Jovencita queda impactada después de tener sexo con un maduro depravado
BOQUIABIERTO…
Ana Belén fue un oasis en la vida de este maduro depravado y caliente…, y una sola ocasión de sexo con ella…, ha dejado un recuerdo imborrable. Se me olvidaba parpadear y mi boca abierta…, sin poder dejar de mirarla…
Hola de nuevo.
Una lectora me envió un comentario agradeciéndome mis relatos y me contó una pequeña experiencia que tuvo en casa de unos conocidos con el dueño de la casa…
No me ha permitido relatarla…
Esa excitante y corta historia me hizo recordar algo del pasado…, algo tan rápido como morboso… una sola experiencia, pero maravillosamente inolvidable.
Aquí la dejo:
Por casualidad pasaba unos días con nosotros la hija de una pareja amiga de Albacete.
Era profesora recién nombrada y mientras alquilaba un apartamento, sus padres nos pidieron que la hospedásemos y atendiésemos.
Al final paso solo unos pocos de días con nosotros…, unos seis o siete.
Ana Belén…, al igual que otra Ana Belén…, mi compañera de clase en Madrid en el futuro…, me tenía loco desde el primer segundo.
La describiré…
Morena de bellos ojos enormes negros…
Alta y delgada, con varios tatuajes en brazos, piernas, cuello…, y un piersing a simple vista en su nariz…
Días después vería todo lo que me faltaba en su pubis, coño y culo…
Salía de la ducha con la toalla puesta y me ponía cardiaco…
Andaba en camiseta y pantalón corto por la casa, mostrando sus largas piernas sensuales.
Corta de caderas, pero no por ello, menos apetecible.
Sus pechos pequeños y con enorme pezón que se atisbaba desde el exterior en cada una de sus sensuales bellezas bien colocadas estéticamente…
Graciosa, simpática, extrovertida, siempre sonriente y algo atrevida…
Más o menos veintiocho o veintinueve años…
Desde el primer segundo mi polla irreverente la saludaba en todo momento.
Estando sentado no se notaba, pero cuando me pillaba al entrar en la cocina o al baño o encuentros entre pasillos…, era inevitable.
Jamás nadie me la había puesto tantas veces dura y de forma intermitentemente indefinida…
Ella sonreía maliciosamente…
Era el mes de septiembre de 2014 cuando apareció y aquel mes tuve un increíble triple orgasmo en su compañía, sin dejar de estar dura mi enorme polla…, durante aquellas más de dos horas en que estuvimos juntos follando sin parar en su habitación..
Un solo rato con ella, apenas poco más de dos horas de placer y fueron tres polvos…, tres orgasmos para este relatante…, aunque ella tuvo varios más…
Los viernes tenia costumbre Marga de ir a visitar a su anciana madre…
Aquel viernes seria nuestro día…
Nos comunicábamos por mensajes en los dos días previos al encuentro…
Empezamos tímidamente…
Ana Belén te pido por favor que no salgas así de sensual, que mi polla se remueve…
José Miguel…, atento que saldré mucho más excitante la próxima vez…
Mala…
Mirón…
Me excitas…
Me encanta excitarte…
Me encantaría comerte tus tetitas con esos duros pezones que aprecio…
Me encantaría comerte ese tremendo pollón que aprecio en tus pantalón corto del pijama…
Cuando quieras…
Cuando Marga salga…
Avísame…
Así lo haré…
Me llamaba pollón…, o polloncito…
Al saber de su viaje el viernes…, después de comer…, la avisé…
A las cuatro dispuesto…
Dispuesta mi boca…
Nada más cerrar la puerta la viajera…
Solos…
Pollón mi boca deseosa…, pasa…
Sigilosamente pasaba a su habitación aquel único viernes con Ana Belén…, y el capricho de la niña en aquella primera vez era empezar a mamar polla…
Me esperaba desnuda.
Pude apreciar en realidad sus tetitas planas tumbada, ya las intuía… Unos pezones enormes en comparación, con unas grandes aureolas en proporción a sus pequeños senos, más bien planos…
Sus ojos eran de vicio.
Su precioso pubis acorde a sus larguísimas piernas era perfecto…, bajé la mirada y aprecié con todo detalle aquel coño totalmente depilado y unos labios carnosos y brillantes.
Estás preciosa desnuda, así te imaginaba…
Sácate el pollón que quiero disfrutar también…
La tenía como una piedra y tuve que esforzarme para sacar de mi pantalón…, ya que la goma elástica de mi pijama oponía resistencia a tan gran volumen.
Joder…, que pedazo de polla…
¿Te gusta?
Jamás había visto una así, no creo que me entre en la boca.
Habrá que intentarlo.
Por supuesto… Ven…
Me terminé de desnudar y me subí encima de ella.
Notaba sus tetas clavadas en mis muslos mientras ella con su mano asía mi enorme trozo de carne durísima.
Ya goteaba desde hacía un buen rato, quizás desde hacía varias horas…
Sacó su enorme lengua de aquella caja de grandes dientes blancos y empezó a lamer mi glande despacio…, muy despacio…
No dudé en declarar mi ansiado número…
Hagamos un sesenta y nueve despacio…, muy despacio…
Bien…, pollón…, como quieras, siempre que llenes mi boca de mucho esperma, caliente, viscoso y sabroso…, soy viciosa de leche…
La llenarás…, no lo dudes.
Nos pusimos en postura.
Metí mi cabeza entre sus piernas y aproximé mi pollona dura a su boca…
Comencé a disfrutar de su coño y claro está de su culo…
Empezaba a correrse desde el primer segundo.
Su coño sabia a gloria bendita…, autentica gloria caliente de coño vicioso, húmedo y lubricado.
Notaba cuajarones blancuzcos que llegaban a mi boca…, sin duda tenia Ana Belén, atraso de orgasmos directos orales.
Mi polla a duras penas entraba en su boca…
Temí por mi polla, por causa de aquellos enormes dientes, pero la cachonda tendría mucho cuidado.
Gracias…
El tiempo transcurría demasiado deprisa dado que el placer era inmenso…
Quizás duramos una hora en completar aquella posición.
Todo terminaría cuando me corriese…
Estaba cachondísimo, pero aguantaba muy bien.
El sabor de su coño me ensimismaba en el puro placer.
Las humedades de su coño y mi saliva se acumulaban en la ingle derecha y notaba como el fondo de la sabana poco a poco se iba encharcando.
Estábamos en el precioso cielo del placer.
Mi polla estaba a punto de caramelo…
Una chupada más y me correría…
La avisé…, pero no hizo falta…
Su gemido al recibir mi leche me reseñaba de su satisfacción.
Después de una serie de andanadas de leche…, seguía Ana Belén…, más cachonda…, sin dejar de tragar y tragar.
Nos besamos con lujuria…, aunque ya no quedaba en su boca nada más que sabor…, nada de néctar para el protagonista.
Cambiamos de postura…
Me besó nuevamente…
El sabor a leche no dejaba de excitarme.
Fóllame…
De inmediato mi niña…
Su coño estaba dispuesto de más…
Le metí una clavada de polla de órdago…
Era profunda…
El calor de su coño era poco natural.
Me polla no había perdido la dureza y notar aquel calor insuperable la puso de nuevo en órbita sexual.
Fóllame lo más rápido posible…
Me acoplé sujetando sus piernas alrededor de mi cuello y le dí con mis riñones todo lo fuerte que pude durante minutos insuperables de placer…
Al estar recién corrido podía aguantar sin problemas.
Era una locura…, sentir aquel coño en su profundidad…
Mi gran polla no encontraba el fondo…
Aquel orgasmo que dejó salir después de follarla salvajemente en aquella postura de misionero alto…, no dudó en que fue uno de los orgasmos más notables de su vida…
Joder pollón que gustazo me has dado… Ya estoy deseando sentir esa pollaza en mi ojete… ¿Podrás?
Podré.
El culo no hube de dilatarlo mucho, pues Ana Belén me confesaba que se masturbaba mayoritariamente con un dildo negro enorme en su culo mientras se frotaba el clítoris…
Su culo era un abrevadero de sensibilidad y placer.
Apenas después de meterle mi pollón en su culo, le echaba mi tercera leche.
Los gritos y gemidos follándole el culo eran inmisericordes con la vecindad…
La vecina tuvo que tocar la pared varias veces.
Ya nos había avisado muchas veces más, aunque Marga ya le había cogido el punto a morder la almohada para evitar sus gritos.
En apenas tres horas de sexo, me corrí tres veces…, una en cada una de sus oquedades…
Después de follarle el culo como nunca había follado un culo de una jovencita con tan pocas caderas…, me sentía el rey del mundo.
Obviamente no dejé de mamar su coño, así como su culo…, y aprovechar hasta la última gota de leche y lubricante natural.
El sabor de su culo tenía un amargor encantador…
Ustedes saben del sabor del chocolate amargo natural…
Así sabía su culo…
Así sabia aquel precioso culo de Ana Belén.
Me encantó.
Ana Belén fue una mujer de una sola vez…, pero cual un oasis en el desierto…, fue única.
Aquella joven me dejo boquiabierto…, y creo que aún sigo asi…, boquiabierto…, al recordarla.
Hasta la próxima confesión…
Disfruten del sexo…, es salud…, mis queridos lectores y amigos.
Solo de recrear aquella tarde de viernes, mi polla se ha puesto llorona…
Mi amor… Mia…, disfruta de mis recuerdos, como yo disfruto de los tuyos.
Mi correo a su entera disposición… Hay un misterioso amigo que me ha intrigado con su mensaje morboso… Vuelve a escribirme…, calenturiento amigo bisexual…
Un saludo.
PEPOTECR.