Fuimos de vacaciones con mi novia y nuestros amigos, una de esas noches termine cogiendo por primera vez con Alicia (la mejor amiga de mi novia)

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Tras lo ocurrido en la piscina, no podía dejar de mirar a Alicia y Sonia, imaginandome que las dos juntas me hacían perder la virginidad.

El resto del día no pasó nada hasta llegada la noche. Después de la piscina, la mayoría se fueron a duchar, incluida Alicia. Intenté escaparme para meterme en su lavabo, pero lo habían distribuido de tal manera que me era imposible.

De repente, mientras estaba hablando con los demás, mi móvil vibró; era Alicia.

En cuanto vi que era una foto me fui a uno de los baños sin ducha y al abrir la imagen y verla desnuda, mi polla se puso dura.

Le envié una foto de mi pene añadiendo «Mira como me has puesto». Empecé una paja lenta mirando su foto, pero recibí otro mensaje «No te hagas ninguna paja, demasiada leche has derramado ya hoy.»

Me paré de inmediato y recibí otras tres fotos; una enseñándome su bonito culo desnudo, otra enjabonandose los pechos y la última con la boca abierta y un dedo dentro de ella con el comentario «Si eres bueno, hoy pruebas todo esto».

Me costó mucho no hacerme una paja y así se lo hice saber, a lo que me respondió con risas. Me lavé la cara con agua fría y salí del lavabo. Para intentar disimular mi erección, aproveché para ir a mi habitación y ponerme unos tejanos y una camiseta más larga.

Mientras se hacía la cena, todos acabaron de ducharse y nos sentamos a charlar, yo no paraba de mirar a Alicia, que de vez en cuando me sonreía y me sacaba la lengua. En una de estas, ella se levantó diciendo que iba a por un refresco, una vez en la cocina pidió que alguien alto le ayudase, pues estaba en lo alto de la nevera.

Yo quería salir corriendo para estar a solas con ella, pero no dije nada, aún así varias personas dijeron mi nombre, por lo que me levanté. Entré en la cocina, ella me señaló donde estaba y se agachó para coger los vasos. Saqué la botella y me quedé mirando su culo en pompa, ella me dijo:

-Coño, toca, que es gratis.

Empecé a magrear su culo con las dos manos hasta que me hizo parar y llevar los vasos. Cuando los llevé me pidieron más cosas, así que volví. Alicia me recibió con un morreo y me sobaba la polla mientras yo le agarraba el culo. Después me contó el plan para esa noche. Cogimos las cosas y volvimos con los demás.

Estuve el resto de la noche nervioso y cachondo, viendo como el plan se cumplía. Primero Sonia se fue a dormir antes que nadie, luego sacaron el alcohol y Alicia se excusó diciendo que le había sentado mal. Finalmente esperé media hora para que nadie sospechara.

Me pasé cinco minutos de lo acordado con Alicia y me lo hizo saber con una foto de su coño y un «Te has olvidado de nosotros? :(«.

Me despedí de los demás y subí las escaleras corriendo. Al abrir la puerta, tardé unos segundos en poder enfocar bien. Allí estaba Alicia, tumbada en la cama desnuda. Gateó por la cama hasta llegar a mi, levantó su cuerpo quedándose de rodillas y me dió un beso muy húmedo, estaba ansiosa.

Me quitó la camiseta y yo empecé a deleitarme con sus pechos. Me comía sus pezones alternativamente, jugando a ratos también con su boca.

Alicia me dió un pequeño empujón.

-Te toca usar las manos como yo he hecho en la piscina.

Llevé mi mano derecha a su sexo; estaba empapado. Metí un dedo con gran facilidad y empecé a hacerle una paja mientras ella me comía la boca y me desabrochaba el pantalón, mi polla, que no podía más, se salía de los calzoncillos.

Metí un segundo dedo y entró como un cuchillo en la mantequilla caliente. Con la mano izquierda aguantaba fuertemente su culo mientras ella movía sus caderas para meterse más mis dedos. Por la excitación del momento, empecé a pajerale más rápido, moviendo mis dedos a gran velocidad. Solté su culo para que ella llevase el ritmo y cogí su pecho izquierdo. En cuanto le pellizqué el pezón, Alicia se quedó inmóvil un par de segundos, seguido de unos pequeños espasmos.

-¡Joder! Que cabrón. ¿Tu primera vez? ¡Pero si me acabo de correr!

Alicia me cogió la mano y se llevó mis dedos empapados en su jugo a la boca.

Con todo eso, mi verga prácticamente se había liberado de los calzoncillos, quedando a la altura de los pechos de Alicia.

Cuando la vio, dijo que no se había olvidado de ella y empezó una mamada increíble. Su lengua recorría mi capullo y mi tronco hasta llegar a mi pelvis, donde ella se la metía entera en la boca y tocaba su garganta. Yo cogía su pelo con mi mano sin perder detalle de lo que hacía. Ella me miraba a los ojos con esas dos perlas negras. Llevó su mano a su coño y empezó otra paja.

Cada golpe de mi glande en su garganta me llevaba al cielo y no tardé mucho más en advertirle de que me iba a correr. Alicia se la sacó de la boca e inició una paja lenta mientras cogía papel.

Se puso de espaldas a mi y aceleró la paja, apuntando la corrida al papel higiénico.

Aproveché la situación para llevar un dedo a su boca y la otra mano a su culo. Ella me lo succionaba y mordía sensualmente mientras con mi mano jugaba en sus nalgas. Llegando otra vez a la corrida, decidí meter un dedo dentro de su culo, pero justo al hacerlo, Alicia me mordió el dedo en su boca y golpeó mi otra mano. Yo me corrí, pero con lo ocurrido no me hizo sentir nada.

-Por ahí no. No estás preparado.

-Haberlo dicho antes, se ha jodido la paja.

-No te preocupes, te compensaré. Además, ahora durarás más tiempo.

Alicia se lanzó a mi boca, se tumbó en la cama y con las piernas abiertas, me invitaba a devorar su sexo. Me puse de rodillas en la cama y empecé a comerle la boca, ella estaba desatada y me pasaba la lengua por toda la cara. Unos minutos más tarde empecé a empalmarme de nuevo. El contacto de mi dura polla con su vientre hizo que Alicia estirara las manos para hacerme una paja.

Empecé a recorrer todo su cuerpo, chupandole y besándole. Me paré en sus muslos, que mordisqueé. Alicia estaba deseosa de tenerme entre sus piernas y me tiraba del pelo. Al final me dejé llevar y empecé a jugar con su coñito. Ella intentaba guiarme, diciéndome como debía hacerlo. Los gemidos me provocaban demasiado, así que decidí penetrarla.

Al ver como dirigía mi polla hacia ella, abrió un poco más las piernas. La penetré lentamente y sin dificultad ninguna, estaba muy mojada. Cuando noté toda mi polla invadida por el calor de su interior, Alicia soltó un leve gemido. Mantuve un ritmo suave al principio, pero pronto me pidió que acelerase. Alicia se agarraba a las sábanas mientras decía cosas que no podía entender. Ver cómo se movían sus tetas con cada empujón hizo que subiese aún más el ritmo.

-Ahora me toca a mí.

Alicia se levantó y hizo que me tumbara en la cama. Se puso sobre mi y me dió otro apasionado beso.

– ¿Te gusta ver cómo botan, verdad? -Alicia se mordió un dedo y empezó a sentarse sobre mi mástil mientras lo sujetaba.

Cuando solo quedaban dos centímetros para estar dentro, se dejó caer. Un calambrazo de placer me recorrió todo el cuerpo. Alicia empezó a moverse despacio, dejando que su néctar impregnase todo mi miembro. Empezó a dejarse caer cuando tenía todo el tronco fuera, alternando esto con suaves movimientos. Su cara de placer y sus pechos botando me tenían loco, así que empecé a lamerle. Ella decidió entonces por follarme de manera brusca, sacudiendo sus caderas a un ritmo frenético, por lo que quise correrme.

Alicia se levantó y tirando de mi polla, hizo que yo también me levantara.

-Hazlo otra vez antes de correrte. -Su cara era de cachonda total. Empujó mis dedos a su interior y se tumbó a cuatro patas.

Intenté simular lo que había hecho, follande con mis dedos. Gemía cada vez más fuerte. Recordando su última corrida, empecé a pellizcar suavemente uno de sus pezones, pero nada. Si ver sus tetas rebotar era un placer, su increíble pandero no se quedaba atrás.

Con la mano cansada y a punto de desistir, conseguí al fin otra corrida de Alicia, quien chilló con la almohada en la boca para amortiguar. Aún así daba igual, ya que la gente de fuera tenía la música muy alta.

Recordar que toda esa gente estaba allí y que Sonia sería la única que podría escucharnos me dió mucho morbo.

Alicia se giró y empezó una mamada brusca, rascándome a veces con los dientes, pero no tardé en correrme. Ella me hizo verter todo sobre sus pechos.

-Joder, te mereces correrte en ellos si tanto te gustan. Y más después de las dos corridas.

Estaba exhausto y me senté en la cama. Alicia fue a por mi móvil y se hizo una foto cubierta de mi semen.

Salimos de la habitación con cuidado, yo me fui a mi cuarto y ella a limpiarse al lavabo. Me acosté deseoso de saber que pasaría al día siguiente.

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