Imaginaros tener a tu cargo a un grupo de chicas con un cuerpo perfecto con sus leggins ceñidos a su cuerpo y que te pusiera cachondo perdido
Imaginaros tener a tu cargo a un grupo de chicas con un cuerpo perfecto con sus leggins ceñidos a su cuerpo y que te pusiera cachondo perdido, y si una se quedará al final de clase para repasar la lección ¿te la follarías?… pues esta es la historia de una de ella.
Desde hace 5 años soy profesor de gimnasia, en mi clase hay tanto chicos como chicas, todas con sus leggins ceñidos a sus culitos y camisetas/ sujetadores deportivos muy ceñidos a sus pechos, con solo pensarlo se me pone dura la polla.
La historia que voy a contar sucedió tras una clase, cuando acabó la clase los chicos/as se fueron, yo recogí las picas y demás utensilios y me enontré a Alicia cogeando saliendo del vestuario junto con Raquel una compañera.
– Profesor Profesor que Alicia no se encuentra bien.
– A ver túmbate en la esterilla – le dije. ella lo hizo.
– Dónde te duele? – le pregunté
– En al pierna al estirarla- me respondió.
– Ok, id a clase que vais a llegar tarde – les dije al resto de compañeras.
Ella se fueron y nos quedamos Alicia y yo a solas. Alicia es una chica de 19 años, rubia con un cuerpo de infarto, ese día llevaba un chándal gris ceñido a su cuerpo a modo de leggins sin bragas lo que le hacía que se le marcara su coñito lleno de pelos y su culo bien formado, en la parte superior llevaba una camiseta deportiva celeste que notaba que no llevaba sujetador debajo marcando se le los pezones.
Empecé a estirar le la pierna para relajar miraba su cuerpo en el suelo sudando y le estira el músculo y luego empecé a tocarle la pierna la espinilla, la rodilla el muslo luego puse mi mano en su cintura ella no decía nada.
– A ver levanta la otra pierna – le dije y ella la levantó parecía meno dolorida yo el mismo ritual empecé a tocarle la pierna la espinilla, la rodilla el muslo luego puse mi mano en su cintura durante más tiempo y ella seguía sin decir nada.
Miré a la puerta y estaba cerrada, no se había echado el pestillo pero no se podía abrir desde fuera es más ninguno de mis compañeros tenían que entrar y las llaves del conserje las tenía yo. Era mi oportunidad, tengo que confesar que siempre se me había pasado por la cabeza pero nunca se me había ocurrido aprovecharme de una alumna pero mi polla mandaba. Yo tiraba de su pierna poniéndola casi a la altura de su cabeza con mi cuerpo, a 20 cm de su boca, si la besaba y ella me rechazaba tendría problemas pero si me aceptaba podría disfrutar de su cuerpo.
– Cambio de pierna – le dije ella levantó la otra y misma operación tiré de su pierna hasta ponerla casi a la altura de su cabeza a 20 centímetros de su boca quedaba la mía, parece que ella me abrió sus labios para decir algo o esperando algo, no me lo pensé y la besé.
la besé una vez y ella me aceptó, luego otro beso esta vez me quedé algo más de tiempo en su boca y ella me aceptó acabé acariciando su lengua con mi lengua y ella también me acaricio mi lengua con su lengua, estuve un rato besándola en el suelo del gimnasio sobre una esterilla hasta que escuché un golpe en la puerta, y nos separamos, eran unos alumnos que estaban jugando a la pelota. Me levanté del suelo y la ayudé a levantarse, caminamos hasta mi despacho donde había intimidad, una vez dentro la dejé en el centro del despacho para echar la llave, luego volví a ella, estaba mirándome como cerraba la puerta, caminé hacía ella y nos volvimos a besar, mi mano se fueron a su cintura y las suyas a la mía. la besaba y bajaba mis manos por su cuerpo acaricié su trasero y acariciando su trasero le bajé el legging y pude tocar su culo sin ninguna ropa totalmente desnudo, tenía el culo suave y duro. Luego subí a las manos por su cuerpo llegando a subirle el sujetador y dejando sus pechos al aire su pechos aunque algo chico eran precioso poseían un blanco lechón con los pezones rosados a su cuello mientras seguía besándola y ella a mí, bajé las manos y las puse en su cintura y con un gesto hice que se diera la vuelta.
Estaba de espalda a mí y yo le acariciaba los pechos mientras le comía el cuello ella mientras subió los brazos y me cogía por mi nunca. Terminé de sacarle el sujetador y lo tiré al suelo de mi despacho y luego seguí acariciando sus preciosos pechos, ella me tomaba de la nunca y disfrutaba de mi manoseo a su pechos y de mis besos a su cuello.
– Date la vuelta – le dije al oído y ella obedeció con la cara hacia abajo supongo por vergüenza de su cuerpo era menos exuberante que el de algunas de sus compañeras pero era un cuerpo precioso. Mi boca aterrizó en su pechos primo besé uno y luego me metí en la boca el otro, luego bajé por su cuerpo besando su barriga y su ombligo para acabar frente a su coño aún cubierto por su gris legging. poco a poco fui bajando esa prenda y descubriendo su culo el cual con mis manos masajeaba y su coñito el cual cuando el leggins estuvo bajado del todo, abriendole las piernas comencé a comérmelo, ella puso su manos sobre mi clava mientras que mi lengua se hacía cargo de su coño. Al rato me levanté y me senté en el sofá de mi despacho e hice que ella se sentara sobre mis piernas de cara como si fuera una niña mala a la cual iba a dar unos azotes, en vez eso le comencé a meter mis dedos en su coño algo que disfrutaba de lo lindo gimiendo, largo rato estuvimos hasta que mi polla estaba que no aguantaba más.
– ¿ quieres comerme la polla? – le dije mirándola a la cara mientras ella con la cara de excitación buscaba mi boca. la besé.
– Si quiero – me respondió y la volvia a besar.
la puse de pie y me puse de pie luego baje mi chándal sacando mi polla ya erecta, ella se puso de rodillas frente a mí y comenzó a moverla de arriba a abajo, era su caramelito y lo iba a disfrutar luego se la comenzó a meter en la boca poco a poco aumentando el ritmo y más, finalmente mi polla estaba dentro de su boca y con su manos tocaba mis huevos. estaba muy excitado y casi no podía mantener la piernas rectas la levanté y le dije al oído.
– quiero comerte el coño mientras que me comes la polla.
Me tumbé en el sofá y ella dudosa de donde colocarse luego le hice una amago encima de mi cara. Puso cada pierna a un lado de mi cabeza y luego continuó comiendome la polla, yo le acaricié los pechos y luego introduje mi lengua en su coño. Había una carrera, a ver quien le comía al otro más en menos tiempo yo lamía su coño rápidamente y ella se metía mi polla hasta el fondo tomamos aliento para gemir y volver a la carga, gané yo y ella admitió su derrota dejando mi polla para incorporarse y disfrutar de mi lengua en su coño, termino corriendose y manchando mi boca con su flujos.
– quiero que me folles – dijo ella totalmente desinhibida.
hice que se levantara y se sentara en una esquina del sofá con las piernas abiertas, apunté con mi polla a su coñito y todo adentro mientras la besaba y estrujaba sus pechos, luego la subí al brazo del sofa para seguir follandomela con mas fuerza. Mis embestidas eran suaves y notaba como su coño se contraia sobre mi polla.
– si si si si – me decía ella
– Follame Follame Follame – me decía
Yo le sacaba la polla entera y se la volvía a meter, eso le gustaba luego le empecé a meter la polla más rápida en su coño, eso también le gustaba.
– Espera – le dije levantándome ella se quedó mirándome después de los orgasmo que había tenido quería más no podía dejarla así. di la vuelta al sofá y le dije que lo hiciera poniéndose aboca a abajo con el culo en pompa para mí sobre el brazo del sofá
Tomé impulso y comencñe a folllarmela por ahí, oía sus gritos pero el pabellón está lejos del campo del instituto podía gritar lo que quisiera acabé corriéndome y ella también.
me la llevé a la ducha, nos enjabonamos, besamos y follamos otra vez luego nos vestimos y en la puerta le dí un beso con lengua para que no se olvidará de mí y la dejé marcharse, no llegó a la clase pero la falta mereció la pena para ella