Su hermana y su cuñado la iniciarían en el sexo, tenía con ellos el placer garantizado
Su hermana y su cuñado la iniciarían en el sexo, tenía con ellos el placer garantizado.
A mis 30 años, aquello que solo imaginé en mis sueños por fin estaba ocurriendo y aun cuanto sentía como mi cuerpo se convulsionaba al ritmo de un placentero orgasmo, no daba crédito a lo que veía: Sonia estaba engullendo mi verga, moviéndose al ritmo de mis eyaculaciones mientras con una mano lo masajeaba firmemente y con la otra hacía lo mismo con mis testículos. Procedió luego a lamer el capullo lentamente, eliminando todo rastro de semen. En ningún momento había dejado de mirarla pero ahora noté que sus ojos tenían un brillo especial, reflejando la lujuria de que era presa.
¿Que tal? Te lo dije ¿Rico no? Preguntó sonriente y con un tono que denotaba orgullo. Estoy tan arrecha que me he esmerado en darte una buena mamada y por la cantidad de leche que he tragado deduzco que lo disfrutaste tanto como yo.
La verdad estuvo riquísimo, nunca había sentido algo igual. Debo confesar que es la primera vez que alguien traga mi esperma y que tú lo hicieras me ha puesto a mil.
¿En serio? ¿Que te parece Carmen? Nuestra hermanita es aún una mojigata luego de todos estos años de casada.
Ambos dirigimos nuestra mirada hacia Carmen, quien recostada sobre el sillón y aún jadeante se frotaba por encima de la ropa tanto los senos como su clítoris, disfrutando del orgasmo alcanzado mientras contemplaba la escena en que su hermana mayor me daba la mamada de mi vida.
Si ella es una mojigata que podré ser yo, que a mi edad sigo siendo virgen? Respondió Carmen.
No te preocupes que para eso estamos acá, para iniciarte en el sexo como se debe y qué mejor que en familia? Seguro que Nelly tampoco te ha pedido que le des por atrás – me dijo- si quieres podemos intentarlo en cuanto te repongas o prefieres seguir tú Carmen?
La verdad tengo algo de miedo, estoy llena de prejuicios, tu sabes, y no estoy tan segura de querer perder la virginidad – respondió Carmen tímidamente.
Sonia sonrió, se levanto y se dirigió hacia su hermana, procediendo a ayudarle a remover su ropa y a su vez Carmen le ayudaba a ella en lo mismo quedando ambas finalmente solo en ropa interior. Las contemple semi-desnudas por primera vez, ambas tenían cuerpos similares, grandes senos, trasero bien proporcionado pero no pude dejar de notar la diferencia de personalidades, Sonia llevaba ropa de encaje negra, con la truza tipo hilo dental mientras que Carmen llevaba ropa interior blanca, de algodón, de diseño conservador lo cual me excitó sobremanera, talvez por la inocencia que me sugería.
Ven hermanita, lo que vamos a hacer te va a gustar y no tendrás que perder la virginidad sino quieres – dijo Sonia mientras ambas se acercaban a mí tomadas de la mano.
Me incorporé y les tendí la mano, invitándolas a acompañarme y entregarnos a los placeres carnales que estuviésemos dispuestos a experimentar. Sonia me indicó que me recostara boca arriba, Carmen se hecho sobre mi y empezamos a besarnos profundamente, jugueteando con nuestras lenguas, mientras tanto Sonia le quitaba la truza y le indicó que se sentara sobre mi boca, mientras ella también quedó desnuda y se posicionó entre mis piernas.
Al tener a Carmen sobre mí pude notar que estaba mojadita, revelando su excitación, por lo que empecé a darle unas lamidas y chupeteos a su coñito, combinando la suavidad y la rudeza. Ella reaccionó favorablemente pues empezó a frotarse contra mi rostro lo que me animó a pasear mi lengua desde su ano hasta su clítoris, introduciendo la lengua en su rajita lo más que podía, esto la volvió loca pues se empezó a refregar más rápida y fuertemente al ritmo en que incrementaban sus gemidos, los cuales trataba de ahogar pero finalmente optó por liberar. Sonia por otra parte, estaba entretenida con mi pene, aplicando la técnica que había perfeccionado durante años y de la que hacia unos instantes había dado fé personalmente.
Minutos después dejo de chupar mi pene y se colocó sobre mis piernas, cogió mi polla con sus manos y sentí entonces el contacto con su rajita y como lentamente iba penetrando centímetro a centímetro esa cuevita tan húmeda y caliente que me entregaba mi cuñadita. Súbitamente la cogí de la cintura y la penetré hasta lo más profundo emitiendo ambos un sonoro gemido mezcla de placer y asombro.
Caray, que tosco eres, pero no te preocupes me ha gustado, dijo mientras empezó a cabalgarme rítmicamente. Ayudó a Carmen a quitarse el sostén y se unió a ella en un abrazo. Carmen seguía frotándose contra mi boca y Sonia subía y bajaba a la vez que hacía círculos y refregaba de adelante hacia atrás su sexo contra el mío, haciéndome sentir que explotaría en cualquier momento. Yo no quería llegar tan rápido por lo que me concentré más en Carmen mientras dejaba a Sonia disfrutar de lo suyo. Dado que era la primera vez de Carmen, decidí ver hasta dónde me dejaría llegar y empecé entonces a juguetear con mis dedos por su ano humedecido con mi saliva.
¿Qué haces? – me dijo con tono de asombro. Sonia se percató de lo ocurrido y procedió a calmar a su hermanita. No te preocupes, yo ya he pasado por eso y te garantizo que todo lo que tendrás es placer, solo tienes que dejar que tu deseo te guíe y dejar de lado tus tabúes e inhibiciones. Estas palabras parecieron calmar a Carmen porque retomó su movimiento con la misma intensidad. Sonia fue más atrevida y tomo entre sus labios el pezón izquierdo de Carmen, a lo que ella no mostró rechazo revelando su intención de querer dar rienda suelta a su lujuria. Sonia succionaba sonoramente el seno de Carmen mientras que jugueteaba con los propios. Carmen decidió devolver el favor y tímidamente acercó una mano hacia el pecho de su hermana y empezó a estrujarlo suavemente.
Esto rindió sus frutos pues ambas se movían con mayor rapidez y violencia. Yo ya había logrado introducir mi dedo índice en el ano de Carmen y lentamente inicié un mete y saca, ejerciendo presión con mi dedo desde dentro del recto hacia su vagina. La combinación de estímulo sobre sus senos, ano, clítoris y vagina hicieron que Carmen empezara a colapsar en un fuerte orgasmo lo que nos alentó a Sonia y a mí a procurarle un mayor estímulo y ayudarle a lograr el mayor placer posible. Fue tanto el éxtasis alcanzado por Carmen que jaló a su hermana y fusionaron sus bocas en un prolongado y apasionado beso.
El orgasmo de Carmen vino seguido por el de Sonia, sentí como su vagina se contraía rítmicamente, estrujando mi pene y al no poder resistir más me uní a ellas en un coro de gemidos de placer mientras liberaba mi carga en las entrañas de Sonia.
Estoy exhausta, dijo Sonia al tiempo que se desplomaba hacia mi izquierda.
Esto ha sido increíble, no puedo creer que haya desperdiciado tanto tiempo privándome de este placer, tengo que recuperar el tiempo perdido ¿no creen? – replicó Carmen – Acto seguido cogió mi ahora flácido pene y se esmeró en dejarlo limpio a base de chupeteos y lamidas las cuales tuvieron como efecto una nueva y contundente erección.
Creo que estamos listos para más – concluyó Carmen.
Déjenme descansar unos instantes, mientras les voy observando – dijo Sonia.
Retomando el tema, y ya que no quieres perder la virginidad, que te parece si matamos dos pájaros de un tiro y te lo hago por atrás? – interrogué a Carmen.
!Anímate hermanita! Una vez que lo pruebes no podrás prescindir de él, palabra – fueron las palabras de Sonia, definitivamente estaba de mi lado.
Bueno, hagamos la prueba, pero si me duele lo dejamos – dijo Carmen mostrando desconfianza.
Desde luego – asentí
Me dirigí a la cómoda y luego de hurgar entre la ropa regresé a la cama con un tubo de KY en la mano.
Siempre preparado – comenté animadamente
Sonia, tú que eres la experta ¿que posición nos recomiendas para iniciarnos? – proseguí
Bueno, para mí las sensaciones más fuertes se logran estando de perrito, pero se las recomiendo cuando ya estén habituados, por tratarse de la primera vez mejor es que Carmen esté echada boca arriba y con las piernas bien abiertas, de ser posible, con las piernas sobre tus hombros – respondió Sonia con la seguridad que solo proporciona la experiencia.
Manos a la obra entonces – le dije a Carmen -, solo te pido que estés lo más relajada posible y que alejes de tu mente el prejuicio de que te va a doler,
libera tu mente y enfócate en el placer que sentirás.
Dicho esto empecé a calentarla un poco prestando atención a sus senos, besándolos, estrujándolos, succionando sus pezones hasta que los sentí bastante duritos. Bajé entonces hacia su rajita y empecé ha hacerle una sopita. Sus jugos sabían a néctar y yo chupaba en busca de más. Carmen no paraba de gemir y me pedía que le hiciera un poco mas fuerte a lo que accedí sin protestar. Me concentré en chupar su clítoris que estaba ya bastante erguido. Como había observado que su himen no cubría totalmente la entrada me animé a meterle un dedo en la vagina, pero cuando Carmen lo notó protestó.
Qué haces?, no quedó claro que quiero quedar virgen? – dijo Carmen.
No te preocupes, es solo un dedo, es mucho más delgado que un pene y dada la forma de tu himen estoy seguro que puede pasar sin problemas – respondí.
Sonia se acerco a inspeccionar la zona y corroboró mi observación.
Parece que si se puede, pero si sientes que algo se está por rasgar mejor no sigas, ¿estamos? – me dijo Sonia.
Ok -dije. Volví entonces a meter suavemente mi dedo índice y afortunadamente no encontré obstáculo alguno, teniendo el dedo bien metido empecé a frotar con la yema del dedo la pared frontal (su punto G) como haciendo una señal de “ven aca”. Esto puso a Carmen a mil pues empezó a retorcerse de placer al tiempo que reclamaba que no parara. No lo hice desde luego y mi premio fue observar de cerca como mi cuñadita en contados minutos experimentaba un nuevo orgasmo. Era increíble, mi dedo sentía esta vez las contracciones vaginales de Carmen a la vez que mis labios y lengua se humedecían con una gran descarga de jugos.
Qué fue eso?, lo sentí totalmente distinto e intenso, por un momento creí que iba a orinar – dijo Carmen mostrando asombro.
Aja!, Conque conoces nuestro secretito – dijo Sonia a su vez -, eso hermanita es el punto G, para mí es la zona más placentera y por lo que parece para ti también lo es.
Esto lo practiqué con Nelly, ella también disfruta con mi “tratamiento especial” así que concluyo que es una habilidad que viene de familia – dije entre sonrisas cómplices.
Aprovecharé que estas bastante mojadita, abre tus piernas y ponlas en alto, ayúdate con las manos para que te sea más fácil mantenerlas así – dije dirigiéndome a Carmen quien parecía no salir aún del asombro luego de conocer su punto G. Ella siguió las instrucciones al pie de la letra, ofreciéndome una hermosa vista de su ano y genitales. Destapé el tubo de KY y lo apliqué sobre su huequito, ejerciendo presión con un dedo, tratando de abrirme camino. Como ya lo había logrado minutos antes, no encontré esta vez mucha resistencia en su esfínter por lo que probé a introducir dos dedos a la vez, esto ocasiono un suspiro por parte de Carmen. Sonia se animó a acercarse y ayudar a su hermana menor a superar el trance en que se encontraba.
Es mejor si te ayudas un poco – dijo Sonia mientras le cogía una mano a Carmen y la guiaba hacia su clítoris. Mastúrbate a tu gusto y el placer será mayor – continuó.
Carmen lo hizo así y para mí fue más fácil lograr insertar tres dedos en su colita. Cuando sentí que estaba bastante dilatado decidí probar suerte y apliqué otro poco de KY sobre mi capullo y empecé a intentar penetrarla. Parecía una tarea imposible por lo que usé nuevamente los dedos para dilatar aún mas su orificio.
Para, me duele un poco, no creo que logres meterlo por ahí Enrique, ¿podemos intentarlo después? – dijo Carmen.
Carmencita, tienes que relajarte y respirar hondo, el dolor que siente es porque estás tensa y no logras dilatar la entrada, concéntrate en el placer de tu masturbación – dijo Sonia entrando en mi ayuda – te habla la voz de la experiencia, la primera vez que lo hice con Jorge creí que me iba a partir el culo en dos, bueno, el muy desgraciado lo estaba haciendo a lo bestia pero con un poco de técnica finalmente lo logramos, se siente tan especial, tan rico que no puedo sino recomendártelo, pero definitivamente tu tienes la palabra, si lo deseas podemos abandonarlo por esta vez.
Esta bien, hagamos un último intento, continúa Enrique – dijo Carmen.
Perfecto, me tomaré mi tiempo esta vez – asentí
Carmen empezó a masturbarse nuevamente, frotando con una mano su clítoris e introduciéndose un par de dedos de la otra en su coñito; por mi parte me puse a relajar su esfínter haciendo cada vez más grande su entrada. Sonia paso a tomar papel activo besando delicadamente a su hermana y luego chupando sus erectos pezones, cosa que hacia con destreza pues Carmen no dejaba de gemir y pedir que lo hiciera más fuerte.
Dirigí mi polla hacia la entrada que me ofrecía Carmen y con un empujón logré introducirlo unos centímetros de un solo golpe.
Ay, me vas a hacer daño, con cuidado – grito Carmen
Un poco lento al principio Enrique, luego podrás hacerlo más rápido y fuerte – agregó Sonia.
Disculpen, es mi inexperiencia y mi ansiedad – dije con un falso arrepentimiento.
Seguí la sugerencia y cuando me percaté, tenía mi pene totalmente introducido en el ano de Carmen. La diferencia era grande con respecto a una vagina, este canal es bastante estrecho por lo que el movimiento del pene era lento y dificultoso. Proseguí ahora a retirarme totalmente. Pude observar el ano totalmente dilatado que había albergado mi pene y que se veía ahora como una pequeña caverna.
¿Qué pasa? Por que la sacaste? Ya me estaba sintiendo a gusto – dijo Carmen.
Esta un poco seco, voy a usar un poco más de KY y seguimos – respondí ante los gestos de aprobación de ambas hermanas.
La penetración ahora fue más fácil y empecé un mete y saca rítmico que cada vez me hacia sentir que estaba más cerca del cielo.
Tenías razón Sonia, se siente mejor, sigue cuñadito, rómpeme el culo pero hazlo fuerte y hasta el fondo, vamos que quiero sentir como me perforas las entrañas – dijo una eufórica Carmen mientras se masturbaba salvajemente.
Sonia dejó de chupar los senos de Carmen y se detuvo un rato a observar como penetraba a su hermana.
Te gusta el culo de mi hermana? Es estrecho verdad? Sabías que tu culo también te puede dar placer cuñadito? – preguntó Sonia.
Acto seguido y ante mi asombro, tomo un poco de KY y empezó a jugar con mi ano. La verdad yo había leído sobre la estimulación anal y los placeres que puede proporcionar la próstata pero nunca lo había experimentado, creo yo por el prejuicio de que es cosa de gays, pero ya que era una tarde de ruptura de inhibiciones me dejé llevar y más bien la animé.
Sigue Sonia, hazme sentir ese placer prohibido – le ordené
Sonia logró introducir su dedo poco a poco, yo sentía un leve ardor y una sensación de incomodidad por tener algo extraño en mi recto pero nada de dolor afortunadamente.
Prepárate, que viene lo bueno – señaló Sonia.
A estas alturas sentí que el recto de Carmen se estrechaba un poco más pues ella estaba alcanzando un nuevo orgasmo que fue evidente para Sonia por los grititos histéricos que profería su hermanita por lo que entró en acción y empecé a sentir un extraordinario y nuevo placer, Sonia empezó a frotar mi hasta ese entonces desconocida próstata, y ocurrió lo inevitable: tuve una saturación de sensaciones placenteras que me llevó al orgasmo más explosivo e intenso de mi vida. Solté chorros y chorros de semen en una interminable sucesión de espasmos llenando el recto de Carmen. Jamás había eyaculado tanto y me sorprendió mas por cuanto no era mi primer orgasmo de la tarde.
¿Lo ven? Para ambos ha resultado placentero o no? Acaso me equivoco si afirmo que por detrás están los mejores placeres? – preguntó Sonia.
Carmen y yo solo podíamos respaldar su afirmación. Pero estábamos bastante cansados para hablar por lo que simplemente me eché sobre ella y le di un largo beso el cual ella respondió muy animadamente y con lascivia.
Caramba se está haciendo tarde, en una hora más llega Nelly por lo que debemos apurarnos pero si sientes que puedes continuar me gustaría terminar nuestra pequeña orgía haciéndomelo por el culo, te animas? – preguntó Sonia.
Dame unos minutos para reponerme y lo hacemos – respondí
Carmen se acercó a mí y dijo: Me permites ayudar a reanimarte? A lo cual obviamente asentí. Con una mano comenzó entonces a menear mi pene, el cual estaba bien lubricado por el KY que use al sodomizarla, esta humedad hacía que la paja que me estaba dando se sintiera mejor que cuando el pene estaba seco; mientras tanto, lamía mis testículos y mi ano. Se concentró en uno de mis testículos, metiéndolo en su boca y chupándolo con fruición. Poco a poco mi polla fue reaccionando al estímulo y pude ofrecer mi erección a Sonia quien se había puesto en posición de perrito y se había aplicado KY a su culo el cual estaba dilatando mientras nos observaba.
Ven Enrique, estoy casi lista. Carmen, si quieres te puedo hacer una sopita para que no te resientas, vengan para acá – dijo Sonia
Carmen se recostó dejando su sexo al alcance de su hermana lo cual ella no desaprovechó pues empezó a cumplir su palabra y parecía que bien por los gestos y jadeos de Carmen. Por mi parte me concentré en ese culo divino que Sonia me ofrecía, era realmente grande y durito, la vista que me daba dejaba expuesta su rajita y su ano semi-dilatado, podía ver como mientras le hacia la sopa a su hermana, no dejaba de masturbarse.
Continué con mi tarea usando mi lengua, la cual metía en su ano lo más que podía, pasé a usar mis dedos y finalmente la penetré con violencia. A diferencia de Carmen, ella no se quejó, simplemente suspiró y aumentó el ritmo de su masturbación. Comprendido el mensaje aceleré mi propio ritmo. Sonia diestramente apretaba su recto como masajeando mi polla por lo que no iba a durar mucho y reduje mi velocidad.
No pares, dame más fuerte, estoy por llegar, sigue, dame más…. repetía Sonia
Tu tampoco te pares Sonia, sigue chupándome, un poco más fuerte esta vez – dijo Carmen.
Aceleré nuevamente y a fin de durar un poco más traté de distraer mi atención pensando en otras cosas, me puse a recordar entonces como una hora antes Carmen y Sonia habían subido a mi piso (ellas viven en la primera planta y mi esposa y yo en la segunda) para luego de varios rodeos manifestarme que Carmen siempre nos escuchaba a Nelly y a mí cuando disfrutábamos de nuestra intimidad y que últimamente se había transformado en una obsesión para ella estar con un hombre y disfrutar del sexo que a sus 30 años no había logrado concretar, no porque no tuviese los atractivos físicos sino por las restricciones morales con las que se había educado. Sonia con sus 38 años y la experiencia de un matrimonio previo, le había convencido que era hora de un cambio y que lo mejor era recurrir a alguien conocido y de confianza por lo que me habían escogido a mí. Sonia quería quedarse a participar para ayudar a su hermana a sobrellevar sus temores y vergüenzas y hacer la velada más agradable y excitante. No me opuse.
La sensación de que mi pene estaba siendo fuertemente apretado me hizo salir de mis pensamientos y volver a la realidad, Sonia había alcanzado su orgasmo y se retorcía de placer mientras reemplazaba su boca con sus manos en la tarea de satisfacer a Carmen.
No pares – le reclamó Carmen, quien a su vez veía que la llegada inminente de su propio orgasmo podría verse afectada por la falta de atención de Sonia. Ella no la decepcionó y volvió a hundir su boca en los genitales de su hermana, chupándole el crecido clítoris y desencadenando los gritos de placer de Carmen.
Sigue, sigue, un poco más, aayyyy – alcanzó a decir Carmen mientras su cuerpo se tensaba en clara señal del clímax alcanzado.
Yo tampoco podía mas y Sonia lo notó por lo que rápidamente se retiró haciendo que mi pene abandonara su culo.
Carmen, apúrate y ven acá, es tu oportunidad de probar la leche y demostrar lo que aprendiste – dijo Sonia.
Carmen se acercó y abriendo la boca lo más que pudo introdujo en ella la totalidad de mi pene y mientras lo chupaba y frotaba con su lengua empecé a eyacular repetidas veces. Por un momento Carmen parecía que se iba a atorar pero se sobrepuso y continuó mamando hasta que acabé, retiré entonces mi pene y ella nos mostró su boca abierta en señal de que se había tragado todo el esperma.
Me sorprende lo rápido que aprendes, has resultado ser buena alumna – dijo bromeando Sonia.
Chicas, esta ha sido la experiencia más excitante de mi vida y espero que lo podamos repetir, ojalá algún día podamos incluir a Nelly, mil gracias nuevamente por haberme elegido, no quiero que me malinterpreten y piensen que soy un desconsiderado sin modales o un malagradecido pero tenemos que apurarnos y despedirnos pues Nelly está por llegar.
No te preocupes, te comprendemos y no te preocupes por Nelly, este es nuestro gran secreto y también estamos agradecidas por tu comprensión y disposición a ayudar a Carmencita a cumplir su fantasía – dijo Sonia
Sí Enrique, gracias de verdad, en un solo día he cambiado mi percepción de la vida y puedo asegurarte que no será la última vez que nos divirtamos – concluyó Carmen.
Se vistieron rápidamente y se retiraron luego de darnos un beso y un hasta luego. Traté de arreglar un poco la cama y me metí rápidamente en la ducha. Minutos después llego Nelly y me alcanzó allí.-
Qué tal tu día libre? Yo las vi negras en la oficina y no veía la hora de llegar a casa y estar a tu lado. Qué te parece si te acompaño en la ducha? – me dijo muy animadamente.
Desde luego, pasa, que te parece si probamos algo nuevo para relajarte? – le respondí, mientras tanto a mi mente venían imágenes de lo recién vivido y sentí el deseo de hacerle el amor, penetrándole el trasero igual que a sus hermanas, lo lograría algún día? el tiempo lo dirá.
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