Fui a ayudar a mi amiga en su fiesta, termine conociendo a la chica que me hizo estremecer y que no puedo sacar de mi mente
Mientras me veo en el espejo y me pongo el labial no puedo dejar de desear que la fiesta de esta noche termine pronto y que sea algo tranquilo. Mi amiga organizó una fiesta para recaudar fondos para un congreso que se llevara a cabo en su facultad el siguiente mes y como la maravillosa amiga que soy decidí asistir… pero, antes de continuar creo que se merecen una breve descripción de quien les está hablando.
Me llamo Andrea tengo 20 maravillosos años y soy una universitaria como cualquiera, mido 1.60, piel blanca, cabello negro de largo medio, si hay algo que me encanta de mí y amo presumir son mis labios, y definitivamente amo a la naturaleza que me dio un metabolismo hermoso que hace que aún con el poco ejercicio que realizo pueda tener un cuerpo delgada y firme.
De camino a la fiesta maldigo que mi amiga decidiera hacer la fiesta justo en la semana de finales, motivo por el cual ninguna de mis amigas quisiera acompañarme, por suerte yo hace unas pocas horas antes había realizo mi último examen, me hubiera encantado tirarme toda la noche y ver series hasta quedar dormida, pero mi deber como amiga me lo impedía.
Llegue a la fiesta y mi amiga Adriana me recibió con un muy apetecible caballito de tequila para iniciar la noche, me llevo hasta una mesa donde estaban otros viejos amigos, y justo ahí se encontraba Mariana la chica que robo todos mis suspiros en la preparatoria, pero ¡Vamos! Eso fue hace dos años, obvio ya lo superaste, o sea si nunca te animaste a decirle que te morías por ella, y si tal vez debiste decirle antes de que empezará a salir con tú mejor amigo, pero eso es cosa del pasado, me decía todo eso mientras me acercaba a la mesa y saludaba a todos.
Mariana: ¡Guapa! Que sorpresa verte acá, te ves divina.
Yo: Ay guapa ya sé, lo que uno hace por Adriana, tú no te quedas atrás ¿Y Carlos? ¿No viene contigo?
Mariana: Tenia examen mañana, así que me planto.
Yo: Que mala onda, bueno nos divertimos sin él tu tranquila, otro caballito más y hasta merengue empiezo a bailar.
Mariana: No se diga más ¡Toma! (Me da un caballito de tequila)
Yo: (Lo tomo de un solo trago)
Mariana: ¡Venga! Que al fin se me va a hacer verte bailar
Yo: Mira que con mis dos pies izquierdos y con tanto tequila encima hay dos posibilidades guapa o que baile de puta madre o que termine en el suelo.
Mariana: Tranquila que yo soy una muy buena maestra
A los pocos minutos ya estaba bailando con Mariana, y no mentía, definitivamente bailaba muy bien y enseñaba aún mejor, estuvimos bailando por mucho tiempo hasta que súper cansada me senté en la mesa mientras miraba a Mariana bailar súper sexy con un chido que ocupo mi lugar mientras descansaba. En ese momento una chica hermosa se sentó frente a mí, era hermosa, era alta, con un cuerpo hermoso, cabello largo que la hacía ver aún más sexy, estaba acompañada con un chico que desde China se le notaba lo gay, moría de ganas de acercarme, pero ya no tenía tequila a la mano y necesitaba como otros dos caballitos para acercarme y hablarle.
Volví a bailar otras dos canciones con Mariana y no pude evitar no dejar de verla, sentí mucha vergüenza cuando se dio cuenta de que la miraba, pero para mi sorpresa desde ese momento no dejo de verme mientras yo bailaba, estaba muy cansada y decidí volver a sentarme, en ese momento la chica se levanta y se pone a bailar con su amigo de una forma super sexy sin dejar de mirarme, yo tampoco podía dejar de ver como se movía, sus caderas me hipnotizaron, mi respiración se aceleró, mi corazón latía a mil cada vez que ella volteaba a verme y mantenía la mirada mientras movía sus manos jugando con su pelo como invitando a acercarme, por mi parte era más que evidente que me moría por acercarme, cuando al fin me había animado y me levante para acercarme llego Adriana para bailar conmigo ya que en toda la noche la había visto muy poco ya que ella estaba organizando y vigilando que todo saliera bien, cuando termino la canción me invente que tenía que ir al baño para poder buscar a la futura madre de mis hijos.
De camino al baño no pude encontrarla entre tanta gente y super desanimada decidí entrar al baño, para mi sorpresa ella estaba ahí lavándose las manos, no dude en acercarme, pero había más gente, me lave las manos como tres veces en lo que la gente salía y ella retocaba su maquillaje, cuando termino se giró hacia mí y me dijo:
Chica: Creo que ya están limpias
Yo: ¿Cómo? ¿Qué?
Chica: Tus manos
Yo: Ah si perdón, es que derrame un poco de tequila y me ensucie, pero si, creo que ya están limpias, gracias.
Chica: Jajaja ntp está bien
Yo no sabía que hacer y en mi cabeza había una voz que me decía di algo, di algo, no la dejes ir.
Yo: Oye! Te vi bailar hace rato, de verdad lo haces muy bien, yo soy un tronco pero lo intento, aunque de verdad creo que me falta muchísimo para lograr moverme como tu.
Chica: Jajaja muchas gracias, yo también te vi, o sea no soy una acosadora ni nada, pero me pareció muy tierno verte intentar bailar al principio, aunque la verdad no lo haces tan mal.
Yo: Lo bueno es que no lo hago TAN mal
Chica: jajaja lo dije en buena onda, la verdad creo que necesitas práctica, si quieres yo pudo ayudarte
Yo: ¿De verdad? Eso sería un gesto muy amable
Chica: Así soy yo, amable, caritativa, hermosa y humilde
Yo: jajajaja se súper nota, está bien te acepto las clases de baile
Chica: Entonces vamos (Me toma la mano y me lleva de regreso a la pista)
Juro que no he visto a nadie que se mueva de la misma forma que ella. Yo estaba sudando, y tenía una taquicardia que preocuparía a cualquier médico, no por el baile, sino por tenerla tan cerca de mí. En algún momento del baile ella coloco sus manos en mi cadera y me acerco más a ella, en ese momento me morí dos veces y reviví como tres, intente seguirle el paso pero era muy difícil porque de verdad ella se movía muy bien, así que al final solo me deje llevar y a disfrutar de los roses que nuestros cuerpos tenían, mis manos menos temerosas que yo, se colocaron sobre su cintura, permitiéndome sentir lo firme que era su cuerpo, haciendo que mi deseo aumentará aún más, estuvimos el resto de la noche bailando, y de repente ella se detiene, me mira y se acerca a mí, cerré los ojos deseando que sus labios tocaran los míos, pero en lugar de eso escuche solo un murmuro entre el bullicio que me decía que tenía que irse por qué ya era muy noche.
La acompañe afuera para que tomara un taxi hasta su casa.
Yo: Wow ¿Eres bailarina profesional o algo así? Wow es imposible seguirte el paso, lo haces muy bien
Chica: Jajajaja solo es práctica, ya quisiera hacerlo profesionalmente, pero de verdad tú también lo haces muy bien, así que no te quejes.
Yo: Te voy a creer, oye no me has dicho tu nombre.
Chica: Es verdad, que distraída, me llamo Carolina, y déjame adivinar tu nombre, tienes cara de ser Su….., no, tienes cara de mmmm Margarit….. na!, ¡Ya sé!, Andrea.
Yo: Wow no solo bailas bien, también eres bruja
Carolina: Jajajaja la verdad es que se lo pregunte a la anfitriona de la fiesta.
Yo: ¿En serio? ¿Conoces a Adriana?
Carolina: Si, mi mejor amigo está con ella en el comité que organizo la fiesta y así.
Yo: Ya, que buena onda, Adriana es mi mejor amiga de hecho, lo que me recuerda que tengo que buscarla y despedirme de ella antes de irme.
Carolina: Vale, pero, ¿no vas a preguntar nada más?
Yo: Mmmm no sé ¿Debería?
Carolina: Quizá el motivo por el cual pregunte tu nombre.
Yo: Eso es obvio, es porque morías por acercarte y ahora mueres por besarme
Carolina: Jajaja creo que alguien tomo mucho tequila está noche
Yo: O sea si, peeeero ¿me equivoco? Considera que tu respuesta podría romperme el corazón.
Carolina: La verdad si quería acercarme y conocerte, y lo de besarte… bueno…. depende.
Yo: ¿A sí? ¿De qué?
Carolina: De si tú quieres besarme
En ese momento me acerque, y le di un pequeño beso en los labios, me separé solo un poco después de ese primer beso, pero me quede lo suficientemente cerca de ella como para notar que su respiración se detuvo hasta que volví a besarla, pero ahora fue un beso más largo donde ella tomo el control.
Eran las 2 de la mañana, la ciudad se veía hermosa de noche y Carolina recostada sobre mi hombro me preguntaba si faltaba mucho para llegar a mi casa…