Mi esposo esta muy viejo que ya no le dan animos de subirse en mi y yo me muero por que me la metan
Mario es un allegado a la casa que es como si fuera un amigo de confianza. Le conocemos por casi diez años y por boca de su esposa sé que el coje con su mujer. Le he semblentado y presiento que es un hombre completo en la cama. Cada vez que va de visita a la casa lo estudio para ver si algun dia de estos le incinuo algo en son de broma para ver que resulta. Hubo un incidente entre él y yo cuando yo abria la refrigeradora de mi casa estando él atras de mi y de estar muy cerca, cerca senti la cremallera de su pantalon que me tocaba mis nalgas. Nos quedamos mirando, pero sin ninguna malicia y nos pusimos a reir…eso ahi estaba duro y ya parada me imagino que sera mejor. Fue tan rapido que las demas gentes ni se percataron. Ese roce de su pene contra mis nalgas me despertaban el deseo de coger, pero con mi marido que ya no responde cómo para resolver? No llevo prisa para hacerlo con Mario porque no quiero escandalo de ninguna clase. Esa noche en mi cama me decidia de hacerlo con Mario, pero tenia que saber como hacer. Mario llega a mi casa con su esposa y a veces aparece solo. A veces está mi esposo y a veces me encuentra sola. Mario llego varias veces solo a la casa y siempre tenia compañia…mi esposo, mi hija o una amiga que de la nada aparecia…mis planes se echaban a perder. Yo estaba pendiente para hacer de las mias cuando una tarde Mario llego a casa y me encontraba solita y me lo proponia «De esta no se me escapa» me dije yo. Le invite a un cafe y donas y al ver que no habia nadie mas que yo Mario me decia que se marchaba y fue cuando le pedi que no me dejara sola y que me contara chistes porque es muy bueno para los chistes e incluso de mi salia que le contara chistes para adultos. Le brinde un trago de brandy y Mario comenzo a contar chistes calientes que me ponian a mil. Sentia miedo a que me rechazara mi insicuacion si lo trataba y me miraba a mi escote para ver mis tetas que no llevaban sosten…con proposito hice mas movimientos para que él pudiera deleitarse con mis tetas y suavisar la insinuacion para lograr un si. El tiempo pasaba y no se miraba el animo para llegar al prposito cuando Mario me decia que ya se iba. Me desanime y le encamine a la puerta y ahi tuve que jugar mi carta en la puerta de salida y me hacia tropezar que me sostuve en él. Mario me agarro para evitar no caerme y al abrazarnos sucedio la magia «Que cuerpo!» me dijo Mario y yo solo le dije que despues que se marchara me tenia que volver a bañar con agua fria porque sus chistes calientes la tenian volando con unas ganas «Lastima que eres el esposo de mi amiga» le dije a Mario, pero yo no aguantaba mas que tuve que decirlo. Mie como Mario se detenia al escuchar mis palabras y pensaba hasta que me pregunto si yo me dejaria coger de él a lo que le conteste que el momento lo meritaba. El ambiente de los dos se habia comenzado a encender y le dije en voz de niña que no se fuera y que se quedara un buen rato mas asegurando que no se iba arrepentir. Tome a Mario de su mano y él me respondia que me abrazo y seguido me buscaba mi boca para besarme. Senti como la panocha latia y cerca de la puerta estaba un rincon apropiado y ahi nos fuimos para coger. Mario la tenia bien dura y me lo imaginaba que asi era a de él. El calzon salio por alla y me levantaban el vestido para Mario poderse meterse en medio de mis dos piernas y con pija en mano para metermela en la panocha. Sé que Mario encontro un mar de lubricacion mia y me hacía de él hasta hacerme correr. Tambien me echaban leche dentro de mi y me dejaban bien sedita con esa cogidita. Mario se marcho y los dos juramos ser muy confidente de nuestro secreto. Mi esposo no es tonto y noto que MArio me la estaba dando y solo me dijo «Cuidado con un escandalo». Hoy, nuestras citas con Mario estan programadas.