Hola mi nombre es Fernanda. Soy una chica de unos 19 años, pero siempre fui muy precoz, sobre todo en el sexo
Perdí la virginidad con mi tío, un hermano de mi padre quien fue mi primer maestro en lo que se refiere al sexo con el que aprendí muchas cosas. Claro que luego de mis primeras experiencias seguí practicando y aprendiendo cosas nuevas.
En la época en que sucede esta historia una hermana de mi madre, la que vivía en el exterior, nos escribió una carta, diciéndonos que como tendría licencia en su trabajo al igual que su marido, y había podido ahorrar un poco de dinero nos vendría a visitar para pasar las fiestas con nosotros, pues hacía cinco años que no la veíamos. Todos nosotros en casa nos alegramos mucho de que nos pudiera visitar, además podríamos ver a mis primos y cuanto habían crecido, porque cuando se fueron, una niña y un varón tenían 8 y 10 años respectivamente. Llegaron el día previsto y mis padres junto conmigo (soy hija única) partimos hacia el aeropuerto para esperar su llegada. Enseguida distinguimos a mi tía apenas la vimos, poco después reconocimos a su esposo, pero a mis primos sino porque venían con ellos, casi no los reconocía. Victoria (mi primita) se había convertido en una bella mujercita, con un cuerpo muy bonito y bastante desarrollado para su edad, lo que se ve era de familia porque aunque quede mal que lo diga también yo tenía un cuerpo atractivo (y así pensaban los chicos con quienes salía, pues siempre intentaban manosearme y yo no me resistía a esas caricias), y mi primo (Jorge) era un muchacho, casi de mi misma altura y bastante guapo.
Después de los saludos acostumbrados nos dirigimos a nuestro coche para marchar a casa donde se hospedarían nuestros parientes durante su estadía en el país. Como no entrábamos todos en el coche mis primos y yo tomamos un taxi. Llegando a casa distribuimos las distintas habitaciones, y mi prima se iba a quedar en mi cuarto, el que compartiríamos. Para ello le agregamos una cama. Mi primo iba a dormir solo en el cuarto contiguo y mis padres dormirían como siempre en su habitación, quedando la de huéspedes a disposición de mis tíos. Esa primera noche hacía bastante calor por lo que mi prima para ir a acostarse se había puesto un camisón semitransparente que la hacía ver muy sexy y yo me vestí más o menos igual. Al poco rato de acostarnos mi prima aparentemente estaba dormida por lo que yo me acerqué a ella para admirarla. Realmente era muy linda y debido al calor estaba totalmente de encontrando su clítoris, se lo lamí hasta que empezó a gemir pidiéndome que no parara hasta que se corrió.
Luego, nos besamos en la boca en tanto ella me decía que nunca había tenido sexo con ningún hombre ni mujer y lo único que hacía era masturbarse, pero que le había gustado. Por lo tanto le dije que ahora era ella la que tenía que hacerme gozar devolviéndome todo lo que yo le había hecho, cosa que aceptó de muy buena gana. Entonces me desnudé y acostándome en la cama me dispuse a disfrutar de sus caricias. Empezó como yo había hecho por chuparme las tetas pasando suavemente su lengua por la punta para luego aprisionar el pezón con ambos labios. Después de un ratito de este juego pasó a lamerme la concha y ella también buscó mi clítoris pues se ve que sabía que al acariciarlo se gozaba más, aunque era su primera vez y besándolo logró, que llegara al orgasmo en poco tiempo. Luego nos dormimos desnudas y abrazadas.
Al otro día actuamos como si nada, pero a la noche nuevamente repetimos las caricias y los besos, y yo le enseñaba cosas nuevas como a hacer el 69 cosa que le gustó más que otras por lo que siempre lo hacíamos. Después de unos días descubrí que cuando Victoria o yo nos cambiábamos o nos bañábamos, Jorge nos espiaba. La primera vez en que me di cuenta me estaba bañando y para divertirme con la situación empecé a moverme sensualmente para excitarlo. Poco después él salió disparado hacia su habitación, seguro que para masturbarse con lo que había visto. Por lo visto al igual que su hermana no conocía mucho sobre el sexo por lo que decidí iniciarlo como había hecho con mi primita. Una noche le pedí a mi prima que me dejara la noche libre, explicándole mis intenciones las que ella comprendió. Luego que todos se acostaron me dirigí al cuarto de mi primo vistiendo el camisón más provocativo que tenía, el que dejaba poco margen a la imaginación.
Mi primo estaba despierto, entonces me senté frente a él en su cama y le dije suavemente – Te vi que me espiabas cuando me baño – ¿Si querías verme desnuda, me lo hubieras pedido? – él no respondió, pero se sorprendió por lo que dije – ¿Quieres verme? – casi sin voz me dijo que sí, entonces yo me quité el camisón y la bombacha quedando totalmente desnuda y Jorge me comía con la mirada. Se ve que mis tetas lo atraían pues no me quitaba la vista de ellas por lo que le dije – ¿Te gustan?, ¿Querés tocarlas? – me miró a los ojos y yo asentí con la mirada entonces con sus manos me las tomó de forma un poco brusca, pero por su inexperiencia lo dejé hacer. Luego le propuse – ¿Por qué no las besas? – él las chupó como si en ello le fuera la vida, con tanta fruición como si fuera un ternero, pero lo hacía bastante bien por lo que me hizo disfrutar. Yo en ese momento me estaba calentando y quería ver si le pasaba lo mismo por eso lo destapé y vi que su polla había crecido bastante pues ya el slip que llevaba puesto no la podía cubrir totalmente y sobresalía la cabeza que como una ciruela gigante y roja despertaba el deseo de comerla.
Yo ni lenta ni perezosa le quité el slip y me incliné para poder tomar esa polla entre mis manos y empezar a mamarla. Apenas yo empecé, Jorge estaba tan excitado que se corrió en mi boca y yo bebí toda su leche sin desperdiciar una gota. Prontamente se repuso y cuando tuvo la polla nuevamente empinada me acosté boca arriba guiándolo para que se pusiera encima de mí. Luego tomando su polla la puse en mi concha y estuvimos cogiendo y disfrutando un rato largo. En noches siguientes le enseñé a chuparme la concha, a follar por el culo, etc. de manera que pudiera aprender lo más posible a la vez que yo disfrutaba de esa polla joven, que aunque no muy grande, sí vigorosa. No crean que por ello descuidaba a Victoria y alternaba las noches en que las pasaba con Jorge con las que pasaba con ella.
Noté que Victoria se excitaba cuando le contaba lo que hacía con su hermano y debía calmarla con una noche de sexo cosa que hacía encantada, pero ella deseaba también poder tener sexo con un hombre y poder probarlo ya que nunca lo había hecho. Pensando en ello le pregunté si a ella le parecía que Jorge era atractivo a lo que respondió que aunque fuera su hermano lo encontraba muy guapo. Ante esto le pregunté si no le gustaría que fuese él quien la desvirgara, y ella respondió que sí, pero que tal vez él no querría. Yo le contesté que no se preocupara, pues más de una vez había notado como la miraba cuando estábamos en la playa (además de espiarla intentando verla desnuda), como comiéndosela con los ojos admirándola a ella en su pequeño bikini y a él en el short se le notaba un bulto difícil de disimular.
Entonces decidimos que al día siguiente en que estaríamos solos, pues nuestros padres acostumbraban a salir casi todos los días, podríamos llevar a cabo nuestros planes. Llegó el día siguiente y a eso de las cuatro de la tarde nuestros padres salieron a recorrer algunos lugares no muy cercanos por lo que demorarían bastante, nada mejor para nosotros, y nos alegró escuchar tal noticia aunque lo disimulamos. En cuanto quedamos solos, Victoria y yo como habíamos acordado empezamos a mimar a Jorge, el cual respondió inmediatamente a nuestros besos y caricias. Victoria aprendió en ese momento como debía chupar una polla y aprendió bastante rápido, pues lo hacía tan bien que Jorge casi se corre en su boca. En poco tiempo quedamos los tres desnudos, nosotras totalmente mojadas y Jorge con la polla empinada, por lo tanto era el momento indicado para que Victoria fuera desvirgada por su hermano. Yo como era la de más experiencia le indiqué a Jorge que era lo que tenía que hacer para no hacerle daño a su hermana.
Este me hizo caso y acostándose sobre Victoria se la empezó a meter lentamente hasta chocar con su himen, llegado a este punto dio un violento empujón metiéndosela toda adentro, Victoria gimió por el dolor, pero éste no fue mucho porque al estar toda mojada, a Jorge le fue más fácil penetrarla y a ella no le dolió tanto. Ella le pedía que no se detuviera diciéndole – No pares hermanito, más fuerte, la quiero sentir toda adentro – en un ratito ambos se corrieron y se ve que les gustó porque sonreían besándose y abrazándose cariñosamente y Victoria nuevamente le chupó la polla a Jorge para recoger los restos de semen que saboreó dejándola totalmente limpia. Poco después ambos seguían tan calientes como al principio y Jorge reclamó el culo de su hermanita que realmente era divino. Ante esto ella se resistió un poco porque sabía que le iba a doler, pero yo la tranquilicé entonces aceptó.
Aunque para facilitar las cosas los ayudé pasando una crema por el culo de Victoria metiendo mis dedos para abrirlo y también untando la polla de Jorge. Entonces él apoyó la punta en el apretado agujerito y se la empezó a meter lentamente. Victoria sintió el embate, pero resistió, yo entretanto la besaba y acariciaba para calmarla. Luego de un ratito Jorge tuvo toda su polla alojada en el culito de Victoria, ahí saber con quienes divertirme y ellos podrían disfrutar juntos.