Las casualidades de la vida que terminan siendo muy placenteras

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Mi destino me persigue, me resulta muy difícil esquivarlo porque soy preso de las cosas que me gustan. Y me gustan las mujeres.

A ellas también les gusto yo. Después de que estoy en la cama con una mujer, ella cambia, y es capaz de cualquier cosa con tal de conseguir que vuelva a follármela…de cualquier depravación. Hará cualquier cosa que le pida.

Cuando me di cuenta de esa cualidad, decidí hacer de ella mi “modus-vivendi”, descubrí que ganaba mucho más dinero y me lo pasaba mejor viviendo de las consecuencias de la reacción de muchas de las mujeres que me llevaba a la cama, que de mi empleo como oscuro funcionario de

Ministerio.

Tengo a una docena de mujeres a las que he transformado en putas trabajando en clubs de alterne. Las pongo a trabajar allí, quiero decir que de algún modo, las “vendo” al dueño, que se encarga de explotarlas y después hacemos cuentas. Me da igual que las tenga dentro del club o las ponga en la calle, o las subcontrate a otro fulano o fulana que tenga otro club. A la larga el vicio de apodera de ellas y muchas ni se acuerdan de mi, un par de meses les dura a ellas el tema…lo suficiente para mantenerlas en los sitios…poco a poco sus dueños les van sacando la idea de mi de la cabeza y las van centrando en lo que de verdad tienen por delante.

Digo que tengo a 12, pero en realidad he tenido más; lo que pasa es que es algo complicado manejar tanta hembra ansiosa de polla, y cuando alguna ya se hace algo mayor, pues la “vendo” del todo y ya me despreocupo del todo; hablo con los encargados de los sitios y si me dicen que la puta ya está suficientemente domesticada, me hacen una oferta que normalmente acepto; esa guarra durará poco ahí y será “traspasada” a otro lugar o puesta a hacer la calle en otra ciudad…es el momento de encontrar carne fresca; es decir las voy sustituyendo. Normalmente no me suelo follar a una guarra de esas más de tres o cuatro veces, sus dueños me ayudan a no tener que gastar tiempo en eso y me animan a ir encontrando más zorras (usualmente no saben que lo son) que emputecer. Ellos ya mueven el “ganado” oportunamente…yo suelo pasar por los clubs a tomar una copa y que me cuenten; siempre tengo ahí una habitación reservada por si me dicen que tengo que seguir follándome a alguna de las que he llevado. No hay problema. De vez en cuando salgo en coche con alguno de ellos a dar una vuelta, y me llevan a los sitios donde están haciendo la calle algunas de las mujeres que les vendí hace tiempo. Las veo a cierta distancia como buscan los clientes entre los paseantes y algún coche que circula a velocidad lenta.

Cuando pregunto que “Que tal”…me responden en la línea de “las enseñamos bien”…me señaló a dos que había y que yo recordaba de hacía cuatro o cinco meses; Mercedes y Gloria, dos maduras gorditas de 45 y 48 años, a las que conocí con un intervalo de 20 días; una era una viuda sin hijos y la otra era una comercial de productos baratos de belleza en paro. Estuvieron, tres meses en el club y me las folle tres o cuatro veces…una vez hicimos un trío cuando ya eren muy putas y les habían enseñado el oficio; ahora llevan un par de meses en la calle. Me llevé 50.000 euros por cada una cuando me desprendí de ellas. Me cuentan que hacen una caja de unos 1000 euros por coño cada noche y casi el doble los fines de semana. Es agradable verlas mover el culo subidas a sus enormes tacones de plataforma y enseñando culo bajo su minifalda muy ajustada de pvc…las tetas sobresaliendo del top, teñidas de rubia, aros enormes en las orejas y maquilladas como las putas callejeras que ahora son. Ernesto uno de mis “cicerones” ocasionales, bajó del coche y se dirigió hacia ellas, cuando le vieron, corrieron hacia el a abrazarse de su cuello y el les dio unos sobrecitos, y ellas unos fajos de dinero. Regresó al coche. Y me dijo:

-”Les he dado dos gramos de perica, y aquí tenemos 1500 euros para divertirnos…vamos a dar una vuelta; hay una buena partida de poker en el Hotel Bisco”

Le dije que me parecía una buena idea, pero que a mi el poker no me apetecía en ese momento, que prefería echar unas partidas de bingo en una sala del hotel y relajarme tomándome una copa…Luego podríamos ir a echar un polvo al club con algunas guarras que nos comieran la polla mientras hablábamos de negocios.

Una vez que entramos, nos dirigimos a la recepción; allí el recepcionista nos entregó dos tarjetas que abrían la habitación 915, que es la que tiene Ernesto reservada siempre por si se da el caso de alguna partida un poco más subida de tono…yo no conocía este detalle, pero no me pareció mala idea y me la apunté para ulteriores movidas que yo pudiera llevar a cabo.

Mi amigo se dirigió a una puerta que un solícito y uniformado botones le abrió y que me imagino que sería el acceso a la sala donde tenía lugar la partida de Texas Hold-em…yo me di una vuelta por la zona baja del hotel hasta que localicé la entrada a la sala de bingo.

Estaba bastante concurrido, y me costó encontrar una mesa de 5 sillas con una libre, desde donde se veían bien los marcadores. Estaban sentados una pareja de chicos de unos 25 años, un hombre mayor de 60 o así, una mujer de unos 50 muy bien arreglada, maquillada y de buen ver y yo que me senté a su lado. La falda que llevaba dejaba entrever el extremo de las medias que ataba un liguero.

Compré unos cartones y al tercero, hice un bingo…como es habitual, invité a un cartón a cada uno de los de la mesa y también a una copa…

Seguimos jugando…todo bien, con los comentarios normales….que casi hago, que me quedan tres…

Al cabo de una hora, la pareja se fue y al cabo de otro rato se fue el hombre mayor…solo nos quedamos la mujer y yo.

Curiosamente, ella hizo un bingo, y al igual que yo, me invito a una copa y a un cartón, ella bebía whisky y yo bebía licor de manzana.

Al cabo de unas rondas, ella hizo una línea de uno de los cartones especiales, de esos que pagan más…y lo mismo, invitó a cartón y copa…sus ojos brillaban.

Mi instinto me dijo que ensayara algo, así que rocé con mi pierna la suya como si fuera accidentalmente…no dijo nada, pero percibí un ligero suspiro. Seguimos jugando e intercambiamos nuestros nombres. Me dijo que se llamaba Ana María y que estaba de vacaciones tras haberse divorciado de su marido.

Yo lamenté su situación, que me llamaba Antonio, pero que mis amigos me llamaban Ronnie, por mi afición por un jugador de Snooker (una variedad del billar) británico y le dije que estaba acompañando a un amigo cliente habitual del hotel al que habían invitado a una partida de póker en otra de las salas, que vivía de mis negocios como “comisionista” y que tenía 30 años.

En estas, anuncian una partida especial con un bingo acumulativo de unos 5.000 euros, y a Ana María no le quedaba más “cash”; pero como yo iba ganando le pedí que me permitiera invitarla a jugar la última partida…

Y ocurrió lo inesperado…ella ganó la línea y yo gané el bingo…

Nos alegramos mucho y pedimos una botella de champán…nos la sirvieron en la mesa y entre risas capté que el alcohol y la alegría había probablemente disipado muchas de las inhibiciones que podría tener cualquier persona…le acaricié la pierna y le susurré al oido que podríamos hacer que nos llevaran lo que quedaba de la botella a mi habitación para seguir allí la fiesta…ella me miró con ojos vidriosos mientras que yo le acariciaba el muslo y ella instintivamente abría sus piernas como invitándome a tocarle el coño…me llevé una sorpresa al comprobar que no llevaba bragas, pero no dije nada.

Pedí la cuenta y envié un mensaje a Ernersto eran algo más de las dos de la madrigada y le dije que estaba con una mujer, que me la iba a follar en la habitación y que me esperara, que creía que me la podría llevar al club más tarde, y que pensaba que podríamos hacer de ella una puta con la que ganaríamos mucho dinero.

Me contestó con un Ok, que todo iba bien, que estaba ganando y que podría prolongar la partida hasta que yo considerara que tenía los cabos bien atados.

Ana y yo nos levantamos…tenía una estupenda figura a pesar de su edad, su ropa ajustada y lo demás eran los síntomas perfectos para que un “hunter” como yo supiera estaba ante una zorra a la que sólo había que convencerla de lo puta que era y enseñarla.

Subimos en el ascensor con más gente, de modo que hubo que comportarse, pero las aletas de su naríz delataban que estaba deseosa de que la follaran; le metí la mano por detrás de su falda hasta tocarle el coño y detectar que parecía una piscina, le metí el dedo en el coño y empecé a moverlo en círculo obligándola a sentir sensaciones y callárselas por que los demás podrían notar que estaba cachonda hasta arriba…yo me recreaba con la situación, mientras miraba al suelo y percibía lo difícil que le resultaba mantenerse erguida sobre sus tacones de aguja. Con el líquido que rezumaba le unté el ano…y le metí el pulgar mientras la penetraba el coño con dos dedos…moviéndolos y volviéndola loca…

Llegamos al piso 9. La habitacion 915 estaba muy cerca de la salida del ascensor, de modo que no hubo que esperar mucho…

Abrí la puerta, y nada más cerrarla, se me echó encima y me empezó a comer la boca con sus brazos rodeándome el cuello…y me hablaba…

-”¿Me vas a follar”?…”Quiero que me folles”.

-”Bajate la falda hasta la rodilla, no te la quites…quítate la brusa y bajate la copa del sostén para que te vea los pezones…”

Y di un paso hacia atrás…

-”Tócate las tetas con una mano y el coño con otra…dime cuanto quieres que te folle…”

Tenía los pezones como escarpias y vi como liquido de su vagina goteaba hasta el suelo…

-”Por favor…fóllame, no puedo más”…gemía…no paraba de decir “follame, fóllame…fóllame…”

-”Ponte de rodillas”…”sigue tocándote el coño”…

Me quité el cinturón y bajé mi pantalón descubríendole mi erección por debajo de la tela.

“Baja los calzoncillos, guarra…chúpame los huevos hasta que yo te diga”.

Se lanzó como una endemoniada…y empezó a chuparlos…

-!Mirame!…¡Dime lo que eres!…

-Soy una guarra…solo quiero que me folles…estoy cachonda…haré lo que quieras…solo fóllame…nunca había estado así de cachonda…

Y seguía chupándome los huevos…cuando quitaba la boca para respirar, musitaba “Fóllame, te lo suplico…”

Me fui desnudando, chaqueta, corbata, camisa…y salí de los pantalones y los zapatos…

-”Quítame los calcetines y chúpame los pies”…

Tardó unos segundos en hacerlo, mientras lo hacía…yo le hablaba…

-”No estoy muy seguro de que quiera follarte, no eres lo suficientemente puta para mi…conozco a otras guarras que seguramente me darían más placer que tu”…

Entonces se echó a llorar y con el alcohol hasta arriba, me dijo que estaba dispuesta a ser todo lo puta que yo quisiera…que le diera una oportunidad…que jamás un hombre la había puesto tan cachonda como yo y que haría todo lo que yo le dijera…

-”Voy a ser tu puta Ronnie, no quiero que llames a otra, enséñame a ser una puta, por favor, pero no te vayas…fóllame

Entonces la levanté del suelo le ordené que abriera la boca manteniéndola siempre arrodillada, le enseñé mi rabo y le metí toda mi hermosa polla de 23 cm y mas gorda que un cartón de los que enrollan el papel higiénico, en la boca…

Y empecé a follarla fuerte por la boca. Cada vez que retiraba la vista de mi cara, le daba una hostia.

No dejaba de hablarle…

-”Te la voy a meter por el culo…como se hace con las putas”

-”Escucha tus gruñidos, zorra, mírate…pajéate mientras te follo la boca…metete dos dedos en el culo…abretelo, porque te voy a meter un pollazo que vas a flipar…

Y ella gruñía mientras le sujetaba por la cabeza empujando mi rabo dentro de su garganta…

Cuando pensé que tenía suficiente, la llevé a la cama y la puse a cuatro patas…

-”Enseñame tus agujeros, guarra…voy a pensarme por cual de ellos te meto la polla…”

Ella apoyó la cabeza en la almohada, vuelta hacia mi y con el culo elevado y una mano en cada nalga me enseño totalmente abiertos el coño y el culo…le pasé la punta de mi polla por los agujeros, como haciéndole ademán de metérsela…

Pero no lo hice…

-”Dime que eres, Ana”…

-”Soy una puta”…”Soy una puta”

-”Pero no lo sabías ¿verdad?…viniste al bingo sin bragas, con ropa ajustada…”

-”Solo quería parecer atractiva…mira la edad que tengo…nadie se fijaría en mi de otro modo…ohhh…por favor….¡¡¡¡¡fóllame!!!!!!…

Le arrimé la punta de mi polla a su culo y le metí un poquito de rabo dentro…chilló como una perra en celo…

-”Dime lo que eres y lo que quieres ser, Ana”

-”Soy una puta, y quiero ser una puta, y que me hagan sentir lo que tu me haces sentir…por favor…metemela toda….jódeme el culo…haz que me sienta una guarra de verdad…nadie me ha follado el culo…”

Y le metí el rabo de un tirón y empecé a moverme con un ritmo suave, agarrando sus caderas…se echó a llorar, y hablando con sus pensamientos empezó a decirse…

-”Soy una puta, soy una puta…”

-”Te voy a poner a trabajar en un club, y luego, en la calle”…

-”¿Y vendrás a follarme, cariño….¡oh, si!…hazme tu puta…quiero ser tu puta…adoro tu polla en mi culo…”

Le estuve follando el culo por lo menos 10 minutos…estuvo todo el tiempo echando squirt por el coño se corrió no se cuantas veces chillando que yo pensé que alguien llamaría a la puerta, la azotaba para que moviera sus nalgas y me diera gusto…exprimiendo su nueva sensación de puta y tratando de impregnar su mente con ella, hasta que en un momento, empezó a hablarme y a moverse como una puta experta de verdad, pidiéndome mi leche…

-!Cabrón, que bien me estás follando…dime que soy una buena puta, que soy una marrana de las que te gustan…”

Y apretaba sus nalgas contra mi abdomen moviéndolas en círculo mientras me miraba pasándose la lengua por la comisura de la boca….

La di la vuelta y le abri las piernas, y me la follé por el coño, me agarró con las piernas, tenía las medias empapadas de su flujo, y con las manos me agarró por la espalda, casi arañándome…le escupí en la cara, y comencé a hablarle de lo que le iba a pasar esta noche cuando la lleváramos al club…que se iba a follar a tres clientes de un tiron…y empezó a gemir…

-”Te va a gustar ser una puta, Ana…Hemos estado grabando todo lo que has hecho aquí y todo lo que has dicho…supongo que no será necesario enseñárselo a nadie, ¿verdad…?…

-”No, voy a ser tu puta y voy a vender mi boca mi coño y tu culo para ti, córrete en mi coño, mi vida, correte todo y te la chuparé hasta dejárte la polla limpia…”

Cambiamos de poisición y le volví a meter la polla por el culo, mientras le abofeteaba la cara con cierta intensidad…

-”Te estoy tratando como a una puta, Ana, porque eres una puta, ¿Verdad?….Métete los dos en el coño y pajéate mientras te doy por el culo….mírame…dime que te vas a correr…

-”¡Haz que me corra otra vez…Ronnie, por favor, dame más polla….

Me corro, Ronnie…!

Y así otro rato…

-Ponte a cuatro patas, marrana, que te voy a follar el coño y me voy a correr dentro…

La guarra tardó segundos en ponerse en posición y abrirse el coño con las dos manos…

-¡Metemela, por dios, métemela toda hasta dentro…!…¡Córrete!…

-¿Donde me voy a correr Ana?…

-¡En el coño de una puta!….me has hecho una puta, cabrón , ya no podré vivir sin tu polla.

-Mueve el culo, zorra, enséñame lo cerda que eres…

Y se abrió el agujero del coño mientras movía las nalgas en círculo pidiéndome que le metiera la polla…

Aquello chorreaba que daba gusto…iba a terminar una follada de hora y media más o menos…

Se la metí toda y le dije que no me valdría como puta y que no volvería a follármela si no era capaz de sacarme la leche con sus movimientos, así que me quedé quieto y la dejé trabajar…

-Trabaja como trabajan las putas, sacando la leche de sus clientes lo más pronto posible para buscar cuanto antes a otro…

Cerró los ojos y empezó a musitar “Soy una puta, una cerda, una guarra, tengo que saber sacar la leche a mi hombre moviendo y apretando mi coño…”

-”Soy una puta…dime que soy una puta Ronnie, que me vas a convertir en una puta viciosa…dime que me vas a poner de puta en la calle…”

-¡Oh, dios Ronnie!…por lo que mas quieras…

Entonces, en un movimiento estudiado…saqué mi polla de su coño…ella se dio la vuelta instantáneamente y empezó a chupármela salvajemente…berreando como una fulana en celo como pocas veces he visto…

-”Por favor Ronnie, no te vayas, deja que lo intente otra vez…quiero ser la puta que tu quieres…¿Donde hay una cámara?…

Señalé con el dedo un pequeño ojito en la pared sobre un cuadro…casi invisible, se volvió hacia él gritando…

-”¡¡Soy la puta de Ronnie, es mi chulo y voy a hacer la calle y ser una guarra”…

Se arrodilló y empezó a chuparme los pies agarrándome los tobillos…sollozando…

-¡Por favor, mi vida., métemela otra vez…te juro que haré que te corras…aún no soy la puta que tu quieres y tengo fallos, pero lo seré…dame una bofetada cuando no te de gusto con mi coño, …llámame puta…

La incorporé y le di dos guantadas…

-”Puta, mete mi polla en el coño y haz que me corra…tienes dos minutos”

Hacía mucho tiempo que no veía la desesperación en el rostro de una mujer….sentí que apretó su coño y además empezó a moverse en círculo y de dentro afuera que parecía que su instinto natural de puta, el que la hizo vestirse así para ir a la sala de bingo, por fin pudo tomar el control de la situación, y ella lo notó.

-”Se que te vas a correr, cariño, quiero que te corras a la vez que tu puta…dime que soy ya una puta que hace que su hombre se corra…dímelo y haré que te corras a la vez que yo…

-”Eres una puta Ana, y esta noche te voy a llevar al club para que te follen bien follada y empieces a trabajar….”

-¿Quieres mi leche en tu coño?…

-¡No!, la quiero en mi culo, como las putas…

No tuve ningún problema en metérsela de nuevo por el culo…

-¡Vamos!…sácala con tu culo, cerda, mírame mientras lo haces, quiero ver tu nueva cara de puta…

“-¡Vamos, guarra, muévete…!

Y me sacó la leche con su culo…me salí de ella y se la metí en la boca para que me limpiara la polla…mientras lo hacía, le metí los dedos en el año y extraje una cierta cantidad de leche y se la mostré…le agarré de los pelos hacia atrás y le ordené que abriera la boca. Mi lefa goteó lentamente hacia el interior de su garganta, hasta que se lo tragó todo…

le ordené que se vistiera mientras mensajeaba a Ernesto…que en 10 minutos o 15 estaríamos en el coche, que llevaba una puta nueva para el club…me contesto con un XDDDDD y “eres incorregible”…

Abrí el minibar de la habitación y le ordené a mi nueva puta que se tomara dos whiskies, quería llegar con ella dedshinibida al club, le dije que se aseara, pero que no se limpiara el coño ni el culo ni las medias…ni que se peinara…solo que se lavara la cara y se retocara el maquillaje.

Ernesto nos esperaba en la puerta…nos trajeron el coche y le dije que conduciría yo…ellos se montaron en la parte de atrás.

-”Ana María, este es Ernesto, va a ser tu jefe durante un tiempo en el club y es el que te controlará cuando te pongan a hacer la calle los días que le apetezca, yo iré de vez en cuando por el club a echarte un polvo, ya sabes que me gustas, y para que te portes bien…Cómele la polla a tu jefe para que sepa la clase de puta que le entrego…si me haces quedar mal, no te follaré más, y te llevarán a hacer la calle a Marruecos, así que procura ser la puta que me has asegurado que serías…”

Ana empezó en aquel momento su trabajo…tardó un par de minutos en hacer que Ernesto se corriera en su boca y en tragarse su lefa…

Cuando llegamos al club, y como Ernesto ya había llamado dando instrucciones, la jefa de las putas se la llevó a una habitación donde le puso la ropa adecuada, top escaso de cinta, minifalda extrema, sin bragas, enseñando medio culo y medio coño, las tetas con un aditivo que hace que parezcan mas enhiestas que lo habitual, sin sosten…maquillaje de puta de club, uñas y labios colorados de rojo putón, que se dice, peluca rubia platino, tacones muy altos de plataforma…

Lo primero que hizo en el club fue un gangbang a tres con tres negros, que la follaron durante unos 45 minutos por sus tres agujeros, grabando una pequeña película que le sería mostrada al día siguiente junto con nuestra aventura del hotel.

Si todo iba bien…Ana estaría allí tres meses, yo me la follaría dos o tres veces más, pero ya no sería como al principio porque su cerebro estaría suficientemente embrutecido por el intenso trabajo…luego me desharía de ella y al final, acabaría (es un decir) como Mercedes y Gloria y alguna más…quizás de Ana llegue a sacar 60.000, tiene un componente de vicio interesante.

Y así son las cosas, uno no puede evitarlas cuando vienen de una determinada forma.

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