Maduro me enseña a ser una buena amante

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Era una tarde sábado cualquiera, acababa de pasar consulta, había comido y me dejé caer en la cama para dormir una pequeña siesta, pero como no me entraba el sueño decidí entra al POF para ver si tenía algún mensaje nuevo.

La verdad es que tipo de Apps me cansan y me llegan a aborrecer.

En dentro del listado de mensajes sin leer, había uno con la foto de un paisaje.

Os diré para quienes no lo sepan que las fotos con paisaje o los perfiles sin fotos suelen ser los perfiles de personas casadas o con pareja.

Leí ese perfil con ese paisaje de playa sugerente y ya vi dos detalles que no me llamaron nada la atención:

1.- Localidad: Madrid.

2.- Edad: 60 años.

Ya le hemos liado, primero porque soy de Valencia y dos porque mi padre tiene 67 años.. ¿Cómo me voy a liar con un hombre casi de la edad de mi padre? De locos, ¿no?.

En fin, abrí aquel mensaje… me generaba la curiosidad de que me podía decir y su mensaje decía lo siguiente:

“Hola Athenea. Disculpa pero no tengo ni idea de este tipo de aplicaciones. Tengo 60 años, ya sé que seré muy mayor para ti, pero te he visto cara de buena chica y me pregunto si me puedes ayudar con este tipo de aplicación porque voy pez”.

En fin, ante tal petición puesto que el hombre había sido amabilisimo, me decidí a echarle una mano.

Total, que le saludé y le pregunté en que podía ayudarle.

Me dijo: “Gracias por contestar, Athenea. Pero es que como te comentaba no tengo ni idea y estoy viviendo una historia personal, que necesito buscar una solución”

Yo pensé: Ostras terapia por el POF, no… ¿Eh? Pero la verdad es que me picó la curiosidad.

Cuéntame, te leo.

Mira hace 3 años que tengo una novia y la verdad es que aunque vivamos cada uno en su casa, yo la quiero mucho pero la verdad es que en la cama es una seta y me paso la vida rogando tener algo de roce con ella.

Realmente no quiere romper con ella, porque ella me da cosas que para mi son esenciales: status social, un grupo de amigos que tras mi divorcio los perdí, comprensión, compañía… pero de sexo mejor ni hablamos.

Yo pensé para mis adentros que yo jamás aguantaría una relación por postureo, pero al parecer hay gente que si.

El caso es que me gustaría encontrar a alguien cómplice, educada y que supiese de este juego, porque lo que tengo claro es que no quiero cagarla. Así que, depués de buscar comentarios en internet he localizado esta app, pero no sé como funciona y como tengo que buscar, etc.

Pues la verdad, es que no me queda muy claro si quieres que te explique la app o si realmente quieres que te enseñe a tener una amante.

Pues, Athenea, ya que, te pones, si me lo explicas todo mucho mejor.

En fin, lo primero de todo es que yo me buscaría a alguien de mi zona, más que nada porque sería más fácil poder quedar con ella, también deberías ser claro con tus intenciones desde el primer momento y ser claro, es un juego peligroso que te puede ir bien o puede ser un desastre. Así mismo, buscaría a una mujer cercana a tu edad, ya que, entre las cuarentonas muy bien tienes que estar, ya que, compites con los yogurines que pisan fuerte y si lo que planteas son encuentros sexuales, la verdad es que un yogurin es más apetecible que un hombre de sesenta años.

Click, enviar.

Tras enviar este mensaje pensé que había sido un poco borde, porque era un poco como decirle… ¿A dónde vas?

Así que le dije: Igual eres super atractivo, ¿puedes mandarme una foto tuya?

Y me mandó una foto.

Ahí tenía la foto de Carlos, que es como se llama, el que para mi era como el abuelito de Heidi intentando ligando por internet y su foto fue como un zasca de los grandes en toda la boca. ¿En serio?

El Sr. Carlos tiene el pelo blaco por el paso de los años, gafitas redondas de intelectual, ojos marrones y de tipo estaba más que bien, aunque por la foto ya se me antojaba que sería bajito y no me equivoque.

Según él media 1,70 cm pero ya os digo que en el ejercito, ya que es militar en la reserva, deben tener un sistema métrico diferente y ahora os contaré el por qué.

Al ver aquella foto, me olvidé hasta de que tenía pareja y empecé a coquetear con él, de repente ardía en deseos de conocerle.

Así que le pregunté: ¿Sueles venir a Valencia? Y para mi asombro me dijo: “Sí, tengo familia en Paterna y casualmente tengo previsto ir la semana que viene sólo aprovechando unos días que mi novia tiene un viaje programado por su empresa”.

Espera, espera, espera…. El pobre hombre desvalido que no tenía ni idea de ligar por internet, tenía más que clara su jugada…. Él tenía claro que quería quedar con alguien de Valencia, acababa de quedar como una tontainas delante de él.

Recapitulemos:

1.- Él tenía claro que no quería nadie que fuese de Madrid, no quería que encontrarse con su amante por la calle le pudiese ocasionar un problema con su novia tan posicionada.

2.- Tenía claro que le gustabas las chicas de unos 40 años.

3.- Se moría por las chicas con curvas: Pecho grande, amplio culo y de cara añinada.

4.- Me acababan de meter un gol, pero bien metido porque ya estaba deseando conocerle.

Así que seguimos hablando y de vez en cuando muy de vez en cuando me soltaba alguna que otra perla sexual, lo suficiente como para excitarme pero para evitar en todo momento espantarme.

Es más, la curiosa de los dos era yo, que le preguntaba de forma sutil sobre sus preferencias sexuales, si había tenido en alguna que otra ocasión amantes, etc.

Pasó una semana y llegó el día en el que llegaba a Paterna, era sábado y yo por la mañana estuve pasando consulta.

Se ofreció a pasar por mi consulta a recogerme, pero se me hizo tarde con la última consulta y cuando terminé le hice subir.

No sé porqué extraña razón, me sentí nerviosa.. Y es que para mi era una experiencia nueva, era un hombre mucho más mayor que yo y que tenía menos diferencia de edad con mi padre que conmigo.

Entró en mi consulta la versión mejorada del abuelito de heidi, más bajito que yo (los 1,70cm de los militares siempre es menos, comprobado!!), risueño y me soltó: Oyé, tu vecina del quinto me ha mirado con ojos de deseo y yo le dije ah pues creo que es de tu edad, ¿NO?

¡Qué graciosa me ha salido la niña! Y nos reimos, me dijo… estás temblando… ¿Estás nerviosa?

Sí, lo estoy. Para mi es la primera vez que quedo con alguien tan mayor.

Ya, pero no es la primera vez que quedas con alguien con pareja, eres experta de la ley del silencio: “Nunca inicias conversaciones para evitar momentos incómodos”. Eres la perfecta amante… Ahora veremos si conectamos, donde yo quiero conectar.

Me abrazó y me besó lento, mordió mi labio inferior suavemente, bajó la cremallera de mi vestido, el cual cayó directamente al suelo, allí estaba yo con mi body de encaje negro que transparentaba mis pezones pequeños y duros que estaban rodeados por un aureola rosada y grande.

Lo miré fijamente como retándolo a ver lo que iba hacer conmigo, la verdad es que estaba expectante por saber que saldría de ese encuentro.

Me dio la vuelta y me empujó levemente sobre el sillón, donde habitualmente me siento mientras paso consulta, desabrochó los corchetes de la parte inferior de mi body y me colocó de manera que quedaba mi culo en pompa.

Abrió mi culo delicadamente y empezó a lamer despacito mi culo (sinceramente y a pesar de mi edad nunca me habían comido el culo), para poco a poco aumentar la fuerza de su lengua contra mi ano. Tiraba saliba y su lengua seguía con su trabajo.

Yo me estremecía porque nunca había sentido semejente sensación, ya le había comentado que tenía ciertos problemas con el sexo anal, pero ya empezaba a entender que iba acabar de un plumazo con todos mis traumas de golpe.

Besó en varias ocasiones mi culo y acercó su polla de 19 cm dura como una piedra a la entrada de mi culo, yo ya tenía las pantorrillas mojadas por mis fluidos.

Estaba temerosa de saber si entraría o no.

Notó que me ponía tensa y me pidió: «no quiero que te pongas nerviosa, sólo quiero ver si te entra entera».

«Déjame, prometo no hacerte daño».

Me relajé y me entregué a él, cuando la tenía casi toda dentro de mi, se acercó a mi oído cogiendome con fuerzas mis dos tetazas que no le cabian en las manos para decirme: «Dime, señorita, ¿De quien eres hoy?».

Me gustaría saberlo y sin rodeos.

Le dije soy tuya, pero…

¿Pero qué? ¿No te gusta sentir una polla grande y calentita en tu culo? Como veras no me estoy moviendo, sólo estoy dentro de ti y en una postura ideal para dejarte claro de quién eres.

¿De quién?

«Tuya, de verdad que soy tuya»

De forma delicada sacó su polla de mi culo y metió la cabeza entre mis piernas para lamerme el clitoris y la entrada de mi coño húmedo, me corrí dentro de su boca y una vez me había corrido metio su polla de un golpe dentro de mi coño fuerte y poco a poco se meneaba dentro de mi, sus gemidos y los mios era uno, su ritmo iba aumentando, yo ya no podía más y me volví a correr.

Sacó su polla de mi, me besó la boca y acercó su polla a mis labios, lamí despacito su polla saboreando el sabor de mi coño impregnado en ella, ya no podía más y se corrió en mi boca y en mi cara.

Desde aquel encuentro, siguieron más, una vez al mes coge el Ave y viene a pasar una noche conmigo. Hablamos poco mientras tanto, por emoticonos y algún mensaje fugaz, pero siempre estoy preparada para sus visitas y sus noches prohibidas.

Y aquí estoy deseando que llegue la próxima.

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