Fue solo una coincidencia, pero me alegro el día. Estaba conociendo la ciudad, conociendo a mi nueva vecina que es tan buena
Muy buenas,
Por fin me atrevo a iniciarme en el mundo de los relatos. En este primer relato os contaré una historia que me sucedió hace algún tiempo. Pero ya que soy nuevo, lo primero me presento… Soy Carlos tengo 30 años y por diversas circunstacias de la vida vivo en Madrid. En cuanto a mi físico soy un chico muy normal pero al que siempre le ha ido bien su labia. Pero bueno no quiero aburriros así que metámonos en faena:
Aún recuerdo cuando acabé la carrera y me presenté en Madrid a buscarme la vida. Tenía 22 añitos, no tenía un duro y la verdad que no conocía a nadie en la gran ciudad, era lo que en Madrid conocen como un «paleto provinciano».
Los días pasaban sin demasiados sobresalto de un lado para otro llevando CV de manera compulsiva. Un día tras muchas horas horas de vueltas por la ciudad me dispongo a volver a casa. Al llegar al portal descubro que el puto ascensor se ha vuelto a averiar… Por aquel entonces vivía en un 7º y la gracia que me hizo os la podéis imaginar. Al llegar al primer piso veo que una vecina ha tenido el mismo problema que yo solo que ella venía cargada con un millón de bolsas que tenían pinta de no ser ligeras…
Hago un inciso para describiros el descubrimiento que acababa de hacer ya que no tenía fichada a esa vecina: Una señora de unos 50-55 años, bajita 1,58 aprox, con las curvas justas para estar firme a su edad sin ser gordita y de tetas pequeñitas. Rubia de piel blanquita y bonitos ojos azules con pinta de alemana jaja. Era septiembre y el verano aún apretaba en la capital y mi buena vecina iba con unas sandalias comodas y un vestido floreados bastante cortito pero sin mucho escote.
Yo: ¿vaya faena lo del ascensor eh?
Vecina: ufff, ya te digo se me ha ido a averiar justo cuando llegan invitados a casa y vengo de las comprar para prepararlo todo…
Yo: ¿Quiere que le eche una mano? (al culo pensaba para mi)
Vecina: Muy amable la verdad que te lo agradecería, vivo en el 9º y no se como voy a subir esto yo sola… (MIERDA EL JODIDO 9º PISO!)
Yo: No me lo agradezcas, soy nuevo en el edificio y así voy conociendo a mis vecinos le digo mientras le guiño un ojo.
Ella sonríe y me da unas bolsas
Entre los dos y no sin sufrir un poco conseguimos llegar hasta la puerta de su casa… Yo la verdad que estaba sudando y asfixiado, el fondo físico nunca ha sido mi fuerte.
Yo: Bueno ha sido un placer ayudarla, ya me bajo para casa…
Vecina: De eso nada, estás que te va a dar algo, déjame que te invite a tomar algo. Ah y no me llames de ud. ¡que me haces sentir vieja!
Yo: Jaja está bien la verdad que beber algo no me vendría mal y discúlpame que estás estupenda como para hacerte sentir vieja digo entre risas….
Ella me acompaña con la risa y ambos entramos.
Yo: Por cierto me llamo Carlos que ni me he presentado.
Vecina: ¡Ay! Es verdad, yo soy Claudia, encantada y de nuevo muchas gracias.
Nos damos dos besos y yo aprovecho a poner mi mano al final de su espalda sin forzar mucho la situación
eso si noto unas gotitas de sudor que han traaspasado su vestido y algo empieza a despertarse en mi entrepierda.
Claudia: ¿Cerveza?
Yo: ¿Porqué no? Ya he hecho todo lo que tenía que hacer por hoy, pero eso si sólo si te tomas tú otra conmigo, no quiero quedar como el vecino borracho.
Claudia: Bueno bueno pero sólo una ¿eh? que enseguida me pongo tontorrona
Le ayudo a colocar todo y vamos al salón a tomarnos tranquilamente la cerveza mientras charlamos. Hablamos un poco de todo de lo divino y de lo humano se ve que pasa mucho tiempo sola y tenía ganas de charlar con alguien… Hasta que no se muy bien como me suelta una bomba que hace que me hunda… BOOOMB estaba casada 🙁 en esa época la verdad aún era bastante tolai y pensaba que eso me la hacía imposible ya…
Siguió contándome que tenía dos hijos pero que estaban estudiando fuera y que su marido viajaba mucho por trabajo y pasaba mucho tiempo sola y de pronto hizo un comentario que hizo que se me quitara la tontería de encima de golpe.
Claudia: Bueno aunque que más da que viaje o no… Realemente me siento igual de sola cuando está en casa que cuando no lo está… Tú eres joven y no lo entenderás pero la fogosidad se pasa…
Mientras me dice esto pone su mano en mi rodilla, saltan todas mis alarmas y ni la más fría de las cervezas habría podido calmar el calor de mi entrepierna…
Yo: Emmmmm, mmmmm, ammmmm.
Estuve como 10 seg haciendo el imbécil hasta que acerté a decir:
Yo: Pues la verdad que su marido no tiene perdón. Eres una mujer impresionante y no se como es posible perder la pasión teniéndote al lado. (ya de perdidos al río eramos muchos vecinos y probablemente no volvería a cruzarme con ella)
Ella correspondió a esta frase apretando su mano en mi rodilla y medio ruborizada mirando al suelo.
Claudia: No me digas esas cosas, es imposible que un chico joven y guapo como tú se haya fijado en una señora como yo…
Pongo mi mano en su barbilla y le levanto la cara hasta que nuestras miradas se cruzan.
Yo: Me he fijado en ti desde que entré en el portal
Coloco mi otra mano en el exterior de su rodilla y la subo un poco justo hasta quedar la llema de mis dedos bajo su vestido. Con mi otra mano agarro su nuca y atraigo su boca contra la mía.
En cuanto nuestras bocas se rozan comienza a besarme de manera desenfrenada. Descrubro que si que la tenía su marido abandonada, vaya manera de lanzarse… Está tan cachonda que comienza a jaderar siemplemente con un par de besos…
Sus manos se meten bajo mi camiseta y con un movimiento magistral me la arranca y acaba en la otra punta del salón. Está descontrolada y acto seguido comienza a quitarme el cinturón, bajarme la bragueta y sacarme la polla. No tengo una polla muy grande 17 cm pero si bien gorda y ya estaba que iba a reventar.
Yo estoy en medio estado de shock y me dejo hacer. Ella se tira de rodillas al suelo mientras yo sigo en el sofá y comienza a engullir mi polla con ansia… Recobro el sentido y meto mi izquierda bajo su vestido directo a pellizar su ya hinchado pezón… mientras la derecha comienza a bajarle la cremallera trasera del vestido.
Ella se da cuenta de lo que quiero y baja su vestido hasta media cintura dejandome contemplar sus pequeños pechos de pezones rosados pero por lo bien puestos que los tenía bien podían ser de una veinteañera… que buena estaba la cabrona…
Vuelve a su afán de engullimer la polla hasta que pasados unos minutos le digo que pare ya que si no lo hace iba a explotar en cualquier momento. Claudia parece que vuelve en si y mirandome a la cara se baja las braguitas mientras deja el vestido cogaldo desde su cintura. Se echa en el sofa y se abra de piernas para mi, mostrándome su coño perfectamente rasurado, rosita y totalmente brillante de la calentada que llevaba.
No me lo pienso dos veces y me lanzo a comerle el coño, mi lengua roza sus labios, da círculos en torno a su clítoris, introduzco la punta de mi lengua en su coño para después hacerlo en su culo y así volver a cambiar… sus jadeos van en aumenteo hasta que en un momento dado meto dos dedos de golpe en su culo. Ellá da un leve gritito pero más de placer que de dolor ya que entran sin dificultad y sus rodillas empiezan a temblar de manera descontrolada.
Al cabo de un par de minutos así noto como sus gemidos pasan a ser gritos y su cuño empieza a eyacular de una manera que no había visto nunca… (si amigos viví mi primer squirt) tiene un orgasmo brutal que la deja sin fuerzas tumbada en el sofá y jadeante…
En cuanto puede e incorpora, me sienta en el sofá, se da la vuelta levantando un poco su vestido y se sienta sobre mi polla apunto de reventar… Empieza una cabalgada espectacular no para de bombear mientras yo me agarro con ambas manos a su culo y le suelto un par de azotes… Noto como vuelve a correrse aunque con menos intensidad que la anterior… gira su cabeza acelera el rito, me mira a los ojos y me dice.
Claudia: ¿Qué pasa que no piensas llenarme la cara con tu corrida nunca?
Yo: Bufffff (es todo lo que alcanzo a decir)
Un bufido que precede a un empujón en su culo que ella interpreta a la perfección. se levanta y se planta de rodillas ante mi, con sus ojos clavados en los míos y su boca bien abierta… No aguanto más y comiendo a soltar sobre su cara, boca y tetas cuatro chorro de corrida bien calientes, densos y abundantes….
No puedo mas y me tiro sobre el sofá, ella se relame mientras me mira. Se limpia con sus dedos y con su boca me limpia la polla…
Estamos así 10 min hasta que me dice que debería irme ya que su marido no tardará en llegar… En ese momento me entra el acojone y salto como un resorte. Me visto y salgo escopetado para casa despidiéndome de ella con un «hasta la próxima» muy esperanzador.
CONTINUARÁ (o no…)
Bueno, espero que os haya gustado. Estoy abierto a todo tipo de críticas, buenas y malas solo quiero sinceridad… Si veo que os gusta mi estilo prometo volver con más relatos basados en experiencias personales… Muchas gracias!