Mis enormes dudas sobre mi propia virginidad

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Hola, me llamo Alicia aunque mis amigos me llaman Ali.

Soy de Perú, pero vivo en España, fui adoptada de pequeña por mis padres españoles.

Me gusta mucho leer relatos eróticos, a veces escribo cosas que se me ocurren, párrafos pequeños, no para publicar, sólo porque me excitan al escribirlos.

Ahora ocurrió una cosa en mí vida sentimental y me apetecía publicarlo para saber si era un buen relato.

Es la primera vez que escribo, no sé si lo haré bien.

Como ya dije me llamo Alicia, estudio bachillerato, tengo el pelo castaño, ojos verde oscuros, delgada, más bien bajita, poco desarrollada, me acompleja tener los pechos pequeños.

Los chicos me dicen que soy guapa, aunque yo me veo normal.

Estoy saliendo con un chico de mi clase (Rubén), desde hace tres meses y somos medio novios.

Él es delgado, muy alto, con el pelo rizado y ojos marrones.

Mi problema viene a raíz de que él, está todo el tiempo con sus amigos, lo veo solo un rato cada día, cuando queda conmigo, sólo quiere besarme y tocarme o que le toque, nunca vamos a pasear, al parque o hacer cosas juntos.

Mis amigas están todo el día con los novios, van al cine o a tomar algo por ahí.

Rubén es más de quedar un ratito para besarnos y ya.

Llevo unos días comiéndome la cabeza, no quiero seguir con él de novio.

Llegó el sábado, quedé con Rubén para hablar, porque le dije que quería cortar.

Vino muy guapo, peinado y oliendo muy bien, antes que le dijera nada, me besó, me cogió de la mano y me dijo vamos a dar un paseo.

Llegamos al bulevar cerca del mar, nos sentamos en un banco, me compró un helado y estuvimos hablando.

No sabía cómo afrontar el tema, estaba muy cariñoso y simpático conmigo.

Cuando oscureció nos fuimos a sentarnos a unos escalones en el interior del parque, (donde los árboles), comenzó a besarme por el cuello, pasó la lengua por mi oreja con pequeños bocaditos, me entró muchos escalofríos por todo el cuerpo, le agarré la cara y le besé en los labios, él aprovechó para pasarme la lengua por alrededor de mi boca, me gusta mucho sentir su lengua dentro, me encontraba muy excitada, al rato, le solté que quería dejar de ser su novia, no me contestó, lo noté serio y disgustado, pero empeñado en seguir besándome y acariciándome, para hacer que me encontrara a gusto.

Besitos por el cuello, después me acarició un pecho por fuera de la camiseta, la verdad que estaba muy excitada y me dejé llevar, luego pasó la mano por debajo de la falda, me acarició por encima de las bragas, me quería morir de gusto.

Me dijo al oído que la tenía muy dura, que si quería verla, le dije que no, que parara ya, estaba preocupada por si nos veían.

Seguimos besándonos, apartó mis braguitas, noté como su dedo recorría mi rajita totalmente mojada.

¡Por favor para ya!, le pedí con gemidos entrecortado y el corazón latiendo muy rápido.

Aunque lo deseaba mucho, no quiero que meta el dedo porque soy virgen.

A esto, se acercó una pareja por los árboles, nos levantamos y continuamos el paseo camino a casa.

En el portal, de nuevo nos besamos, al despedirnos me suplicó, que antes de dejar de ser novios, hiciéramos el amor, se merecía un recuerdo especial, que nunca olvidara.

Le dije que ya me lo pensaría.

Los siguientes días en el instituto, seguíamos igual, de vez en cuando nos veíamos a solas para besarnos.

Una tarde estando en casa estudiando para un examen de mates, rellenando unos ejercicios en la página web del colegio, me encontraba agobiada, no entendía muy bien los ejercicios que mandaron, para colmo el portátil cada vez iba más lento, se quedaba pillado, tenía que reiniciar cada dos por tres.

Ya en una de las veces, se quedó en negro.

El portátil, tenía unos cuantos años, era de mí madre, ella se compró una Tablet que le era más cómoda de manejar.

Acudí a mí madre en busca de ayuda, era urgente que hiciera esos ejercicios.

Ella llamó a nuestro vecino del rellano, que trabaja de informático, para ver si nos podía ayudar.

Javier siempre nos echa un cable, para cualquier cosa de la casa.

Estuvo un buen rato liado con el portátil, hasta que logró arrancarlo, para entonces ya era muy tarde, no me daba tiempo de hacer todos los ejercicios.

Javier, que es un santo, se ofreció a ayudarme a terminarlos

Al día siguiente, se pasó toda la tarde en mí cuarto formateando el ordenador y también me estuvo explicando matemáticas.

Sentirlo cerca me hizo fantasear, me fijaba como movía la boca cuando me explicaba, su aliento cerca de la mía me excitaba.

Javier podría tener unos 30 años, se le veía fuerte, a veces lo vi por la ventana de mi cuarto haciendo pesas por el patio interior que da a su piso.

No puedo negar que me ponía nerviosa estar junto a él.

Era todo un hombre, no como mi novio, (que era muy infantil), o ex novio, porque aunque corté con él, me sigue buscando de vez en cuando.

Al tener el portátil formateado, había desaparecido todas mis fotos y documentos.

Javier me dijo que vendría otro día, con un programa de recuperación e intentaría buscar fotos y documentos en el PC.

Cuando llegó a la tarde siguiente, me había colocado unos leggins, una camiseta mona, con unas zapatillas deportivas, me peiné y me pinté un poco los labios.

No quería que me viera siempre en pijama y despeinada.

Me puse pegado a él, delante del portátil, mientras Javier iba recuperando documentos y fotos antiguas que iban apareciendo en la pantalla en unas cuadrículas pequeñas, entonces me preguntaba las que eran importantes y las que debía desechar.

Salieron fotos de hace tiempo, rebujadas con otras más recientes, e incluso algunas de mi madre.

Le dimos a guardar a todas las que me parecieron interesantes recuperar.

A muchas fotos tontas con mi novio, le pedí de borrar, entonces Javier preguntó por mí interés por eliminarlas.

Teniendo ya su confianza, le conté mi relación con Rubén y por qué no me sentía bien de novios.

Estuvo de acuerdo conmigo, me aconsejó que la primera vez que hiciera el amor, debía estar muy segura y con un chico que lo deseara, del cual estuviera enamorada, sin dejarme forzar por nadie.

Siguieron apareciendo fotos cuando Javier se detiene, me mira y pregunta, ¿estás fotos las guardo?.

Me fijo en los recuadros y me parece ver fotos mías con ropa sexy, en ropa interior y algunas desnuda, me puse colorada con un repelús por todo el cuerpo.

No te apures me dijo que no me voy a asustar, estoy acostumbrado.

Me quedé muy cortada, él dijo: -venga las meto en una carpeta, y ya tú decides las que quieras borrar-.

También apareció algunas fotos de mi madre en la playa tomando el sol en topless,

esas, las puso a pantalla completa y las estuvimos comentando con cierto morbo, así nos relajamos del bochorno de verme allí en bolas.

El comentó que mi madre tiene un buen cuerpo, unos pechos grandes y bonitos.

Le dije que se conserva bien, que no me parezco a ella en los pechos, pues me acompleja tenerlos pequeños.

-Estás en desarrollo, no te preocupes que ya te crecerán-, dijo.

A esto, puso a pantalla completa una foto mía frente al espejo desnuda.

-¡Quítala! le grité avergonzaba-.

-Eres muy bonita y no tienes que tener complejos-.

Al marcharse me dejó su e-mail para cuando necesite ayuda con las mates, o consejos en mi relación con Rubén.

Le di las gracias y un besito en el cachete, él frotó su mano por mí espalda, en forma de agradecimiento.

Al día siguiente ya eché de menos su compañía, me pasé un buen rato agazapada detrás de las cortinas de la ventana vigilando su casa.

Por fin al rato pude verlo en pleno ejercicio, levantando unas pesas solo con un bóxer puesto, sudando y marcando abdominales.

Él siempre deja la ventana abierta para que le entre aire y aprovecho para verlo, se le ve muy maduro, eso me pone excitada.

Pasaron unos días y con mi novio seguíamos igual, yo queriendo cortar y el me insistía en hacer el amor.

Necesitaba hablar con mi vecino para aclarar mis ideas.

Con la excusa de un problema con las mates, le mandé un correo solicitando su ayuda.

Me dijo que tenía que salir a un recado, pero que abriera el Skype y le enseñara el cuaderno con el problema.

Me dio unas indicaciones para repetirlo mientras iba al baño, y después me los corrige.

Me pongo con el ejercicio y al ratito lo veo por la webcam cruzar por el fondo del salón totalmente desnudo, agaché la cabeza por si me miraba, de nuevo volvió camino del cuarto de baño, cuando se dio la vuelta me quedé mirándole el culo.

No sabía qué hacer, igual no se dio cuenta de la webcam.

Al ratito llegó al ordenador con solo unos calzoncillos, le enseñé el ejercicio, lo miró, estaba mal claro, no podía concentrarme, me dijo que mañana vendrá a casa a repasar.

Me fui a la cama me desnudé y empecé a tocarme, no podía quitarme de la cabeza la imagen de Javier desnudo.

Ya tengo claro que no es con mi novio con el que quiero perder la virginidad,

necesito un hombre maduro, que me ponga tan excitada como estoy ahora.

Luego me introduje un dedo con cuidado de no profundizar mucho, imaginando que era Javier quien me tocaba, sentí un orgasmo brutal, como jamás lo había tenido.

Mis padres adoptivos se separaron hace unos años, desde entonces mi mamá vive con otro hombre, con el cual no me llevo muy bien, pero esa es otra historia que seguiré contando en un próximo relato.