Mi primera infidelidad con el recepcionista
Gracias a todos los que me han escrito en mi correo [email protected] y que me han preguntado que paso con el recepcionista de mi vivencia anterior, después de haber estado con Julio, para quienes no me conocen les comento que soy una señora casada con dos hijos uno de 10 años y el peque de 8 añitos, me case a los veinte años y trabajo como secretaria, en una empresa de telefonía.
Desde que era soltera me a gustado vestir formal para salir, venir a la oficina o una ocasión especial, con faldas ajustadas o sueltas, con medias a medio muslo sujetadas con ligueros y tangas, tener una buena presentación y estar cómoda.
Me gustan la amistad y las pláticas con hombres que saben cómo seducirla a una con instantes de seducción, y como siempre lo he dicho una nunca sabe lo que pueda pasar, como en esta ocasión.
Siempre estuve en contra de la infidelidad y nunca imagine que llegara hacerlo y con desconocidos como lo he comentado en mis anteriores relatos.
Como les comente después de salir del cuarto del Hotel, no quería pensar en otra cosa sino pasar desapercibida tanto para el personal del hotel y me sentía realmente apenada cuando las re camaristas me miraban, y por un momento pensé que tal vez me hubieran escuchado gemir y gritar motivo que hacía que me pusiera más nerviosa o que algún huésped me reconociera o un conocido.
Cada paso que daba se me hacía eterno para llegar a la recepción, para entregarle mis liguero al recepcionista como me lo había pedido Julio por más que pensaba en algo no podía.
No quería que alguien se diera cuenta lo que iba hacer y en una bolsa había puesto mis ligueros aun húmedos, cuando llegue a la recepción mi ideas eran un caos lo mire y le dije que nos quedaríamos unos días mas posiblemente y le entregue la bolsa con mis ligueros.
Cuando me aleje de la recepción sentí su mirada en mis nalgas y el vaivén de mi vestido sentía que mis piernas me temblaban y trate de salir lo más rápido del hotel, no podía creer como había sido capaz de entregarle mis ligueros al recepcionista ya que nunca le había entregado a un hombre mi liguero y menos con mis jugos mezclados con el semen de Julio.
Camino a la oficina pensaba muchas cosas que no debía haber hecho, Trataba de buscar una justificación y que pudiera pensar de mí el recepcionista cuando abriera la bolsa, pero en el fondo me sentía feliz.
Era la primera vez que le pedía alguien que me cogiera y me hiciera su mujer, recordando cómo me había cogido Julio sintiendo su leche aun en mi culo y la húmeda de mis medias, con el temor que alguien en la oficina notara que estaba recién culeada, así estaba en mis ideas y poniéndome al tanto en la oficina.
Era un día en apariencia como todos en la oficina: mucho movimiento, cuando del conmutador recibo una llamada sin imaginarme que era del recepcionista del Hotel, no sé cómo pude cometer la indiscreción de haber dado mi núm. y recordé que cuando hice la reservación del hotel había dado mis datos.
No sabía que responder cuando escuche su voz sentía un cosquilleo en todo mi cuerpo cuando me dijo, que le había encantado el regalo que tenía buen gusto y que no imagino recibir un regalo de ese tipo, que estaba encantado y me felicitaba porque usara esa prenda sex.
Pero lo que más le había gustado era mi humedad y mi olor, sentía que me sonrojaba tenia mis piernas cruzadas y por más que trataba de no ponerme inquieta no podía evitarlo sentía como si lo tuviera enfrente con sus comentarios.
Que olía muy rico y que estaba encantada por sentir esa humedad en sus labios en sus dedos y en su verga no podía creer lo que me pasaba quería decirle que no me hablara de esa manera, pero había sido yo la que le había entregado mis ligueros.
Me dijo que cuando me vio llegar al hotel creyó que era una dama de compañía pero que no lo aparentaba por mi forma de vestir formal, por un momento estuve tentada a decirle que como se atrevía a pensar eso de mí que era una Señora casada.
Pero conque derecho le reclamaría si había estado con Julio, que no era mi esposo y en ese momento tenía mis ligueros que yo misma le había entregado como Julio me lo había pedido.
No sabía qué hacer y menos que decirle solo lo escuchaba, que le había gustado mi forma de vestir y de caminar que tendría libre pasando mañana y que quería estar conmigo, por un momento pensé que me invitaría a comer o a tomar un café sin embargo había sido directo en sus deseos.
Recordé cuando entre al hotel con Julio y al recibir las llaves la forma en que me miro que me hizo que ese cosquilleo en medio de mis muslos, como si adivinara que pasaría en el cuarto, y que por más que trataba de no ponerme nerviosa y que no pude evitarlo cuando Julio me dijo en voz baja la forma en que me miraba y respondiéndole que no era cierto.
Cuando Julio me insistió te mira con deseo, y no sabía porque sentía las miradas en mi como si supieran que Julio no era mi esposo y que al haber entregado mis ligueros era un invitación que yo misma le había hecho que yo misma me le había ofrecido.
Cuando me dijo que no quería causarme ningún problema en mi matrimonio y que era discreto sentí contracciones en mi vientre supe, en ese momento que tarde o temprano seria suya como fui de Julio.
Escucharle decir que le gusto como caminaba como movía mis nalgas y que si así caminaba como seria en la cama.
Tenía que atender unos oficios que estaban pendientes y sus comentarios hicieron que me excitara sinceramente sentir el semen de Julio en mí y que otro hombre me estuviera proponiendo llevarme a la cama.
Sentí como en ese momento me hizo recordar que había dejado de ser solo la Señora de mi casa la Dama de la calle y que ya era la PUTA de Julio, como me lo dijo cuándo me pidió que le entregara mis ligueros al él, y que nunca pensé que sería suya.
Le dije que tenía que atender a unas personas de la oficina que me llamara por la tarde por favor pensé se molestaría o que no me llamaría.
Temblaba de pies a cabeza trate de concentrarme en mi trabajo pero cada que me paraba para ir al archivero o la copiadora sentía el semen de Julio en mis nalgas tuve que ir al tocador para limpiarme un poco y acomodar mis medias ya que como no tenía mis ligueros se me bajaban un poco y no quería se notara el encaje de mis medias al caminar.
Trate de olvidar los momentos que pase con Julio sin embargo no podía y menos la propuesta que me había hecho el recepcionista después de que yo misma me le hubiera ofrecido.
Pasando más del medio día, mande unos archivos por mi correo vi que tenía una de Julio, sentí cosquilleo en mis piernas mi vientre mis nalgas y mi culo y muchos deseos por saber que me decía.
En él me dijo que tenía que regresar a su ciudad y me dijo que cuando saliera con el recepcionista me entregara totalmente como me había entregado a él, fueron pocas palabras y ambos sabíamos a qué se refería.
Sentí como en ese momento mi vida estaba por cambiar, me hizo recordar lo que había vivido con julio en el cuarto del hotel y que había dejado de ser solo la Señora de mi casa la Dama de la calle y que ya era La PUTA de Julio.
Era la hora de la comida y mi esposo me había dicho que pasara por mí para ir a comer, cuando subí a su auto, lo bese con mucho cariño como siempre lo hago y fuimos a un restaurant fueron risas cariños por un momento me sentía mal por el remordimiento de tener el semen de Julio dentro de mí y estar con mi esposo.
Pero hacia esfuerzos por no recordar que había sido de Julio por la mañana y que otro hombre me estaba proponiendo ser suya me acercaba a mi esposo tratando de olvidar los momentos del hotel y lo que había pasado en la oficina.
Me paso a dejar mi esposo a la oficina y me despedí de nuevo como siempre besándolo y diciéndole lo mucho que lo quería.
Estuve tentada a decir que no me pasaran ninguna llamada sin embargo no lo hice, tuve la idea que posiblemente no insistiría o que se hubiera molestado, sin embargo casi estaba por salir de la oficina cuando me avisaron que tenía una llamada.
Sentí nuevamente ese cosquilleo en mi vientre cuando escuche que era el preguntándome que había pensado y nuevamente recordé el correo de Julio, que me decía….me entregara totalmente como me había entregado a él.
Mi respuesta fue que fuera discreto que no quería problemas en mi matrimonio y en mi trabajo, me dijo que no los tendría y que estaba muy feliz quedamos de vernos el viernes por la mañana después de dejar a mis hijos a la escuela.
Esa noche cuando mi esposo paso por mí a la oficina, sentí remordimiento pensé en no ir a la cita el viernes y no volver a responder los correos de Julio de no tener comunicación.
Esos días trate de no pensar en el recepcionista y concéntrame en la oficina y no responder correo alguno de Julio sin embargo revisaba si tenía un correo de julio y no fue así no tenía ninguno.
El día jueves cuando llegue a la oficina en mi escritorio había llegado una paquete, pensé que era de uno de los proveedores para mi jefe sin embargo cuando vi el destinatario era para mí.
Sin pensar que pudiera ser lo abrí y por fortuna no había gente aun en la oficina y cuál fue mi sorpresa que era un conjunto de medias de red color negras con ligueros de encajes negros y una tanga de encajes con abertura en medio y un bra de media copa.
Había una nota en la que decía espero sea tu medida con mucho cariño y sean de tu gusto. Muchas gracias por el rico regalo que me diste.
Lo guarde que no se diera cuenta nadie de la oficina y por más que trate de no pensar en el no pude evitarlo, vi las tallas y no podía creer como había podido adivinar las mías ya que soy bajita 1.65 sin zapatillas delgada.
Por más que no trate de pensar en el sentía ese cosquilleo en mi vientre mis muslos mis nalgas y recordé sus palabras y sus deseo y su propuesta de estar conmigo y recordar lo que Julio me había pedido.
Sinceramente no pude estar tranquila ese día y sentí una liguera humedad, en mi tanga, por un lado no quería verlo y eso me tuvo intranquila todo el día.
No había pensado en verlo en ir a la cita al siguiente día, y como no me había llamado creía que no lo vería, pero el recibir su obsequio me hizo nuevamente pensar en él, y que tarde o temprano seria suya.
Cuando mi esposo llego por mí a la oficina al subir al coche llevaba el paquete no podía dejarlo en la oficina y lo abrí frente a mi esposo, le dije mira lo que me compre.
Cuando vio el conjunto de las medias de red color negras con ligueros de encajes negros y el bra de media copa, me dijo que se me vería muy bien solo falta la tanga, no lo había puesto porque tenía la abertura en medio y no quería que pensara mal mi esposo, la llevaba yo en mi bolso.
Me dijo que ya le gustaría vérmelo puesto le dije que lo estrenaría mañana, que no fuera impaciente.
Después de dar de cenar a mis hijos y a mi esposo nos pusimos a ver una película que por cierto no puse atención pensando en el recepcionista si debiera verlo o no me recargue en los brazos de mi esposo y trate de no pensar en él.
Después de acostar a mis hijos, y al entrar a la recamara mi esposo me pregunto con que vestido estrenaría mi nueva lencería le dije que no sabía cuál vestido o falda, me dijo que estrenara el vestido rojo de una sola pieza que me había comprado pero le dije que no que me quedaba muy ajustado y se veía muy atrevido que solo que me pusiera encima un saco o blazer, le recordé que ese vestido me lo había comprado mi esposo para el festival del 10 de mayo en la escuela de mis hijos.
Mi esposo me insistió y dijo que combinaría muy bien el vestido rojo con mi lencería negra, le dije que lo pensaría por la mañana.
Les mentiría si les dijera que dormí bien. No podía dormir tuve que levantarme a media noche a tomar un poco de agua porque sentía mucho calor y mi sorpresa es que estaba húmeda, sentía mis labios inflamados.
Cuando me recosté de nuevo apreté mis piernas para no tocarme pero no pude evitarlo sentir como estaba inflamada me mordí mis labios de mi boca cuando roce mi panochita, sentí la verga de mi esposo y la empecé a rozar en mi panocha que sintiera mis jugos en la cabeza de su verga y trate de metérmela pero se movio y me dio la espalda.
Me sentí frustrada y trate de dormir mis pensamientos eran de deseo de ser cogida en ese momento pero no fue así.
Mi esposo dormía y me sentía caliente deseosa pensé en el recepcionista en verlo por la mañana y que me cogiera me hiciera suya pero no quería volver a serle infiel a mi esposo y tome la determinación de no verlo.
El sonido de la alarma me hizo levantarme sentía ese dolor en mis labios de mi panocha y trate de no tocarme cuando me bañaba pero inconscientemente lo hice tratando de quitar ese deseo que sentía.
Cuando salí de la ducha para vestirme pensé en ponerme otro juego de lencería pero le había dicho a mi esposo que estrenaría el que me había regalado el recepcionista y quise que tuviera alguna duda del porque no lo usara.
Cuando me mire en el espejo las medias de red negras con ligueros de encajes negros y el bra hacían contraste con mi piel, me gusto como se me veían, escogí una tanga que mi esposo me había comprado ya que había tomado la decisión de no ver al recepcionista y no me puse la tanga con abertura en medio.
Me puse el vestido rojo que me quedaba ajustado y como había dicho mi esposo hacia contraste con las medias de red, solo que no me gustó mucho porque se notaba el encaje de mis tanga y mis ligueros por lo justo que me quedaba el vestido.
Estaba sombreando mis labios cuando mi esposo salió de la ducha y me dijo repagándoseme por la espalda que linda te vez con esas medias y ese vestido, le dije te gusta cómo me veo, me dijo si te vez muy linda me encanta y me repegue a mi esposo.
Me tomo por la cintura y bajo sus manos por en medio de mis muslos, me dijo mi vida estas húmeda solo entreabrí mis labios y en un suave gemido le dije si mi amor se hace tarde tenemos que irnos, no me hizo caso y me acaricio sentí como su verga se ponía rígida y abrí mis piernas.
Hizo a un lado mi tanga y su verga entraba en mi panocha mordí mis labios para no gemir y mis hijos no me escucharan porque estaban en sus cuartos y le susurre a mi esposo cógeme mi vida cógeme me tomo por mis caderas y empezó a meter y sacar le decía así así cógeme cógeme me sentía feliz y un ruido en la puerta hizo que mi esposo saliera de mí y me bajara mi vestido rápidamente era mi hijo menor de ocho años que me decía que ya estaba listo para desayunar.
Abrí la puerta y su exclamación fue mamita que bonita te vez mi hijo de diez años también se acercó y dijo si mamita te vez muy linda, les di las gracias por su comentario y baje con mis hijos al comedor sentía los jugos de mi esposo en mi panocha y mis piernas temblorosas por el deseo de que no terminara de cojerme mi esposo.
Les serví su desayuno cuando mi esposo bajo me dijo en la cocina nos quedamos a medias y mirándole a los ojos le dije si, sin que se imagina cuantos deseos tenia de que me cogiera ya que no lo había hecho en la semana desde que Julio me había cogido, subí a mi recamara por mi blazer y terminar de pintar mi boca y no se porque saque de mi bolso la tanga que me había dado el recepcionista y me la cambie.
Por un lado no deseaba verlo pero por otro deseaba que me cogiera por lo que mi esposo me había dejado excitada caliente deseosa de ser cogida.
Pasamos a dejar a mis hijos a la escuela pensaba en no ir a la cita con el recepcionista que habíamos quedados de vernos en el estacionamiento del centro comercial que está del otro lado de la empresa donde trabajo, el tráfico era mucho para dar vuelta y le dije a mi esposo que me bajara en el centro comercial que iría por un café para la oficina.
Sabía que no debía hacerlo mientras caminaba para atravesar el centro comercial iba con la esperanza de que no estuviera casi no había gente solo los empleados que esperan abrir los locales.
Sentía las miradas de los hombres y recordaba las palabras que en varias ocasiones me había dicho mi suegra que no moviera mucho mis nalgas cuando caminaba y que no usara esos vestidos ajustados, que no eran para una Señora casada como yo pero por más que trataba de no mover mis nalgas al caminar no podía evitarlo.
Cuando llegue al otro lado del estacionamiento a simple vista no lo vi, me sentí aliviada de no verlo y estaba por irme, se acercó una camioneta y vi que era él se bajó, me saludo diciéndome buenos días que guapa ate vez, cundo me pregunto que a dónde íbamos le respondí a donde quieras.
Mi vestido se había subido hasta donde termina el encaje de las medias que me había comprado, no había porque dar explicaciones no hice por bajar mi vestido y puso su mano en medio de mis muslos, me acerque a él y abrí mis piernas, no podía creer lo que hacía abriendo mis piernas a un desconocido siendo una Señora casada.
Subió su mano y acaricio mi panocha sintió lo húmeda que estaba por la mezcla de los jugos de mi esposo y que no termino de cojerme, gemí al sentir sus dedos me dijo que mojada y que rica estas para cojerte rico solo gemí y le dije siiiii te necesito.
Puse mi mano sobre su pantalón y sentir su verga que ya la tenía rígida, comencé acariciársela, nos detuvo el semáforo y me beso me dijo te gusta la verga le dije siii, me dijo sácamela le dije no como crees alguien puede vernos, se la seguía acariciando y comenzamos avanzar la sentía dura rígida doblada por el cierre del pantalón.
Sin pensar le saque su verga y quede impresionada la vi gruesa su cabeza grande brillosa por sus líquidos seminales que le salían me dijo te gusta mi verga le dije siii .. la tienes linda le embarraba sus líquidos en su cabeza, con mis dedos mis unas.
No podía yo más y baje mi cara para besársela sentí sus líquidos calientes viscosos, abrí mi boca mi lengua hizo contacto con su cabeza y la pasaba por su cabeza le oí decir con un gemido que rico lo mamas eres una PUTA, cuando escuche esa palabras que Julio me había dicho empecé a mamársela, con deseos sin pudor sin que me importara que alguien me viera mamándole la verga a un extraño que no era mi esposo.
Sentía sus líquidos salir de la cabeza de su verga y me los tragaba no quería desperdiciar nada, cuando de repente escuche que le decían el 10, se la deje de mamar para ver donde estábamos y habíamos entrado a un motel.
Un señor estaba en la entrada del cuarto 10 y trate de no mirarle pero tenía la verga del recepcionista en mi mano y cuando entramos se me quedo mirando el Señor.
Se bajó el recepcionista para pagarle y escuche como le dijo le traigo en un momento su cambio.
Me abrió la puerta para bajarme de la camioneta y subirme al cuarto me besaba y subió mi vestido en mi cintura la lencería que me había comprado estaba a su vista me dijo que rica te vez me empezó a besar y su mano a su antojo me acariciaba mis nalgas en medio de la tanga con la abertura que tenía acariciaba mi culo y sentir su dedo en mi culo tratando de meterlo me hizo gemir.
Me oí decirle entre gemidos no puedo más cógeme por favor hazme tuya, me seguía acariciando y me dijo estas hecha un charco que rica panocha mis jugos embarraban su mano no podía evitar que mi panocha escurriera de mis jugos de mujer caliente y deseosa, producto de que mi esposo no terminara de cogerme y sus besos y caricias.
Le acariciaba su verga también y nuevamente entre gemidos le suplique cógeme ya por favor hazme tuya cielo no puedo más, me dijo quieres que te coja le respondía si, sin dejar de besarlo y acariciarle su verga.
Sentía la palma de mi mano totalmente mojada por sus jugos hice el intento de hincarme para mamársela y no me dejo le mire a los ojos y le dije déjame mamártela, sentía como embarraba mis jugos de mi panocha en mis nalgas y en mi culo tratando de meter su dedo.
No podía evitar el meneo de mis nalgas con sus caricias y los gemidos que me provocaba nuevamente le volví a suplicar cógeme por favor, no podía creer lo que me estaba pasando en esos momentos que siendo una Señora casada, le suplicara a un extraño que me cogiera teniéndome con mi vestido que mi esposo me había comprado en mi cintura abierta de piernas recargada en la pared de un motel donde no debiera estar.
Me repegue a él y puse su verga en la entrada de mi panocha que escurría de deseos por sentirla dentro de mí, y nuevamente le dije coje ya por favor no puedo más poniendo la cabeza de su verga en mis labios de mi panocha.
Me dijo que si así le había suplicado a Julio cuando me cogió, le dije que no le suplique tantas veces como a él, me recostó en la cama y le abrí mis piernas a ese hombre desconocido y me tomo por la cintura diciéndome muéstrame lo PUTA que eres toma mi verga y póntela por donde quieres que te coja primero, esas palabras hicieron que me excitara más y tome su verga y la puse en mi panocha que ardía de deseos.
No pude evitar gemir cuando la cabeza de su verga entraba en mi panocha que escurría y veía como entraba en mi panocha, mojaba yo su verga me tomo por la cintura y empujo su cadera que me hizo dar un grito y decirle así métemela toda por favor al fin la tenía dentro.
Empecé a menear mi cadera y le apretaba su verga mirándole a los ojos le dije ya soy tuya mordiéndome los labios de gozo, respondiéndome ya eres mía, y eres mi PUTA y sentí como su dedo hacia intentos por entra en mi culo, gemía a cada movimiento de su cadera y cada que metía mas su verga para sentirla en el fondo de mí, que rico te mueves y que apretadita estas eres una rica PUTA.
Sus palabras hicieron que gimiera y que gritara de placer ya no me importaba si alguien me llegara escuchar me entregaba a él con deseo que apagara las ganas de ser cogida que mi esposo había provocado.
Sentí como se ponía rígido y le dije que se saliera que no se viniera dentro de con mis manos lo empuje para que se saliera levantando mis caderas para sacarlo de mí, y me tomo de mi cadera y dijo te voy a dar mi leche dentro, trate nuevamente de sacarlo y me abrazo con fuerza le dije que saliera cuando sentí sus disparos de leche caliente que bañaban mis paredes internas diciéndole que rico.
Lo abrace con fuerza y le dije así papito así dame tu leche que rico poniendo mis ojos en blanco, sentí mis contracciones y estaba teniendo mi orgasmo mojando su verga entre gemidos y gritos respondiéndome toma mi leche eres mi PUTA, mi PUTA de los LIGUEROS, nadie me había llamado así, de los que me habían hecho suya, respondiéndole ya soy tu PUTA.
Al sentir como llenaba mi panocha de su leche, me hizo sentirme feliz, lo abrazaba y lo besaba sin dejar de exprimirle su verga, acompañada de los movimientos de mis caderas, sentía mi vestido húmedo por el sudor de el mezclado con el mío, muestra de mi entrega.
Hizo el intento de salirse y lo abrace con mis piernas y mi brazos susurrándole le dije no te salgas mi vida, mi miro a los ojos y me dijo eres un a PUTA rica, te gusta que se vengan dentro de ti que te den su leche, empujando su verga dentro de mi haciendo que abriera mi boca en un gemido, respondiéndole si me gusta sentir como se vienen dentro como se hincan sus vergas eres una verdadera PUTA, y ya eres mi PUTA DE LOS LIGUEROS.
Lo bese y le dije si ya lo soy, soy tu PUTA DE LOS LIGUEROS, sintiendo como expulsaba su últimos chorros de leche, y le respondía con una contracción de mi vagina en su verga, me dijo que rica panocha tienes apretadita ni parece que seas casada y tengas dos hijos estas apretadita.
Solo me sonroje por sus comentarios y le dije que teníamos que irnos que no había pedido mucho tiempo en la oficina, empezó acariciar con su dedo mi culo y me dijo que quería culerame, que desde que me vio con Julio le gusto como caminaba como movía mi culo, le dije que otro día que era viernes y que se juntaba el trabajo en la oficina que otro día con más calma le daría mi culo.
Saco su verga de mi panocha en medio de la abertura de la tanga y en mis medias limpió con ella su verga, me dijo que una PUTA debe regresar oliendo a leche.
Nos separamos y mi vestido estaba húmedo me lo acomode el liguero y mis medias manchadas de nuestros jugos, arregle mi cabello me hice una cola, corregí el sombreado de mis ojos mis labios y me abrazo por mi cintura sintiendo como crecía de nuevo su verga le dije no empieces por favor, por cierto cómo te llamas me respondió Roberto.
Seguía abrazándome y le suplique no Roberto por favor otro día, con un beso me dijo que estaba bien detalle que le agradecí de que no siguiera porque estaba con deseos de entregarle mi culo como me lo había pedido.
Salimos del motel y al llegar cerca de la empresa donde trabajo le dije que me dejara una cuadra antes, entre por el estacionamiento y en la caseta de vigilancia estaba nuevo vigilante que tenía una semana que empezó a prestar sus servicios, diciéndome buen día Señora Martha que guapa se ve hoy y muy contenta, solo me sonroje si supiera que venía de haber estado en un Motel con Roberto con leche en mi panocha y que tal vez no me diría Señora le di las gracias y seguí caminando sintiendo su mirada en mis nalgas.
Nuevamente gracias a los que me han escrito a mi correo y me pidieron publicara la primera vezo que viví con el recepcionista que ahora se, se llama Roberto.
Espero le haya gustado como fui mi primera vez que fui una PUTA.