La colegiala y su perrito, cumpliendo una fantasía

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¡Buenas!, ya por fin vuelvo a escribir después de un rato y es que la verdad no había tenido mucho tiempo para relatar aunque espero escribir un poco más seguido; también debo agradecerles por todo su apoyo en mi último relato ya que aunque no llego al número de visitas que esperaba me demostraron que realmente disfrutan de mis historias, entonces decidí seguir con esto y tratare de hacerlo cada vez mejor para ustedes. Aquellos que llevan leyendo mis relatos desde que inicie quizá se den una idea de lo que les voy a contar esta vez y si no lo has hecho no te preocupes, ya verás de que va esto.

Todo comenzó unos días antes del 14 de febrero del año pasado yo quería hacer algo diferente con Max ese día, algo que destacara, así entre ideas que se me venían a la mente recordé que mis primeras veces con un novio, fueron con mi uniforme de secundaria casi completamente puesto y entonces se me vino la idea de reutilizarlo, después de todo aun lo conservaba y lo tenía guardado en mi armario además de que apenas y había cambiado mi cuerpo desde aquel entonces y sería bueno ser una linda colegiala de nuevo pero esta vez para el goce de mi perro.

Con la idea en la mente solo hacía falta que llegara el día para tan solo llegar a mi casa desde el trabajo y disfrutar ambos ese día como debía ser compartiendo nuestros cuerpos. Recuerdo que durante mas o menos dos semanas no tuve nada de sexo con Max para que llegado el día le sobraran las ganas de montar a su perrita, incluso recuerdo también como el me chillaba y hostigaba pidiéndome intimidad de tan acostumbrado que lo tenía ya desde aquel entonces a metérmela relativamente seguido, por lo que ese tiempo sin nada de acción debió de ser tortuoso para él.

Cuando por fin llego el día desde antes de salir del trabajo ya estaba imaginando el cómo Max iba a tomarme esa noche, me excitaba solo de pensar tenerlo dentro de mi estando vestida con mi antiguo uniforme y mi morbo creció cuando una amiga del trabajo me pregunto si es que tenía planes de salir con alguien por la noche, “Si…con un chico y a lo mejor hasta echamos pasión” le conteste riéndome después de hacerle el comentario y ella riéndose también termino deseándome suerte, “Ahh si supieras” dije suspirando cuando se fue. Unos minutos después ya habiendo salido del trabajo me encamine a casa donde aguardaba mi amante.

Llegando a casa mi pastor alemán me recibió poniendo su hocico en mi entrepierna y restregándomelo pues estaba impaciente supongo que por tanto esperar, así que lo acaricie y levante su cabeza mientras yo me inclinaba para darle un beso en su hocico el cual respondió lamiéndome la cara y después le dije “Hoy si te toca darle a tu mami, solo espera un poco más”, entonces deje mis cosas y fui al closet para sacar de ahí mi vestuario y comenzar a cambiarme. Ya tenía todo puesto mi blusa blanca la cual entalle en aquellos días de estudiante me quedaba solo una poco más apretada haciendo lucir mi cintura y pechos que son pequeños pero aun así se veían bien, mi falda cuadriculada con tonos azules y beige me quedaba un poco más arriba de lo que recordaba siendo ahora un poco más larga que una minifalda, además de estar más ajustada haciendo que se me vieran unas muy buenas caderas y eso que ya soy caderona y por ende también lucía un buen culo, las medias no las conserve así que las reemplace por unos leggings completamente negros que me llegaban poco arriba de la rodilla y para finalizar me peine un poco y me puse un labial rojo.

“Pero que rica me veo” me dije sorprendida mientras me miraba en el espejo el cual después lleve a mi cuarto acomodándolo en un lugar donde pudiera ver el reflejo de un lado de nosotros en plena acción; ya estaba todo listo así que llame a Max para que entrara al cuarto y su primera impresión nunca se me va a olvidar, levanto sus orejas e hizo hacia un lado su cabeza parecía sorprendido de verme tan diferente luego comenzó a mover su cola y a chillarme “Ven mi amor que quiero jalarte esa hermosa verga que te cargas” le dije y luego eso mismo comencé a hacer. Me puse a su costado sosteniendo su miembro a la vez que hacia el clásico movimiento de muñeca que tanto disfrutan todos los machos, a su vez Max comenzaba a gruñir cosa que en aquel entonces no hacía más que por poco tiempo lo cual se me hizo raro pero supuse que era porque extrañaba que lo consintiera así, entonces le dije “Ya era hora verdad…de que tu mami te hiciera unas buenas chaquetas” seguí jalándosela cada vez más rápido hasta que por fin saco toda su roja y preciosa verga.

Con ese trabajo ya hecho me levante y me quite una tanga que tenía puesta poniendosela en la nariz seguido a eso Max se puso a olfatear y no tardó en encontrar el origen echándose a lamer bajo mi falda, yo aún parada movía mis caderas al sentir su lengua haciendo de las suyas debajo de dicha falda “Así mi bebe, comete la puchita de tu mami no pares” le decía mientras levantando mi falda abría mis labios para que su rugosa lengua fuera más adentro de mí, excitada solo daba gemidos y suspiros mientras cerraba los ojos imaginándolo encima de su colegiala embistiéndola con fuerza. Luego de un rato comencé a chorrearme en todo su hocico mientras flexionaba mis temblorosas piernas a causa de mi calentura sintiendo como lamia sin cesar pasando esa lengua por mi labios interiores y en veces por su frenetismo mi clítoris; entre gritos y gemidos le dije “Que bueno eres con tu mami hazla que se moje toda porque luego le vas a meter todo el pito”.

Más caliente no podía estar y el también pues cuando termino de mamar mi vagina mire de reojo su verga la cual, por tan solo hacerme una buena mamada ya estaba aventando su lubricante y dando espasmos, aunque yo quería omitir el oral de parte mía la verdad fue que al ver ese trozo de esa manera quede boquiabierta y no me le pude negar. “Creo que ahora me toca a mí comerte” le mencione seguido de una risa ya que no pude evitar reírme de mi misma por habérseme antojado tanto su pene, así pues me puse de nuevo en cuclillas a su costado sosteniendo su verga y llevándomela a la boca mientras introducía delicadamente la punta y poco más a mi boca comenzando a mover mi cabeza de atrás hacia delante mientras con mi lengua le rodeaba la punta una y otra vez saboreando los chorros que espontáneamente lanzaba.

Después de saciar mi antojo de chupar pene canino termine por sacarlo de mi boca y mirando que había un poco de mi labial en su verga lo cual dibujo una sonrisa en mi rostro, acto seguido le dije “Ya me comí ese trozo, ahora si ya viene siendo tiempo de ser tu perra”. Me subí a la cama y él lo hizo enseguida de mi además de volver a gruñirme, ambos estábamos uno frente al otro yo recostada levantándome apoyada en mis codos y el parado en la cama solo gruñendo, entonces le di una patadita en el hocico para provocarlo a lo cual el ladro y yo supe que él estaba siendo un alfa conmigo ya que llevaba un tiempo intentando domarme cuando me montaba, así que entonces me di la vuelta y me puse en cuatro mientras le dije “Bueno a ver qué tan macho eres…cógete a tu perra colegiala”.

Max dio un brinco sin dudarlo poniendo sus patas a mis costados para luego sujetar mis caderas y jalarme con fuerza hacia él, pero parecía que había perdido un poco la práctica ya que no lograba penetrarme “¡Vamos Max! Tu puedes…mmm ya casi le atinas…hazlo se mi macho” le decía animándolo mientras el brincoteaba y me rozaba con su verga la vagina, hasta que por fin lo logro y paso de unos empujones a lo loco a unos más centrados y rápidos embistiendo contra mi puchita la cual sonaba con cada choque de lo mojada que ya estaba y fue entonces que voltee a ver al espejo y me mire, mire mi cómo mi culo rebotaba con cada azote suyo, mientras la falda se movía errática y mire mi rostro con una cara de viciosa mordiéndome los labios, con un gesto de goce total mientras Max lucia precioso arremetiendo contra mí y su cabeza apuntaba hacia su perra como si quisiera hacer algo más que solo empujarla.

Luego lo vi sacar los dientes mientras comenzaba a gruñir más agresivamente lo cual sinceramente me asusto e hizo que me pusiera un poco pálida y fijara la vista al frente, enseguida sentí como comenzó a soltarme mordidas leves al hombro jalando la tela de mi blusa como si fuera el pellejo del cuello de una perra y fue cuando me di cuenta de lo que quería hacer. Aun con dudas de si estaba en lo cierto decidí mover mi cabello el cual estaba de un lado la mayor parte para ponerlo a mi espalda y enseguida soltó la mordida al cabello y sentí un alivio, “Eso mi amor hazme toda una perra de verdad ¡Dómame!” exclame mientras volvía a excitarme y a mirar al espejo mientras gemía y gritaba, enserio que me encanta recordar esa imagen de él sosteniéndome del cabello como a una perra por primera vez mientras vestía mi uniforme.

Poco después ya con su bola adentro Max me dio durísimo esforzándose para preñar a su perra y yo no pude aguantar por mucho la fuerza con la que me embestía y termine cediendo mientras veía una última vez nuestro reflejo, él me tenía bien sujeta del cabello levantando un poco mi cabeza mientras yo estaba bien empinada recibiendo sus últimas metidas y no pude evitar venirme al verme sometida por mi macho alfa. “¡Ahhhhh mi macho, eres mi macho si lléname, lléname de tu leche ahhhh soy tuya, tu puta perra! le decía mientras gemía como loca para después sentir como se vaciaba todo en mi a la vez que mis piernas temblaban y escurrían entre ellas los líquidos de ambos.

Al final todo fue lo común, estar pegados un tiempo y después de que me la sacara se fue a lo suyo, al poco rato me quite mi vestimenta la cual termino un poco rasgada y con pelo de Max por la parte de atrás además de una pequeña mancha de leche en la falda. Yo quede bastante contenta por haber hecho una pequeña fantasía como colegiala y haber pasado una muy buena noche, incluso al día siguiente mi amiga me pregunto “¿Si hubo acción con tu galán?,¿Por qué traes una cara de que si?” yo simplemente le respondí entre risas que sí.

Y eso sería todo, ya saben que les agradezco enormemente que comenten y opinen que les pareció y si pueden darme sugerencias háganlo por favor y sin más que decir pues hasta la próxima ¡Bye!

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