Me crié en la casa de mis tíos, en donde mi tío me posee
Después de todo lo vivido a lo largo del día, primero en el baño con mi tío, luego bailando sexy en la terraza siendo espiado por el vecino, yendo a casa del vecino a arreglar su ordenador y acabar haciéndole una mamada y finalmente vistiéndome sexy para recibir a mi tío y que éste venga con dos amigos inesperados, acabamos en casa solos mi tía, mi tío y yo y decidimos tomar algo de merienda tranquilamente en la terraza.
– Lola, Dani, venid a tomar algo a la terraza conmigo que se está muy bien. Hoy ha sido un día muy largo.
Mi tía y yo fuimos con unos refrescos y vimos a mi tío que se estaba desnudando completamente y se tumbaba boca arriba relajándose en una tumbona. Mi tía hizo lo mismo y me animó a quitarme mi ropita delante de ellos.
– Vamos Dani, que después de todo lo que hemos pasado ya tenemos mucha confianza – me dijo mi tía ayudándome a desvestirme.
Cuando me quedé solo con el tanga y el sujetador mi tío se percató de que tenía dentro de mi culito un consolador metido.
– Pero qué veo?, desde cuando llevas eso en tu culito Daniela? – `preguntó mi tío acariciándome el culito con su mano.
– Se lo puse esta tarde cuando le vestí así de sexy para ti – dijo mi tía – quería preparar su culito por si al final del día Daniela se decidía a probar una polla de verdad en su culito. Hoy hemos jugado a que durante todo el día Dani sería una mujer 100% y esto es un juego muy morboso.
Yo estaba muy excitado, mi tía y mi tios hablando de mi y tocándome el culito mientras me sacaban el consolador de mi culito dejándomelo muy abierto. Mi tía me puso una crema y mi tío empezó a tocarme el culo y acariciarlo y meterme los dedos por el agujero tan grande y lubricado que me había quedado.
– Que maravilla de culito – dijo mi tío –
– Sí, y por lo visto a Dani le gusta que se toquemos porque se está excitando mucho – dijo mi tía mientras me acariciaba mi polla que salía por fuera de mi tanga.
– Y yo también me estoy excitando jeje – dijo mi tío mostrándo como se le estaba poniendo la polla de dura – nadie quiere tocármela? – dijo mirándome a mi.
Mi tía empezó a acariciar la polla de mi tío suavemente y cogiéndome de la mano me fue acercando a ella.
– Ven Daniela, vamos a chupársela juntas, no lo pienses, sólo acercate y disfruta como yo.
Me acerqué y cuando la tuve cerca de mis labios la besé y me la fui metiendo en mi boca. Noté que me gustaba, que lo estaba deseando todo el día desde que por la mañana me la puso en la boca en el baño, así que cerré los ojos y abrí la boca metiéndomela todo lo que pude. Casi no me cabía en la boca, pero tenía tanto deseo que me la tragué entera. Era una delicia, caliente, dura y palpitaba cada vez q mi lengua acariciaba su punta para recoger la gran cantidad de gotitas q ya salían.
Mi tía al principio me empujaba la cabeza para que me la tragara entera, pero pronto vio que yo mismo me esforzaba por chupar toda la polla de mi tío que cada vez se estaba poniendo más dura. Lo estabamos disfrutando.
A medida que yo la chupaba mi cabeza no paraba de pensar y pensar. Por un lado estaba disfrutando la sensación de tener en la boca una polla tan dura y deliciosa, y por otro se me estaban quitando todos los prejuicios. Ya no sabía si yo era un chico o una chica, pero me daba igual. Mi polla estaba super excitada, mi culito también porque además mi tía, mi propia tia, no dejaba de jugar con mi agujerito preparándomelo para lo que vendría. Si a cambio de estar vestida de chica iba a disfrutar tanto yo estaba dispuesto a travestirme sin duda. Mientras disfrutaba con la mamada y pensaba todas estas cosas mi tía me interrumpió.
– Vamos Carlos, no le hagas esperar más, este culo está deseando ser penetrado y quien mejor que su propio tio. Verdad Danielita, que lo estás deseando?
– Sí tio, follame, quiero sentirme una chica al cien por cien – dije yo poniéndome a cuatro y dejando mi culito hacia arriba todo lo que pude.
– Esa es mi chica – dijo mi tía abriéndome las nalgas para que quedara mi agujerito bien abierto – ya verás todo lo que vas a disfrutar Danielita. Tú solo relajate y deja que tu tío te penetre que tiene una polla riquísima
Yo mismo no me reconocía, estaba puesta a cuatro con sujetador y tanga y pidiendo a mi propio tio que me follara. No sé que había pasado estos días pero no tenía dudas de que deseaba sentir que me penetrara mi culito. Nunca en mi vida me había sentido tan excitado. Ya no me preocupaba estar vestido de chica o que me hablaran en femenino, sólo deseaba esa polla dentro de mi.
– mmm que delicia ver como entra – decia mi tía mientras la polla de mi tío iba entrando suavemente – sigue Carlos, sigue metiéndola que Daniela está disfrutando como nunca. Además querida sobrinita tienes el privilegio de que tu tío que es de confianza y como todo queda en familia te está desvirgando sin condón, para que notes toda su polla dentro y para que puedas sentir el placer de notar como te llena el culito de abundante leche.
– Despacio tío, que me duele un poquito – dije yo al notar como entraba su polla directamente en mi culito.
– Tranquila cielo, lo haré despacito, poco a poco, lo vas notando?. A que te gusta mi polla?
– Sí tio siiiii. Metemela más. Quiero sentirla toda- yo mismo me asustaba de lo zorra que parecía pero no podía evitarlo.
Mi tío me la metió toda entera sin dificultad por lo dilatado que tenía el culito por llevar el dilatador toda la tarde y por la de lubricante que me había echado mi tía. Pero eso no impidió que notara como su polla se iba abriendo paso por mi culito virgen y que me doliera pero a la vez disfrutara mucho. A pesar del escozor yo quería más. Quería que entrara toda dentro de mi.
– Te duele cariño? – decía mi tía mientras me acariciaba el cabello y la carita – aguanta un poco que ya verás como vas a disfrutar. Tu propio tío te está desvirgando ese delicioso culito y eso es algo muy bonito.
– Sí tía me duele un poquito, pero a la vez siento mucha excitación. Está muy dentro?.
– Sí Daniela, ya la tienes toda dentro, te estás portando muy bien y tu culito se ha tragado una buena polla para ser la primera vez.
Me dolía un poquito, pero era una sensación indescriptible. Toda la polla de mi tío estaba dentro de mi culito, lo notaba porque su pecho estaba completamente pegado a mi espalda y sus huevos golpeaban en mi cuerpo con cada penetración. Si esto era lo que sentían las mujeres al ser folladas yo las tenía mucha envidia, nunca había disfrutado tanto y no podía evitar los gemidos que salían de mi garganta.
– Quieres que siga más Danielita? – me preguntaba mi tío sólo para darle morbo porque le notaba tan excitado que no iba a parar – sí tío más, metemela más cabrón. Qué viciosos sois tios, os estáis follando a vuestro sobrinito.
– No sólo eso – decía mi tía excitadísima – sino que vamos a sacar esa puta que tienes dentro.
– Siii, haced lo que queráis, seré vuestra, pero tio por favor no dejes de follarme. Metemela más dentro que siento que me voy a correr.
En ese momento noté como mi tío apretaba más fuerte, lanzaba un enorme grito y grandes chorros de leche ardiendo me llenaban el culo. Notaba lo caliente que estaba y como se me metía hasta dentro dentro de mi culo. Era una sensación indescriptible. Me imaginé que una mujer cuando la follan siente algo parecido y yo me sentí muy contenta de que mis tíos me hubieran enseñado a disfrutar como si fuera una mujer. A la vez que mi tío me llenaba mi culo, mi polla que estaba a mil también soltaba mi lechecita ayudado por la mano de mi tía que me estaba haciendo una paja. Y cuando aún tenía mi tío toda su polla dentro, mi tía cogió toda la lechecita que había salido de mi polla en su mano y la puso en mi boca.
– Chupala Danielita, desde hoy eres una verdadera mujercita y tienes que disfrutar con el sabor del semen.
Yo estaba agotada, con mi boca llena de mi leche y mi culo totalmente abierto e irritado pero sin ganas de que mi tío me sacara la polla. La quería tener siempre dentro. Me estaba convirtiendo en una auténtica zorra.
Estuvimos un rato tumbados y yo notaba como salía la leche de mi culo y me resbalaba por los gluteos y los muslos.
– Tía, el tío me ha llenado de semen mi culito – me atreví a decir.
– Jeje, es que tu tío es muy lechero y además su semen es calentito y delicioso y por la cara de satisfacción que tiene creo que tu culito le ha gustado mucho, verdad Carlos?.
– Sí cariño – dijo mi tío Carlos – esta sobrinita nuestra es toda una delicia. Ya sabía yo que realmente era una mujer y no un chico.
– Que cosas me dices tío – dije yo sonrojándome.
– Vamos a hacer una cosa – dijo mi tío – el tiempo que estés viviendo con nosotros serás toda una mujer y así podrás experimentar completamente como es una vida de mujer, te parece Danielita?.
– La verdad es que me lo he pasado muy bien vestida de chica – confesé yo.
– Pues no se hable más, desde ahora tengo dos mujeres en casa, una delicia – dijo mi tío.
Nos fuimos a la habitación y mi tía me acompañó y antes de meterme en la cama me puso una crema en mi culito para que se me pasara un poco la irritación. Tenía el culito completamente abierto y mientras mi tía me ponía la crema aprovechó y me metió dos y tres dedos con facilidad para demostrarme lo dilatado que se me había quedado.
– Ves Daniela, al principio tenías miedo de que la polla de tu tío no entrase y fijate todo lo que has dilatado tu culito, creo que vas a ser una putita muy viciosa – dijo mi tía mientras nos reíamos – mucho más viciosa que yo que tardé varios días en que tu tío me la metiera en mi culo completamente y tú te la has tragado entera el primer día.
Aunque me escocía mucho el culito yo estaba orgullosa de oir esas palabras que me decía mi tía. Estaba dispuesta a obedecerles en todo lo que me dijeran porque se habían portado muy bien conmigo y porque, en definitiva, eran mis tíos y les tenía que obedecer.
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Seguiré contando mis aventuras en casa de mis tíos en cuanto pueda. No duden en comentar y puntuar el relato y decir que les ha parecido, o enviarme sus comentarios o simplemente un saludo. Un beso