Fui a ver a mi hermana a la habitación para evitar problemas y todo termino en una situación que no imaginábamos

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Despues del horrendo episodio que viviera con el doctor de la familia, y con mi tio Carlos aparentemente ignorando mis llamadas y mis mensajes, decidí que lo mejor era mantenerme tranquila y evitar a toda costa cualquier situacion que pudiera meterme en algun problema. Afortunadamente mi madre no habia sabido de ninguna de las cosas en las que me habia involucrado. Mis dias eran de ir a la escuela y de ahí directo a casa, sin hacer parada en ningun lado. Andaba tan tranquila que hasta raro se les hacía en mi familia.

Hablando de mi familia, como lo dije desde mi primer relato, estaba compuesta por mi madre y mi padre, de los que no diré sus nombres por ahora. Tambien estaba mi hermanito Luis (al que todos llamabamos de cariño Pepe) y mi hermana mayor, Karla, a la que a continuación describiré ya que mi relato es a cerca de una situación que pasó con ella.

Karla contaba con 24 años. A pesar de la diferencia de edades, nuestra relacion era buena y lo que le seguía. Aunque por obvias razones no le contaba yo totalmente todas mis cosas, existia entre nosotras una gran confianza y muchas veces llegaba a ser mi paño de lagrimas, mi comfidente o incluso mi complice en alguna travesura. En pocas palabras, nos amabamos.

Fisicamente nos pareciamos en que ambas eramos de baja estatura y de busto bastante prominente, herencia de nuestra madre. Mientras mis pechos eran mas grandes y (en palabras de mi propia hermana) en forma de globos, los de mi hermana tambien eran grandes pero mas caidos. Sin sosten a ella le colgaban, mientras los mios se quedaban quietecitos. Y aunque no eramos gordas, tampoco podria decirse que eramos flacas. Estabamos en un termino medio, donde todo estaba en su lugar y a como luego dicen, teniamos carnita de donde agarrar.

Mientras yo era de piel blanca, ella era morenita. Como les dije antes, mi nariz era mi trauma, puesto que aunque no era lo que se pudiera decir grande, pero si algo prominente y en forma de bola. De marranito, me decia yo misma. Aunque me comentaban que era mi nariz la que le daba a mi rostro una apariencia eterna de niña, cosa que combinada con mis pechos exageradamente grandes para mi edad y mi cuerpo igual demasiado desarrollado, terminabán siendo una combinacion algo perversa a la vista.

En cambio mi hermana tenia la nariz mas exquisita, y no desentonaba con el resto de su cara. Contaba con cabello largo, negro, y una sonrisa que la hacia ver simpatica. Sus facciones no eran toscas como las mias. Y mientras no eramos unas bellezas, ni mucho menos nos confundirian con modelos, teniamos cada uno lo suyo y si haciamos voltear a mas de uno.

Y bueno como lo dije, despues de escuela me iba directa a casa. A la hora que yo llegaba mis padres aún estaban en su trabajo, lo mismo mi hermana. Y mi hermanito permanecia en la guarderia despues de clases hasta que mi mamá pasaba por el. Asi que cuando yo llegaba, tenia la casa para mi sola por lo menos por una hora. La aprovechaba para descansar del ajetreo escolar, ver mis redes sociales o hasta ver algo de porno en la laptop, que era lo que pretendia hacer esta tarde, puesto desde que no salia con mi tio no habia vuelto a tener sexo y la verdad ya se me quemaban las habas, como decimos en mexico.

Llegué a casa, y me aseguré de cerrar bien el cerrojo al cruzar la puerta. Me fui directa a mi recamara que se encuentra en la parte alta de la casa, prendí mi laptop y me fui a mi pagina favorita. Antes de entregarme a mi lujuria decidí bajar a la cocina para tomar un vaso de leche y un puñado de galletas. Alimento de campeones para resistir mi sesion de masturbacion Jajaja.

Ya de regreso, al pasar por la recamara de mi hermana me pareció escuchar un ruido. Me paré en seco, tratando de agudizar el oido para escuchar mas, y como siempre que uno piensa primero lo peor, me dió miedo de que se hubiera metido un ladron. Entre mi temor de que mis sospechas fueran ciertas en cuanto a lo del ladron, y mis ganas de salir coriendo a mi recamara, alcanzé a escuchar lo que me pareció un gemido, como si alguien se estubiera quejando.

Me acerqué a la puerta, y si! Lo que se escuchaba eran gemidos. Para ser exacta, gemidos de mi hermana.

‘Ja!Seguramente a de estar con su novio’- pensé.

Trate de acercarme mas para oir mejor, y oh sorpresa! La puerta se abrió al recargar mi oido. La mensa de mi hermana no solamente la habia dejado sin el pasador, si no que aun peor, ni siquiera la cerró bien. Me quedé quieta por un momento, esperando ser descubierta. Pero no, los gemidos siguieron y cada vez mas fuertes. Abriendo mas la puerta para poder ver lo que hacian, logré ver con claridad lo que pasaba. Era mi hermana, estaba sola y completamente desnuda en su cama en lo que a simple vista parecía una posesión diabolica Jajaja!

Era claro que estaba en una sesión de masturbación, totalmente ida y sin idea de lo que pasaba a su alrededor. Lo sabia yo bien, pues infinidad de veces yo habia hecho lo mismo.

Maliciosa como suelo ser, entré despacio a su recamara, y arriesgandome a que me diera una buena joda, saque mi celular y rapidamente empezé a grabarla. Moviendome poco a poco trataba de colocarme enfrente de ella para tener un mejor angulo, al tiempo que veia su rostro con los ojos cerrados, la cara llena de sudor y su boca entre abierta gimiendo cada vez mas fuerte. Definitivamente estaba cerca del extásis.

Pero al tener mejor angulo de vista, logré ver entre sus piernas abiertas el motivo de su placer. Metia y sacaba el consolador mas grande que habia yo visto en mi vida. Y al decir en mi vida, me refería a todos los que he visto en Xvideos y demas paginas similares. Era enorme! Sin exagerar podría decir que tanto el grosor y lo largo del juguete eran casi del tamaño de mi brazo. Era todo un espectaculo ver como mi hermana lo hacia desaparecer casi todo por completo dentro de ella, solo para sacarlo y volverlo a meter cada vez con mas furia. Sus enormes pechos saltaban de abajo hacia arriba de forma violenta, al tiempo que tensaba sus piernas y podia oir como su vagina chasqueaba haciendo ruidos por la cantidad de liquidos que ya le escurrian. En eso, asi de repente, mi hermana abrió los ojos y obvio que lo primero que vió es a mi frente a ella, con mi celular en mis manos grabando todo a detalle.

-‘AHHHHHHH, que chingados haces aqui pendejaaaaaa??? -me gritó al tiempo que pelaba los ojotes como queriendosele salir de sus cuencas del susto.

-‘Jajajajajajajaja, No mames pendeja, si estas como poseida. Ya tengo como media hora aqui y tu ni cuenta’ -le dije mientras soltaba la carcajada.

-‘Pero que chingados estabas haciendo? No ves que estas invadiendo mi privacidad, pendeja?’ – me dijo. Pendeja era nuestro insulto favorito.

-‘Yo que?? Tu que estas con tu pinche gemidera que se escucha por toda la casa. Ademas no mames, ni siquiera cerraste bien la puerta. Que tal si en vez de ser yo la que entra es Pepe?’ -le dije.

-‘Y que pinches haces con ese celular? Me estabas grabando? No me vayas a salir con que eres lesbiana porque te mato, pendeja’

-‘Claro que no soy, no mames. Solo estaba grabandote por diversion, nomas para joderte. Andale, acaba de hacer lo tuyo’ – le dije a Karla.

-‘No chingues, seguramente me voy a masturbar enfrente de ti. Ademas me cortaste la inspiración, ya no puedo’ -me dijo mas decepcionada que molesta.

-‘Andale, quiero ver! Quiero aprender como se hace’ -le dije haciendo mi cara de puchero.

-‘Que aprender ni que nada! Ademas como si no supieras. Si nunca borras tu historial de navegacion en tu laptop, pendeja. El otro dia que la dejaste prendida vi todas las paginas que te metes a ver, wey’ -dijo Karla sacandome la lengua.

-‘No mames, lo dejaste todo miado Jajajaja!’ – le dije al tiempo que agarraba el consolador. Y en verdad si estaba completamente empapado de sus jugos.

-‘Deja ahi pinche agarronaaa!’ -me dijo a la vez que trataba de quitarmelo, lo cual no pudo. ‘Damelo pendeja!’

-‘Ni madres! Primero termina de masturbarte o voy y se lo llevo a mi mami y le muestro el video’ -la amenazé.

-‘No lo haces, wey. Te conozco’ -me dijo pero ya en otro tono. Aparte que estaba cansada sabia que yo era incapaz de hacerle algo que la metiera en problemas. Como dije antes, la verdad nos amabamos mi hermana y yo, y jamas haria algo en su contra.

-‘Ya sabes que no lo hago. Pero andale, quiero ver como lo haces. Ademas no niegues que aun tienes ganas, andale Karly’ – le dije aun con el tremendo garrote de plastico en mi mano.

-‘Ok, pero de volada y con la condición que acabando borras el video. Ademas dame el consolador, si no como acabo? -dijo.

-‘Sale pues, pendeja. Pero dejame ver y grabar, al cabo vamos a borrar la evidencia’ -le dije rapidamente al ver que me hacia caras y gestos. Varias veces me habia pasado que yo misma tuve que interrumpir mis masturbaciones y sabia que Karla no podia negarse a seguir. Estaba demasiado caliente como para no continuar.

Karla tomó el consolador y empezó a pasarlo por su vagina otra vez, lo pasaba de arriba a abajo, pero sin meterlo. Colocó el consolador en la entrada de su vagina y empezó a hacer presión. Vi como la enorme cabeza de plastico empezaba a ganar terreno y sus labios vaginales cedian espacio abriendose al intruso. Seria lo lubricado que estaba Karla o de plano ya estaba muy cogida, pero al hacer un poco mas de presión el miembro de plastico entró de golpe al interior de su vagina, lo cual provocó que mi hermana soltara un grito mezcla de placer y supongo dolor al sentir semejante juguete abrirle su vagina por completo.

-‘Ahhhhhhhhh Ahhhhhh !! -Empezó mi hermana a gemir de nuevo mientras yo fascinada veia por primera vez en carne y hueso a alguien masturbandose como tantas veces lo habia visto en la pantalla de mi laptop. No tengo tendencias lesbianas ni nunca me ha pasado por mi mente ni siquiera por curiosidad hacerlo con una mujer, pero al ver a mi hermana frente a mi hundirse semejante verga de plastico en su inchada vagina, no pude evitar soltar un pequeño chorro de liquido vaginal que sentí correr por mi pierna. Era una situación demasiado morbosa, y debo aceptar que me estaba gustando mas de lo que imaginé.

-‘Agarrame las chichis, pendeja’ -me dijo Karla entre gemidos.

-‘No mames! Pues no estabas chingando que no hiciera cosas de lesbianas?

-‘Para que no se me muevan tanto, pendejaaa’ -me dijo ya con la voz mas agitada.

Y si, esa era una de las desventajas de tener los pechos grandes. Correr, brincar o cualquier movimiento de sube y baja hacia que nuestros pechos terminaran sacandonos el aire de tanto golpe que nos daban al moverse. Yo misma pasaba por eso cada vez que me masturbaba en mi recamara o en el shower.

Acercandome, coloqué mi cel en el buró al lado de su cama para seguir grabando y sin mas, puse mi manos en sus enormes pechos, tratando de detener su violento sube y baja.

Infinidad de veces me habia agarrado yo mis propios pechos al bañarme y al masturbarme, pero nunca habia tocado los de otra persona. La sensación fue algo que no esperaba, eran demasiado grandes y se sentian suaves, tersos. Como si estuviera agarrando dos globos pesados llenos de agua. Al sentirlos entre mis manos,empezé a amasarlos, a jugar con ellos, a divertirme. Sin ni siquiera pensarlo, mis dedos se fueron directos a sus oscuros pezones, que permanecian erectos. Los tomé entre mis dedos, los apretaba, los jalaba, los magullaba. Estaba como niña con juguete nuevo. No pude evitar soltar de nuevo un chorro de liquido vaginal que corrio nuevamente por mi pierna y volví a sentir las ganas de orinar que siempre me daban al excitarme. Vi su pezón oscuro, grande, erecto, como invitandome a probarlo. Mi pensamiento se nubló y decidí que tenia que probarlo, morderlo, ponerlo en mis labios. Empezé a bajar mi cabeza dispuesta a hacerlo ahora o nunca. Era una situación demasiado morbosa la que estabamos viviendo, que me hacia sentir miedo y excitación al mismo tiempo. No solo estaba yo tocando a otra mujer, si no aparte era mi propia hermana. Sabia que debia detenerme o terminaria haciendo algo que podría traerme problemas graves no solo con mi ella, si no con toda mi familia.

Me habia alejado de mi tio para evitar problemas y ahora estaba ahi, con mi hermana Karla, haciendo algo que mi cerebro empezaba a exigirme que me detuviera, mientras mi vagina me pedia lo contrario.

Mi dilema mental se vió interrumpido por el ruido de la cochera al abrirse. Seguramente mi mamá habia llegado a la casa, junto con mi hermanito Pepe, que tenia por costumbre de correr a mi cuarto a enseñarme lo que habia hecho ese dia en la escuela en cuanto entraba a casa.

Karla al escuchar el ruido del auto de mamá, detubo por completo el mete y saca de su juguete, y cruzando miradas un microsegundo, nos levantamos de la cama corriendo yo a mi recamara, y ella seguramente a ponerse algo de ropa y a esconder su consolador. Ni siquiera tuve tiempo de tomar mi celular.

Entré a mi cuarto, me tumbé en la cama fingiendo estar dormida al tiempo que Pepe entraba y emocionado me mostraba sus trabajos escolares. Mientras me soltaba su ya clásica letanía de todos los dias, yo fingía ponerle atencion como siempre. Pero esta vez, mi cerebro daba vueltas como loco al recuerdo de lo que estúbe a punto de hacer hace unos momentos. Asi como era de grave el haber tenido una aventura con mi tio, no se comparaba a la estupidéz que habia estado a punto de cometer con mi propia hermana.

Tenía que hacer algo o mi comportamiento descontrolado terminaría metiendome en problemas muy serios.

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