La profe de Matemática, una zorrita entregada
Empezó el semestre. Recibiriamos una clase por semana de… matemáticas aplicadas a nuestra carrera… no puedo decir el nombre de la disciplina porque no quiero que alguien adivine quién es, porque sigue trabajando en esa oportunidad… pero es una mujer de piel canela, de unos 28 años, 1.60 de estatura, quizás un poco menos, cuerpo latino, delgada, con buenas curvas sin ser voluptuosa, ojos negros grandes delineados y bonitos tras lentes a juego con su cara angelical y el pelo azabache corto al cuello y levantado hacia los lados, nariz perfecta de rodadero, labios gruesos pero no exagerados maquillados de color oscuro… con novio (¿o esposo?), según redes sociales…
La primera semana todo pasó normal. Pero la segunda o tercera semana… por «alguna razón», la profesora decidió proponer cambios en el programa de clase, ese que dice el día, las lecturas, y las actividades. Era un salón horizontal pequeño bien iluminado, el escritorio quedaba justo al frente de todos nosotros, más de veinte, sobre éste se apoyaba el computador que enviaba la señal al proyector… no podíamos ver la pantalla… el asiento estaba… lejos… y bajo la chaqueta tipo gabán con la que ella llegó, y que se quitó una vez empezmos, traía un vestido ajustado de tela más o menos barata… no era muy bonito, negro con flores rojas, pero… tenía un escote. Un bonito escote medianamente amplio. Y los cambios que había que hacer en el programa de clase se negociaron con nosotros, y… cada vez… ella se reclinaba sobre el escritorio para editar… sin sentarse, a pesar de que el asiento estaba a tres metros y podia ponerlo ahí… y con el escote que tenía se podían ver mucho mejor sus tetas… medianas y redondas, sin exceso ni defecto… canelas y no tan separadas, adelantando la forma que tomarían desnudas… daban la impresión de que si juntaba un poco más los brazos para escribir en el teclado se haría un espacio entre éstas y las copas del vestido y del brasier que nos permitiría verle la areola y los pezones…que seguramente serían color chocolate… como sus labios ese día… y otros días cuando no eran rojos…
Quizás quería llamar la atención de alguien… pero, si era así, ¿por qué no simplemente lo llamaba y trataba de hacer algo más óptimo? …Y tampoco creo que haya sido «inocencia» de su parte, porque… ¿qué mujer no piensa en quién puede estarle viendo el busto en semejante posición? Incluso noté que no doblaba mucho la espalda, lo cual enfatizaba sus senos casi como los de una bailarina…
Creí que sería sólo ese día. pero no. lo volvió a hacr, muchas veces durante el semestre; a veces con ese vestido, otras veces con una blusita blanca o naranja… o con una camisa medio abierta… la excusa era pasar lista leyendo de la pantalla, revisar lo programado, pasar la diapositiva… y a veces también se inclinaba estando de espaldas a nosotros; no tenía tan bonito trasero, pero aún así algunos mirábamos la tensión de las nalgas bajo la falda o el jean…
…es que entre más pienso en eso más caliente me parece… la profesora venía a clase a exhibirse con la esperanza de que los hombres la disfrutaran como a una estriper… o más aún… porque algunos de mis amigos me contaron que se masturbaban pensando en ella… que querían proponerle un gangbang… pero nadie se atrevía… seguro ella pensaba en todo eso… quizás se tocaba pensando en eso… porque no creo que su imaginación se conformara con que los hombres de la clase se limitaran a mirarla desde lejos…
Terminó el semestre y todo acabó… o quizás simplemente no lo supe… pero imaginar cómo se sentía mostrándose así ante más de veinte estudiantes siempre me ha puesto cachonda… no sé qué pensar…