Mi hermana se dio cuenta de mi relación con nuestro hermano Dante, me enfrento y terminamos saboreando nuestros clítoris toda la noche

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Desde lo que conté que sucedió en mi anterior relato de las «clases de manejo» pasaron pocas semanas. De hecho las clases de manejo se prolongaron por casi tres semanasy durante esas semanas mi madre nos incitaba a pasar más tiempo en las supuestas lecciones.

Cada día se repetía lo que sucedió entre mi hermano Dante y yo, el practicaba durante poco más de media hora, y el resto del tiempo lo pasaba usándome a su antojo, él me llenaba de su leche y después regresábamos a la casa, donde tenía que saludar a mi madre y a mi hermana de beso como siempre, era más que obvio que ellas tendrían que percibir el aroma a semen y aun así mi madre seguía insistiendo que teníamos que practicar más, incluso sin que mi madre viera como había mejorado mi hermano.En una ocasión en la que llegamos después de las clases de manejo,la que sí reacciono fue Paola, mi hermana menor.

Mi madre y mi hermana estaban en la mesa cuadrada de la cocina sentadas una al lado de la otra, en esa mesa solíamos comer, desayunar y cenar. Son sentábamos uno de cada lado pues solo cabía una persona en cada lado. Nos sentábamos mi hermana y yo de frente y mi madre frente a Dante.

-¿A qué hueles? cada que llegas hueles igual… hueles a… bueno hueles raro- preguntó mi hermana

-No huelo a nada¿Cómo huelo?- Mentí nerviosa mientras jalaba mi blusa hacia mi nariz para olerla.

-Claro que sí, no sé qué es pero hueles raro ¿Verdad mamá?

-Deja en paz a tu hermana, Pao -intervino mi madre- Lore no huele a nada raro, huele a lo mismo que huele el coche, debe tener algún tubo desconectado.

-Pero…- empezó mi hermana menor.

-¡YA! –Dijo mi madre, levantándose de la mesa- Lorena debe venir muy cansada de andar lidiando con tu hermano, ya sabes cómo es -dijo abrazándome- déjala descansar por favor Paola.

Entonces me dio un beso en la mejilla donde tenía el sabor del semen de mi hermano, que un beso largo y con mucha saliva, casi estaba segura de que lamio un poco.

-Vete a bañar para que descanses- Ordeno cariñosamente mi madre.

Yo obedecí y fui por mi ropa para bañarme, deje de nuevo solas a mi madre y a mi hermana platicando. Estaba totalmente sorprendida de la reacción de mi madre, tenía que haber olido el semen en mi cuerpo, obviamente tenía que haber percibido el sabor del semen en mi piel y me pareció que incluso lo lamio. Cuando pase por la puerta del cuarto de Dante me jalo y me metió

-¿Que te dijeron?

-Nada, Pao me preguntó qué a que olía, pero mi mamá dijo que no olía a nada, hizo como si no pasara nada y hasta me dio un beso en el cachete donde me dejaste tu semen y luego me dijo que me metiera a bañar.

-¡Qué bonitas! Estate preparada para que Paola te haga más preguntas. No ha de tardar mucho. -Dijo mi hermano y me beso mientras me acariciaba las tetas.- Vas a ver que cogérmelas a las tres va a ser más fácil de lo que crees.

Mi hermana Paola era una jovencita de 13 años a unos meses de cumplir los 14. Estaba en secundaria, pero al igual que me sucedió a mí, sus pecho ya se habían desarrollado y su cintura también ya tenía forma de reloj de arena pues al igual que a yo y a mi madre le gustaba el baile polinesio y también jugaba basquetbol por lo que también era alta para su edad y de músculos firmes. Sus pechos estaba redondos y paraditos, su vientre plano y sus nalgas duras y curveadas, piernas largas y firmes. Tiene el cabello a la altura de los hombros, chino, rizado; ojos café claros y piel morena clara un poca más clara que la mía. Ella dormía al igual que yo con una blusa de tirantes que resaltaba sus brazos delgados y un short de algodón del que salían sus piernas sin un solo vello.

Como dije en el relato anterior, en aquella época yo tenía 17 años estaba en el último año de la preparatoria. Soy de piel morena, cabello largo, a media espalda, lacio y negro y ojos grandes y oscuros, mis labios son carnosos y sensuales. Mis pechos ya eran grandes y firmes siempre han sido grandes, aunque en esa época no eran tan grandes como ahora; mi trasero estaba firme por el ejercicio y el baile, pues a mí también me encanta bailar aunque yo prefería el baile moderno y la danza árabe. En aquella época ya empezaba a depilar todo mi cuerpo. Como mi hermana y yo estábamos acostadas llevaba un pijama ligero de algodón, short y blusa de tirantes pero nada más.

Esa noche misma noche Paola me increpo de nuevo acerca del aroma. Ella y yo compartíamos la misma habitación pero con camas individuales separadas por apenas unos centímetros ya que en lugar de tener un buro en el centro como normalmente es ese tipo de recamara doble, cada una teníamos nuestro buro de cada lado junto a la pared. Como la habitación era relativamente pequeña las camas quedaban prácticamente juntas, la separación era tal que aduras penas cabía una persona parada de lado entre las dos camas.

Ya pasaban de las 10 de la noche y las dos estábamos acostadas y con las luces apagadas; podía escuchar a Paola dar vueltas en la cama como si estuviera incomoda trataba de ignorar el ruido que hacía y dormir cuando escuche que me llamó:

-Psst, Lore- dijo ella- ¿ya estas dormida?

-Sí, ya me dormí…- y fingí ronquidos

-¡No te hagas mensa!- y me aventó un cojín.- ahorita mi mamá no te va salvar… ya dime ¿por qué siempre llegas oliendo a esperma de hombre cuando sales a enseñarle a manejar a Dante?

-Que no, yo no…-Me puse nerviosa por no saber que decirle o como decírselo, pero entonces me di cuenta de que lo que había dicho mi hermana.- A ver pinche escuincle ¿Y tú como sabes a que huele el semen?

-Eeee ¿Qué?

-¿Cómo sabes que a lo que huelo es esperma o semen? Por eso no quisiste decir a que olía enfrente de mi mamá ¿verdad?

-Entonces sí es a esperma a lo que hueles ¿verdad?

-No me quieras cambiar el tema- le dije

-Eres tú la que me lo está cambiando. Me contesto, no te hagas, tú me has contado que tenías la misma edad que yo cuando se la chupaste a un compañero de la escuela. Yo también quise experimentar con lo que me platicabas.

-Sí mensa pero no era que te estuviera dando permiso o diciendo que lo hicieras, y fue cosa del momento.

– También yo fue por el momento no lo pensé Carlos se sacó el pene y no o pude resistir me arrodille a chupárselo. Y otra vez con Raúl también me acaricio mi conchita tan rico que cuando se saco el pene me lance sobre él. Fue muy rico, y terminaron en mi cara, por eso se a lo que huele el semen. Pero no quería que mi mamá supiera.

-Como si no se hubiera dado cuenta mí mamá que te paraste en seco para no decir semen…-le dije

-Iba a decir esperma.

-Semen, esperma, mecos es lo mismo mensa.

-Ya dime ¿Dejas a Dante manejando solo y tú te vas a con otro? ¿O de plano te pones a chupársela a Dante?

-…- Me quede en silencio un momento, suspire- Sí, Dante y yo…

-Dante y tú… ¿Han hecho cosas? ¿Han tenido sexo? ¿Cómo es? ¿Qué han hecho?- preguntó Paola claramente emocionada y excitada.

-Hemos tenido sexo, hemos hecho el amor, me pone en las posiciones que quiere y se viene sobre mi o dentro de mí cada vez que quiere.- le dije excitada y emocionada de poder compartirlo con alguien.

-¿Y cómo tiene el pene mi hermano?

-Esta gordo y muy rico…

-¡Golosa, envidiosa, come-sola! Deberías compartirlo con tu hermanita… “coge-sola”

-Estás loca tú no sabes lo que es coger…

-¡Pues enséñame! ¡¡Tú eres bien caliente y experta en eso!! Enséñame coger ya me canse de platiquitas

-¿Quieres que te enseñe ser una buena putita?… -Me acerque un poco al filo de la cama

-Sí…- ella se acerco a mi cama

-¿Que te diga como comer una verga bien?… –Me acerque más a su cama.

-Sí…- Paola se acerco más a mi cama.

-¿Cómo hacer que tú hermano mayor te llene de leche?- Quede al filo de mi cama

-Sí… Enséñame quiero sentirlo, tu eres mi hermana mayor debes guiarme.- y se acerco al filo de su cama.

Las dos quedamos una frente a la otra, a centímetros y sin decir nada más sin pensar más nos besamos, nuestros labios se fundieron en un ardiente beso, se notaba que mi hermanita más chica teníapoca experiencia, lamía en lugar de besar.

Tomé su rostro con mis manos y la mire a los ojos, pude ver lujuria y deseo en ellos y seguramente ella vio lo mismo en los míos. Se mordía os labios y yo me mordía los míos. Las dos nos seguimos besando y nos acariciábamos por debajo de los pijamas. Ella masajeaba mis tetas con dureza sin cuidado, en cambio yo trataba de sé hacerlo con delicadeza que ella sintiera la presión que debería usarse, o por lo menos que a mí me gusta que usen. Empecé a bajar besando su cuello, sus quejidos y pujiditos me indicaba que le gustaba lo que estaba haciendo.

-Mmmmmh-

-Te gusta pequeña puta.-

-Mhhmmm…me encanta puta mayor-

Llegué a sus pechos y los saque de su blusa comencé a besárselos, besaba recorriendo la piel de los hermosos senos de mi hermana menor, mientras ella besaba mi oído y le daba mordidas. Yo seguía besando uno de sus pechos mientras acariciaba el otro, hasta que llegue al pezón y me puse a lamerlo para que creciera mientras acariciaba el otro pezón con mis dedos. Mientras ella ya había metido su mano en mi pijama y estaba haciendo que me humedeciera en mi intimidad, sin mucha delicadeza introdujo dos dedos dentro de mí lo que me hizo gemir y chupar más fuerte su pezón, y use la mano que tenia libre para acariciar y sobar con fuerza su coño sobre el short de algodón.

Nos quitamos mutuamente las blusas de algodón y nuestros pechos quedaron libres para masajearlos y atacarlos. Paola se lanzo sobre mis pechos para chuparlos con fuerza, le acaricie el cabello y le dije simplemente “con cariño” ella bajo un poco sus ansias y empezó a mamarlos con singular ternura, incluso casi sentí que era una bebita. La dejé que me chupara un poco mis pechos, mientras yo trataba de acariciar su entrepierna que ya estaba empapando su short al igual que el mío. Ella levanto su cadera y le baje el short lo fui recorriendo por sus bellas y morenas piernas mientras las besaba dejándola completamente desnuda.

Una vez que Paola estuvo en mi cama desnuda pude ver que tenía poco bello en su monte de Venus y que intento delinearlo en una sola línea, pero aun así era tan poco el vello que tenía que apenas se notaba; yo me acomode entre sus piernas y le empecé a lamer el clítoris, ella se quejaba de lo rico que sentía. Lamí su raja de la que estaban saliendo abundantes flujos vaginales y probaba el delicioso sabor del sexo de mi hermana menor, quien se retorcía por mis caricias, con mi índice y mi dedo medio separe los tiernos labios de mi hermanita, y lamí el interior de su vagina, escupí en mis dedos de la otra mano y se los introduje con delicadeza

-Ves hermanita, así se hace, con cariño ¿No se siente rico?

-Sí, Sí, sí Así se siente rico hermanita que rico…

Cuando sentí su orgasmo me enderece y ella me ayudo como pudo a quitarme el short y así quede también yo completamente desnuda, me acomode sobre ella, puse mi coño sobre su carita y le dije,

-Lame con cuidado el clítoris y acaríciame con tus dedos mi raja, separa mis labios ella fue haciendo como le pedía, con más cuidado que al principio.

-¿Así… Lore?- Preguntaba entre lamidas, iba siguiendo mis instrucciones con cuidado- ¿Lo hago bien? ¿Te gusta?

-Sí Pao que rico lo haces muy bien- decía yo mientras me agarraba la cabellara y el pelo mordiéndome la parte interna del brazo en mi desesperación de besar algo.

Podía sentir los dedos calientes de mi hermana explorando mi interior, mi cuerpo estaba ardiendo y sudando, y el de mí hermana debía estar igual pues sudaba tanto como yo, además el aroma que desprendían nuestro cuerpo indicaba que nuestro interior estaba tan caliente como el ambiente. Yo estaba recibiendo las caricias de mi hermana menor arrodillada sobre su cara con las piernas separadas y ella lamia mi intimidad mucho mejor que antes, e incluso con más confianza. Estando en esa posición y por la intensidad del orgasmo que sentí por las caricias de mi hermana caí temblando sobre el cuerpo de mi hermana y mi cara quedo a la altura de su vagina

En esa nueva posición empecé a lamer el coño de mi hermanita mientras ella lamia el mío, el de su hermana mayor me agarre fuerte mente de sus nalgas, y sentía como ella apretaba las mías. Sentía sus lamidas cada ve z con más fuerza, pues yo también comencé lamer con fuerza, Paola repetía el tratamiento que yo le daba a sus genitales, si lamia fuerte ella lamia fuerte, si tocaba sus labios ella tocaba los míos, si chupaba su clítoris ella tocaba mi clítoris. Mi hermana estaba aprendiendo por imitación y me sentía orgullosa de ella. No sé como nuestros quejidos pujidos y gritos de placer no despertaron a mi madre o mi hermano, o tal vez si los despertaron pero no quisieron interrumpir.

Las dos estábamos a cual más de calientes yo me sentía al 1000 tal vez ni con mi hermano había sentido tanto morbo y de nuevo casi al mismo tiempo las dos empezamos a temblar, a convulsionarnos en orgasmo simultaneo, con nuestros cuerpos húmedo por el sudor nos acomodamos como pudimos pues apenas podíamos movernos y quedamos abrazadas para besarnos y así probar los sabores de cada una en nuestras bocas, se combinó el sabor de la boca de Paola con el de mi coño, y el sabor del coño de Paola con el sabor de mi boca, pudimos sentir los cuatros sabores al mismo tiempo mientras acariciábamos nuestros cuerpos llenos de sudor, podía sentir las firmes curvas de mi hermana así como su vientre plano, mientras que sentí a como acariciaba mis nalgas duras mientras compartíamos besos.

-Sabes deliciosa hermanita, y que rico sabe mi coño en tus labios.- le dije a Paola mientras la seguía besando.

-Tú también sabes muy rica hermanota; siento el sabor de mi coño en tus besos. –Dijo suspirando.- ¿Pero sabes que falta Lore?

-Mmmm- me saboreaba la respuesta -¿El sabor de nuestro hermano? -respondí- el sabor del semen de Dante dentro de nuestros coños para compartirlo en un beso blanco.

-¿Qué es eso?

-MMMM, es cuando le pasas el semen de boca en boca, se lo pasas como si pasaras comida y así- dije sonriendo.

-suena rico, mmmm- dijo lamiéndose los labios como si se le hubiera antojado un dulce- ¿Sabe rico el esperma de Dante?

-¡DE-LI-SIO-SO! Ya lo probaras.

-Ya quiero sentirlo dentro, ya quiero sentirlo en mi boca ya quiero sentirlo por todo mi cuerpo y que me impregne con su aroma como a ti.

Seguí besando el cuerpo de mi hermana, no quería decirle aun que Dante quería impregnarnos de otra forma, no quería que fuera demasiado para una sola noche. Nos estábamos recuperando pero seguíamos abrazadas sobando nuestros cuerpos, no solo con nuestras manos, nuestras piernas también estaban entrelazadas, y pude sentir que mi muslo rozaba sus labios que seguían húmedos, y también sentí como su muslo se deslizo para tocar mi sexo.

Rozarnos así, con los muslos en los sexos, nos volvió a excitar. Y esta vez nos acomodamos para que nuestros sexos se rozaran, podía sentir la humedad del sexo de mí hermana, y ella sentía mi humedad con el suyo. El sonido de nuestras vaginas húmedas chocando era increíble, parece que los labios de ambas se besaban. Mientras nuestros sexos chocaban ambas estábamos apretando nuestros propios pechos, y nos sosteníamos de las piernas de la otra para que el contacto fuera mejor.

-¡AAAAAAAhh! ¡¡Que rico hermanota!! ¡¡¡No sabía que esto se podía!!!

-Sí hermanita es muy rico, ¡AAAAAAAhh! sigue moviéndote- le dije

Nos acariciamos nuestros húmedos sexos y mientras seguíamos con la posición de tijeras, sentimos mucho mayor placer nuestros ruidos y pujidos eran más profundos y esta vez los gritos empezaron a ser más fuertes y descarados así que le metí mis dedos húmedos con sus jugos a mi hermana en la boca y ella me imitó e hizo lo mismo, introdujo sus dedos en mi boca pude sentir mis jugos empapando sus dedos y ella saboreaba los suyos en los míos. No tardo mucho en llegar un último gran orgasmo las dos nos estirábamos unos retorcíamos como serpientes, como gatas en celo del placer que recorría nuestros cuerpos.

Como pudimos pues este orgasmo fue aún más intenso nos volvimos abrazar mientras seguíamos besándonos y mientras seguíamos temblando nos seguimos tocando y besando le decía que la amaba, y ella a mí.

-Te amo hermanita, eres toda una putita. Aprendes rápido. Estoy orgullosa de ti Pao.

-Yo a ti hermanota, tu eres una gran maestra, Lore, toda una puta bien hecha ¿Crees que Dante quiera hacernos el amor a las dos juntas?

-Estoy segura que sí, que le encantara tenernos juntas, ya verás.

Después de tantos orgasmos, y tantas preguntas y comentarios supe que Pao estaba lista para Dante, que él terminaría convirtiéndose en nuestro dueño, y que ella lo amaría tanto como yo. No podía creerlo Dante de alguna forma estaba logrando su objetivo, tenernos a las tres juntas, e incluso lograr preñarnos a las tres, A mí ya me había hecho suya, y yo había hecho mía a nuestra hermana, obviamente no iba a tardar mucho en entregársela y ella a entregarse gustosa a él. Solo faltaría que pudiera poseer a nuestra madre, y aunque me parecía perverso y excitante, y en mi mente parecía algo difícil, en mi corazón estaba segura que no le iba a costar mucho trabajo a mi hermano hacerse el dueño de ella como lo es de nosotras.

Saludos incestuosos a todos los lectores de Todo Relatos. Si alguna persona ha tenido o le gustaría tener alguna experiencia similar o tiene fantasías de incesto con cualquier miembro de su familia me gustaría que nos pusiéramos en contacto para compartir. También si alguien quiere dejar algún comentario o crítica del relato por favor háganlo este es mi tercer relato y espero haber mejorado desde el primero, pero creo que aun me falta mucho para ser realmente una buena escritora. Mi correo es: [email protected]

¡VIVA EL INCESTO, LA FORMA DE MÁS SINCERA AMOR EN FAMILIA!