Mi mujer y cinco hombres en una cabaña, una orgía sin limites
Gema camina apresurada mientras la lluvia no deja de caer sobre la ciudad. El invierno está siendo ciertamente duro en lo climatológico, pero tórrido en lo sexual -piensa, conteniendo una sonrisa al recordar todo lo que está sucediendo desde que pusieron aquel anuncio en la prensa pidiendo “un semental que la montase mientras su marido contemplaba la escena”. Recuerda que sintió un inicial ofendimiento cuando leyó el verbo montar, como si se estuviesen refiriendo a una yegua o una perra y no a una mujer ….. pero ahora, semanas después y muchas sesiones de sexo más tarde, reconoce que el término “montar” es muy adecuada a lo que pasa, ya que no se trata de amor, ni por asomo, sino de sexo puro y duro, casi animal, donde como en cualquier especie, la hembra y el macho copulan como bestias, buscando, los animales la reproducción, los humanos el placer.
Así conocieron a Jorge que se ha convertido en uno de sus principales amantes, un buen semental fuerte y dotado con el que ha tenido fantásticas sesiones de sexo, donde ha conocido lo que es sentirse una perra; Gema, fuera de la cama es una mujer fuerte e independiente, peor en el sexo la apasiona sentirse dominada por machos fuertes que la sometan, haciendo con ella todo lo que deseen en cada momento. Pero Jorge no es su único amante, pues pronto se incorporaron a su vida Mauro, un rumano guapo y grande con una polla enorme, su primo Pablo (ver capítulos anteriores de esta serie) y Marco, su jefe en la compañía de seguros en la que trabajaba Gema y que llevaba años “tirándola los tejos hasta aquella tarde hace unas semanas en que la folló contra su mesa como un auténtico salvaje, taladrándola el culo hasta hacerla suplicar que fuera más despacio ………………. es una autentica bestia -piensa Gema_ pero una bestia que la tiene completamente abducida y que está deseando volver a tener dentro de ella. Marco la atrae mucho y eso puede convertirse en un problema, porque no puede quitárselo de la cabeza.
Nada de esto hubiera sido posible sin contar con la actitud de su marido, quien no solo lo ha tolerado expresamente sino que además había sido el principal promotor de cada encuentro, obsesionado como estaba con ver a su mujer gozando con otros hombres, Hay gente que seguramente calificaría esta actitud como enfermiza, otros dirían que ser cornudo consentido es algo “contra natura” y otros, por las cartas recibidas a tras escribir estos relatos, lo calificarían como un mundo excitante que les encantaría conocer, pero que no se atreven a proponer a sus parejas. En todo caso, sea cual sea la razón, ello había provocado que Gema tuviera una vida sexual de una intensidad plena, con varios hombres a su disposición y, además, posibilidad e incorporar a su vida cualquier otro que la apeteciese.
Gema está en la esquina convenida, mientras la noche hace ya rato que ha caído sobre la ciudad. Aparentemente es una persona más esperando en la calle a que pasen a buscarla. Una rubia de unos cuarenta años rubia y guapa, cubierta por una gabardina que solo permite apreciar lo alto de sus tacones y las medias negras. Más de un hombre se fijan en ella al pasar, pues no hay duda que es atractiva incluso con la gabardina puesta que impide apreciar su cuerpo. ¿Qué pensaría cualquiera de los mirones si supiese que bajo ella Gema solo lleva un tanga negro y medias de encaje hasta medio muslo? Por eso, hace rato que siente frio y nota como los pezones se han endurecido de un modo casi doloroso. También influye la excitación, pues solo sabe que va a pasar algo y que ese algo vendrá en un BMW azul ……… precisamente como ese que acaba de parar junto a ella y que conduce Jorge, el semental que seleccionaron para que la follase hace unas semanas y que, desde entones, ha sido su macho principal.
Hola nena, bienvenida – la saluda Jorge dándola un pequeño beso en los labios- monta cariño.
Hola amor, – le contesta Gema, aliviada al ver una cara conocida.
Gema entra en el amplio BMW, en cuya parte trasera la espera Jorge, mientras que delante hay dos hombres más, que se presentan rápidamente. Carlos, un mulato muy grande, de unos 30 años, brazos musculosos y pecho fuerte, que no duda en darla también un beso en los labios a modo de bienvenida, mientras que el coche lo conduce Amhed, un árabe delgado, no muy alto, que se limita a darle la mano, mientras dice algo en francés a los otros dos hombres, que ríen con el comentario. Gema entiende algo de afrances y cree entender que ha dicho algo así como “Vaya mujer tíos, se me está poniendo dura solo de verla”
Mientras el coche cruza la ciudad y se dirige a una urbanización cercana, Jorge no pierde el tiempo y, mientras la besa con pasión, aprovecha para meter la mano bajo el abrigo y magrearla las tetas, haciendo que los pezones de Gema se endurezcan inmediatamente, mientras recuerda la tranca de ese semental partiéndola en dos. La mano de Jorge sobre su nuca deja bien a la claras lo que desea, así que, sin oposición alguna, se deja guiar hacia la tranca que sobresale por la cremallera del pantalón cuya cabeza entra en su boca hasta la mitad del tronco. Conoce bien esa polla, porque la ha tenido muchas veces dentro y conoce a su dueño, así que no hay duda sobre lo que hacer, así que comienza a bajar y subir la boca por el enorme tronco, mientras le acaricia los huevos con suavidad.
Chupa nena, chupa ……. Muy suave, muy suave, asiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiiii -gime Jorge, sintiendo como la como la cabeza de Gema sube y baja en torno a su miembro, cubriéndolo enteramente de saliva.
Como te la come, que bestia -oye que dice Carlos, con su acento caribeño inconfundible-, mira que me habías advertido que era una zorra de primera división, pero no creí que tanto ……. Creo que vamos a disfrutar mucho todos con esta puta.
La frase no pilla de sorpresa a Gema, quien sigue como si nada con la mamada, aunque la palabra todos y el tono que utiliza el mulato para llamarla puta la sobresalta un poco. Gema sabe a que viene esa noche, porque más de una vez ha fantaseado con su marido sobre la posibilidad de pasar una sesión con un grupo de hombres, más o menos desconocidos, sin prácticamente reglas, es decir, una habitación, varios hombres y una mujer. Sabe que cierto peligro si existe, porque, aun cuando se supone que no son delincuentes, también es verdad que los hombres son muy dados a perder el control cuando follan y que posiblemente no querrán parar hasta “terminar completamente”, es decir hasta vaciar enteramente el contenido completo de sus testículos en ella, por lo que la duración de la sesión dependerá, en términos matemáticos, del numero de hombres, su potencia, el modo de organizarse con la hembra y alguna otra variable más …….. como por ejemplo el consumo o no de viagra u otro “medicamento”. Pero lo que sin duda no está en la ecuación es la voluntad de ella, pues mucho se teme que no la van a hacer caso por mucho que suplique que paren, que les diga que no puede más …….. porque sabe que no servirá de nada esa suplica. Gema lo sabe, lo ha hablado mil veces con su marido, pero, por otra parte, la situación la vuelve loca, la excita mucho y cree que está suficientemente preparada para superar esta prueba.
Para nena, para, que ya hemos llegado – la ordena Jorge, ordenándola detener la mamada.
Gema levanta la cabeza mientras el coche se detiene, comprobando que han llegado a una casa en el medio de la nada. La noche no permite ver demasiado del lugar, pero parece una vivienda de una planta, no demasiado grande ni llamativa, en medio de una huerta. Gema sale del coche sintiendo como los hombres la tratan como una medio prisionera, como si pensasen que puede huir, sin darse cuenta que es una decisión meditada y que la mujer está realmente excitada sintiendo como la cogen del brazo y como, sacándola del coche, la introducen en la casa, en esa casa a donde ha ido por propia voluntad, simplemente para ser instrumento sexual de un grupo de hombres que la van a follar como a una perra, hasta hacerla suplicar un descanso, una pausa para recomponerse ……. Lo sabe y lo desea..
Se trata de una sala grande, a modo de lo que sería un refugio de cazadores, con sofás, camas, una mesa con sillas y una chimenea encendida con un fuego potente que caldea la estancia. Dos puertas dan paso a la cocina y aun baño respectivamente. En dos de las esuinas hay dos cámaras con trípode apuntando al centro de la habitación; gracias a ellas el marido de Gema podrá vcer todo lo que sucede en la sesión desde su casa; esta circunstancia le da cierta seguridad a Gema, pues su marido algo podrá hacer si la sesión se desmadra más de lo lógico y, además, es parte importante de su pacto intimo: Gema puede hacer lo que desee sexualmente hablando, siempre que José lo conozca a priori y lo vea en directo, preferentemente estando en la misma habitación, aunque hoy no se cumple porque entienden ambos que parte importante de la sesión es la sensación de soledad de Gema frente a una jauría de lobos hambrientos.
Los pezones de Gema están erizados como consecuencia del frio de la noche, pero ni el calor de la chimenea puede caldearlos, porque la mente de Gema esta solo centrada en una única cosa: A su alrededor cinco hombres la miran “como cinco perros vagabundos muertos de hambre mirarían un chuletón abandonado en la calle” …… cinco hombres es un número que supera lo esperado, pues Gema siempre pensó que no serían más que tres, aunque si es cierto que nuca se habló de una cifra, sino simplemente de encerrarse en una casa con varios hombres, pero cinco no son varios -piensa Gema, cinco son ¡una jauría!.
¿Te sorprende ver tanta gente nena? – dice Jorge, mientras se quita el abrigo- lo entiendo, porque me comprometí con tu marido en que fueran tres, pero sabes ……. La idea es follarte como bestias, hacer que te sientas como nuestro instrumento de placer, como nuestra puta y, la verdad …… he pensado que con cinco machos es más fácil conseguirlo. ¿No te parece? Vamos a hacerte gozar nena como nunca lo has hecho, pero tu también nos vas a hacer gozar a nosotros, nos vas a dar placer hasta saciarnos y te advierto que somos hombres de mucha sed. ¿Estás de acuerdo?
Siiiiii, contesta Gema, en voz baja, porque pese a todo tiene miedo, miedo y excitación, pero quien no lo tendría frente a esos cuatro animales.
Perfecto, porque no queremos tener que obligarte a nada …… salvo que sea necesario. No te trataremos mal, pero si tenemos permiso de tu marido para “obligarte” si te niegas a algo.
El grupo ríe mientras uno de ellos la ayuda a quitarla el abrigo, dejándola a la vista de todos, solo cubierta por el tanga y las medias, ………… las miradas de los hombres la cruzan de arriba de abajo. Por fin se fija en el grupo, sintiéndose desvalida, como una niña. Aparte de Jorge, Carlos el mulato y Ahmed el árabe, están también Luis, un hombre gordo y poco atractivo que, desde el primer momento, le da autentico asco y Farao, un enorme senegalés de más de 120 Kilos de peso y casi dos metros de altura. No puede arrepentirse ahora -piensa, lamentando no haberlo hecho antes- porque es lo que ella deseaba, un grupo de hombres sin reglas ni control, aunque ahora tiene miedo, casi terror de la situación. Sola, en un paramo fuera de la ciudad y con cinco “lobos hambrientos” que la van a empalar, que la van devorar, que la van a ………………….. sus pensamientos se ven interrumpidos, cuando Jorge la agarra por detrás, la coge fuerte el culo y hace de maestro de presentaciones con el resto:
Troncos, está es Gema, la perra de la que tanto os he hablado. Su marido es un cornudo al que encanta saber que a su mujercita la montan machos fuertes y es delante suyo mejor. Hoy no ha venido porque precisamente es lo que desean ambos, que la follemos sin vigilancia, sin control ……… La única regla es que no hay reglas …… bueno si, que mañana, cuando la devolvamos, esté viva …….. ja, ja. ja, o, al menos que lo parezca ………. Os voy a presentar debidamente a esta señorita, así que enseñadla vuestras “tarjetas de visita”.
Está buenísima contesta el negro, relamiéndose de gusto, mientras no deja de mirarla como si quisiera derretirla- estoy deseando probar este bollito, asi que no tardes en las presentaciones..
Gema, cada vez más temblorosa y aterrada, comprende rápidamente lo de las tarjetas de visita, pues todos los hombres se desnudan rapidamente y dejan a la vista sus pollas, de todo tipo y grosor.
Mira nena, este es Carlos, al que conociste en el coche. Carlos es dominicano y desde que le enseñe la primera foto tuya no ha parado de darme el coñazo con que quiere conocerte. Pues, ya está aquí ese momento tío.
Un placer nena, contesta Carlos, con ese suave acento caribeño, mientras da dos besos a Gema, quien al juntarse con el mulato, siente su enorme pene contra sus pubis, una polla gorda y grande enteramente descapullada, dotada de enormes huevos. Carlos podría ser descrito como un semental fuerte y grande, de los que gustan a Gema y su marido, tipo Jorge en mulato.
Ahmed, es nuestro morito preferido, nos hace de chofer generalmente o de chico para todo, pero hoy le hemos invitado a esta sesión porque está deseando probar un buen chocho blanco y el tuyo es de primer nivel nena. Habla poco, pero como verás con esa tranca que gasta no necesita hacerlo.
Gema no puede evitar estremecerse porque la polla de Ahmed, sin ser tan gorda como la de Jorge o Carlos es muy larga, con dos huevos gigantescos, los mayores que ha visto nunca, dos enormes bolsas simétricas que cuelgan a los lados de su polla.
Corre la leyenda de las enormes corridas de los árabes – sigue hablando Jorge- y con esos huevos no hay duda que debe haber leche para rato. Te lo certifico nena, Ahmed es un auténtico depósito de leche cuando lo ordeñan ………… traqnuila, que hoy actarás la leche de todos. Hablando de leche nena, este es Luis, añade Jorge dirigiéndose al gordo asqueroso que está al lado.
Gema se fija en el extraño especimen, sin entender muy bien que hace ahí, pues desentona con el resto de machos de la sala, sucio, gordo, con un asco de polla que acaricia sin dejar de mirarla.
Luis parece un cerdo ¿Verdad? Pues no tengas dudas, lo es y de enormes proporciones, ja ja ja ja.
Ya le conocerás esta noche y verás que su mente no tiene igual nena -añade Carlos, el tractivo dominicano- Ya le conocerás, ya ………
Estás muy buena nena -contesta Luis, abrazándola mientras la mete la lengua en la oreja y agarra con fuerza su culo- estoy deseando follarte.
Bueno pasemos al último invitado a esta cena, continúa hablando Jorge, este es Farao, de Senegal, del que poco hay que decir que no se vea simple vista: es una bestia, un verdadero semental negro al que apasiona encular blanquitas y con esa tranca ya te imaginarás como deja ese agujero. Anda ponnos unas copias para ir caldeándonos …….
Gemma se dirige obedientemente a la mesa donde están las bebidas y comienza a servir unas copas para el grupo de hombres que van colocándose en los sofás, frente al fuego. No ha terminado de servirselas, cuando siente como Carlos, el mulato dominicano, que se ha tomado el gin tonic de un trago, se pega a su culo, agarrándola las caderas, mientras simula un baile latino contra ella.
¡Que barbaridad nena! ¡Como estás de buena! -añade, dándola la vuelta y comenzando a morrearla, mientras sus manos agarran con fuerza su culo- vosotros bebed lo que queráis, que yo prefiero otra cosa añade, subiendo sus manos y comenzando a magrearla las tetas, cuyos pezones se mete en la boca alternativamente, a provechando que con la excitación y los nervios tienen ya un volumen considerable, fáciles de agarrar con los labios.
Gemma está muy excitada, porque pese al terror que le inspira la situación, Carlos la está sabiendo llevar hacia la excitación, sin excesiva prisa, sin dejar de acariciarla y morrearla, sus manos han ido pasando del culo a las tetas, de estas las caderas, para ahora, previa retirada del tanga, introducir un par de dedos en su ardiente vagina, que se inunda bestialmente al sentir el movimiento de rotación en su interior. Ahmed se levanta del sofa y, colocándose a su espalda, pega su erecta polla contra el culo de Gema, mientras la agarra las tetas con fuerza. Ambos hombres la meten mano cada vez más intensamente, haciéndola gemir de gusto, mientras siente como intercambian sus posturas y las manos de uno y de otro se confunden en sus agujeros que son rápidamente explorados al unísono. Especial atención recibe su culo con el que parece sentir fijación Ahmed, que no se ha detenido hasta tener dos dedos dilatando el pequeño agujero, aunque hay que reconocer que el moro sabe lo que hace -piensa Gema- sintiendo como está comenzando a sobrepasar la línea de su primer orgasmo, con los dedos de Carlos en su coño y los de Ahmed en su culo …….. de repente, Gema siente como Carlos la empuja hacia abajo, obligándola a colocarse en cuclillas entre los dos enormes rabos.
Todos tuyos nena …….. danos placer-
Si, añade Ahmedd, si …. Ya nos ha contado Jorge que eres una profesional mamando pollas.
Gema no necesita más instrucciones y pronto intercala su boca entre una y otra verga, que crecen cada vez más como consecuencia de la mamada. Efectivamente, como dice Jorge, Gema es una auténtica profesional, pues no solo ha aprendido con la práctica intensa de las últimas semanas, sino que su marido la ha obligado desde hace tiempo a ver todo tipo de videos, de donde ha conocido técnicas únicas para hacer gozar a un hombre con la boca. Recuerda lo que la costó la primera vez tragarse una buena polla hasta los huevos, al estilo comesables, pues sentía que estaba a punto de vomitar, pero ahora, aunque aún cuesta un poco, ha logrado tragarse entera la polla de Jorge y aguantar con ella dentro lo suficiente como para que el semental se corra bien dentro, directamente a su garganta, algo que a todos los hombres parece apasionar.
Poco a poco se van incorporando el resto de los sementales, que rodean a Gema masturbándose, mientras la mujer trata de satisfacerlos a todos con su manos y boca, saboreando todo el abanico de vergas que se ponen a su disposición, desde la ya conocida de Jorge, la gorda morena de Carlos, la larga de Ahmed, la relativamente pequeña de Luis y la tranca mayor que ha tenido en su manos, la del senegalés Farao, que solo puede abarcar la cabeza, dado que es materialmente imposible que le quepa en la boca tan gigantesco bocado, más propio de un pony que de un hombre.
Cuando no puede más, porque la posición en cuclillas es muy dura, los hombres la llevan a la zona de sofás y allí se sientan, dejando que gema vaya pasando de uno a otro, colocándose de pie frente, bajando la cabeza en cada lugar, mientras masturba al anterior y posterior, de tal modo que puede atender a tres de los cinco, mientras los otros dos se masturban esperando su turno ………………… aggggggggggg, se retuerce de gusto al sentir como el quinto, el cerdo de Luis, no ha esperado a su turno, se ha levantado del sofa y colocado tras de ella. Gema está agachada, con las piernas rectas frente a cada uno, como la ha enseñado Jorge a hacer, “como una puta de mil euros haría con su cliente”, dejando el culo elevado, a disposición de cualquier otro cliente que quisiera ir dándola por detrás. Luis aprovecha esta postura para meterla un consolador en el coño, mientras comienza a chuparla el pequeño agujero del culo, metiendo su lengua todo lo que puede en el estrecho orificio, con una habilidad desconocida para Gema, que no puede evitar reconocerlo: está sumamente excitada. La enloquece que la chupen el culo y hay que reconocer que este cerdo es un autentico maestro, la está volviendo loca con el consolador y la lengua al mismo tiempo.
Como chupas perra, la dice Jorge, que gozada.
Esta puta es de primera división Jorge, añade Farao, sintiendo como gema trata d abarcar todo lo que puede de su enorme rabo, mientras le acaricia los huevos. Sopesando su fuerza y contenido.
Agggg, gime Gema, sin poder evitarlo, sintiendo como el cerdo de Luis la está materialmente follando el culo con su lengua- que placer, que placer me estás dando cabrón …….
Te gusta nena, ¿Verdad? -la pregunta Jorge, divertido- no hay quien pueda con Luis, al muy cabrón le encanta chuparos el culo y mueve la lengua como nadie. ¿A que si, perra?, A que si ….. -añade, atrayéndola hacia sí y sentándola sobre su enorme rabo, donde Gema se empala sin miramientos, comenzando a bailar con la polla de Jorge bien dentro, moviendo sus caderas con sensualidad en torno a la enorme verga que la penetra como un martillo pilón, arriba y abajo- aunque se que hay algo que te gusta más que una lengua. ¿Verdad?
¡Si, si, siiiiiiiiiiiii………………..!
Diles a estos que es nena lo que más te gusta, díselo perra -insiste Jorge acelerando sus embestidas desde abajo- diles que es lo que más te gusta en el mundo.
¡Tu polla amor, tu polla me vuelve loca! -grita Gema, enloquecida cabalgando sobre la verga de Jorge que la está entrando hasta el fondo con fuerza.
Ahmed y Carlos se ponen a los lados de la pareja, sobre el sofá, provocando con su gesto que Gema les chupe las vergas alternativamente, mientras se deshace de placer sintiendo como Luis la sigue devorando el culo, volviéndola loca de placer, intercalando su lengua con un pequeño dildo con el que va dilatándola poco a poco, preparándola para el ataque que, sin duda, se producirá enseguida. En ese momento, con sinceridad, no sabe si la da más gusto la polla de Jorge o la lengua y el dildo de Luis, por increíble que pueda parecer. Las dudas quedan pronto disipadas, pues lo que si que tiene claro es el increíble placer que le proporciona la polla de Jorge en el coño y la larga verga de Ahmed en su culo. El moro ha sustituido a Luis y de un par de golpes de cadera le ha clavado su polla hasta los huevos en su, afortunadamente, suficientemente dilatado culo, que se adapta como un guante a las embestidas traseras que comienza a recibir.
Por fin la están montando por sus dos agujeros -piensa Gema, excitada como nunca con la situación- y lo hacen con fuerza creciente y buena coordinación, logrando que se corra de un modo casi inmediato, porque, aunque no es la primera vez que es el “jamón de un sándwich” sigue enloqueciéndola sin control esta postura, donde las pollas de los dos hombres se rozan a través de la estrecha membrana que separa su vagina del ano, lo que se potencia aún más cuando las dos vergas son de buen tamaño y parecen querer reventar ambos estrechos conductos. Este es el caso, porque las vergas de Jorge y Ahmed están llenándola completamente y lo hacen como dos taladros bien engrasados, haciendo chocar sus grandes huevos contra su culo y su sexo: plop, plop, plop ……
Aunque el esfuerzo por mantener el ritmo de los dos sementales es fuerte y exigente, está claro que no están por la labor de dejarla reposar y, así, uno tras otro, los tres restantes se turna en ocupar su boca, mientras las dos pollas la están materialmente destrozando. Nunca había sentido algo igual. Aunque no es la primera vez que dos pollas la follan al unísono, nunca fueron tan grandes y nuca fueron usadas con tal maestría. Los dos sementales se complementan perfectamente, demostrando que no es la primera vez que montan a una mujer juntos. A duras penas logra que los otros tres la dejen de respirar, pues no desean otra cosa que sentir esa maravillosa polla en torno a sus vergas y ella está necesitada de aire abundante para agunatar el ritmo de la montada:
¡Aggggggg, me estáis matando, me estáis matando! …… pero que placer, que placer. ¡Parad, parad un poco, por favor ……..
Así me gusta nena, así me gusta – la jalea Jorge, intensificado su taladro con tal fuerza que casi logra expulsar a Ahmed del coño de Gema.
Pero el moro es mucho moro y aunque siente, a través de la membrana, como la polla de Jorge trata de ganar la partida en esa lucha de machos por poseer a la hembra, logra, “a fuerza de apretar el culo” y darla fuerte por el culo que su polla no se salga y que aguante en la batalla Para ello solo queda una solución: dar pollazos como si quisiera romperla el culo y nunca mejor dicho, porque la fuerza de la embestidas de ambos sementales está destrozando materialmente a Gema que suplica que vayan más despacio pero solo logra que aprieten aún más la fuerza de sus embestidas. Así se siente Gema en manos de aquellos bestias, como una hembra montada por dos sementales que solo buscan su propio placer, olvidándose de si destrozan o no a la mujer que les sirve de instrumento de placer ……………………. y esa sensación le parece maravillosa, la gusta sentirse así, sin ataduras morales, sin cortapisas civilizadas, mostrándose como es, como siempre ha deseado ser, como una perra ávida de sexo, deseosa de grandes vergas que la den placer, avida de la leche de machos sobre ella …………………. Que placer la están dando, que placer.
Me corro, me corro, más, más, dadme más, dadme más cabrones …….. gime enloquecida, moviendo sus caderas con fuerza en torno a los dos grandes pollas.
Como folla esta tipa nene, exclama Ahmed, es una máquina – añade sintiendo como ee la mujer la que busca clavarse una y mil veces en su verga que entra y sale del culo sin apenas esfuerzo.
Ya te lo dije nene, ya te lo dije -jadea Jorge, casi incapaz de mantener el ritmo que imprime Gema, por lo que recibe con alivio las palabras Carlos
¡Cambio de turno señores! grita Carlos, forzando a los dos sementales para que pasen a retiro y dejen su posición en Gema a otros dos machos más frescos, en este caso Carlos y Luis, que, respectivamente, pasan a follar a Gema por el coño y el culo, mientras Farao, el enorme negro, comienza a jadear sintiendo como la boca de la mujer se apodera de su gran tranca africana, mientras con una de sus manos le agarra los gigantescos testículos que aprieta con fuerza.
¡Chupa nena, chupa la polla negra de Farao, que luego la vas a tener bien dentro!.
¡¡¡Me encanta tu polla, animal, me encanta!!! – jadea Gema hipnotizada con el tamaño de la verga de Farao, una autentica bestialidad de las que solo se ven en fotos trucadas.
Ya se la meterás luego, jadea Luis tratando de seguir el ritmo marcado por Carlos, porque, cuando se la metes, las dejas tan rotas que ya no hay quien sienta algo. Parece la entrada del metro …..
Pese a la situación en que se encuentra, con tres pollas dentro de ella, Gema no puede evitar estremecerse al pensar en esa enorme tranca que tiene en la boca y que, a duras penas, devora solo unos centímetros; ¿Cómo será tenerla entrando o saliendo de su coño y de su culo?. Es como el antebrazo de un hombre fuerte y casi 30 centímetros de larga …… una auténtica bestialidad-piensa durante unos instantes, mientras un orgasmo la avasalla de nuevo. Hayq ue reconocer que Carlos es un semental de primer nivel, posiblemente superior a Jorge, pero su sorpresa es Luis, cuya polla es de un tamaño medio pero la está materialmente volviendo loca de placer por como la taladra el culo.
Si, si, siiiiiiii, sigue, sigue, ahhhhhhh, me estoy corriendo ……. Que bestia, que bestia siiiiiiiii -grita, quitándose por unos instantes la polla de Farao de la boca, cuya enorme extensión aprieta con fuerza mientras se estremece.
Así nena, así, a mí también me está llegando, siiiiiiiiim siiiiiiiii – la contesta Carlos, bajo ella, forzando la fuerza de su taladro, haciendo que Luis tenga que sacársela del culo para permitir que el dominicano acelere el ritmo bestiamente hasta correrse con fuerza dentro el coño de la mujer, mientras palmea violentamente su culo, forzándola a acelerar el ritmo del vaivén de sus caderas.
Mientras Carlos va poco a poco apaciguándose y la permite que desmonte y se saque de dentro la enorme polla que la empalaba, siente como es Jorge quien la coge y dándola la vuelta la clava en su polla por el culo, dándole la espalda, de tal forma que queda sobre este hombre, con las piernas bien abiertas y el coño expuesto para que quien quiera tomarlo.
Hay un agujero libre tíos, que no se os escape ……
Para mi cabrones ………..
Es Ahmed el más rápido y, tras colocarse entre las piernas de Gema, la penetra con fuerza, venciendo la resistencia que opone Jorge en el ano; sin embargo, la fuerza de los dos hombres y la dilatación de los agujeros de Gema logran que las dos pollas se ubiquen sus respectivos orificios y poco a poco vayan coordinándose hasta lograr que la mujer vaya enloqueciendo de placer, al sentir aquellas dos enormes trancas perforándola como auténticos y coordinados martillos pilones. La follan de un modo increíble, como si se dedicasen a hacerlo de un modo profesional, logrando que la mujer se olvide la incomoda postura y solo tenga sentidos para gozar de la follada doble, en una especie de orgasmo continuo que no parece terminar nunca y que logran tenerla en un estado de placentero aturdimiento, drogada por el placer.
Si estas sensaciones son fuertes, más aún serán cuando el diabólico Luis la coloca entre los pezones una cadera dorada con dos pinzas en los extremos que oprimen con fuerza sus pezones. Gema se estremece ante el intenso dolor y más aún cuando Ahmed agarra la cadena con la boca y alejándose del cuerpo de ella la tensa con fuerza, provocando en Gema una especie de descarga eléctrica al sentir como sus pezones parecen querer desprenderse de los pechos, estirados de un modo casi inhumano por la cadena:
¡¡Aggggggg, para, para, por favor, me matas, me matas.Aggggggggg, ………. que gusto que gusto y que dolorrrrrrrr me dais…..!!!!!!
Ya te dije que era una puta de primera Ahmed …… la gusta todo – dice Jorge, orgulloso de haber sido el causante de que Gema esté allí,
Así me gusta nena, así, que goces como una perra con Ahmed ….. – jadea el árabe sin soltar el tirón de la cadena. aunque si es verdad que afloja un poco la tensión mientras ambos hombres aceleran el ritmo aún más.
El placer es muy intenso, sobre todo desde que la cadena, aunque las pinzas son dolorosas, ya no parece que vaya a arrancarla los pezones. Gema goza, como decía Ahmed, como una perra en celo, una perra que no controla para nada su cuerpo, pues este solo pide un macho que la monte continuamente y así se encuentra ella en ese momento, exhausta pero deseosa de seguir recibiendo placer ………… , hasta que Gema siente, algo que nunca ha sentido y que nunca podrá olvidar: la fuerza de dos corridas simultaneas en su coño y en su culo, dos potentes chorros de semen que la avasallan internamente, mientras los machos se contraen con fuerza en espasmos decrecientes, tensando y aflojando su cuerpo contra ella, feliz de haberlos ordeñado …… al menos, de momento. Gema se corre con ellos al sentir el cálido semen de ambos en su interior, mientras los tres gritan como animales salvajes, sabiendo que en esa casa alejada nadie vendrá a comprobar lo que sucede.
Desa primera ronda, ya solo le queda por satisfacer a Farao y a Luis, que no pierden el tiempo y se lanzan a por ella, buscando también su cuota de placer, mientras los otros tres se sirven una copa y se relajan alrededor del trio, contemplando la escena. Gema a cuatro patas grita de dolor sintiendo como la polla de Farao parece desgarrarla la vagina, mientras entra centímetro a centímetro. Gema ha tenido grandes trancas tanto en su culo como en su coño, pero la verga de Farao es una auténtica brutalidad, que hace a Gema temer que aquella enormidad pueda llegar a desgarrarla. En ese momento recuerda a su amiga Lola, una enorme rubia entrada en kilos, a la que un turco desgarró él ano al follarla en el viaje de paso de la carrera; también recuerda la cara de su amiga mientras reposaba en el hospital, dolorida por la herida pero con los ojos aún brillantes al sentir aquella verga enorme penetrando en su coño y en su culo. Recuerda aun sus palabras “Gema cariño, el cabrón me ha destrozado, me ha roto el culo …… pero que placer me ha dado esa mala bestia, no me he quejado hasta sentir como se corría dentro”.
¡Para, para …… me matas!!. ¡Me matas …… es imposible que entre entera, imposible ….!!! jadea Gema, sintiendo la extrema dilatación de su coño ante aquel mástil, del que solo ha entrada una cuarta parte.
Ante las dificultades para metérsela entera y los gritos de Gema, Farao decide sentarse en el sillón y dejar que sea la mujer quien se coloque encima y lentamente, con las piernas abiertas, se deje caer lentamente sobre el enorme falo que va introduciéndose con algo más de facilidad, hasta que lo hace completamente, haciendo que la mujer se combe a punto de reventar con aquella brutalidad dentro:
¡Aggggg, voy a estallar, voy a estallar!!!!!, grita la perra, completamente llena de carne y sintiendo un cumulo de sensaciones que no sabría explicar y que pasan del dolor al placer rápidamente, si bien esta última es cada vez más intensa, por lo que, como una autómata, comienza mover sus caderas lentamente en torno a la enorme verga, acelerando paulatinamente, hasta que su baile es intenso, mientras que el negro la coge de las caderas y sube y baja ayudándola a clavarse más rápidamente en el enorme miembro, mientras su boca absorbe los hinchados pezones, oprimidos por las dolorosas pinzas.
¡Eres fantástica nena, fantástica!!! -jadea Farao, sorprendido de la flexibilidad del coño de Gema y de como se ha adaptado a la follada con una polla tan enorme, acogiéndola en su interior como si estuviese hecha a medida.
Tras unos instantes en esta postura. Farao, habiendo comprobado que la dilatación es adecuada, decide volver a su objetivo inicial y vuelve a colocarla a cuatro patas, clavándosela por detrás hasta la empuñadura de solo un par de golpes, los necsarios para sentir como la polla golpea con el final de la vagina de Gema:
¡Toma perra, toma ……. Así me gusta follarme a una mujer, a cuatro patas como una perra!!! – jadea taladrándola con fuerza, con sus enormes manos en las caderas de la mujer, que, balanceando sus tetas violentamente al ritmo de las embestidas, se mueve hacia delante y detrás a lo largo de la enorme polla, que parece no tener fin.
¡¡¡Bestia, bestia …… que placer me dás cabrón, que placer!!!! -gime Gema, sorprendida de la longitud y grosor de la polla que tiene dentro y de la habilidad de la que hace gala el negro, intercalando sus embestidas con rotaciones más lentas que la tienen enloquecida. Con muchos amantes en esta postura hay veces que la polla sale de su sitio y hay que volver a meterla, pero con Farao no hay problema: es una polla sin fin, nunca se saldrá por mucho que Gema se aleje de el en cada penetración.
Gema se agita sin control, bamboleando las tetas alocadamente, con los pezones muy amoratados pues aún permanece puesta la cadena dorada y las pinzas. De repente siente como esta vuelve a tensarse, dado que Luis se ha colocado delante y de un tirón la obliga a meterse la polla en la boca, lo que hace sin protestar para evitar un mayor dolor.
¡Chúpamela perra, chúpamela y hazme gozar o te voy a hacer sufrir como nunca -añade, dando un fuerte tirón a la cadena que tensa los pezones de un modo antinatural.
¡Cabrón, nooooo me hagas daño, por favor, no me hagas daño!! -gime Gema, metiéndose la polla del hombre en la boca, que sin ningún miramiento se la clava hasta el fondo, haciéndola dar una arcada y obligando a sacársela de la boca para recuperar el aliento. La reacción de Luis es inmediata y de un tirón la estira nuevamente los pezones de un modo brutal, haciendo que, por unos instantes, el placer de Farao se eclipse ante el dolor causado por las pinzas.
¡Chupa cabrona, chupa y no pares hasta sacármelo todo¡¡¡¡ – la exige Luis, mientras ve como la mujer vuelve a meterse la polla y esta vez sumisamente acepta que se la folle hasta la empuñadura, metiendo la verga hasta la campanilla.
Vas a arráncarla los pezones Luis -protesta Jorge, en el fondo preocupado por la violencia del ataque del sádico, quien, afortunadamente para la mujer, parece haberse concentrado en la mamada que le están haciendo y ha dejado de tensar la cadena.
Farao es incansable con su follada y el aguante de Gema está llegando a su fin, porque además comienza a faltarla la respiración con la polla de Luis en la garganta. Afortunadamente Luis se la saca de vez en cuando y mientras se masturba frente a su cara la obliga a chuparle el culo, metiéndole su lengua en el asqueroso ano, para luego volver a pasar a mamársela y así sucesivamente durante un buen rato. .Sin embargo, esta acción repugnante la permite recuperar la respiración y, sacando fuerzas de donde no había, realizar un último esfuerzo con sus caderas hasta lograr que el negro se corra violentamente:
¡Que gusto cabrona, que gusto!! -grita el enorme negro, mientras echa toda su lechada en el interior de la mujer, donde se mezcla con el de los otros sementales que antes han depositado allí sus corridas.
Casi al mismo tiempo, la labor de su lengua en el culo y de su mano sobre la polla, hacen que Luis se estremezca sintiendo como la leche comienza a dirigirse sin remedio hacia salida.
¡Cómetela nena, cómetela y trágatelo todo!! -grita Luis, obligando a Gema a meterse la polla en la boca, mientras un chorro espeso la inunda, al que sigue otro y otro ……. La corrida es enorme, la mayor que Gema ha visto y tragado, pero, pese a todo, se siente feliz de haber hecho gozar a los cinco, aunque está al borde del desmayo. El esfuerzo ha sido terrible, no puede más, así que dedica sus últimas fuerzas a lograr tragar la espesa leche de Luis, aunque no puede evitar que se derrame algo por la comisura de sus labios
Vaya corrida nena, vaya corrida, -jadea el hombre, sacando la polla de la boca- te he has tragado toda la lechada, me encanta ………
Cuando un rato después Ahmed la lleva a casa en el coche, Gema recupera su teléfono, que la habían obligado a dejar en el coche y marca el teléfono de su marido:
Has estado increíble nena, increíble de verdad.
¿Te ha gustado? Yo he disfrutado mucho, aunque hora estoy muerta ……… y tengo semen pegado por todo el cuerpo
Duérmete en el coche, porque al llegar a casa aún te queda satisfacerme a mi ……. Quiero sentir tu coño dilatado por la polla del negro.
No sabes lo que ha sido amor, es una bestia, una bestia ………………. Me ha dejado muy dilatada y dolorida …..
Me pones nena, me pones mucho ……. Ven enseguida que estoy deseando follarte.
No ha terminado Gema la conversación con su marido, cuando un coche se cruza delante de ellos aprovechando que pasan por una calleja oscura. Ahmed, tras detener el vehículo, se da la vuelta y, con suma tranquilidad, la enseña un enorme cuchillo con la que le acaricia la cara y el cuello, mientras la dice:
Sal del coche y no hagas tonterías. Métete en ese coche sin protestar ………… ¿Creias que esto había terminado, nena? Que va, aun te queda lo mejor …………………….
Gema sale del coche y aterrorizada entra en un mercedes negro oscuro, con ventanas tintadas, alejándose por la calle a toda velocidad.