordé la invitación que mi amiga me había hecho de pasar el fin de semana en su casa, me daba ilusión descansar en un lugar diferente al de mi casa, así que me.acosté más temprano que te costumbre, tal vez así amanecería más pronto.

Abrí los ojos, aún era muy temprano para ir a dónde mi amiga así que decidí tomarme.mi tiempo, empaque mi vestido de baño más pequeño, ese que hacía que mis senos casi se salieran de lugar, ese que solo dejaba mis.pezones protegidos del sol. Los minutos pasaban lentamente y tal vez sería mi cuerpo que adivinaba lo que sucedería más tarde, pero extrañamente y sin ninguna estimulación, sentí que mi vagina estaba un poco lubricada lo que generó cierta inquietud deliciosa que recorría mi cuerpo.Terminé de empacar, lo de aquella lubricación paso a un segundo plano y salí para casa de mi amiga

Tenía mucha confianza con los dueños de casa, así que no necesitaba que me anunciarán en portería, toque a la puerta del apartamento de mi amiga y mi ella un poco agitada ( lo que pasó desapercibido para mí) abrió la puerta, nos saludamos y yo completamente feliz me dirigí a su habitación buscando a mi anfitrión para saludarlo como siempre lo hacía.

Cuando entré a su habitación lo encontré entre un mar de sábanas revueltas y al darle un abrazo y un beso me di cuenta que estaba muy sudoroso, esto prendió mis alarmas y me di cuenta que tal vez había interrumpido un buen polvo entre mi amiga y su esposo; para disimular un poco lo que había notado, les dije que porque no disfrutar ese maravilloso día y me auto invité para la piscina. También me llamaba la atención el sauna que tenían en la unidad pues quería relajarme un poco.
El polvo frustrado entre mi amiga y su esposo me había calentado y quería bajarme un poco la presión que empezaba a sentir en mi vagina la cual estaba mojadita y sentía una presión rica.

Mis anfitriones aceptaron mi invitación, mientras entré al baño a ponerme mi vestido de baño, metí un dedo en mi vagina, la cual se estremeció al sentir el contacto, mi respiración se agitó pero debía salir pues ya me estaban esperandome para bajar a la zona húmeda. Cuando llegamos a la.piscina, extrañamente no habían niños, solo adultos.

Mis amigos y yo nos metimos a la.piscina a disfrutar de sus aguas calienticas, Aunque no soy buena nadadora, no sé porque se me ocurrió nadar por debajo del agua y vi como el esposo de mi amiga, le estaba tocando la vagina por debajo del agua.Esto hizo que yo me calentara aún más, de repente vi como la piscina estaba casi sola y pensé a dónde había ido todo el mundo.

Para no seguir siendo inoportuna, decidí irme al sauna con la esperanza que estuviera solo y poder así, hacerme una paja, ya me.imaginaba pasando mis dedos por encima de mi vestido de baño, sentía como mis pezones se ponían duros mientras caminaba rápidamente al sauna, cuando abrí la.puerta y descubrí que allí estaban las 6 o 7 personas que estaban en la piscina, casi me pongo a llorar pero guardé la compostura, respire profundo y allí estaba arrecha y con ganas.

El sauna y yo estábamos muy calientes y poco a poco se fue haciendo el milagro, para bajarme la calentura salí una o dos veces a la ducha, estando allí, encontré que uno de los que estaba en el sauna tenía un paquete que me hizo pensar que habría notado mís ganas de pajearme, nos miramos, una sonrisa cortés y vamos al sauna. Cuando entramos descubrimos que ya solo éramos tres en el sauna y yo empecé a rezar lo.poco que me sabia para que todos salieran, estaba a mi favor que era hora de almuerzo y hambre tendrían que sentir.

Yo quería acariciarme, tocarme mis senos, mis pezones duros y entonces aproveché que el.sauna se puso más caliente y por lo tanto más bruma había; disimuladamente metí mi mano en el brasier de mi vestido y uffffff casi explotó de ganas, cuando estaba tocandome un poco entró mi amiga, casi me descubre a decirme que ellos iban a subir que me esperaban para almorzar.

En ese momento nos dejaron solos al vecino y a mí, yo no daba más y aproveché un rinconcito del sauna, el que más bruma tenía y hacia allá me fui entonces noté que el vecino se estaba tocando entonces sin pudor empecé a tocar mi vagina, despacio, mis pezones se ponían cada vez más duritos yo no daba más; mi compañero de sauna se tocaba con toda la mano y yo sabía que allí abajo había un miembro arrecho y tuve un pequeño antojo de bajar esa arrechera pero mi vagina estaba reclamando mis caricias, metí mi mando sin recato y empecé a meter mis dedos despacio, lentamente, al otro lado del sauna una mano subía y bajaba por un pene que estaba rojo de lo duro que estaba; mis dedos estaban siguiendo ese juego delicioso cada uno brindándose placer, cada uno a su ritmo, entonces mi vestido de baño estorbó y la pantaloneta también. Y allí estábamos dos desconocidos apurando el placer, temiendo que alguien entrara pero disfrutando también de ese rico temor, ambos gemían de placer, cerraban los ojos para sentir.

El vecino parecía que no iba a aguantar más, el movimiento de su mano se aceleraba, la mía iba un poco mas lento abrí un poco más mis piernas para sentir mejor, pero quería sentir más profundamente, mi vagina quería más y más caricias, mi compañero de aventura se pajiaba cada vez más y más y eso encendía mi arrechera cerré mis ojos y me acariciaba otras veces mi vagina se auto masajeaba apretaba y soltaba una y otra vez, y…… sintió como su clítoris estallaba de placer, su corazón se quería salir del.pecho. Quiso saber.como estaba su vecino y descubrió que él al igual que ella también tenía el corazón a mil y que sus manos al igual que las suyas también temblaban, respiró hondo y con una sonrisa agradeció a quien la acompañó en esta aventura.

No sé duchó pues quiso conservar ese calorcito en su vagina y se dió cuenta que en adelante le haría más caso a su cuerpo que le anunciaba momentos de placer tan maravillosos como el que había tenido.

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