Mi sobrino hizo una fiesta, mi esposo no pudo ir y fue lo mejor porque la pase tan bien que no se si algún día sentiré algo igual
Estaba en una fiesta familiar con mi esposo, la fiesta estaba muy entretenida, mi esposo y yo bailábamos, la música era buena, excelente bebida y comida, todo era perfecto, era cumpleaños de un tío mío.
La mayoría de la gente que estábamos ahí nos llevábamos muy bien, pero uno de mis sobrinos no tenía mucha convivencia con los demás, no era que se llevara mal con ellos sino que creía que no tenía nada en común con la familia, mi esposo y yo éramos de las pocas personas con las que él platicaba. A mi esposo lo quería mucho, lo admiraba mucho, siempre decía que algún día quería ser como él, pues era un hombre muy exitoso, a mí me quería porque varias veces ya le había dado las nalgas.
En algún momento de la fiesta Víctor, se acercó a nosotros, nos dijo que ya se tenía que ir, pero que si podía hablar con nosotros afuera, yo le dije que sí, salimos con él y nos comentó que el siguiente viernes haría una reunión, que quería aprovechar que sus papás no estarían el fin de semana, que quería que nosotros fuéramos, pero solo nosotros de la familia. Los dos aceptamos, la fiesta siguió, Arturo y yo estuvimos hasta la madrugada, mientras regresamos a la casa, mi esposo me iba platicando lo mucho que quería a Víctor, se puso a hablarme de varias anécdotas con él, yo lo escuchaba a lo lejos pues recordé el día que estando en su casa, mientras hablaba con su mamá, esta recibió una llamada telefónica, Víctor llegó a la sala, su mamá usaba el teléfono en su recamara, yo le pedí que rápidamente se sacará la verga, le dije que tenía que venirse rápido y decirme cuando lo fuera a hacer, me metí su verga en la boca, me la metía y me la sacaba, se la apretaba con los labios, después mi lengua le chupaba solo la cabecita, unos minutos después me dijo que estaba por venirse, me la saqué, agarré una taza de café que me estaba tomando, y le apunte la verga de mi sobrino, empezó a venirse, el semen caía en el café, cuando salió todo, le dije que se la guardara, con una cuchara revolví su semen con mi café, unos minutos después regresó su mamá, le dije que pocas veces había tomado un café tan rico, Víctor me sonrió y se fue.
La semana siguiente, el jueves en la noche le dije a mi esposo que no se olvidara de la reunión con nuestro sobrino, me dijo que no estaba seguro de poder ir, que tenía una reunión de negocios, que al parecer tardaría mucho, pero que no sabría qué tan larga sería la reunión hasta el día siguiente, me dijo que si me importaba ir sola, le dije que no.
El viernes mi esposo antes de salir de la casa me dijo que en cuanto supiera, si su reunión se alargaría o no, me avisaría. A media mañana, revisaba mi ropa, al verla, busque algo sexy pero discreto por si iba con Arturo, después busque algo muy sexy que me hiciera ver como la puta que soy por si iba sola.
Poco después de las 12 mi esposo me llamó, me dijo que la reunión se alargaría, que después tenían que llevar a los posibles inversionistas a cenar, que definitivamente no podría ir a la fiesta de nuestro sobrino, le dije que estaba bien, cuando colgamos, le escribí a mi sobrino, le dije que iría sola, él me contestó que era perfecto, que la fiesta sería excelente, no nos escribimos más.
Yo quería hablarle y pedirle que solo estuviéramos él y yo, que me diera una deliciosa cogida, pero no podía pedirle eso cuando estaba tan emocionado con su fiesta. En la tarde me metí a bañar, al salir me puse la ropa que había elegido por si iba sin mi esposo, tanga negra, no iba a usar brassier, una minifalda roja, una blusa blanca, tacones negros de aguja, me hice un chongo, todo el cabello hacía atrás, al final de la cabeza una pequeño tubo parado por el que pasaba todo mi cabello, al salir del tubo cae hacía atrás. Mi maquillaje fue discreto, solo resaltaban mis labios, me veía elegante pero muy puta, se veía que iba pidiendo que alguien me diera verga.
A las 8 de la noche salí de mi casa, pasé a un supermercado por una botella de ron y algunas botanas, varias personas me vieron con deseo, eso me puso caliente, deseaba que en algún momento de la fiesta por lo menos se la pudiera mamar a mi sobrino.
Cuando llegué a su casa, salió un muchacho a abrirme, me dijo que si yo era Pamela, le dije que sí, él me hizo pasar a la casa, adentro estaba otro muchacho, pregunté por mi sobrino, me dijeron que en un momento bajaba, él otro muchacho se presentó me dijo llamarse Roberto, él que me abrió me dijo que se llamaba Brandon, yo les dije que me llamaba Pamela. Mi sobrino bajo, me ofrecieron algo de tomar estuvimos platicando como unos 10 minutos, mi sobrino se paró a la cocina, poco después fui tras de él.
P -¿Y los demás? No habías invitado a más gente.
V –Sí tía, pero todos cancelaron, solo falta que venga otro amigo, por cierto tía que bien te ves.
P –Que bueno que te guste.
V –Ese peinado sirve para dirigir la mamada.
P –Pues sí, trata de que tus amigos se vayan rápido y te la mamo.
Regresamos con sus amigos, unos 15 minutos después llegó el amigo que faltaba, se llamaba Sandro, los tres amigos de Víctor eran normales, no guapos, no feos.
Durante más de una hora estuvimos platicando y tomando, tomando mucho, yo veía como todos no dejaban de vermes las piernas, se veía que estaban muy calientes conmigo, yo también ya estaba caliente, entre el alcohol y sus miradas lujuriosas hacían que mi concha empezara a mojarse.
Platicábamos de todo, en algún momento, Sandro le preguntó a Roberto por una muchacha con la que estaba saliendo, de ahí empezamos a platicar sobre cosas de pareja, sobre los noviazgos, me preguntaban a mí sobre cosas del matrimonio, en algún momento me dijeron lo guapa que era, de ahí me hicieron varios comentarios de ese tipo.
S –Es que tienes un cuerpazo Pamela.
P –Gracias, pero creo que lo dices por ser galante.
S –No para nada, quien fuera tu esposo para poder tener todo eso cerca.
Yo me reí, Víctor servía otra vez a todos.
V –Sé que me envidian amigos, ninguno de ustedes tiene una tía tan guapa y tan buena como yo.
R –¿Buena?, está buenísima.
P –Ya, no se pasen, soy una mujer casada.
B –Sí pero eso no te quita que estas riquísima.
P –Varias personas me han dicho que estoy muy buena.
S –Lo dudas.
P –No la verdad es que si estoy muy buena.
Sandro se acercó a mí y lentamente me besó el cuello, yo me deje hacer, sentí como una mano sobre mi barbilla me hizo mover la cabeza, era Roberto quien me besó en la boca, le respondí el beso, yo estaba deseando ser cogida por los cuatro, pero decidí darles la impresión de una mujer decente y ver si eran capaces de cogerme al yo comportarme un poco renuente a lo que ellos deseaban.
P –Perdón, no debemos, estoy un poco tomada, por favor respétenme.
S –Es que es inevitable no desearte, eres tan hermosa.
P –Gracias, pero debo de respetar a mi esposo.
Víctor sabiendo que soy muy puta y que me moría de ganas por ser cogida por todos, simplemente me sonreía.
P –Además está mi sobrino aquí.
R –Vamos Víctor, no nos puedes culpar, tu tía esta buenísima.
V –Lo sé, pero está casada, mi tío es una buena persona, no se merece que le pongan los cuernos y menos con mis amigos.
Brandon puso una mano sobre una de mis piernas y las empezó a tocar, yo tomé su mano y se la quite.
P –Vamos pórtense bien o me iré.
V –Ya, ya dejen a mi tía, respétenla.
P –Gracias mi amor, iré a refrescarme un poco.
V –Tía déjame ver que el baño este limpio que con estos cerdos nunca se sabe, todo lo ensucian.
Fui al baño con mi sobrino, me jaló hacía el, me agarró las nalgas.
V –Ya nos tienes a todos bien calientes.
P –Yo estoy que ya no aguantó las ganas de ser suya.
V –Sigue un poco el juego, yo no haré nada, y ya por la calentura y el alcohol cuando ellos te empiecen a coger me dices que yo también te coja.
P –Muy bien, como tu ordenes papi.
Mi sobrino regresó con sus amigos, yo me quede algunos minutos en el baño. Cuando regresé con ellos, todos me veían con más ganas que antes, Roberto dijo que bailáramos un poco, primero pusieron un poco de música ochentera, bailábamos todos, pusieron varios tipos de música, todos bailamos en bola, pero en un momento pusieron una balada, Roberto se puso enfrente de mí, puso sus manos en mi cintura, yo puse las mías sobre sus hombros y comenzamos a bailar. Unos segundos después sentí como Brandon se puso atrás de mí y puso sus manos en mi cadera, bailamos algunos segundos, ellos me besaron el cuello, yo ya no iba a hacer nada, me iba dejar coger.
Sandro se había sentado, nos veía, Víctor, estaba parado y fingía estar extrañado por lo que estaba pasando. Brandon comenzó a pasar su verga por mis nalgas, Roberto subió sus manos a mis tetas. Brandon me subía la falda mientras me acariciaba las piernas, cuando mi falda ya estaba en mi cintura Brandon me acarició mi culito, yo empecé a dar suaves gemidos. Sandro se acercó se puso a mi lado, me tomó una mano, la puso sobre su verga, la cual aún estaba dentro del pantalón, me di cuenta que era una verga de muy buen tamaño. Roberto me abrió la blusa, comenzó a chuparme las tetas, yo gemía más fuerte, sentí el pene de Brando pasando por mis nalgas, ya se había bajado el pantalón.
S –Desnúdate.
Yo así lo hice, ellos también se desnudaron, vi sus vergas, la de Sandro era grande, la de Brandon normal, la de Roberto delgada y larga. Me puse de rodillas y se la mamé a Roberto, él gemía, lo metía y sacaba de la boca, después mamé el de Brandon, al final mamé el de Sandro, cuando me saque la de él, Roberto le dijo a Víctor.
R –Que rico mama tu tía, porque no dejas que te la mamé.
V –No cómo crees, no olvides que es mi tía.
R –Vamos, a poco no estás caliente de verla así, tan perra.
P –Vamos sobrino, estoy segura de que tú también quieres tener la verga en mi boquita.
Víctor se acercó, yo le bajé el pantalón, saqué su verga, la metí en mi boca, el comenzó a gemir, se la mamé por algunos minutos.
S –Bien ¿quién se la coge primero?
R –Yo primero.
B –No, yo primero.
P –Quien sea pero ya quiero verga.
Mientras ellos dos seguían discutiendo se acercó a mí Sandro, me acostó en el sillón, mi espalda sobre el sillón, mi cadera y piernas en el aire, mis pies sobre el piso, tomó ya se había puesto un condón, me la metió toda.
P –Aaaahhhh que vergota.
R –No mamas pinche Sandro apenas íbamos a ver quién se la cogía primero.
Sandro no le hizo caso y me siguió dando duro con su verga, entraba y salía, mi concha estaba muy mojada, los dos gemíamos.
P –Más dame más, no pares.
S –Toma Pamela, como me gustas.
Después de un rato, tomó mis piernas, las puso sobre sus hombros, me jalaba de la cintura y sentía como entraba más profundamente su verga.
P –Sí así, que rico me llenas con tu verga.
Sus movimientos eran muy rápidos, sus gemidos se hicieron gritos, su cara estaba llena de placer.
S –Me vengo, que rico coges puta.
Me sacó su verga, yo vi a los otros tres y les pregunté.
P -¿Quién sigue?
Brandon y Roberto se vieron, Brandon le dijo que el primero que llegara al baño y regresará me cogía, Roberto corrió hacía el baño, Brandon corrió hacía mí. Me puso en cuatro sobre el sillón, abrió un condón y se lo puso, me tomó de la cadera y me la metió toda.
P –Sí que rico, cógeme mi amor.
Él empezó a entrar y salir de mí, Roberto lo veía muy enojado, yo movía mi cuerpo hacía atrás y hacía adelante, quería que ese pene entrará todo lo que fuera posible, sus movimientos no eran rápidos, yo sentía como cada parte de aquella verga entraba en mi vagina, como mis paredes vaginales eran tocadas por esa verga, yo gemía. Me dio algunas nalgadas, los otros veían muy atentos como su amigo me daba verga.
P –Así más, lléname toda con tu hermosa verga.
Él entraba y salía, gemía muy fuerte, me tenía agarrada de la cintura, se escuchaban los golpes que daban nuestros cuerpos, aumentó el ritmo, yo sentía delicioso.
B –Me vengo puta, me vengo, como coges.
P –Yo también me vengo papi, que rico, sí así.
Me sacó la verga, Roberto vio a Víctor, no se dijeron nada, solo se veían, Brandon y Sandro se estaban sirviendo algo de tomar, por fin Roberto habló.
R -¿Quién va tu o yo?
V –Tú, ni modo que yo me coja a mi tía.
Roberto se me acercó, me acostó en el sillón, me abrió las piernas y se puso sobre mí.
V –Espera, ponte un condón.
Roberto se lo puso, me gustó mucho que mi sobrino protegiera a su puta. Roberto me la metió toda, di un pequeño gemido, él me la metía muy duro, no se movía para nada bien, era más su emoción que lo que me hacía, me empezó a chupar las tetas, sabía que él no aguantaría mucho, me estaba llenando las tetas de saliva en una forma exagerada, sus manos acariciaban mis piernas, después sus manos se fueron a mi espalda me abrazó muy fuerte, me la metió todavía más fuerte, él estaba ya gritando.
R –Toma Pamela, que buena estás.
Siguió metiéndomela muy duro, como dos minutos después me gritó.
R –Me vengo, me vengo.
Se recostó sobre mí para recuperarse, Sandro y Brando lo pararon y Sandro le dijo a Víctor.
S –Bien amigo, entonces te vas a coger o no a este monumento a la sexualidad que tienes por tía.
V –No lo sé, es mi tía.
B –Vamos, quien sabe cuándo puedas tener una oportunidad como esta.
R –Es lo mejor que te puede pasar, ya quisiera yo que alguna de mis tías me dejar hacer el amor con ella.
Víctor se acercó a mí.
V -¿Yo también puedo coger contigo?
P –Claro guapo, como quieres hacerlo.
V –Sentados.
Víctor se sentó, se puso un condón, me parecía muy bien su actuación, sus amigos para nada se imaginaban que varias veces ya me había cogido él. Me puse frente a él, tomé su verga me la metí, él me tomó de las nalgas y me hizo moverme, yo subía y bajaba, nos veíamos a los ojos, mis movimientos eran lentos.
Empecé a moverme más rápido, mi sobrino me tomó de la cintura y me hacía darme unos ricos sentones, sus amigos empezaron a gritar.
S –Vamos cabrón dale duro.
R –Enséñale que su sobrino también puede.
B –Vamos dale duro, que sepa quién eres.
Nosotros seguíamos cogiendo, sentía como me llenaba toda, puse mis pies sobre el sillón, me tomé de los hombros de mi guapo sobrino y me dio unos sentones más ricos que los que me había dado, se escuchaba como mis nalgas golpeaban las piernas de mi sobrino.
P –Que rico, sí, así.
Mi cuerpo ya estaba sudando, ya era el cuarto macho que me cogía, mis tetas brincaban enfrente de mi sobrino, sus tetas pasaban por todas mis nalgas de puta.
P –Sí que rico, más dame más.
Sus amigos seguían gritando, yo no aguanté más y llegué a un delicioso orgasmo.
P –Me vengo, que rico, sí.
Yo dejé de moverme pero mi sobrino no, él también quería venirse, así que siguió empujando su verga hacía arriba, sentí como tensó su cuerpo y dando un largo grito se vino, dejo de moverse, poco después me quite de arriba de él.
Sandro me ofreció algo de tomar, seguimos tomando, ellos ya estaban completamente alcoholizados y se fueron quedando dormidos, unos sentados en un sillón y otros en el piso, yo me acosté en el sillón donde me cogieron, también me quedé dormida.
Unas tres horas después yo me desperté al hacerlo, se despertó mi sobrino, le hice una seña que se acercara, le dije que me siguiera la idea y que despertara a sus amigos. Yo comencé a fingir que lloraba, mi sobrino despertó a los otros, me señaló y le dijo en voz baja que yo estaba llorando, se acercaron los cuatro a mí.
V -¿Qué te pasa tía?
P –Como pude hacerlo, estuvo muy mal lo que hicimos.
S –Por favor no llores.
P –Estaba muy alcoholizada, como pude engañar a mi esposo y hasta con mi propio sobrino, jamás había hecho algo así.
R –Tranquila Pamela, por favor cálmate.
P –Que van a pensar ustedes de mí.
B –Nada, solo que eres una gran mujer.
P –Por favor olvidemos que pasó esto.
S –Queda olvidado, y pobre de aquel que diga algo de esto, ya saben que conmigo no se juega, eso va también para ti Víctor, a tu tía todos los vamos a respetar.
P –Gracias Sandro.
R –Pero es difícil no querer tener algo más con ella otro día.
S –Dije que nadie la va a molestar.
R –Está bien como tu órdenes.
S –Bien ahora vamos, dejemos que se recupere, tienes que cuidarla bien Víctor.
V –Sí.
Ellos salieron de la casa, Víctor se sentó a mi lado.
V –Ni se imaginan que eres bien puta.
P –Sí pero la verdad no es el tipo de hombres que quiero como amantes, coger con ellos estuvo bien una vez pero no más.
Me vestí y me despedí de mi sobrino, me fui a mi casa. Al llegar a mi casa mi esposo estaba llegando también, me saludo.
A –Como te fue en la fiesta.
P –Pues normal, los amigos de Víctor son un poco aburridos, a diferencia de Víctor que es muy divertido, y a ti como te fue.
Mi esposo me platicó sobre su reunión, estábamos acostados ya en la cama, cuando al verlo pensé en la orgía que acaba de tener, me calenté, pero prefería esperar a tener sexo después con algún amante a coger en ese momento con mi marido. Me gusta que mi esposo no sepa que se casó con una gran puta que se la vive cogiendo con otros machos.