La polla del papá de mi mejor amigo

Rate this post

Hola, en este nuevo relato les contare como fue que mi mejor amigo Adolfo logro follar con nada más ni menos que con mi propio padre. Para los que ya han leído mis relatos anteriores saben de qué hablo, pues cuando logre follar con mi padre, le prometí a mi amigo que lo ayudaría a follar con él.

En esta ocasión todo será contado desde la perspectiva de Adolfo para que puedan entender mejor todo. Espero les guste.

Cuando Manu me conto todo lo que había pasado entre su primo, su padre y él, estaba que no me la podía creer, la verdad que el padre de Manu siempre ha sido de mi agrado, me parece un hombre bastante atractivo, la verdad que siempre he pensado en el como hombre, pues me encanta, a quien no?. Si es todo lo que uno desearía. Tanto mujeres como hombres.

Me encontraba en la escuela con Manu hablando, pues se acercaba su cumpleaños:

Manu: Ya sé que podemos hacer para conseguir lo que te prometí.

Adolfo: ¿Qué se te ocurre?

Manu: Como sabes, se acerca mi cumpleaños, y he pensado en hacer una fiesta en una alberca, que mejor lugar que ese para que aproveches, y estés más cerca de mi padre, tú y él siempre se han llevado bien, puedes aprovechar cualquier comento para tratar de tirártelo.

Adolfo: ¿Crees que funcione?

Manu: Por supuesto que sí, yo te ayudare en todo momento y si no, buscamos otra solución, pero de que será tuyo lo será.

Pasado los días, llego el día de la fiesta de Manu, era un domingo bastante soleado, para no ir solo fui con unos amigos de la escuela, cuando llegamos al lugar me percate que era una alberca algo cómoda, estaba la familia de Manu, y algunos amigos que no conocía, todos nos sentamos en una mesa. La verdad no paraba de buscar a Sebastián (así se llama el padre de Manu, por si no recuerdan), hasta que logre mirarlo sentado en la orilla de la alberca, con un bañador negro, el que hacía que se le notaran unas buenas piernas, y un buen paquete, por lastima estaba sentado junto a Kevin, por lo que pensé que no se despegarían ni un momento.

Para no hacer tan largo el relato, diré que todo ocurrió con normalidad, todos disfrutábamos de la fiesta, poco a poco la gente iba comenzando a retirarse de la fiesta, y entre ellos estaba Kevin, quien se había ido. Comenzó a atardecer, suponía que hoy no era el día, cuando se me acerca Manu por detrás:

Manu: Mi papá esta en las regaderas, aprovecha y ve con la excusa de que te bañaras.

Ni lento ni perezoso tome mis cosas y Salí rumbo a las regaderas, abrí la puerta y me lo encontré duchándose, dándome la espalda, puede apreciar su fuerte espalda que lo hace tan varonil, por mi mala suerte no podía ver más, pues las regaderas tenían un espacio entre las puertas para que no se noten las partes íntimas de las personas (sobre todo de los hombres). Decidí solamente cambiarme, mientras de reojo lo observaba, en mi mente imaginaba una escena con él ahí mismo, yo mamandole su verga que tanto anhelo, mientras nos duchamos juntos.

Cuando salio de la regadera, salió totalmente desnudo, pude apreciar por primera vez su pene, un pene grande, grueso, con unos buenos huevos que se veían estaban bien cargados de leche, y sin nada de vello, ahora entendía por que tanto Manu como Kevin se acuestan con él.

Sebas: Adolfo, no me di cuenta cuando entraste.

Adolfo: Entre hace varios minutos, solo me cambiare.

Dicho eso aproveche para desvestirme dándole la espalda, con la intención que mirara mi culito, tratando de desvestirme de manera sensual para él, me puse un slip color negro que marcaba aún más mis glúteos.

Sebas: Te quedan muy bien esos slips.

Adolfo: ¿Crees?

Sebas: Por supuesto, quien no lo admita sería un completo ciego, pues se te ven demasiado bien.

Adolfo: Gracias, me agrada que te gusten, tu tampoco luces mal con ese bóxer blanco.

Sebas: ¿Te gusta cómo se me ve?

Adolfo: Claro, te hace lucir más apuesto, afortunada la mamá de Manu de poder quitártelos,

Sebas: Que va, cuando gustes también puedes quitármelos.

Adolfo: Seria un privilegió

Sebas: Pues cuando vallas por la casa, podemos quedar para algo.

Me dijo y guiñándome el ojo, y saliendo ya vestido. Estaba que no lo podía creer, al poco rato entro Manu, preguntándome que había pasado, a lo que le conté todo con lujo de detalles.

Pasaron los días, hasta que por suerte en la escuela nos dejaron un trabajo en binas, por lo que iría a casa de Manu, claro la excusa perfecta para ver a Sebas de nuevo. Llegando el domingo que habíamos quedado en su casa, iba vestido con ropa casual, nada extravagante, pero llevaba los slips negros que le gustaron, por si se daba la ocasión. Al tocar la puerta me abrió la puerta el padre de Manu, dándome la bienvenida a su casa.

Al poco rato apareció Manu, y comenzamos a realizar nuestro proyecto, estuvimos un buen rato, hasta que me dijo:

Manu: hoy es tu día, no hay nadie en casa más que nosotros tres, iré afuera con el pretexto de comprar material para la tarea, mientras aprovechas y hacer lo que quieras con él.

Adolfo: De acuerdo.

Manu: Voy a comprar algunas cosas para la tarea, Adolfo se queda avanzando.

Grito Manu, avisándole a su padre.

Cuando se fue no dude en dirigirme a la habitación de sus padres, la puerta estaba cerrada sin seguro, por lo que la abrí, oía el ruido de la regadera, se estaba bañando, me acerque al baño y pude verlo bañándose, se me hizo una escena muy buena, que sin pensar comencé a grabar y tomarle fotos.

Decidí esperarlo en la cama sentado, no tardo demasiado cuando salió únicamente con una toalla amarrada a la cintura.

Sebas: Adolfo, no sabía que estabas en el cuarto.

Adolfo: Quería verte – sin pensar mi abalance sobre el besándolo, el reacciono al beso y me siguió, estaba besándolo no lo creía.

Sebas: ¿Qué haces? Manu puede llegar en cualquier momento – me dijo con una agitación acelerada.

Adolfo: No te preocupes, tardara para llegar, he esperado por este momento que no lo desperdiciare ahora – le dije sin dejar de besarlo.

Con mis manos acariciaba su cuerpo, su abdomen, pectorales, su rostro, me estaba poniendo a mil, por su parte notaba como él me tocaba la espalda, mis nalgas y piernas, estaba a mil, sin decirle nada, le quite la toalla de la cintura dejándola caer al suelo, y comencé a tocar ese pene que tenía, era bastante grande, seguía besándolo cuando poco a poco comencé a masturbarlo, sin decirle nada lo aparte de mis labios, y comencé bajando por su cuerpo dándole besos por todos lados hasta llegar a su entrepierna, sin dudarlo me introduje toda su polla en mi boca, comencé a hacerle un buen oral, subía y bajaba de una manera tierna para que disfrutara, podía sentir como su polla rozaba con mi garganta, era una sensación increíble, por su parte el gemía de una manera sensual, notaba que le gustaba y lo disfrutaba, me tomaba la cabeza haciéndome pequeños movimientos, me quite la playera y comencé a chupar esos huevos que se cargaban mientras con mi otra mano seguía masturbándolo, el solo gemía de placer, seguí con mi oral, hasta que me indico que me parara.

Me puse de pie junto a él, y volvimos a besarnos, de la misma manera que hace unos momentos, me estaba llevando al límite, comencé a desabrocharme el pantalón, cuando Sebas me dio la media vuelta y me tiro a la cama poniéndome en cuatro, lentamente comenzó a quitarme mi pantalón y mi slip, dejándome totalmente desnudo con mi culito a su disposición, se acercó a mí, y comenzó a darme un beso negro, sentía como su lengua recorría todo de mí, me daba nalgadas de vez en cuando, me las daba de una manera fuerte, mientras que también me mordía mis nalgas, jugaba con mi culito, sabía que le estaba gustando, sí que sabe cómo complacer a alguien el cabron.

Sin saber como paso, comencé a sentir que algo entraba dentro de mi, estaba empezando a penetrarme podía sentir como su verga se metía poco a poco en mi interior, hasta el punto que se metio toda y sentí su cuerpo chocando con mi culo, en ese momento comenzó con un típico mete y saco muy leve, la verdad que para ser leve si me dolía, que por mi parte lo único que podía hacer era gemir para él, comenzó a acelerar sus movimientos hasta el punto en que me estaba embistiendo de una manera brutal, podía oir como gemia de placer, por mi parte hacia lo mismo, estaba disfrutando al máximo, mi fantasía se estaba haciendo realidad , estuvimos un buen tiempo en esa posición, cuando con acomodamos de cucharita, sentía como sus piernas chocaban con mis nalgas, era una sensación excitante, sabia que toda su verga estaba dentro de mi, estaba disfrutando al limite, el me daba pequeños besos por la espalda y la nuca, me lamia mi oreja, esos detallas me estaban excitando más de la cuenta, que comencé a masturbarme, él seguía con sus movimientos que me prendían, y me seguía gustando. Decidimos cambiar de postura y me pidió que lo montara, se acostó boca arriba en la cama, y yo me senté encima de él, sentía como s verga entraba por completo en mi, hasta que volvi a sentir su cuerpo en mis glúteos, comencé a montarlo, dando pequeños brincos sobre el de una manera algo sensual para mi, hubo momentos en que el tomaba el control, me levantaba un poco y comenzaba a follarme de manera rápida, eso me encantaba, pero seguía cabalgándolo, en cierto punto el tomo mi pene y comenzó a masturbarme no podía creerlo, el mismo me la jalaba, comencé a acelerar mis movimientos, hasta que sentía que me iba a venir, selo hice saber pero el siguió masturbándome, hasta que no aguante más y me vine encima de el, varios disparos salieron en dirección a su rostro, la mayoría de ellos cayeron en sus pectorales, el por su parte comenzó a follarme como estábamos, con movimientos rápidos, hasta que sus gemidos empezaron a subir de volumen, rápidamente me saco la verga de mi culo, y comenzó a masturbarse, hasta que sentí como varios disparos de leche chocaron con mi espalda y mis nalgas, sentía como su leche se escurría por mi espalda, aproveche para empezar a besarlo, lo besaba de una manera apasional, estaba satisfecho por lo que había hecho, estuvimos haci un buen rato, cuando me limpie con papel y comenzamos una conversación:

Adolfo: No sabes cómo me encanto, si que sabes cómo satisfacer a alguien, afortunada tu mujer de tenerte como marido, si fuera ella estuviera haciendo el amor contigo a cualquier hora.

Sebas: A mi también me encanto, si que sabes hacer un buen oral, lo disfrute demasiado, pero deber irte a la sala, Manu puede llegar sino es que ya llego y nos escuchó.

Adolfo: No te preocupes, que no sabe nada de esto, ¿lo repetiremos cierto?

Sebas: Claro que si, si me ha gustado, pero deber irte a la sala.

Comencé a vestirme y a limpiarme bien, hasta que Salí de la habitación sin antes darle un beso a Sebas, le deje mi número para que habláramos y quedáramos de nuevo. Regrese a la sala y me avise a Manu que podía entrar, cuando lo hizo comencé a contarle todo con lujo de detalles, el estaba emocionado al igual que yo, Manu me cumplió su promesa y me ayudo a follar con su propio padre.

A los pocos días de lo ocurrido recibi un mensaje de texto de Sebas diciéndome que quería que lo repitiéramos, y de ahí comencé también una aventura con él hasta que poco a poco fuimos más cercanos y comenzamos a hablar de nuestras cosas. Hasta que le propuse una orgia con él, yo, Kevin y Manu, a lo que no se negó pero tampoco acepto.

Hasta aquí este relato, espero les haya gustado, como comente todo fue desde el punto de vista de Adolfo, espero sus comentarios y me digan que tal, ¿les gustaría leer el relato de la orgia? Cuéntenme en los comentarios que tal les pareció este relato.