Mi cuerpo, el regalo a mis dos primos para San Valentín
Hola de nuevo, tiene mucho tiempo que no escribo nada aquí en esta página, espero retomar las historias que deje pendientes.
En esta ocasión vengo a contarles algo que ocurrió antes de la cuarentena con mis dos primos: Armando y Lucio.
Antes de seguir recuerden que pueden escribirme a mi correo [email protected] y seguir la cuenta de Instagram de mi mejor amigo: @chicas_lindas_en_espa_ol ahí sube montones de fotos de chicas super sexys y también le di permiso de subir mías, por si les interesa.
Bueno, antes de iniciar, seguro que no recuerdan cómo soy, soy una chica de 19 años de Monterrey, tengo el cabello negro y largo, mi piel es clara y tengo ojos grandes. Mis pechos no son nada especial pero mi cadera y mi culo me han dicho que son de infarto, a casi todos les gusta.
Y también hay que describirlos a ellos. Armando es un chico alto, de cabello castaño, ojos oscuros y usa lentes. Es delgado lo que lo hace ver aún más alto. Lucio por otro lado es más bajito que yo, tiene el pelo oscuro y ojos también de ese color. Tiene un poco de carne de más, pero no puedo decir que se vea mal.
Inicio con el relato
Era el mes de Febrero, específicamente el día del amor y la amistad. Desde hace 4 o 5 años recibo muchísimas cartas y mensajes y algún que otro chico se me ha declarado. No me da pena decirlo, se ve que quieren de mi culo jajaja. Pero ese 14 de febrero fuimos a la casa de mi tía, ella es madre soltera y tiene 3 hijos, dos varones y una mujer, se llaman Armando, Lucio y Sofía, tienen 20, 1 6 y 1 4, respectivamente. De Sofía hablaremos en otro relato.
Siempre me he llevado muy bien con ellos, ya que es la única tía que tengo y, obviamente, los únicos primos que tengo. Con Armando es difícil a veces porque suele estar encerrado en su cuarto, pero con Lucio y Sofía es mucho más fácil, tanto platicar, como jugar o incluso solo estar cerca haciendo compañía.
Ese día mi prima menor estaba muy emocionada, ya que había recibido varios regalos por parte de sus compañeros de secundaria y me los presumía. Yo llegue de la facultad a mi casa, y de ahí a la casa de mi tía, me dio tiempo a dejar las cartas y regalos en mi cuarto, si no yo también se los hubiera presumido jajaja.
Después de que me presumiera, subí al segundo piso a ver a los otros dos, primero intente ir con Armando y se me hizo super raro, porque por lo general, aunque esté encerrado no le pone seguro a la puerta, pero está vez si. Intente abrirla y le hablaba desde fuera pero no respondía. Al final, después de mucho insistir, me abrió. Se veía destrozado, la cara roja y algunas lágrimas en su cara.
– Hola prima. – Hablaba lentamente, claramente estaba muy triste.
– Armando, que paso? Por qué estás llorando?
– Nada de tu incumbencia. – Evadió la pregunta y se metió en su cama.
– No, nada de eso, que paso? No me digas… Alguien te rechazo?
– Si… Cómo supiste? – En realidad le sorprendió mi deducción.
– Es 14 de febrero. Pocas cosas ponen tan triste a alguien en este día.
– Es que… No puedo creerlo, me esforcé tanto durante los últimos tres años para que al final me dijera que no. Todo se acabó.
– Bueno, pues ella se lo pierde, se pierde tener a un gran chico como tú a su lado.
– En serio crees eso? – Se empezó a animar un poco.
– Por supuesto, quien no quisiera estar…
Me interrumpió la frase, y no solo la interrumpió, la interrumpió con un beso. Mi primo, mayor que yo, me estaba besando. Pensé en alejarlo pero, algo dentro de mi me hizo sentir que ya había sufrido mucho. No podría romperle el corazón yo también. No me aparte, lo bese también. Me monte encima suyo y le agarraba el pelo mientras el hacia lo mismo pero con mi culo. Me levanto y me puso en la cama, el fue a cerrar la puerta y después volvió hacia mí y me siguió besando, pero ahora el encima de mi. Sentía su miembro pegado a mi vagina, obviamente por encima de la ropa. Quería arrancarle el pantalón y chupársela pero quería que el tuviera el control, a fin de cuentas, el era el del corazón roto.
En un momento me quitó la blusa y también mi brasier. Comenzó a chuparme las tetas mientras yo solo gemia y le pedía más.
El no se quitó la playera, pero si su pantalón y boxer, dejando a la vista una hermosa verga de 19 centímetros. Gruesa, bien depilada y muy limpia. Se había preparado para su chica jajaja. El se sentó en la cama y yo entendí el mensaje. Me arridille frente a el, me hice el cabello a un lado y comencé a darle una mamada. Me esforcé muchísimo para que fuera la mejor de toda su vida. No me cabía toda en la boca, poco más de la mitad. También le chupe sus huevos, cuando lo hacía el gemia muchísimo, había encontrado su parte más sensible.
En eso escucho que se abre la puerta de la habitación. Era su hermano Lucio. Voltee de inmediato, pero olvide que no tenía ropa en la parte de arriba, además de que tenía la verga de su hermano en la boca.
– Pero… Ustedes son primos… No son novios ni esposos…
Pobrecito, cree que solo las parejas lo hacen jajaja.
Voltee a ver a Armando y en el momento que lo vi tuve una gran idea, de la que hasta el día de hoy no me arrepiento.
– Es que le estaba dando a Armando su regalo de San Valentín, tu también quieres el tuyo?
El mayor de los dos volteo a verme de inmediato. Mientras que Lucio no supo que responder por un momento. Me levanté, cerré la puerta de nuevo y puse a ambos en la cama. Desabroche el pantalón del menor.
– Entonces, quieres tu regalo?
– Si… Si quiero.
Lo deje desnudo de la parte de abajo y su miembro ya estaba erecto, no era ni de cerca como su hermano, pero tenía unos buenos 14 o 15 cm.
Se la comencé a chupar mientras con la otra mano masturbaba a Armando. Me sentía en la gloria, iba a ser la perrita de mis dos primos. Se la mamaba toda, me cabía casi entera en mi boca. El gemia mucho, más que su hermano, probablemente era su primera mamada.
Después fui con el otro. Me volvía loca su verga. Sin duda ahora sería su prima favorita.
Esperen la segunda parte del relato. Recuerden que pueden escribirme en mi correo [email protected] y seguir a mi amigo en
Me despido por ahora y les deseo a todos muy ricos dias!!!