En verano me di cuenta de lo buena que esta mi hermanita

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Era verano y habíamos terminados las clases Ana, mi hermana me dijo que si quería ir con ella a la playa, hacía un momento que le había llamado su amiga y le dijo que no podía ir, así que ya que estaba preparada me lo preguntó.

– ¿quieres venir a la playa ?,

Ese día aún no tenía pensado hacer nada pero tampoco me interesaba mucho la idea de salir con mi hermana, en un principio le dije que no tenia ganas,

– anda vete con tu hermana,Me dijo nuestra madre.

Al final fui sin muchas ganas, se puso una faldita corta y una blusa apretada al cuerpo, debajo se notaba que iba con el bañador puesto, se lo notaba apenas el color de bañador debajo de su blusa blanca y notándose unas bonitas tetas que parecían que estaban a punto de hacer saltar los botones, estaba preciosa con la melena rubia y los ojos marrones claros igual que nuestra madre.

– mira que guapa va tu hermana, así puedes presumir de que llevas una chavala de bandera, dijo nuestra madre

– pero mamá que somos hermanos,

– ya se hijo, ja,ja, ja, cualquier hermano estaría presumiendo de tener una hermana igual que la tuya.

– ja,ja así que te hago un favor, a ver si ligas algo al ver que andas con una tía como yo, se río también Ana.

Tiene un año más que yo, en esa época ella tenía ya  los 18 años, estaba completamente formada. Hasta ese momento no la vería como a una mujer, aunque me daba cuenta de lo buena que estaba. Al llegar al autobús estaba casi lleno con gente que quería ir a la playa también, encontramos un espacio libre cerca de una ventanilla, que al poco rato se fue haciendo más pequeño. A las siguientes paradas ya no cogía ni un alfiler, la gente empujaba y yo hacia esfuerzos, dejando un hueco para no ir encima de mi hermana. Al ver el esfuerzo que me costaba no arrimarme a ella me dijo:

– no seas tonto puedes arrimarte más, deja un poco de espacio a la gente, me lo dijo sonriendo. Me relaje un poco y nos vimos uno encima del otro con cada movimiento del autobús, la verdad que me gustó la sensación, del contacto de mi cuerpo contra el de ella, era algo muy agradable. Asi que al poco me relaje aún más y me dejé ir hacia ella, me gustaba sentir su cuerpo contra el mío, cosa que nunca hasta la fecha me había pasado.

– vaya pero cuanta gente hay hoy, me dijo

Si principio estaba algo incomodo, ya que notaba el cuerpo de mi hermana contra el mío, ya no me importaba apretarla contra la ventanilla, notaba sus pechos, sus caderas en mi cuerpo, notaba su dulce aroma, nuestros ojos se encontraban sosteniéndonos las miradas, como si nos conociésemos por primera vez,y nos sonreíamos. Cada vez que se paraba y arrancaba el autobús se golpeaban nuestros cuerpos, al principio, trabábamos de evitarlo como ya mencione, pero al cabo de un rato, uno iba encima del otro y nos apretábamos más, tratando de notar en mi lugar sus pechos y todo lo que podía, a mi hermana le gustaba eso pude notarlo enseguida. Al rato, creo que los dos estábamos ya muy excitados. Noté su mano apoyada en mi pecho y al cabo de unos minutos me dí cuenta que me estaba acariciando con las yemas de los dedos.

Tengo que decir que eso me puso aún más a cien, me empalmé como un burro, hasta la fecha ninguna mujer me había tocado ni yo a ellas, moví las caderas hacia delante para tocarle con mi polla completamente empalmada quería que la notase, .

Ella se dio cuenta enseguida ya que notó el bulto de mi miembro duro contra ella y que la golpeaba ritmicamente. Al principio se retiro un poco pero al cabo de unos minutos. En vez de escapar hacia atrás empujo aún más su cuerpopara notarla y cada vez que el autobús paraba y arrancaba, empuja sus caderas hacia delante apretando mi dura polla contra ella como si quisiera que se la metiese, una y otra vez, sin darnos cuenta fuimos hasta cogiendo ritmo y cada vez que el autobús se movía ella me esperaba para apretarse contra mi, y notaba como sus caderas hacían fuerza hacia delante.

Con el movimiento del autobús fuimos dándole ritmo como si la estuviese follando y ella me esperaba restregándose suavemente y ayudada con el movimiento del autobús. No me corrí por poco. No retiraba la palma de su mano de mi pecho, si no que se la notaba con más presión y notaba como me cariaba con las yemas de los dedos con sensualidad. Me arrimé a su oído,

– Eres preciosa hermanita y me estás poniendo a cien.

– Serás tonto, eres un salidillo je,je, me lo dijo acercando los labios a mi oído y con un tono de malicia susurrando. Yo miraba hacía los lados, no fuese que la gente se diese cuenta, pero nada, íbamos tan apretados que nadie se fijaba.

Lo que le dije la puso más a cien, tanto que se apretó ya por completo contra mí, notando ya por completo su cuerpo, miraba al rededor notaba que pasábamos desapercibidos como otra pareja cualquiera, o por lo menos me pareció a mí.

Baje mi mano y disimuladamente la deje cerca de su muslo,notaba su calor y la suavidad de su piel en mis nudillos, le iba tocando poco a poco, hasta que al final ya le estaba acariciando el muslo, ella no hizo nada para evitarlo así que cambié de posición y puse la palma mi mano descaradamente ya entre sus muslos , noté como se estremeció un poco, subí unos centímetros y no dijo nada, así que seguí, subiendo hasta llegar con mi mano por debajo de su faldita, seguí unos centímetros más y llegue a su pubis, se lo acaricie, notaba la carne suave por encima de su bañador y en medio su rajita.

– eh, estate quieto, que nos van a ver cielito.

me dijo, pero sin apartar la mano y arrimando su boca a mi oído, muy suavemente me beso el lóbulo sujetándolo con sus labios que me supo de maravilla. Antes de retirar la mano le apreté el coño y ella me sonrío

– seras malo, no es que no me guste hermanito me estas poniendo a cien, pero también nos pueden ver, me dijo de nuevo, apenas con un susurro.

La sujetaba por la cadera y la tenía apretada con fuerza contra mí, ella se dejaba ir ya como si fuésemos dos enamorados, ya no pensamos en que alguien nos pudiesen reconocer, estábamos ya en otra onda como se suele decir.

Ella estaba completamente pegada y no se separaba ni un centímetro, notaba su respiración y el calor de su cuerpo, estábamos los dos sudando pero no nos importaba.

Sin darnos cuenta llegamos a la primera playa Ahí casi siempre se apea todo el mundo ya que es la más grandes de todas,

-¿nos apeamos en esta, hermanita¿

– no, vamos a otra mejor, sin tanta gente, me lo dijo sonriendo.

Eso al principio no supe como tomarlo, pensé que igual quería estar conmigo sin tanta gente, o por que no quería tanto bullicio, cada vez me ponía más nervioso .

Quedaba una playa más y ya no pudimos apretarnos ya que había mucha menos gente, yo la vi y ella me miró, no se como fue pero sin pensarlo le di un beso en su boca, ella me recibió mis labios besándomelos también.

– No se en que va acabar todo esto hermanito,

Cuando salimos ya del autobús, me dijo sin que nadie pudiera oírla.

– eh hermanito ponte la toalla delante que si te ven así menuda, ja,ja, ja, estas empalmado cabroncete. Pues no se si podremos ir a donde pensaba, si te empalmas de ese modo, menuda polla debes de tener.

– ¿a donde?

– ah ahora no te lo digo, confía en mi que lo vas a pasar bien.

Se reía y jugaba conmigo mientras caminábamos, yo sabia a lo que se refería, más adelante hay un camino de un kilómetro o algo más ,que lleva a una cala entre rocas que hay que bajar por un pequeño sendero que va a la playa, es una playa nudista y que va muy poca gente, yo nunca había ido, por lo que supe para ella no era la primera vez. Yo tiré para ese sendero, siempre sujetando a mi hermanita por la cadera.

– eh,¿ pero a donde me llevas? decía ella poniendo voz de niñita.

– ¿ no quieres ir a la otra playa?

– ¿a cual?

Mi hermana se sonreía picaramente.

-¿ a la nudista?

-¿ y tu estas preparado para ir ahí?

– claro que si, le dije todo ofendido.

Mientras hablábamos ya estábamos caminando hacia la playa de las rocas, que es como la llaman.

– vaya al final me has traido aquí ¿ no te da vergüenza ver a tu hermana en bolas?

– no, seguro que estas buenísima.

Le dije mientras la traje hacia mí con fuerza y le di un beso en la comisura de los labios

– hala no sigas asi

-¿por que, no te gusta? le dije

– no es por eso tu no no me entiendes.

Le insistía que me lo dijese y ella sonreía, hasta que me dijo, fingiendo que se avergonzaba.

– porque me está gustando, hala, ya lo sabes y ahora te vas aprovechar de mí por decirtelo.

Al llegar apenas había nadie , fuimos por detrás de unas rocas haciendo algo de alpinismo más abajo vimos a una pareja entre unas rocas pegado uno contra el otro besándose, él le acariciaba sus pechos de vez en cuando bajaba para comérselos, mientras que con la otra mano le metía mano en su coño.

– Seguro que estos van a follar, dijo mi hermana se riendo.

– y si nos ven van a pensar que somos novios y que venimos a eso también.

Empezó a desnudarse y casi me caigo al suelo, vi su cuerpo perfecto, esas bonitas tetas más bien grandes firmes y sus sonrosados pezones duros como dos almendras, se quito la falda y se bajo la braga del bañador, estaba rasurada y tenía unos muslos preciosos, un pubis abultado y en medio se veía su raja sonrosada y brillante, seguramente estaba excitada, quedó de pie, con las piernas entreabiertas y con sus manos retiro su melena, mostrando aún mejor sus preciosos pechos, yo no sabia a donde ver, todo me gustaba. Me quité enseguida la ropa y vio mi polla completamente levantada,

– joder hermanito como estas, estás completamente empalmado

– es que estás muy buena, porque no me haces una paja.

Pensé que se iba a negar, pero me miro y dijo:

– Está bien, pero no te acostumbres,

Mi hermana me iba hacer una paja, no me lo podía creer y estaba impresionante, cualquier tío hubiese dado cualquier cosa por follar a mi hermana, miramos a la otra pareja y el tío ya estaba encima de ella follandola, se besaban como locos, sin importar que estuviésemos nosotros, se escuchaba a la chica.- si, si, si, follame, follame, follame, decía cada vez que la embestía ritmicamente .

. Pusimos las toallas juntas y nos acostamos uno al lado del otro, apenas me dio tiempo a nada cuando mi hermana se echo literalmente encima de mí como una leona en celo, empezó a besarme como una desesperada, eso casi me dejo un poco desconcertado ya que esperaba ser yo el que empezara, pero en unos segundos, me recompuse y abrí la boca, mientras ella me metía la lengua hasta el fondo. Note su cuerpo desnudo contra el mío sus pechos pegados contra mi torax,, mi polla apretada contra su pubis,notaba su peso encima del mío. Mientras escuchábamos a la otra pareja como jodían. Eso a mi hermanita la puso más a cien. Eche la mano a su coño completamente mojado, cuando se lo toqué, se estremeció.

– ooh. Oooh, que rico, hermanito, joder como follan esos dos cabrones.

Se separó un poco y pude ver sus tetas firmes con los pezones apuntando hacia arriba, encima ya de mi cara, se las sujete con fuerza, eran muy suaves y duras a la vez, Ana se estremecía de placer, se frotaba contra mi cuerpo, me acariciaba con frenesí y yo ya no era capaz de seguirla, trataba de estar a su altura, me las pasaba por mi boca golpeándome con ellas, se las chupe, le mordisquee los pezones, mientras ella cerraba sus bonitos ojos.

– ¿te gustan, te gustan mis tetas, mi vida?

Balbuceaba no podía hablar, estaba tan nervioso y además tenía la boca ocupada, dije un si apagado

– pues son solo para tí, mi amor, haz lo que quieras con ellas, oooh, oooh así, así, comeme las tetitas mi amor, me encanta, apriétamelas un poco más.

Le apreté los pechos con más fuerza mientras abría la boca a lo máximo para tratar de tragarme una de sus tremendas tetas, le mordisqueaba el pezón, al mismo tiempo que le apretaba la otra con ganas. Se escuchaba a la otra pareja como gemían de placer sobre todo la mujer. Creo que eso aún ponía más excitada a mi hermana.

– uf, joder como me están poniendo esos dos, ya no aguanto más mi vida, quiero correrme, me dijo mi hermana

Se tumbo abrió las piernas, vi su coño rasurado, era sonrosado y estaba mojado, completamente abierto a mi disposición, me puse encima de ella mientras cogía la polla para ponerla en la entrada de su vagina y poder penetrarla.

– eh cielo no, no quiero que me la metas.

¿entonces que quieres? Le dije casi enfadado, con la polla en la entrada ya se su coñito, yo tampoco aguantaba más y quería follarla meterle mi polla hasta el fondo.

– soy virgen mi amor, y aún no quiero perderlo, pero no por ello no vamos a dejar de disfrutar hermano mío, hay muchas formas de tener sexo, comeme el coñito anda, hazme correr lo necesito si no me va a dar algo aquí mismo, no te preocupes que te recompensaré, pero no me desvirgues por favor te lo pido. En ese momento dudé que fuese virgen, empujé un poco mis caderas y mi polla se encontró con resistencia, note su virgo, si le hubiese dado un empujón mas fuerte se lo hubiese roto, casi seguro. Al notar la presión de mi polla en su vagina empujó hacía atrás sus caderas como un acto reflejo, me sujeto la polla con la mano, tratando de quitar la cabeza de mi polla de su entrada, pero no era capaz notaba mi fuerza, estaba encima de ella y sabía que solo tenía que hace un movimiento con mis caderas hacía delante y mi polla entraría dentro desgarrando su himen, así que retiro la mano, y me dijo, cogiendo mi cara con sus manos y casi suplicando

– eh, hermanito por favor, no me violes, no tienes por que hacerlo, ya se que la culpa es mía, pero te prometo que no vas a tener la necesidad. Y cuando esté preparada serás tú el que me desvirgue y será algo maravilloso, mi amor.

– joder hermana, tengo ganas de follarte, me pusiste a cien y estas muy buena.

– por favor te lo pido mi amor, no me lo hagas, hazme lo que quieras, yo también tengo ganas pero no de desvirgues aún.

Saqué la polla de su raja que le chorreaba de sus jugos. Me empujó con sus manos hacia abajo, y yo me fui dejando, llegué a su vagina y empecé a lamerla y chuparla, era la primera vez que tenía un coño a mi disposición, el apetitoso coño de mi hermana que le golpeaba con mi lengua recorriendo todo su sexo, me encanto su perfume a hembra. empujaba con la punta de mi lengua su virgo, no se como no se lo rompí. Ella apretaba con fuerza mi cabeza contra su delicado sexo, tan fuerte que apenas podía respirar, mis babas se mezclaban con sus jugos, arqueaba la espalda y no paraba de moverse pero no me dejaba separarme ni un centímetro mi boca de su jugoso coño, no conocía a mi hermana, no era ella, nunca pensé que fuese capaz de perder de esa forma los papeles, solo quería que le diese placer y correrse. La vedad que es una mujer que se excita con mucha facilidad y una vez que lo hace, ya todo le da igual, al principio aguantó sin que la desvirgase y yo por no violarla, ya que no solamente estaba muy buena, si no que me volvía loco, pero claro es mi hermana y la quiero con locura y por nada del mundo la haría daño. De vez en cuando me dirigía y me decía donde le gustaba más, apretada contra su coño la cara que me hundía la nariz en sus raja y no me dejaba respirar tenía que respirar por la boca ya que la nariz la tenía contra su raja mojada y no me entraba aire.

– ahí, ahí, ahí, mi vida, dale, dale, un poquitoooo más arriba mi amoooor, así, así, uuuf, uuuf-

Mojé en su coño el dedo indicé y se lo metí en el ano, cuando entró le encanto.

– aaaah, aaah, metelo más, más, más, uuuf, joder que gustooo, uuuf, dale, dale, mi vidaaa.

con los pies apoyados flexiono las piernas y levanto las caderas sin dejarme salir de su coño, me apretó con tanta fuerza contra su coño que casi me ahoga.

– ahora….ahora…..ahora mi amor, ahora, ooooh, oooh, ooooh, ooooh, me corrooo, me corrooo, que gustoooo. Uf que gustoooo. Aaaah, aaaah, aaaaah

De repente se dejo caer, sus manos dejaron de apretarme contra su coño, respiraba fuerte.

– ¿te corriste cariño?

– uf, ya lo creo hermanito, lo necesitaba ven besame mi amor.

Le besé aún con el sabor de su sexo y ella me lamió por completo, mientras nos comíamos las bocas, llevó su mano a mi polla y empezó a acariciarla.

– no pensarás que te iba a dejar así, mi amor, te doy las gracias por no violarme y te quiero con locura, nunca pensé que te quisiera tanto hermanito, eres mi vida, nunca tuve un orgasmo como este mi cielo y ahora te voy a sacar esa lechita calentita.

Me empujó hacia atrás hasta ponerme de espaldas, vimos como la otra pareja de abajo, estaban follando a cuatro patas, tenía las toallas dobladas, aún así no se como podían aguantar sin dolerles las rodillas, ella nos guiño un ojo, mientras veíamos cono sus pechos se movían en todas direcciones cada vez que su pareja le hundía la polla en el coño, ella abría la boca jadeando de placer. Estuvimos viendo unos segundos, parecía que les gustaba que los viésemos. hasta que mi hermana me dijo.

– eh cielo, dejalos que van a pensar que somos unos mirones.

-¿ a caso no crees que ellos nos vieron antes, hermanita y que no les gusta que los veamos?

– calla no digas…. Que me pones otra vez a cien. Que me esta costando lo mio reprimirme, tengo ganas de que me metas la polla y me desvirgues, pero me aguanto y me está costando lo mío.

Sin más puso su boca en mi polla y empezó a chuparla, me la lamia y mordisqueaba la cabeza, notaba sus dientes deslizarlos por mi cabezón, su delicada lengua con una mano sujetaba mi miembro y al mismo tiempo que me lo chupaba me pajeaba, se la metía hasta el fondo una y otra vez notando su calor, sus babas se deslizaban por mi polla, creo que no le tarde ni medio minuto en correrme. No pude avisar ya que todo sucedió tan deprisa y me dio tanto placer que me corrí en su boca cuando tenía mi polla completamente dentro. Aún así continuo chupando, y creo que eche bastante semen, por que se atragantó y en una de estas hasta le salio dos chorretones de semen por la nariz y boca, manchándose su linda cara. tengo que decir que me encanto ver la bonita cara de mi hermana manchada de mi semen espeso por todo su rostro.

– joder casi me ahogo. No parabas de correrte, ¿ que coño tienes ahí, un surtidor?

Me decía mientras de limpiaba la cara- perdona Ana pero no me dio tiempo de decirte nada

– no importa tonto, no pasa nada, si me llegás a echar todo eso dentro del coño, seguro que me preñas. Jaja. Además atí no ten tengo asco hermanito querido.

Al rato nos fuimos, mi hermana, no estaba muy a gusto, aunque la otra pareja también lo había hecho sin ningún pudor ella tenía miedo que nos conocieran o se diesen cuenta que eramos hermanos, escuchamos cuando ya nos estábamos marchando – joder que buena esta la tía, dijo él.