Estoy juguetona quiero hacer un juego que hicimos el día de ayer mi esposo y yo; aunque ahora lo pienso y sé que fue muy arriesgado y peligroso

Valorar

En un viaje a Bilbao,le dije a mi marido lo siguiente: Estoy juguetona quiero hacer un juego que hicimos el día de ayer mi esposo y yo; aunque ahora lo pienso y sé que fue muy arriesgado y peligroso, ha sido uno de los mejores juegos que hemos realizado, queria ver como eran los Vascos a la hora de insinuar una Andaluza calentorra como yo.

Le dije a mi esposo que quería ser manoseada en publico pero que él estuviera presente; además quería llamar la atención más que en otras ocasiones. Entonces decidí vestirme de colegiala; una blusa blanca sin sostén, un chaleco de color azul marino, una falda corta de color gris y cuadros azules, unas pantimedias satinadas y sin bragas, unos zapatos de tacón alto.

Durante el transcurso de ida no hubo mucha gente en el transporte urbano, pero aún así, había mucha gente tanto hombres como mujeres que se daban la vuelta a verme, eso me gustó mucho. De vuelta al hotel empezó la acción.

Hicimos un trato,que nos subiriamos al bús juntos, pero nos separamos como si fuéramos unos extraños; eso haría más interesante y más excitante nuestro juego. Así es que la vuelta fue casi como a las 7 de la noche, aunque todavía no oscurecía, pero es cuando mucha gente sale del trabajo y teníamos que aprovechar la cantidad de gente que sube en ese transporte urbano.

Efectivamente, cuando subimos al bus ya venía lleno, así es que una vez que pago cada quién su billete nos dirigimos al final del bús, había un espacio en donde faltaban 4 asientos, entonces decidimos quedarnos ahí, él muy cerca de mi. Mientras caminábamos hacia el final; como siempre pasa, hubo quien anteponía su mano o su cuerpo en mi camino y siempre había alguna mano que acariciaba por encima de mi falda ya sea mis nalgas o hasta mi vientre, y por supuesto que yo no decía nada, sino al contrario, más me acercaba a esas manos. De hecho ese era nuestra idea de juego erótico, pero algo paso que nos cambió totalmente nuestra idea y por supuesto, nuestros deseos.

Cuando llegamos al final del bús y que pensábamos que todo había llegado a su final, subió tanta gente que tuvieron que hacer una parada como de 10 minutos. Subieron, dentro de tanta gente como 7 muchachos (todos jóvenes, quizás entre 20 y 30 años de edad) que aparentemente eran promotores de una compañía de teléfonos móviles. Al verme parada y echada en el ventanal, se arremolinaron hacia mí, dejando de lado y fuera del círculo que hicieron a mi esposo. Algo se incendió dentro de mí que inconscientemente también permití que Juan mi marido, no interviniera en aquél círculo de excitación.

De inmediato y sin pensar mucho, comenzaron a hacer mucho cachondeo entre ellos, pero siempre procurando llamar mi atención. Hablaban y decían muchas cosas en broma; y por supuesto, siempre terminaba yo sonriendo levemente o hasta un poco fuerte de sus bromas. Eso sí, aprovechaban cualquier momento de frenado o aceleración del bús para acercarse demasiado a mi, si no era su cuerpo de forma completa, sí por lo menos sus manos; y todos la hacían muy bien, hubo incluso momentos en los que acercaban tanto sus manos hacia mí que, posaban su manos de forma abierta y completa sobre mis nalgas. Fue hasta ese momento algo realmente excitante y caliente para mí.

De pronto uno de ellos que estaba casi a mis espaldas puso su mano en una de mis nalgas y me la comenzó a apretar de forma muy tranquila. La acariciaba de arriba hacia abajo mientras todos seguían hablando y riendo y aunque entre ellos se daban cuenta de lo que estaba pasando con mis nalgas nadie hablaba al respecto, sino todo lo contrario, me imagino que no decían nada para que nadie del resto de los pasajeros se percatara de la situación.

Estaba yo súper excitada mi chocho estaba empapado más de lo que normalmente lo tengo, aquél extraño puso uno de sus dedos entre mis nalgas pero sobre la falda. De inmediato y sin decir nada más subió mi falda hasta mi cintura y nuevamente me empezó a acariciar nuevamente las nalgas, pero ya sin falda, solo encima de las pantimedias.

Creo que no pasaron ni 5 minutos cuando ya no era una mano, ya eran muchas las que estaban sobre mis nalgas, sobre mis piernas y un dedo jugando sobre las pantimedias tratando de meterme un dedo y acariciar mi pipa, incluso por momentos sentía un poco de molestia por la costura de las pantimedias, pero era más lo cachonda que estaba, que no pensaba en nada más.

Yo tan caliente que sentía que me ponía roja no solo de vergüenza, sino también de excitación. Finalmente lograron romper las pantimedias por la parte de atrás hasta la cintura. Sentí morirme de caliente y me sentía la más puta del mundo en ese momento cuando sentí un dedo queriendo entrar en mi coño. Hábilmente abrí un poco las piernas tratando de ayudar a que ese dedo entrara en mí sin dificultad;ya me estaba corriendo de los masajes que me había dado en la pipa.

Metió sin dificultad no solo uno, sino creo que hasta dos dedos, pero creo que no fueron los únicos dedos que entraron. De momento perdí la cuenta de los orgasmos que tuve. De repente sentía algunos dedos muy largos y otros muy anchos. Pero el que sí sentí más rico fue el dedo que logró tocar mi pipa y era precisamente el dedo del chico que venía frente a mí.

Hubo un momento en que por tanta excitación, tuve que cerrar los ojos y creo haberme perdido como dos o tres minutos, entonces cuando reaccioné un chico traía ya una bolsita rota de un condón. De repente todos se juntaron y se acomodaron de forma tal que uno de ellos quedó detrás de mí, abrazó mi cintura con uno de sus brazos y con la otra mano dirigió su polla hacia mí coño, incluso yo ayudé moviendo mi cuerpo un poco hacia arriba, como poniéndome de puntitas para facilitarle el trabajo. De una sola estocada me la metió. Para ser sincera fue uno de los orgasmos más ricos que he tenido en mi vida.

Pensé por un momento en tantas cosas y en resumidas cuentas, era algo extraordinario lo que me estaba pasando; primero estaba siendo follada por un desconocido, en un lugar público y con mucha gente a mi alrededor que me estaba viendo, fue un momento único. Y mientras estaba siendo follada y gimiendo levemente, el chico de enfrente no dejaba de tocarme la pipa, lo mire fijamente a los ojos; no se que cara iba haciendo yo, solo imagínense, una cara de puta seguramente. El chico que me acariciaba la pipa me dijo que me veía hermosa, no dijo nada más, solo se acercó a mi boca y me empezó a besar como un desesperado, quería meterme la lengua hasta la garganta; claro que yo respondí afirmativamente a ese beso.

Sentí que el chico que me estaba follando se separó de mí, pero a los 2 minutos ya estaba alguien más en su lugar. Nuevamente estaba siendo follada por otro chico, un poco más ancho de polla, pero el gusto era el mismo o quizás más. Es como si todos se hubieran puesto de acuerdo y rotaron todos juntos hacia un lado de forma coordinada.

Cuando estaba siendo follada por el segundo chico, el primero que me había follado cogió mi mano, y al extenderla me entregó el condón que había usado conmigo, estaba completamente lleno de leche. Lo tomé gustosa, lo apreté contra una de mis piernas hasta que se derramó todo la leche en mis pantimedias, solo lo que me quedó en uno de mis dedos me lo llevé a la boca, y al que me estaba follado le dije quitate el condon y echame tu leche dentro de mi coño sin problemas.

Se me pasó el tiempo tan rápido que ya faltaban como 20 minutos para llegar al fin de nuestro recorrido.

El segundo que terminó también a la nada de decirle que me la dejara dentro dio un empujón y se quedo dentro soltandome una leche super caliente que al sentir yo su fuerza y lo caliente que estaba dándome en la matriz me corrí a la vez , luego separó de mí,al sacarme su polla hizo un ruido como de descorche de una botella, en seguido vino uno más. estaba tan caliente que tuve ganas de ser follada por ambos agujeros, pero por supuesto no se podía.

Cuando sentí la tercera polla dentro de mí, la sentí distinta, más caliente, en pocas palabras mejor, era una polla al menos de 22 cm y
ya para esas alturas era tan evidente nuestra orgía que a pesar de que el bús iba lleno, creo que mucha gente se logró dar cuenta de nuestra fiesta, o más bien de la fiesta que traían los muchachos conmigo. De tal forma que traté de disfrutar al máximo la tercera polla que tenía dentro de mí, entonces empecé a moverme con mucha paciencia hasta que llegó el final, terminó dentro de mí se vació completamente en mí y las gotas que salieron al final creo que cayeron por la parte posterior de mis piernas llenando el suelo que ya estaba manchado de la leche de los otros.

Al darnos cuenta, ya estábamos a un semáforo de nuestro destino, todos empezaron a aplaudirme y a festejar, se despidieron amablemente de mí, me dieron sus teléfonos y se fueron. Estaba totalmente cansada. Lo único que hice fue decirle a mi esposo que mejor tomáramos un taxi de vuelta al hotel, era de vergüenza la mancha de leche que había en el suelo,y ademas los comentarios que me hacian muchos/as. Bajamos del bús, subimos al taxi y 10 minutos después llegamos al hotel.

No tuve que decirle nada a mi esposo ya que él se había dado cuenta del espectáculo que di, de inmediato,me acosté boca arriba en la cama y él me empezó a besar mi chocho, decía que olía a leche de macho joven, metió su lengua en mí y creo que hasta se encontró parte leche que todavía me salía, me besó las piernas en donde también se había derramado leche y me besó durante mucho tiempo, ya que el aroma que llevaba en la boca, era de unos chicos extraños que me había follado unos minutos antes en el bús. Follamos y me dijo que era la mejor hembra que había en el mundo que disfrutaba viéndome follar con todo el mundo.

Deja una respuesta 0

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *