Mi hermanita despierta su sexualidad con nuestro tío
Desde que murieron nuestros padres, en ese fatídico accidente de avión, yo quedé casi a cuidado de mi hermanita, una real tragedia por donde se la mire, era pequeño y no podía asimilar que en casa ya no estaba mi mami, ni mi papi, solamente me quedaba en el mundo mi hermana, quien tuvo que crecer de golpe y para ser la cabeza del hogar.
Nuestros padres no dejaron una fortuna, solo un departamento, un auto y un depósito bancario para nada abultado.
Mi hermanita actualmente tiene 18 años, y si se lo preguntan, era virgen. ¿El motivo? Simple o no tanto para muchos, pues ella se dedicó a mí… bah, a nosotros. La tragedia ocurrió un año atrás y ella no pudo volver al colegio para terminar sus estudios, tampoco volvió a salir con sus amiguitas, ni hacer muchas cosas más dado el tiempo que le insumía a esa joven niña la responsabilidad de tomar las riendas del hogar.
Hubo un administrador de los bienes de nuestros padres hasta que mi hermana alcanzara la mayaría de edad, nuestro tío, nuestro único familiar, al que casi no conocíamos pues el vivía en el campo, en soledad, primitivamente como un ermitaño. El nombre de él es Mark y es enano, si, pequeño, un pigmeo.
Nunca le pregunté a mis padres el origen de su malformación, porque en realidad él no me interesaba, las veces que lo vi sólo me despertó temor, no por su tamaño, ya que en esa época eramos iguales casi de tamaño, aunque creo recordar que yo lo superaba por poco, sino por su manera de ser, por su rostro fiero y con barba, además era casi pelado, solo en los costados de la cabeza tenia pelo en vías de extensión. Era el hermano mayor de papá y tenía 51 años de edad.
Vino apenas unos minutos al funeral, allí nos dijo que él era nuestro apoderado y que nos enviaría dinero, pero lo poco que mandaba se gastaba rápido, el departamento era algo valioso pero no lo podíamos vender porque vivíamos ahí, el auto era viejo, el depósito con los intereses no cubría los gastos, el dinero no se procrea solo, alguien debe ayudarlo y nosotros, dada nuestra edad no eramos los indicados.
Cercados por la pobreza, mi hermanita dejó el colegio y comenzó a trabajar en un negocio de venta de hamburguesas, ahí se la quisieron comer a ella, pero ella nada, pobrecita, ni ganas tenia de comenzar una amistad siquiera. Ella se llama Silvia y siempre fue hermosa, su cabello es negro azabache bien lacio, con un simpático pero a su vez atractivo y sensual flequillito, sus ojos celestes, cuerpito hermoso, pechitos redonditos y firmes, cinturita fina, un culito muy redondito y apetecible para cualquier depredador y sus piernitas encantadoras… 18 añitos, pobrecita, si supiera la que le esperaba, ella hubiera debutado con algún chico sin dudarlo.
El dinero se iba, se iba y no regresaba, lo que ganaba mi hermanita no alcanzaba para frenar el drenaje y un día, en que estábamos con Silvia viendo un futuro muy negro, más ella pues yo todavía no bajaba de la nube de mi niñez, donde todo se puede arreglar pero nada se entiende. Ese día sonó el teléfono, mi hermana atendió ya con pánico, pues habíamos comenzado a recibir llamados de gente que preguntaba cuando pagaríamos expensas, gastos bancarios, etc, etc, pero era nuestro tío, quién por supuesto también recibía llamados de nuestros acreedores al ser el apoderados de nosotros y cansado de nuestra insolvencia, con voz de fastidio, le dijo a Silvia que había que vender el departamento y comprar uno más chico para con la diferencia poner cuentas al día y esperar a que todo aclare.
A este paso, no solamente nada aclararía sino que la oscuridad sería más cerrada, yo nunca supe si nuestro tío tenía dinero, él vivía, en su casucha del campo, cultivándose su comida y criando sus animales, nunca intentó decirnos que nos ayudaría, el tiempo me hizo ver que él nos dio una mano pero el precio resultaría muy alto para mi hermanita por sobre todo.
Ante la ingenua pero realista pregunta de Silvia de donde iríamos a vivir en mitad de las operaciones de venta-compra de nuestro hogar, el enano dijo como con compasión, que podríamos estar con el en el campo, con él, yo hasta casi agradecí ese ”gesto humanitario” hacia nosotros. ¡¡¡Que boludo que era yo!!! Por fin comenzaría a crecer mentalmente y darme cuenta de las malditas cosas como son en la vida.
Empacamos nuestras cosas, vino el de la inmobiliaria a buscar las llaves, y nos dijo que la operación de venta se haría sólo cuando se realice en simultaneo la de compra, no entendíamos nada de eso, el tío se ocuparía… el tío se ocuparía de muchas cosas, demasiadas.
Por suerte el enano envió un taxi, pues nosotros ya estábamos en cero, pero yo seguía sin entender esos arrebatos de generosidad de nuestro tío Mark. El viaje fue muy largo, no se cuantos kilómetros hicimos, pero 3 horas estuvimos viajando, hasta que el taxista salió de la ruta por un angosto camino de tierra no mejorado y después de un buen rato llegamos a la casa en medio de la nada. Salió tío siempre con esa cara seria, como enojado, pagó al chófer y nos llevó a su casa. Algo comencé a intuir en ese momento, pues iba mi hermana adelante, atrás de ella el enano y yo cerrando la fila, entonces vi que ese familiar casi desconocido miraba con atención el culito de Silvia que se marcaba gracias a la calza negra que tenía puesta. Entramos a una casa muy grande, muy antigua y por demás descuidada, habían como 5 habitaciones, tres baños, un enorme comedor, con una enorme cocina, todo muy viejo, todo muy arruinado, como si Mark desconociera que la pintura existe desde hace mucho tiempo, todo bastante lúgubre, casa de película de terror imagine yo.
Nos llevó a la que sería nuestra habitación, en un extremo de la casa, daba contra una de las galerías, una puerta y postigos americanos eran la comunicación con el exterior, con la galería. Tío cerró la puerta interior y nos dejó para que nos cambiáramos la ropa, mi hermana fue al baño que estaba conectado con nuestra habitación, yo revisé ese gran cuarto por las dudas de encontrar algún bicho adentro, por suerte nada, solo vi que la puerta postigo americana tenía dos tablitas rotas abajo, o sea que se veía de afuera hacia adentro y viceversa, la recamara estaba bastante fría, sólo había una estufa eléctrica que parecía recién prendida, el comedor poseía una salamandra que emitía buen calor.
Mi hermana comenzó a desvestirse, yo estaba acostumbrado a verla en ropa interior no más y siempre observaba su figura cada vez mas linda, ella estaba ahora en tanguita negra y me pidió que gire porque se iba a cambiar el corpiño, eso hice. Al rato se vistió con un jean muy ajustado y un pullover verde, salimos y fuimos al comedor, luego de tantear puertas, allí estaba el enano sentado junto a la salamandra, ese día no hicimos nada, el silencio se impuso, pero yo empezaba a ver que tío enfocaba sin disimulo el radar en mi hermanita, era tan evidente que ella también comenzó a notar esas miradas hacia su culito bien formado y duro, y esa noche comenzaron las cosas raras.
Después de cenar, miramos un poco tele con Silvia mientras el enano leía un libro, más tarde fuimos con mi hermana a la habitación para dormir, Silvia fue al baño y cuando salió, se cambió para ponerse su pijama, vi que alguien estaba espiando por las dos tablitas rotas, pues estas estaban abiertas. Yo miraba fijo en dirección a la tablitas, mientras mi hermana estaba en tanga, sin corpiño y se puso su pijama blanco con florcitas y el pantalón bien ajustado. Parecía una nena y el depredador ya estaba mirando su victima:
Silvia – le dije bajo
Qué?
Alguien esta mirando de afuera.
Ya sé.
Solo alguien puede ser.
Si, el enano depravado de nuestro tío.
Ahora se fue.
Tiby(así me llama ella), ya me estoy dando cuenta como va a terminar esto.
Por qué lo decís?, Qué sabés?
Tiby, soy virgen, pero no tonta, todo el tiempo vi a Mark mirándome el culo, varias veces cruzamos miradas y vos estabas de espalda a él y no viste, pero una vez saco su apestosa lengua y se relamió y en otra lo vi tocándose abajo mientras me sonreía con esos dientes marrones horribles…
Oh Dios!!, Qué hacemos?
Nada Tiby, nada… yo ya perdí, solo debo cuidarte a vos para que no veas lo que tarde o temprano va a suceder… Apartate Tiby, no digas ni hagas nada, estamos en sus manos, estamos perdidos has que tengamos un nuevo departamento, allí yo veré donde conseguir trabajo.
Pero, por qué a ti? Sos su sobrina?
Y?.. hay padres que abusan de sus hijas y es peor, horrible, todo esto fue preparado por ese enano degenerado para mí, no soy idiota, siempre me acosaron por Internet y yo callé pero tuve el presentimiento que era alguien cercano, este hijo de puta me tubo ganas de chiquita y ahora me tiene…
Tengo miedo.
Yo también, pero tu debes estar tranquilo, o todo sera peor… A dónde iremos?, Cómo nos vamos de acá?, Caminando?… ahora duerme y deja que todo sucederá como debe ser, pero yo me mato si a vos te pasa algo, por eso ayudame quedándote tranquilo y esperemos.
Silvia cerró el libro, apagó la luz y se durmió, yo quedé mirando las tablitas, ahora no se veía nada y así me dormí, pensando en Silvia con el enano hijo de puta y me estremecí, al otro día me desperté primero y sentí en el techo de chapa que llovía, copiosamente, me quedé escuchando el agua golpear contra las chapas, al rato mi hermana se despertó, se levantó de la cama, vino hacia mí, me dio un beso y fue al baño, a pesar de estar nervioso sentía cierta excitación, de pronto mi hermana salió del baño y se cambió, entonces observé que ahora ella estaba con una tanga muy chiquita blanca con corazoncitos, y ahí entendí la causa de mi libido.
Por mi cabecita se cruzó una escena donde veía al enano de mi tio montando a esa tierna niña, virgen, de culito tan redondito, de tetitas tan firmes, eso me estaba calentando e iba a ser muy difícil para mí controlarla.
Hacía a pesar de la lluvia una temperatura agradable, por eso mi hermana se vistió con un short de jean, bastante cavado que dejaba ver unos hermosos cachetes y arriba una blusa blanca, raro en ella, no llevaba corpiño y se le marcaban los pezones. ¿Estaba mi hermana entregada? Nunca supe.
Llegamos al comedor y estaba el enano sentado en la mesa, que cuando vió a Silvia se levantó con unos ojos inyectados que daban miedo y siempre mirándola a ella fijo nos dijo que traería el desayuno, el león ya estaba preparado para devorarse a la gacela, la comida fue en total silencio, Mark no dejaba de mirar a su sobrina fijamente, estaba transformado.
Afuera llovía a cántaros, con estruendosos truenos.
Mi hermana me miró en un momento y me sonrió, tratando de darme tranquilidad, tenía miedo pero además la tensa calma me excitaba, yo sabía que pronto comenzaría todo… y comenzó.
Era media mañana, por nuestro silencio solo se escuchaban los ruidos de la tormenta y al terminar de desayunar el enano dijo con su vista en el cuerpo de mi hermanita:
Hoy hace un día horrible… y hermoso. Nena querés sentarte en la galería un rato? Te gusta mirar y escuchar llover?
Si, gracias…
Tu nene, quedate acá mirando la tele, no sea cosa que te resfríes.
Instantáneamente que mi hermanita se levantó junto al enano, yo me senté en el sillón frente al televisor, luego de haberlo encendido y puesto cualquier canal, escuché como salían y ahí comencé a temblar, pasaron más de 15 minutos y no aguanté más, vi que desde la puerta americana del comedor que conectaba con la galería había maderitas que se podían abrir, pero no veía nada, entonces fui a la otra puerta, por suerte estaba entornada, la abrí con sumo cuidado., oí un cuchicheo, susurros, estaban cerca, abrí un poco más y los vi, estaban sentados en un banco tipo plaza, de los que había varios en cada galería, el enano hijo de puta estaba casi encima de ella, hablando en susurros, diciendo cualquier cosa, Silvia escuchaba y lo miraba, Mark actuaba, casi lloriqueaba, hasta que una mano de él se posó sobre una pierna de ella, inmediatamente el reflejo de mi hermana fue sacar la mano de allí, pero él le agarró la mano y la colocó al costado de ella y volvió a situar su mano en la pierna, esta vez ella no insistió, dejó todo así.
Entretanto, el enano no paraba de hablar, sabe Dios que decía, su mano ahora comenzaba a acariciar la pierna de su delicada y preciosa sobrina y… comenzó a subir hasta la entrepierna, entonces Silvia le dijo, tratando de sujetarle la mano:
Tío, por favor, no…
Shhh… pequeña, tranquila, por favor, no me saques más la manito, eso no me gusta, vamos a conocernos bien, mucho tiempo alejados estuvimos, te necesito…
No está bien esto… somos familia…
Shhhh… por favor, dejame… todo va a estar bien. Que pierna durita tenés… como mi pito jajajaja… parece que saliste a mí…
Su voz sonaba excitada, hueca, extraña, mi hermana no dijo nada, el enano volvió a la carga pero esta vez sin resistencia, ella estaba como congelada, cuando la mano alcanzó a el short en la entrepierna, el enano lanzó un suspiro aterrador y mi hermanita comenzó a llorar, Mark ya estaba fuera de si, hizo inclinar a su victima para besarla y su mano comenzó meterse bajo el pantaloncito, Silvia lloraba y el enano gemía, estaba totalmente transformado, se puso cara a cara con ella y mirándola le dijo:
Llorá corazón, llorá, crees que me vas a conmover? No ves que no puedo más?
Y la besó en las mejillas, la frente, en la boca, ella abrió su boca instintivamente y allí entró la lengua del enano, la mano del deforme saltaba de la entrepierna a las tetas que ya no oponía resistencia, y por fin, el enano tomó una mano de ella y la llevó a su entrepierna. El bulto reventaba por salir del encierro y la mano de mi hermana comenzó a masajearlo.
Yo observaba besos, chupones, manoseos, ya la victima estaba servida.
Por favor tío, paremos acá, Tiby está adentro y puede escuchar…
Esta noche?
Si…
Se acomodaron la ropa y entraron a la casa, fue un día larguísimo, dos veces el enano le tocó el culo mientras ella lavaba los platos pero mi hermana logró contenerlo, por la tarde le mordió una teta por arriba de la ropa.
Llegó la noche, terminamos de cenar y fuimos con Silvia a nuestra habitación, ella se sentó en mi cama y me acariciaba la cabeza.
En un rato debo irme…
Ya sé y no me gusta…
Vas a quedarte tranquilo?
Si, me asustan un poco los truenos, pero estaré bien… Vos?
Estaré bien… Me prometes que no irás a mirar?
???
Tiby, te vi mirando cuando estábamos en la galería, no me subestimes pequeño…
No sé por qué hice eso…
Yo me imagino… Te excitas viéndome con el tío?
…..no……
Ok, no digas nada, trata de no mirar, te hará mal…
No miraré…
Gracias.
Te vas ahora?
En un ratito, voy al baño, me pidió que me vista para él.
Ok.
Ella tardó casi media hora en el baño, salió en silencio, mirando hacia la nada, estaba vestida con una tanguita rosa con animalitos, solo se puso una remerita roja floreada, la que usaba para dormir y le llegaba al ombligo, se puso las chinelas, miró mi compungido rostro con una sonrisa, me dio un beso y solo me dijo:
Hasta mañana bonito mío, duerme pronto…
Hasta mañana, mucha suerte.
No pasaron 5 minutos y me levanté, caminé por la oscuridad y vi al fondo la luz de la habitación del enano, era una luz muy tenue,de una lámpara colorada, mientras me acercaba comencé a escuchar los gemidos, la puerta estaba toda abierta, mi hermana estaba contra la pared y el enano estaba con una bata azul, su cabeza estaba enterrada en la concha de mi hermana con la tanga puesta, las manos la tenían agarrada de las nalgas, la cara de Mark no la veía.
Mi hermana tenía las piernas entreabiertas, los ojos cerrados, sus manos sobre la cabeza del enano y gemía, tío estaba comiéndole la vagina a su pequeña sobrina, le sacó la tanga, volvió a meterle su asquerosa lengua sucia en la concha pero esta vez sin estorbos en el medio. Ella gemía más fuerte y miraba al techo, él gruñía, como una diminuta pero destructiva bestia, luego se incorporó relamiéndose, la sentó al borde de la cama, se paró enfrente de ella, mirándola, bramando, se sacó la bata, la tiró al piso, quedando desnudo, con ese achaparrado cuerpo peludo y con una larga verga, muy dura, no era gruesa, pero si larga y la cabeza desproporcionada, muy grande, como un hongo.
Agarró con las dos manos la cabeza de ella y acercó su pija a su boca, ella comenzó a besarla, luego a lamerla, con esfuerzo intentaba meter esa cabezota en su boca, el enano cerraba sus ojos mientras sentía los suaves labios en su brutal miembro. Pujó su glande dentro de la boca provocándole arcadas, pero no se detuvo, murmuraba cosas sin sentido mirándola, luego la amenazó:
Te voy a perforar la conchita, me voy a tragar la sangre cuando te rompa el himen… me vas a recordar por siempre…
Silvia sabía que esa pequeña bestia la haría mujer y estaba resignada a eso. Luego de un largo rato chupando la pija se acostaron, el enano comenzó a trabajar las tetas de ella, ambos estaban totalmente desnudos, los pezones de ella estaban casi inflamados de las chupadas recibidas, ahora comenzaría lo mejor, la colocó boca arriba, le hizo abrir bien las piernas, se embadurnó la cabezota con crema, se puso en posición y con la pija preparada para entrar a destrozar una cerradita y tibia concha, comenzó a insultarla, a decirle que la iba a penetrar hasta que los dos terminaran destrozados y empujó fuerte.
Ella chilló y con sus manos primero intentó sacarlo y luego se agarró de los barrotes del respaldo de la cama de hierro, el enano tenía sus manos en las nalgas de ella, levantándolas, la cabeza sobre los pechos, parecía una garrapata, inamovible, solo el culo de él se veía haciendo fuerza para meter su verga.
Ayyaaa.. nenaaa… aayyaaa, la sentís?
Mi hermana estaba muy ocupada llorando y gritando, no estaba en condiciones de responder a cuestionarios estúpidos, su concha recibía por primera vez a una cabeza deforme, sin compasión, sin galanterías, no era el sueño de una chica en su primera vez. El glande rompió la telita tan preciada y la pija del enano salía con sangre para volver a meterse.
Ella estaba dura, inmóvil, congelada, en ese trance la chota ahora le entró más fácil, y más profundo, la suave cuevita abrazó, envolvió a su terrible visitante hasta que esos dos enormes testículos hicieron tope en ella, ya estaba toda la pija adentro, quieta, sabiendo que iba a haber la última resistencia, esperando, pero firme, Silvia intentaba sacarlo, sujetándolo de la cabeza e intentando empujarlo para atrás, nada, la garrapata estaba muy bien prendida, ella gritaba, el gruñía, ella lloraba el reía, creo que 10 minutos duró esa ultima batalla, hasta que mi hermanita desistió, suspiró y aflojó su cuerpo, tío visiblemente muy experimentado en esas cosas, notó que ya el enemigo cedía terreno y lo aprovechó, muy despacio al principio comenzó a moverse, arriba, abajo, su peludo cuerpo comenzó a saltar sobre ella, sin miramientos ese desalmado comenzó a gritar, a aullar:
Ah..ah…ah….ah….
Silvia ya no tenía lagrimas para derramar, pero poco a poco ella comenzó a experimentar lo bueno del sexo, a esta altura, el dolor cedió lugar al placer, la concha ya había aceptado que estaba abierta y que debía estimular más a la bestia, aunque doliera, aunque sintiera el daño y ella empezó a moverse, sin experiencia, torpemente al principio provocando más dolor, pero de a poco el movimiento acompañaba a los embates de la pija y ella comenzó a gemir, ahora ella tomaba la cabeza del enano y la acariciaba.
El enano notó eso enseguida y pasó a cogerla frenéticamente, gritos, aullidos, gemidos, era una mezcla de sonidos que retumbaban contra las paredes, Silvia abrió sus ojos y me vio, yo estaba mojado y me había descuidado, pero ella sonrió y levantó la frazada cubriendo al enano y dejando solo visible a mis ojos, su escueto cuello y cabeza.
La frazada se movía, solo se la veía a ella, parecía que estaba cogiendo con algo invisible, ella volvió a cerrar sus ojitos al sentir los bestiales embates expandir las paredes de su vagina, la cama crujía, la frazada se desplazaba lentamente por los exagerados movimientos, el enano estaba rompiendo la concha de mi hermanita. No sé cuanto duró, 1 hora, 2 horas, verdaderamente no sé, yo mojaba a cada rato mis calzones.
De pronto escuché un gemido de ambos, el torrente de leche ya llenaba a mi hermana, al rato el enano salió de abajo de la frazada y se colocaba a un costado de su sobrina, besándola, pasándole la lengua por su cara, ella se levantó y desnuda fue al baño.
Vi que él se tomaba una pastilla azul, era viagra por lo que me enteré después por mi hermanita, era evidente que el enano no era de dejar ningún trabajo por la mitad, mi Silvia regresó con un toallón que colocó sobre las ensangrentadas sábanas, mi tío fue a cagar y volvió con la pija súper dura, se tiró sobre ella y volvió a montarla.
Solo el grito de ella cuando la cabeza entró, después placer. Perdí la cuenta de las veces que eyaculó en la ya rota concha de mi hermana, pero fueron varias, cuando se levantaron y fueron tomados de la mano al baño, yo me volví a mi habitación, esperé a que regresen al cuarto y también fui al baño, mi pantalón era un enchastre.
Al otro día abrí los ojos y vi que estaba mi hermana sentada en mi cama acariciándome con ternura, sonriendo.
Estas bien Silvia?
Si…
Te dolió mucho?
No me preguntes lo que sabes… vos viste todo.
Si…
Bueno, ahora vamos a desayunar.
En el comedor, el enano se reía mientras me miraba, Silvia estaba con un camisón lila bastante transparente, abajo solamente una braga muy chiquita de color azul, muy visible.
Después de almorzar Silvia fue a dormir la siesta, ella estaba extenuada, me quedé con el enano sentado en el banco de la galería, mirando llover y mi tío comenzó a hablarme:
Qué te pareció anoche?
Qué?
Jajaja no te hagas el boludo, tuviste platea preferencia.
Yo no mir……
jajaja… empezá a crecer. Viste que trabajo me dio la conchita?.. se resistía la hija de puta… pasa que era virgen y estaba cerrada, pero la dejé tan abierta que hasta un camión ahora le entra jajajaja
Si…..
Se la rompí, todavía tu hermanita esta escupiendo leche por la concha, la llené bien…
Ah……
Te imaginás esta noche la guerra que habrá con el culito?
Ehh?. . Tio…..
Shhhh pendejo, tranquilo, si, esta noche voy a romper el culo de tu hermanita, ayer lo toqué bien y el agujerito esta muy fruncido, muy cerrado, pero lo voy a abrir, se va a comer toda la pija y no voy a sacarla hasta que lo llene de leche, va a ser una gran enema y muy dolorosa, pero le va a gustar…
Por favor…
Nada.
Se levantó, se acomodó la poronga y entró a la casa. Esa noche mi hermana se puso una camisa amplia y que apenas le tapaba el culito y desnuda abajo, yo le quise advertir:
Silvia, en un rato el enano te va a……
A coger el culo…
Si! Te pido por favor….
Ya sé… ayer sentí varias veces un dedo que entraba en el ano, el hijo de puta lo estaba probando, tranquilo, todo estará bien, solo te recomiendo que no espíes pues habrá dolor y no me gustaría que veas eso.
Es tarde, él me invitó a mirar…
Me imaginé, nuestro tío es un pervertido hijo de puta, goza con romperme pero también siente placer con vos viendo como él me ultraja. Y qué más te dijo, qué quiere?
Que vaya yo con vos y me duerma en el catre, que está en la habitación de él, a un costado de la cama…
Oh Dios!!!
Tranquila Sil, ya nos acostumbraremos.
Y fuimos. Allí estaba el enano, parado junto a la cama, tomando su pastilla de viagra.
Hola chicos, Tiby podes acostarte en el catre, es cómodo, arrimalo más a la cama que quiero que Sil te sienta cerca, la va a contener de gritar, jajajajaja
Me acosté dándole la espalda a ellos, mirando la pared, comencé a escuchar ruidos y el primer:
Ahhhh, que hermoso… que cerradito!!!!!!!, mmmmm… lo quiero, es todo mio.
Nuevamente ruidos, silencio, gemidos y me di vuelta tapado hasta la cabeza con mi manta, los vi acostados, desnudos, de costado, mi hermana de espalda a mi, yo le veía el culo y el enano, mientras la besaba en la boca me miraba, hijo de puta, le brillaban los ojos, la mano de él fue a las nalgas de ella, comenzó a frotarle el agujerito y le introdujo un dedo, haciéndola gritar, Mark ahora cerró los ojos, su concentración estaba toda en el ano que pronto iba a destrozar, la verga del enano explotaba y entonces la hizo girar poniéndola de costado pero ahora ella me miraba, la pierna de arriba de mi hermana fue toda para adelante, el enano comenzó a meterle el dedo con crema en el culo y a ponerse crema en la pija, mientras me miraba y sonreía, ahí se perdió en la espalda de ella. Sil me miraba esperando lo peor.
El enano después de un rato, levantó la cabeza y le dijo:
Ahora flojita, bien flojita.
Y se volvió a perder tras ella, Silvi cerró los ojos esperando, de repente los abrió enorme, gritó que me dio terror, intentó manotearlo para sacarlo de ahí, inútilmente, pues la garrapata se prendió.
Ayyyyyy Diosssss, por favorrrrr… sacalaaaaa
Nooo
Por favooooooooooor
No
Lagrimas, gritos, él aullaba, gruñía, con la cara llena de lágrimas, Sil abrió los ojos, me miró y me dijo:
Tiby, por favor no veas esto.
El enano levantó la frazada tapando a ambos y me dijo:
Si, mejor que no veas, esto esta muy complicado, el agujero no quiere que entre.
Pero yo miraba, miraba como mi hermanita tiraba manotazos al aire, gritaba, lloraba, intentaba zafarse, pasó mucho hasta que escuche al enano:
Ahhh, por fin… ahhhh, ya está preciosa, ya está adentro… floja… floja… la voy a dejar descansar un rato en tu cálido culito jajajaja
El enano había penetrado con esa larga y curvada pija el culito, ya estaba toda adentro, destruyendo, al rato largo Sil dejó de llorar, pero se quejaba permanentemente, la verga dolía mucho, el culo todavía se resistía, 15 minutos, 20 minutos habrán pasado cuando mi enculada hermana abrió los ojos y puso una mano sobre él y le dijo:
Despacio, empezá despacio…
Te lo quiero romper
Rompelo, pero empezá despacio.
Comenzaron los gemidos y los movimientos coitales, Silvia me miró y estiró su brazo hacia mí, yo estiré el mío y nos tomamos de las manos, me apretaba muy fuerte y fruncía los labios ante los embates en su culo, gritaba cada bastante, pero no me soltaba, me miraba con los ojos llorosos y gritaba, a esta altura las arremetidas eran fuertes, le enterraba la verga muy rápido. El enano gritaba mientras le destrozaba el culo a mi hermana y con los saltos que daba sobre ella la frazada voló a los pies de la cama, permitiéndome observar, él tenía una mano en la concha con algunos dedos dentro, mientras seguía prendido atrás perforándole el culo, ella gemía y pataleaba, el enano más tarde se soltó y la hizo poner boca abajo con el culo levantado y le dijo:
Ya está abierto, ahora a romperlo.
Se puso sobre ella, enfiló la cabezota ahora muy roja y penetró hasta el fondo, Silvia gritó, yo me levanté y volví a sujetarle la mano, el enano primero la metió toda adentro, hasta los huevos y después comenzó a bombear a lo bestia, la cama parecía romperse, yo miré hacia otro lado sin soltarle la mano a mi hermana que me apretaba y lagrimeaba, más de una hora estuvo destrozando el culo de mi hermanita, hasta que le puso la enema, cuando la sacó del culo escapó mucha leche y mi hermana se desplomó.
Esa noche, ella se comió tres polvos por el culo y nunca me soltó la mano, ahora por suerte ya tenemos hogar, el precio fue muy alto… pero en la vida, nada es gratis.
Marcel Milord & Gus Becker ®
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