La puta le hizo un favor a su amigo para que se vea con su novia, pero antes de que llegara lo provoco y se lo cogió
Compartía casa con otros chicos, todos compañeros de la universidad, mi vida solía tener una pizca de más de simpleza, aunque no la consideraría aburrida. Salía con algunos chicos de vez en cuando y a pesar de que siempre había buscado una relación seria por alguna razón que nunca esclarecí siempre terminaban en un acoston de una noche mis primeras citas, al día siguiente me gustaba llamar para quedar en algún otro momento pero la mayoría de las veces me contestaban con una negativa y no por que tuviera un mal desempeño en la cama sino porque ¿quién de 20 a 25 años busca una relación seria? Y los y las pocas que aceptaban una segunda cita, simplemente no teníamos química.
Mi nombre es Katherine, 23 años, cabello Castaño oscuro, ondulado y largo, 1.70 de estatura y 65 kilogramos de peso, ojos marrones y no soy la chica más bella del mundo pero ciertamente agraciada y con un encanto misterioso.
Un día uno de mis compañeros de casa organizo una fiesta para celebrar el inicio de un nuevo semestre en la universidad, un motivo rebuscado para embriagarse y fumar porros de marihuana tranquilamente.
En la fiesta nos encontrábamos todos bebiendo algunos tragos, vino, cerveza, vodka e incluso tequila, una gran variedad de lo que anhela el alma de un universitario, la música sonaba muy relajadamente pero no tanto como para que no hubiera uno que otro bailando y otros charlando, en aquella charla me encontraba yo riéndome de una tonta broma, tome mi copa y la puse en mis labios y fue justo en ese momento que dirigí mi mirada hacia la puerta de entrada, donde se encontraba una mujer de unos 30 años con el cabello un poco ondulado, unos pocos centímetros menos alta que yo y con un cuerpo al que no le faltaba ni le sobraba nada y con una cara muy atractiva en mi opinión. Parecía estar buscando a alguien, cuando camino más hacia la luz se dejó al descubierto su camisa blanca con rayas negras de mangas largas y un pantalón negro de vestir y unos tacones de aguja en ese mismo color, parecía que venía de su trabajo.
Expectante y aturdida por aquella combinación de infarto yo no quitaba la mirada de aquella mujer. Se adentró a la casa y buscaba entre la multitud, fue entonces cuando sus ojos hicieron clic solo por un segundo para mi disgusto, con sus ojos entre la multitud se acercó hasta donde estaba yo y me volvió a mirar.
Ella me pregunto algo pero yo solo me limite a ver todos los de talles de su rostro, sus labios, sus orejas, su nariz, sus ojos, sus cejas, la frente e incluso aquel mechón de cabello que se le ondeaba con la brisa, no preste la más mínima atención a su pregunta. Por suerte la misteriosa mujer pareció haber encontrado a quien buscaba, cuando por fin volví en mi supe a quien estaba buscando.
Al seguirla con la mirada observe como saludaba a varios chicos con los que anteriormente yo había estado conversando, Carlos me llamo y fui en seguida.
-Ella es Katherine, también vive aquí-
Y antes de que pudiera decir algo y la mujer misteriosa su nombre alguien empezó a cantar en el karaoke y nos olvidamos de la presentación, deduje que era hermana de Carlos, todos nos empezamos a reír al ver como en el karaoke aquel chico intentaba no caerse de lo ebrio que estaba. No podía apartar mis ojos de aquella mujer, pero para mí poca fortuna esa noche no conseguí llamar su atención y ni siquiera volvió a mirarme.
Al día siguiente tenia clases hasta el mediodía, Carlos y los otros chicos aun dormían y yo estaba muy inmersa en mis pensamientos, no quería preguntarle a Carlos sobre su hasta ahora hermana, porque no quería que nadie supiera de mi interés por ella por ahora, así que me limite a prepararme el desayuno, ducharme vestirme e irme a la universidad, aquella clase la tenía con Carlos y Mirel que también vivía con nosotros. Al profesor se le ocurrió la brillante idea de dejarnos de tarea entrevistar a un asesor financiero, yo no entiendo que hacen impartiendo clases de educación financiera en una facultad de ciencias biológicas.
-Que idiotez- dijo de mala gana Mirel.
-Ni que lo digas, pero ya lo tengo cubierto niñas- le contesto Carlos.
-¿Conoces a un asesor financiero? Porque ni creas que voy a inventar las respuestas otra vez, acuérdate de lo que paso con la profesora Cid- le dije un tanto malhumorada.
-No, claro que no, mi hermana es asesora financiera y lleva 5 años ejerciendo desde que se graduó-
Ahí fue cuando confirme que sí, era su hermana, no quise indagar y deje que Mirel hiciera todas las preguntas por mí.
-Y como le haremos genio, somos tres, no podemos contestar lo mismo-
-Bueno podríamos hacer la entrevista individual y que ella nos responda de 3 maneras diferentes y así no hay problema- se rio y continuo Mirel el interrogatorio.
-Estará ella de acuerdo en mentir, señor cínico-
-Tranquila es solo una estúpida tarea y ella me puede hacer el favor no creo que se niegue-
-por cierto ¿cómo es que se llama tu hermana?- pregunto, para mi muy buena suerte.
-Sophie- a secas, que nombre más bonito, pensé.
Y así tenía una segunda oportunidad para intentar conocerla un poco más y hacerme notar, terminando las clases me fui a casa y Carlos ya estaba ahí, me iba a meter a duchar y me dijo que llamaría a su hermana para preguntarle di podría venir ese mismo día o hasta el día siguiente.
-Me duchare mientras hablas con ella- le dije tratando de parecer desinteresada-
Me duche rápidamente, y me puse unos shorts de mezclilla y una camiseta sport blanca, seque y cepille mi cabello, me puse un toque de perfume y Salí.
-Voy a preparar un Mac & cheese, quieres un poco-
-Obvio, me dijo Sophie que vendrá a las 7 pero como tiene que estar en casa antes de las 9 se ira a las 8, a ver si nos da tiempo, de todos modos me dijo que si no terminamos hoy mañana continuamos-
-ah, bueno, ¿Y Mirel no ha llegado? Son casi las 6-
-No, fue al cine con Terry, le dije que viniera antes de las 7, le mande un texto-
-¿Va en serio lo de Terry?-
-Creo que sí, pues la veo muy clavada con él, supongo que si-
Termine se hacer la cena y nos sentamos en el sofá a comer mientras veíamos la televisión, a las 6:30 llamaron a la puerta, supuse que era Mirel que se había olvidado de sus llaves, me pare con mi tazón de mac & cheese en la mano y la cuchara en la boca y abrí la puerta.
-No se te va a quitar lo dejada nunca idiota- la vergüenza que sentí en seguida no tenía comparación con nada.
-No soy tan dejada como parezco, ni tan idiota-
-eh, errrrm, yo lo sien… disculpa creí que era Mirel que había olvidado sus llaves-
-No importa ¿está Carlos?- otra vez me quede como si me hubiera mordido una víbora de cascabel y me diera un paro cardio-respiratorio.
-eeh! Sophie, pasa- dijo Carlos.
Yo me quede en la puerta mirando a la nada, y sintiéndome una imbécil, sentí que me había visto tan rara y grosera, un desastre.
-Kate… vas a cerrar, ¿Qué tienes?-
-No, nada, eh yo solo, nada nada-
Mientras Carlos y Sophie platicaban en el sofá, yo entre a la cocina a tomar una soda y terminar mi cena, me levante y pensé que sería buena idea invitarla a cenar, después de todo a quien no le gusta el mac & cheese.
-Lamento interrumpirlos, ¿quisieras cenar algo Sophie? hice mac & cheese-
-“Lamento interrumpirlos” de cuando acá eres tan propia Kate- se rio de mi nefasta invitación.
-No gracias, llegare a cenar a casa con mi prometido, hoy es nuestro segundo aniversario de novios-
-¿Qué? ¿Cuándo te propuso matrimonio?- le pregunto Carlos muy sorprendido.
-El día que vine a la fiesta, te lo iba a decir pero creí que no sería oportuno ya que estabas pasadito de copas y no quería que te pusieras de empalagoso e hicieras un alboroto-
Qué demonios, comprometida, no puede ser, pensé, mientras indagaba en mi mente, me fui a la cocina derrotada a lavar los platos de la cena, ¿porque tenía que estar comprometida? En serio quería acercarme más a ella y conocerla más, en serio me gusta, ¿Por qué? En eso estaba que no oí que ella me llamaba.
-¿Quieres que empecemos contigo la entrevista o que vaya Carlos primero?-
Bien pensé, tengo que intentarlo todo y esta promete ser una oportunidad, así que le dije que empezara Carlos y rogaba porque Mirel llegara y la entrevistara a ella, de esa modo daría la hora en la que tendría que irse y me tocaría a mí al día siguiente y podría invitarla a un café o a almorzar con el pretexto de la entrevista.
Mirel llego 15 minutos después de que se me ocurriera esa genial idea, después de que llego, se fue a duchar y bajo a la entrevista para mi mala suerte termino faltando 10 minutos y Sophie me dijo que comenzáramos, yo estaba súper nerviosa y no podía dejar de ver sus ojos, tenía unas pestañas preciosas, y sus ojos color miel tenían una pequeña motita de marrón ese detalle me parecía tan dulce, ni me di cuenta de lo que escribí ni de lo que ella decía sobre la asesoría financiera, yo solo reparaba en los detalles de toda ella, mi plan no salió como lo esperaba pero de las 40 preguntas solo hicimos 10 así que sí, nos tendríamos que ver mañana.
-Bueno muchas gracias Sophie por tu tiempo- le dije, un poco nerviosa.
-De nada, mañana te mando un texto para que te diga a qué hora puedo y así ponernos de acuerdo, anótame tu número- me dijo mientras me pasaba su celular.
Anote mi número, me despedí y entre a la habitación, ella se quedó despidiéndose de los demás y yo estaba muy satisfecha con lo que había logrado así que solo me quedaba esperar a mañana para que ella se comunicara conmigo.
CONTINUARA.