Estaba conociendo a Eli, todo iba bien hasta que mi vecina Mary comenzó a arreglarse. Me conquisto y terminamos cogiendo, esa hermosa mujer me volvió loco

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Mi vecina Mary

Estaba estacionando mi auto para poder dejar a mis hijos en casa de su madre, luego de haber ido al cine y comer algo, cuando veo a la vecina Mary andando una vez más en fachas de loca recién salida del Larco Herrera.

Para ubicarlos mejor, Mary es vecina de barrio, vive a dos casas y tiene poco más de 2 años de separada y lo ha tomado a mal, se ha descuidado completamente, cabellera en forma de estropajo, marcas en el rostro por sacarse las espinillas y ropa sin planchar, toda desaliñada; no es que sea un cuerazo, pero siempre se caracterizo por andar bien arreglada y de las 3 hermanas era la más guapa, de 1.65 m. cabello ondulado, un trasero imponente y sin tetas, creo que tengo más que ella J, un poco sobrada.

Mis ex suegros me hicieron quedar un rato para conversar y tomar un té, acepte para no desairarlos, concluido el tema me despedí y subí a mi auto, suena mi celular y era Paola, mi asistente – Lunatacas se ha retrasado el vuelo un par horas, así que será mejor que no me recojas – me dijo, claro no hay problema, igual te voy a recoger – le respondí.

Terminó la llamada y veo pasar a Mary con una maleta de mano, le pregunto a donde se va, ella responde que al aeropuerto porque tiene que entregar la maleta a un amigo.

Vamos te llevo, claro que no – me contesta Mary, yo tengo que recoger a mi asistente que viene de Arequipa así que no me incomoda, como que te ahorras el taxi.

Mary dudó un rato y se subió a mi auto, pude notar algo distinto en ella, se había arreglado y era otra mujer.

Durante el camino conversamos cosas triviales, el clima, la renuncia del presidente, la selección, etc.; ya en confianza le hice notar que me parecía muy bien que se haya arreglado.

¿Lunatacas, tú como haces?, acabas de separarte y andas de lo más normal, los hombres son más frescos – me dijo; no es tan fácil la cosa, la procesión se lleva por dentro y al mal tiempo buena cara – le conteste.

Seguro que ya tienes a otra por eso esta tranquilo – contesto Mary; me has visto llegar a recoger a mis hijos con Eli, así que no la voy a negar, por el momento va todo bien entre nosotros y ambos estamos recomponiendo nuestras vidas – conteste.

La conversación tomo un giro inesperado porque terminamos conversando de nuestros fracasos matrimoniales (de ambos) y en cierta forma reconociendo los errores cometidos.

Lo más saltante era que ella, anhelaba dormir con alguien, no se acostumbraba a dormir sola, extrañaba esa presencia a su lado, y que no quería saber de nadie solo quería estar sola.

Llegamos al aeropuerto, llame a Paola para saber si ya estaba en vuelo; pero me confirmo que su vuelo había sido cancelado y lo estaban reprogramando para el día siguiente a las 9:00 am, así que caballero nomás.

Mientras tanto Mary hacia lo mismo y confirmaba si su encargo podía ser llevado o no.

¿Qué fue? Le pregunte, ahh, si mi amigo esta en camino – me contesto Mary.

Momentos en que recaigo en la maleta, Mary y que llevas en la maleta si es que se puede saber – le pregunte, me dijo que eran uniformes de su hermano que necesitaba para su trabajo.

Al rato llega un patín, corte militar, que se le acerca por la espalda y le rodea la cintura con los brazos halándola hacia él, y su mano derecha agarra fuerte una nalga de Mary, situación que fue incomoda para Mary le saco la mano de la nalga y rompió el abrazo. El tipo me miró como diciendo ¿y este quién es? Antes que ella diga algo, le estreche la mano y con un fuerte apretón me presente como el novio de Mary, dejándolo sin opción a reclamo.

Mary entrégale el encargo y vámonos – le dije imperativamente, ella sólo atino a darle la maleta y decirle lo que contenía se despidió y se puso a mi lado, entrelazando su mano con la mía.

Nos retiramos de la zona con rumbo a mi auto, Mary temblaba y tenía la intención de mirar atrás, ni se te ocurra voltear la mirada – le dije, ella solo bajo la cabeza.

Llegamos a mi auto y la abrace, ella con su rostro en mi pecho, estuvimos buen rato abrazados, Lunatacas no se que paso allá – me dijo, ya no hay marcha atrás, sea quien sea no voy a permitir que te traten así – respondí.

Salimos del aeropuerto y ella hablaba por el celular con su hermano gritando y peleando con él por lo que acababa de hacer su amigo, después de varios minutos de discusión colgó el celular y lo tiro en su cartera.

Lunatacas necesito algo, podemos entrar a un grifo para compra algo para tomar, lo que sea para sentirme mejor – me dijo; no se diga más vamos por algo y conversemos – le respondí. Entramos a un Primax, pero no se decidía que comprar, ¿Lunatacas me sugieres algo para tomar? – me pregunto, que te parece si mejor vamos por un trago en Miraflores – le conteste, cosa que acepto.

Tomamos la costanera con rumbo a Miraflores; entramos a un bar y una vez en sentados pedí un par de pisco sours, Mary se lo tomo en una y jalo el mío antes de que lo pruebe.

Simplemente la vi beber y poco a poco se fue relajando, se percato que no tenia el celular a la mano, le dije que su cartera la dejo en el auto y estaba a punto de entrar en pánico, si quieres llamar a alguien aquí esta mi celular y llamas no vas a hacer una novela por no tenerlo a la mano.

Hizo un par de llamadas, ya más tranquila volvimos a conversar, tomó otro pisco sour más, Lunatacas hacia tiempo que no hacían algo como le que tú hiciste por mi, en serio, ha pasado mucho tiempo desde que tome algo también, hay muchas cosas que he dejado de hacer – me dijo, el pisco estaba haciendo que afloje la lengua.

Con el pisco sour en la mano siguió hablando; confírmame si es verdad lo que dicen por ahí – me dijo, ¿qué cosa es lo que dicen por ahí? – conteste.

Dicen que Patty te puso los cachos y que el otro niño no es tuyo – pregunto Mary; ambas cosas son verdad, en tiempos diferentes, sí Patty se tiraba a un compañero de su trabajo y él la embarazo, y también la dejo – le conteste.

Mierda, pendeja resulto con la carita de cojuda que se manejaba – exclamo Mary; oe no hemos venido a hablar de eso – le reclame.

Ya esta bien, sabes una cosa Lunatacas, no se como tienes el valor de verla a la cara sin hacer nada… a mi me hacen eso y le parto la cara en una – me dijo; como te dije antes la procesión se lleva por dentro – conteste.

Seguimos conversando, ahora de sexo, que le gustaba y que no, Lunatacas hace tanto tiempo que no lo hago que ya me debo de haber olvidado – me dijo, lo dudo – le conteste.

Me llamo mucho la atención cuando me dijo que le encantaba el sexo anal y que sus tetas eran muy sensibles. Seguimos con la tertulia y entre risa y risa, nuestros rostros quedaron muy cerca, Mary tomo mi rostro y me beso, fue un torpe beso, bien recibido, poco a poco fuimos entrando en ritmo.

En un momento Mary se para e intenta irse, ¿qué tienes? Tranquila no pasa nada – le pregunte, Lunatacas no estoy preparada para esto y no lo sé – me contesto.

La hale hacia mi, besándola suavemente, Mary no te voy a forzar a hacer nada; pero es mejor que nos vayamos de aquí – le dije.

En serio Lunatacas, ¿no sé por qué te he besado? ¿discúlpame no soy así? Ha pasado mucho tiempo – me dijo, tranquila te entiendo, así que no hay problema, si no quieres nada no pasará nada – conteste.

Mary me beso otra vez, apoya su mano en mi muslo y la subió suavemente hasta mi entrepierna, Lunatacas no te he dicho que no va a pasar nada, tan fácil te rindes – me dijo, no conteste solo la besaba.

Salimos del bar rumbo a mi departamento, ni bien entramos fuimos desvistiéndonos, llegamos al sofá en ropa interior.

Mary traía un nada provocativo interior, yo estaba ya en bóxer, Lunatacas déjame ver que es lo que escondes aquí, bajando mi bóxer, ¡mierda que rica pinga tienes! Cabezona y gorda, sin capucho ¡que bonita! – exclamó Mary, llevándose mi verga a la boca para empezar una torpe mamada. Succionaba fuerte y dejaba que sus dientes marquen mi tronco lo cual era hasta cierto punto doloroso y nada agradable.

La detuve para desnudarla, quedando a mi vista un matorral en su zona púbica, Mary me hecho en el sofá y nos acomodamos para un 69, procedí a retirar su abundante vello púbico para descubrir una una almeja cerrada y de labios pequeños en todo sentido, ya humedecida por la situación.

Mary seguía metiéndose mi verga en la boca, parece que había recordado como se hacía ya que mejoró mucho, uff, que agradable sensación, ufffff.

Mientras yo me deleitaba comiéndome su vulva, visitando el perineo y lengüeteando su ano, hummmmm, sigue, hummmmm, dale, hummmmm, ¡que bien se siente Lunatacas! – susurraba Mary.

Cuando mi dedo jugaba con su arrugado ano, Mary incrementaba la fuerza y presión de la mamada, ufffff, introduje mi lengua y luego dos dedos, hummmmm, siiiiiii, hummmmm, ¡qué rico!, hummmmm, ¡Qué bien se siente! – exclamaba Mary.

Lunatacas, espera, espera, hummmmm, no, hummmmm – me dijo, mientras se levantaba y se acomodaba encima mío, cogió mi verga y la puso en la entrada de su vulva para sentarse de golpe – ahhhhhh, siiiiiii, hummmmm, siiiiiii, hummmmm, muévete, hummmmm, muévete, hummmmm – exclamaba Mary.

Ella me cabalgaba hábilmente, sus caderas poco a poco fueron recordando sus épocas de casada, sus manos estaban clavadas en mi pecho y acompasaba su ritmo con el mío.

Lunatacas, que bien se siente, que rica pinga tienes, hummmmm, como no he hecho esto antes, hummmmm, estabas al lado, hummmmm, muévete, hummmmm, vamos muévete, hummmmm.

Estuvimos en esta posición un largo rato, ella sola se paro y se puso de rodillas sobre el sofá, con las manos apoyadas en el respaldar, levantando el trasero, mirándome pícaramente me dijo ¿Qué esperas? Me acerque, ella con su mano dirigió mi verga a la entrada de su ano, invitaciones como esta no se dan todos los días, así que pa´lante, forcé la entrada, ayyyy, ayyyy, duele, ayyyy, le saque la verga, ella se volteo y la humedeció con su saliva, ahora sí Lunatacas ¡rómpeme el culo! – me dijo, obediente, puse un poco de saliva en su arrugado agujero y embestí con un poco más de fuerza, entro ayyyy, dale, ayyyy, no te detengas, ayyyy, no hagas que me arrepienta de esto, ayyyy – exclamaba Mary

Ya con toda mi verga dentro de su culo, la tomé por las caderas y empecé el mete y saca, suave para luego incrementar la velocidad y fuerza.

Hummmmm, siiiiii, hummmmm, que rico, hummmmm, que bien se siente, hummmmm, siiiii, dale, hummmmm – chillaba Mary.

Mientras gozaba de su caliente y estrecho agujero, la tomaba por la cintura o los hombros, palmoteaba sus nalgas, pude notar la forma de pera que tenía, una grata visión, Mary se había llevado una mano a la entrepierna y se auto estimulaba.

Pasaron largos minutos en esta posición, le dije irnos a la cama del cuarto de huéspedes, ella se sentó en el borde la cama, miro alrededor, le acerque un pañito húmedo (los tengo a la mano sobre el velador), limpio mi verga y se la metió en la boca, sus manos halaban mis nalgas, ufff, ufff, que agradable sensación.

Lunatacas ya estas listo otra vez, echándose sobre la cama, agarré sus torneadas piernas y la puse al hombro, ahhhhhh, despacio, ahhhhhh, no seas tosco, ahhhhhh, estoy fuera de practica, hummmmm, tienes la pinga muy dura, hummmmm, sigue, hummmmm, no te detengas, hummmmm, dale, hummmmm, dale, hummmmm – chillaba Mary.

Con sus respectivas variantes, ambas piernas al hombro, en uno o en otro, pies pegados a mi pecho, cogiendo sus pies por encima de mi cabeza, las embestidas eran fuertes, en un momento la levante por las caderas y arremetí con fuerza, sintiendo como esa corriente eléctrica bajaba por mi espina dorsal para terminar en fuertes descargar de semen que inundaban la vulva de Mary… al mismo tiempo ella agarraba con fuerza las sabanas y en una serie de contracciones, alcanzaba su primer orgasmo.

Caí rendido sobre ella, soltándole las piernas, Mary hábilmente se acomodo sin soltarse mi verga, para no malograr el momento y prolongar el éxtasis alcanzado.

Luego de descansar unos minutos, Guau, Lunatacas, que bueno eres, me has hecho llegar rápido, soy muy difícil de alcanzar el orgasmo, me has dejado molida.

Mary se acomodo a mi costado, su mano acariciaba mi verga suavemente, mientras me besaba, y jugaba con sus pequeños pezones, que estaban duros, me dedique un rato a chuparlos, lamerlos y morderlos, ayyyy, no seas tosco, ayyyy, son muy sensibles – me dijo.

Jugué un buen rato con sus pequeñas tetas, pero grandes de formas, si miras de perfil no tiene mucho busto, pero de frente sus senos son grandes, no se si me entienden.

Mary me había comentado que sus senos son muy sensibles, y entre caricias y chupeteadas estaba muy excitada, su mano había logrado que mi verga se recupere y estaba lista para la batalla.

Esta vez la penetre de misionero, no dejaba de chupar y lamer sus pezones, ella estaba extasiada, me vasto un par de embestidas para que ella alcance un nuevo orgasmo, que tal cantidad de jugos vaginales que salieron de ella, literalmente mojo las sabanas.

No pude con mi genio, y baje para saborear sus flujos vaginales y de paso darle una buena sopeada, noooo, noooo, estoy muy sensible, ahhhhhh, Lunatacas, noooo, ahhhhhh, por favor, noooo, ahhhhhh – reclamaba Mary, mientras mi lengua recorría su vulva y labios.

Que agradable sabor, pegajoso y ese inconfundible aroma de hembra que acaba de tener sexo, me volvieron poseído ya que mi lengua no se detuvo ni contuvo para nada, Lunatacas, noooo, ahhhhhh, por favor, noooo, ahhhhhh, una de mis manos ataco su pezón izquierdo acariciándolo para luego apretarlo fuerte, esto hizo que Mary alcance su tercer orgasmo, los sonidos que ella hace no los puedo reproducir con palabras.

Esta vez con Mary exhausta, continúe con la toma de sus flujos vaginales, pude sentir las contracciones de su vulva en mis labios y lengua.

Me posicione sobre ella para besar y penetrarla, pero me detuvo, Lunatacas quiero que te vengas en mi culo, que me lo llenes con tu leche, ¿puedes? – no se diga más, estando en el misionero, nos acomodamos y la penetre, ufff, que gusto ver su expresión, sus ojos llenos de lujuria sentirse penetrada, sentirse llena, uff.

Empezamos con un misionero, para luego pasar sus piernas por mis codos, después al hombro, para terminar con sus piernas rodeando mi cintura, sin dejar de lamer y succionarle las tetas, hasta que otra vez la corriente bajo por mi espina dorsal y sentir una descarga descomunal; Mary alcanzo su orgasmo un poco después que yo.

Ambos caímos rendidos, sin fuerzas, satisfechos y complacidos, Mary se baño y se vistió.

Lunatacas la he pasado muy bien, lamentablemente esto no lo tiene que saber nadie y sobre todo no se puede volver a repetir, me has entendido – exclamo Mary, asentí con mi cabeza, bajamos y la deje a una cuadra de su casa.

Para buena suerte mía, Mary no respeto lo que pidió y ha recaído muchas veces, pero esas son otras historias.