Fui de paseo a con mis mejores amigas, dormidos en la misma cama sin problemas hasta el amanecer. Nos despertamos y fue cuando probamos nuestros cuerpos sin miedo
En el verano que terminé el colegio me fui a la playa con mi familia pero tuve que volver a por mis notas a la mi ciudad, como era Julio poca gente de mis amigos estaba, únicamente estaban María y Rocío que eran compañeras de mi clase y muy buenas amigas mías.
Juntos, los tres, habíamos compartidos amores y desamores de esa edad, los tres éramos inseparables y muchas relaciones con novias mías habían acabado por el feeling que teníamos los tres al igual que a muchos novios les habían molestado que yo fuera tan cercano a ellas, pero nuestra amistad era lo más importante.
Como decía esa primera semana de julio en la cual vine a por la notas de los últimos exámenes junio, todos mis amigos estaban en la playa las únicas que estaban eran María y Rocío. Ellas me dijeron que iba a quedarse a dormir en casa de Elena, que era otra compañera de nosotros que tenía un chalet a las afueras de la ciudad muy cerca del colegio con piscina. Me daba apuro ir y auto-invitarme pero María habló con Elena y no hubo problema.
Quedé a las 12 con ellas en la estación de autobuses, ambas llegaron en la línea 31 de autobuses interurbanos. María y Rocío eran tan diferentes y al mismo tiempo tan iguales, físicamente eran diferentes María era rubia con el pelo liso, unos pechos enormes y un trasero redondo bien tonificado, sin embargo de cara no era tan despampanante sin embargo Rocío era una chica delgada con poco pechos y culo algo plano, pero tenía unos hoyuelos en la mejillas y unos ojos verdes que eran hermosas, a ambas les gustaba llevar shorts vaqueros apretado que acentuaban sus caderas y trasero y camiseta blanca corta que a Rocío le sobraba por su pecho pecho y María parecía que le quedaba chica por el tamaño de sus pechos, debajo de ambos podía ver sus bikinis, juntas eran la mujer perfecta pero para mi eran mis perfectas amigas y compañeras.
Tomamos el autobús para el pueblo de Elena, y al llegar nos encontramos con Elena, su prima y varias amigas solas en la casa en bikini disfrutando de la piscina. Pasamos un día fantástico y a eso de las 22 me iba a coger el último autobús para bajar a la ciudad, cuando las chicas con las que había pasado un buen día me dijeron que me quedara a dormir con ellas, acepté.
A la hora de dormir Elena y su prima se fueron a la habitación de Elena y el resto o se fueron a sus casa porque vivían cerca o se ubican en otras habitaciones, yo les dije que me quedaba en el salón y que ellas durmieran en la cama de los padres de Elena pero Maria y Rocio insistieron que podíamos dormir los 3 juntos. No era la primera vez que dormíamos juntos los tres o más gente, ya que nos habíamos ido de acampada muchas veces y habíamos ido de excursión nos habíamos quedado de fiesta en la habitación de algún colega alguna que otra vez, así que me acosté con ellas para dormir.
María y Rocío se pusieron sus camisetas blancas de la mañana sin sujetador ni bañador y la parte de abajo de su bikini yo que quedé en calzoncillos ya que mi bañador estaba aún mojado.
María se puso a la derecha de la cama y Rocío a la Izquierda así quedé yo enmedio de mis amigas, nos tapamos con las sábanas y nos dormimos.
No sé qué hora era cuando un movimiento de Rocío en la cama, chocando su cuerpo contra mí me despertó. Debían ser las 6 o las 7 de la mañana ya que vi que empezaba a clarear en la habitación, en la noche se habían movido mis amigas las sábana se había quitado y estaba ahora en lo pies de la cama, podía ver todo el cuerpo de mis amigas. Tampoco sé en qué momento de la noche, se habían quitado sus camisetas y estaban con los pechos al aire y en braguita de bañador, pero no solo eso sino que yo en el transcurso de la noche me había escurrido hacia abajo y tenía la cabeza debajo de la almohada a 2 palmos del cabecero, ahora los pechos de Rocío estaban a la altura de mi cara,de hecho el golpe que había sentido en la cara era de sus pechos.
Cuando me dí cuenta me quedé quieto pero ella siguió moviéndose buscando su postura y restregando sus pechos en mi cara. Yo me estaba quieto mirándolo, tengo que confesar que nunca lo había visto tan cerca y aunque intentaba no mirara la curiosidad podía más, para quitarme la tentación de mirarles los pechos y ella me descubriera giré la cabeza y vi a María que estaba dormida de espaldas a mí con la cabeza al otro lado intenté moverme para darle la espalda a Rocío y que dejaran sus pechos de chocar contra mi cara, pero Rocío había puesto su pierna encima de la mí y una de sus manos en mi barriga, se movía el cuerpo se despertaba, así que sin poder moverme intenté no mirarla cerrando los ojos y haciéndome el dormido pero el calentón me podía y dejaba de venirme las imágenes de sus pechos a mi mente y más cuando ella comenzó a moverse chocando mas sus pechos contra mi rostro, mi nariz rozaba con en ellos, también mis labios, ella no se daba cuenta y pese a que intentaba evitarlos no podía lo mas que pude hacer fue girar la cabeza mirando hacia María así lo pechos chocaban contra mi cabeza, y podría dormir de hecho me dormí.
María, que hasta el momento me estaba dando la espalda se giró y se puso pegada a mí subiendo la pierna por encima de mi pierna y sus chocando sus enormes pechos contra mi cara, despertándome como hacía poco lo había hecho Rocío. Me había quedado encerrado, mis brazos estaba pegando a mi cuerpo debajo del cuerpo de mis amigas así que no podía utilizarlos sin despertar a ellas, estaba entre los pechos de mis mejores amigas, mirando al techos mientras que mi cara era golpeada por los pechos de Maria contra los pechos de Rocío y viceversa con sus respiraciones.
No podía concentrarme, solo pensaba en los pechos de mis amigas. Giré mi cabeza hacía María y con mi nariz empecé a tocar sus pechos con miedo a que se despertara pero no fue así la cosa, tenía los pechos muy suaves y sus pezones eran rosados, luego hice lo mismo con los de Rocío, su piel era más oscura y sus pezones eran marrones, donde María se estuvo quieta Rocío comenzó a moverse, al principio me asustó pero luego me gusto como ella se movía como si le picara el pecho y lo restregaba contra mi cara y nariz, sus pezones se estaban poniendo duros así que abriendo la boca comencé a besar sus pezones con mis labios.
Estuve disfrutando de los pechos de Rocío, y creo que ella también estaba disfrutando de mi besos ya que empezó a mover su pierna izquierda sobre mi entrepierna, sobre mi polla, a modo de paja, yo empecé a succionar su pecho en mi boca, y ella a emitir sonidos de placer mientras que con su rodilla aplastaba mi polla y movía de arriba a abajo. Si antes estaba cachondo ahora lo estaba más y aumentaba mi calentón con su respiración y excitación, ella se separaba de mi boca, yo utilizaba mi lengua para seguir excitando su pezón y ella volvía a pegar su pecho a mi boca y yo volvía a succionar, todo esto mientras sentía los pechos de María en mi nuca a modo de almohada.
De repente Rocio pegó un respingo y se despertó abriendo los ojos, lo sé porque se quedó algo parada mirando como le comía el pecho, supongo que estaba en esa fase que no sabe si es sueño o realidad pero rápidamente se dió cuenta que eso era real y puso su pecho en mi boca esta vez conscientemente de ello, y apoyó su mano en mi pecho mientras seguía disfrutando de la comida de pechos que le estaba haciendo, luego subió su mano para acariciar mi pelo y estrujar mi cabeza contra sus pechos.
-¿ qué me haces? – dijo Rocío.
-Comerte los pechos – le dije yo pero hablaba mi calentón.
-Sigue, sigue… no pares – dijo ella cogiendo mi cabeza y apretandola contra sus pechos y yo seguí chupándole los pechos.
Un Grito de placer de Rocío “ Ahhh” hizo que María se despertara,
-¿ que pasa? – dijo ella.
-Ven anda hazle los mismo que me has hecho a mí a María. – dijo Rocío volviendo me la cabeza hacía María, Esta me miraba y miraba a Rocio. Cuando terminó el giro saqué mi lengua y comencé a besarle el pecho a María, le cogió algo de sorpresa pero no hizo movimiento de quitarse y comencé a besar su pezón, María estaba nerviosa pero a la vez disfrutando de lo que le hacía mi boca en su pecho.
-Ahhhh – suspiraba María
-A que come bien los pechos el joio- dijo Rocío con la mano en mi cabeza sujetándome la para que no dejará de comerle los pechos a nuestra amiga – que calladito lo tenía el tío.
-Oh sí, – dijo María quitando su brazo de mi pecho y cogiendose su pecho para facilitar su comida.
Yo seguía besando y succionando los pechos de María cuando Rocío dejó de agarrar mi cabeza para acariciar mi pecho, luego tanteó mi pecho hasta mi pezones y comenzó a pellizcarse.
-te gustan los pezones, verdad? – dijo Rocío. Yo no contesté
Rocío se levantó y se puso de rodillas en la cama fijado en el bulto que hacía mi polla en mi calzonas. Agarró mi polla por las calzonas y luego aflojó la cuerda de estas. Yo seguía besando y succionando los pechos de María.
-¿quieres que juegue con tu cosita? dijo Rocío mientras acariciaba la punta de mi polla dentro de mis calzonas.
-si si si – pude susurrar mientras daba un descanso a los pechos de María.
Primeramente Rocio metió su mano y empezó a palpar mi polla, comprobando su grosor, tamaño y dureza, tras esa primera inspección se puso de rodillas en la cama y con delicadeza empezó a desenvolver mi polla de mi calzonas sacándola a la luz bajando mis calzonas hasta mis rodillas.
-Dios que tenemos aquí, menuda polla que te gastas tío – dijo Rocío ante la mirada de María que a pesar de estar siendo comida sus pechos por mi no perdía detalle de lo que hacía Rocío a los pies de la cama. Una vez fuera las calzonas Rocío comenzó a acariciar mi polla de arriba a abajo suavemente con movimientos suaves. María miraba a su amiga mover mi falo totalmente erecto mientras yo seguía succionando sus pechos y dándole placer, el mismo placer que sentía yo con la mano de Rocío moviendo mi polla de arriba a abajo y más cuando Rocío subió mi camiseta y comenzó a lamerme el pecho y los pezones, zona erótica de los hombres y a veces olvidada por las mujeres.
-Yo también quiero – dijo María sacando su pecho de mi boca y sentandose de rodillas sobre la cama en mi costado adoptando la misma postura que su amiga lamiendo mis pezones, luego tomó mi polla como su amiga y ambas comenzaron a mover mi polla de arriba a abajo mientras que yo disfrutaba mirando al techo de la habitación de los padres de Elena.
No sé cuánto tiempo estuvieron dándome placer las dos pero lo que sí sé que Rocío fue la primera que se lanzó a lamerme la polla. primero con la punta de su lengua humedece mi glande, como si fuera la nata de una copa helada, no dejaba nada sin lamer. luego comenzó a meterse la punta de mi polla en su boca, mi amiga Rocío hacía buenas mamadas por lo que se veía, ¿quién lo iba a decir?, María en el tiempo que Rocío me comía la polla seguía besando y chupando mis pezones mirando a Rocío y a mi polla.
-Yo también quiero – dijo María.
-Tranquila nuestro amigo tiene para las dos – dijo Rocío riendose. – ven.
María dejó mis pezones para ponerse enfrente de Rocío con mi polla enmedio, sacó la punta de su lengua y comenzó una mamada a dos lenguas, los tres estábamos cachondos mucho tensión sexual entre nosotros supongo, tensión que ahora se estaba rebajando. Me incorporé para ver a mi amigas lamiendo mi polla a la par. Las miradas de Rocío y la mía se cruzaron y ambos pensamos lo mismo,” Besémonos” Rocío dejó mi polla a la boca de María y subió por mi cuerpo hasta mis labios donde los suyos y los míos se unieron en un ardiente beso. Tengo que decir que no era la primera vez, muchas veces habíamos jugado a beso, atrevimiento y verdad o al conejo de la suerte, o a l juego de la botella y a millones de juegos de ese estilo pero esta vez era la primera donde había deseos sexuales por lo menos por mi parte. Los besos de labio con labio pasaron a ser besos con lengua y luego con tocamientos de sus pechos con mis manos, más tarde mis labios pasarón de su boca a sus pechos lamiendolos y besandolos uno a uno entre tanto María daba rienda suelta a sus deseos sexuales con mi polla.
-Te gustan mis pechos? – dijo Rocío
-si -respondí
-Crees que son pequeños?
-No
-ummm, gracias, sigue sigue- dijo ella excitadisima.
María celosa de los placeres que él estaba dando a Rocío se incorporó y se puso a mi lado como estaba Rocío, llamó mi atención con su mano en mi pecho. Deje de comerle los pechos y la miré a los ojos, ella mi miró a los ojos y luego a lo labios para volver a los ojos y a los labios, me estaba pidiendo permiso para besarme, no hizo falta yo la besé a ella antes. los besos de maría eran todo lo contrario que los de Rocío, donde ella era todo pasión y desenfreno María era más erótico y pausado algo que me excitaba. Más tarde me enteré que María estuvo un tiempo sintiendo algo por mi y que esa noche había hecho realidad su fantasia conmigo.
-Te gustas sus pechos – me susurró Rocío al oído
-Sí – dije yo dejando de besar a María.
-y los míos – dijo ella agarrando y mostrandolos.
-También – respondía acariciando y pellizcando un pecho de cada amiga.
-Cuáles te gustan más – dijo Rocío picante como era ella.
-Ambos – respondí.
-Claro donde vas a estar mejor que entre los pechos de tus amigas – dijo María.
Comencé a besar y lamer sus pechos mientras que con mis manos jugaba con su bragas e metía mis dedos bajo ellas para acariciar su coñito, y apartando sus braguitas con mi dedo corazón introduje mi dedo índice en su coñito, primero en el de María ya que soy diestro y luego con ayuda de Rocío en el de ella. Mi dedo jugaba dentro de su coñito mientras que Rocío había vuelto a agarrar mi polla María estaba echada hacia atrás apoyada por sus brazos disfrutando del dedo que él estaba haciendo en su coñito.
María no pudo aguantar más la excitación y se levantó. Abriendo su piernas encima de las mías se agachó agarrando mi polla e introduciendola dentro de su coñito. Ese coñito que estaba lo suficientemente húmedo para que resbalara mi polla dentro de él. Maria estuvo galopando sobre mi polla mientras yo le comía la boca a Rocio y jugaba con mis dedos en su coño, coño cada vez más húmedo por cierto, de hecho creo que empezó a tener un orgasmo por el movimiento de mis dedos en este. Pronto María también tuvo un orgasmo y Rocío hizo que María dejara mi polla libre para su deleite a su coño, no estuvo más de un rato cuando se terminó de acabar, al igual que yo quedándonos los tres en la cama desnudos mirando al techo. nadie dijo nada pero cuando recuperamos el aliento nos estuvimos besando mutuamente con eso se dijo todo.
Menudo polvazo que echamo los tres, hubo más pero no mejores y hasta el día de hoy guardo, guardamos , buenos recuerdos de ese primer polvo que echamos los tres.