Me encanta toda la carne de Miguel dentro de mi

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Con Miguel por caliente Capitulo 9

Pasaron los días después de que Miguel intentó cogerme y yo no deje que me penetrara, pero sus besos me seguían calentando y haciendo que me mojara toda, yo recurria a la masturbacion pero era hora de darle lo que él quería y que yo también quería

Ese dia era sabado el traía una playera y unos pantalones blancos muy pegaditos que no dejaban nada a la imaginación, yo un vestido floreado de tela delgada, como cada sábado nos quedamos de ver en mi casa y como era costumbre no había nadie, no recuerdo mi mamá a dónde fue y mis hermanos seguro andaban en la calle con sus amigos

La cosa es que Miguel llegó y comenzamos a platicar de mis amigas y de la escuela, nos reíamos y claro nos besabamos y así

la cosa se fue calentando y llegó un momento en que la plática fue a menos y los besos a más, esta vez ya no lo rete a nada, estábamos en el sillón de la sala, ahí, en el mismo sillón donde un año atras perdi mi virginidad, él estaba sentado de lado, eso hacía que pudiera tenerme acorralada, me besaba y con la punta de su lengua rozaba la mía, daba pequeñas mordidas a mis labios que generaban descargas que se iban hasta mi estómago, estaba sobre de mi y yo echada para atrás, su mano izquierda rodeando mi cuello por la nuca y su mano derecha en mi cintura,

sin poner resistencia eche los brazos hacia atrás por encima de mi cuello, dejando el camino libre para que hiciera lo que quisiera conmigo, en franca posición de indefensión

Miguel comenzó a acariciar mi pierna por encima de la tela de mi vestido, bajaba hasta mi rodilla y volvia a subir, con las uñas dibujaba surcos en mi piel mientras me besaba, yo cerré los ojos, sentía como mi vagina iba mojándose

Tome la mano de Miguel y la lleve a mi pecho él comenzó a acariciarlo, -Te gusta- le dije él asintió con la cabeza, lo avente hacia enfrente para poder separarme de él, volte a su pantalón y vi el enorme bulto entre sus piernas

lleve mi mano hacia ahí y comencé a apretarlo, estaba duro y eso hacía que nuevas oleadas recorrieran mi cuerpo, Miguel volvió a besarme y colocó su mano en mi pierna, pero ahora comenzó a acariciarla por debajo del vestido subiendo poco a poco, yo estaba que moría por sentir ese enorme pito dentro de mí, así que abrí las piernas invitándolo a que metiera la mano primero y llegara hasta mi sexo, quería que me acariciara el clítoris antes de dejarlo que me penetrara

Él lo entendió perfectamente y comenzó a acariciar mi vagina, sobandome en círculos el clítoris por encima de mi calzon blanco (en ese entonces tenía 18 años), yo me estremecía.

Me besaba el cuello, me mordía las orejas, regresaba a mis labios mientras su mano acariciaba y acariciaba, de pronto hizo a un lado mi calzón y metió un dedo, de mi boca escapó un ligero gemido, comenzó a hacer círculos con su dedo, la sensación me hacía gemir más, quejidos y gemiditos que trataba fueran silenciosos salían de mi boca, no lo pensé más y baje el cierre de su pantalón, hurgue dentro, con trabajo por lo pegado de su pantalón logre meter mi mano bajo su calzón y tome su verga que estaba dura, caliente, palpitando y comencé a sacarla, su erección dificultaba mi cometido, pero nada me detendría, cuando por fin salió estaba ahí, dura la punta de color rosita y mojada, tan mojada como lo estaba yo, la aprete y la comence a masturbar

él se paró del sillón para hincarse, yo tenía las piernas abiertas, me besó las rodillas y fue subiendo por mis muslos, le tome del cabello, mientras subía pasándome su lengua y provocando mas exitacion en mi, llego a mi conchita, me dio mordiditas que lejos de dolerme me hacían estremecer mas, levante las caderas para subir mi vestido hasta la cintura, el aprovecho para bajar mis calzones hasta dejarlos a la altura de mis tobillos, hundió su cara en mis vellos vaginales, lamió mis labios y mi clítoris, hacia círculos sobre de él con la punta de su lengua, yo no podía más, sentía como mi vagina por dentro palpitaba, y como me mojaba más

yo me mordía los labios, después de unos minutos lo separe de mi entre pierna y lo jale para que se sentara en el sillón nuevamente, desabroche su cinturón y su pantalón, su pito estaba enorme, sentada yo tambien en el sillón me agache y le pase la lengua por alrededor de la punta, abrí la boca y puse mis labios en él, estaba caliente y mojado, muy mojado, comencé a lamerle la punta mientras mi mano apretaba el resto de verga y se la masajeaba para arriba y para abajo, mis labios solo rozando la puntita y de vez en vez le pasaba la lengua

quite mis labios y lo comencé a masturbar con movimientos rápidos, acercaba la boca como esperando que me diera su lechita, no es que quisiera que me la echara en la boca pero la calentura me hacía hacer eso, volví a chuparle la cabecita mientras masajeaba su tronco el cual se ponía cada vez más duro, sentia como palpitaba y se endurecía

Miguel masajeaba mis pechos, mi cuello, mi espalda, entonces fui más allá, ya no solo le chupaba la puntita, ahora metia lo mas que podía de ese cacho de carne a mi boca, movía mi cabeza para arriba y para abajo, podía escuchar su respiración agitada, el cabrón lo estaba gozando, lo saque de mi boca para jalarsela, rápido, arriba, abajo, arriba, abajo, el gemía, ya no podia esperar mas asi que le pedí me lo metiera

-anda por favor metemelo-

Estás segura

-Si, si-

Me levanté del sillón, él se bajó el pantalón, su calzón hasta media pierna y ahí sentado me puse de espaldas a él para sentarme en su pedazo de carne

Ya no podía mentir mas sobre mi virginidad y ademas no queria, con mi mano derecha puse la punta de su pito mi entrada y poco a poco fui dejándome caer

El me tomo de la cintura y me levanto el vestido, el muy cabron queria verme las nalgas y de seguro tambien estab viendo como entraba su verga en mi

Yo sentia riquisimo tener toda esa carne dentro, me daba de sentones y sentía que me llegaba hasta el ombligo, me estaba matando yo solita y el aunque tambien se movia la mayoria de trabajo lo hacia yo, no podía contener los gemiditos que me provocaba esa cogida

Paraba de vez en cuando los sentones para mover mis caderas en círculos y volver a darme de sentones, sentía como me escurría líquido y le mojaban los huevos y las piernas a Miguel, él acariciaba por momentos mis pechos, pasaba sus dedos por mi clitoris o me aferraba de la cintura para jalar duro hacia abajo

me pare para voltearme, apoye mis rodillas en el sillón y me ensarte de frente a él, y ahí estaba otra vez moviendo mis caderas en círculos, moviendolas de adelante para atrás, gimiendo de lo rico que sentía con ese pedazo de carne grueso, largo

me tomo de las nalgas y me marcaba el ritmo de mis movimientos, adelante y atrás, adelante y atrás, mientras me mordía los pechos, yo exclamaba ay, ay, ay, mmm, mmm, ay, ah,ah,ah

sentía como entraba y salía, como me abría.

Me jalo fuerte de la cintura mi clitoris que rozaba no se con que se estampo en su pelvis, comenzó a explotar dentro de mi su leche era caliente y por primera vez me la echaban dentro de mi colita ya que con Juan siempre usamos condon y solo sentía cuando se venía pero nunca lo caliente que era la leche, mi vagina como si pensara por sí sola se movía como queriendo mamar esa leche, nos quedamos un rato quietos el abrazandome de la cintura y yo abrazándolo del cuello

me levanté, se me escurría por las piernas mis jugos y la leche de Miguel, me temblaban las piernas, fui al baño para tomar papel y secarme

Al mirarme al espejo estaba toda roja de los cachetes, cuando volví Miguel me pregunto ¿que porque lo había hecho? Y a mi solo se me ocurrió decirle que porque quería saber que se sentía

Quien ha leído mis relatos sabe que yo ya sabía que se sentía pero no podía decirle que lo había hecho por caliente, el solo se quedo callado, tiempo después en una platica me dijo que cuando me pregunto quería haber escuchado que por amor

Y claro que también fue por amor pero no podía decirle que era más por caliente y porque ya lo había hecho antes