De un movimiento ágil, se colocó arriba de mí, de espaldas y se enterró mi verga hasta el fondo. Relato porno en Mexico
De un movimiento ágil, se colocó arriba de mí, de espaldas y se enterró mi verga hasta el fondo, el espectáculo era maravilloso
La conocí una tarde calurosa en un parque público aquí en Villahermosa, en México. Yo necesitaba meterle saldo por medio de una tarjeta a mi celular y buscaba algo para raspar el código, ellas compraban a una niña unos dulces y aproveché para pedirle a la niña una moneda que me ayudara en mi problema, pero ésta no entendió, a lo que X, así la llamaré, se ofreció a prestarme su uña, le di las gracias y me dijo que le debía una goma de mascar en pago al favor, sonreímos y me alejé unos metros donde estaba anteriormente sentado.
Al principio no le puse mucha atención a ella y una amiga, estaban sentadas esperando a alguien (después supe que era el amante de la amiga). Y como mi posición era exactamente detrás del gran culo enfundado en unos jeans de X, solo atisbé a mirarle de reojo ese gran culo maduro y grande, en un movimiento que hizo hacia delante, se le subió la blusa y pude verle el inicio de sus nalgas llevaba una ropa interior en color negra. Soy del norte del país, tengo 31 años y por razones de trabajo estoy por estas tierras, así que no cojo tan seguido, quizá por eso me calentó esa imagen. Así que sin pensarlo me dirigí a ella y de sorpresa le dije que me diera su número de celular porque algún día le iba a pagar la goma de mascar, ella sonrió y como pidiendo opinión a su amiga también madura, me dio su número entre risas, eso fue todo; unos instantes después pasaron por ella y en 5 minutos empecé a mandarle mensajes, ella me contestaba de inmediato.
Después de 15 días de comunicarnos por este medio, empezamos a salir, supe que tenía 48 años y 13 de Viudez, tenía una hija de 28 que vivía en una ciudad del centro y actualmente vivía con un hijo de 25 y además de unas tetas de diosa y un culo grande. A la 4ª salida, después de tomarnos un café, no aguanté más y en el estacionamiento empezamos a besarnos afuera de mi coche y a sobarle mi verga erecta sobre su falda, la oscuridad de la noche y la poca gente fueron nuestros cómplices, realmente ella deseaba coger porque al meterle un dedo en su chochito húmedo, corroboré la humedad de esa vagina sin uso. Nos fuimos a un motel en las afueras de la ciudad y apenas cruzamos la puerta ya nos estábamos comiendo a besos, la desnudé despacio, sin prisas, pero con la urgencia de lamerle toda la piel madura, ella entrecerraba los ojos y me besaba el pecho, los hombros, fue bajando lentamente sobre mi pecho, pasando por mi estómago hasta detenerse en la zona de mi pubis, intuí lo que intentaba hacer, así que me senté al bordo de la cama y ella arrodillada me dio la mamada más fenomenal que nadie me había dado, saqué mi cámara digital y posó para mí, le tomé varias fotos y algunos pequeños videos(que vuelvo a ver para recordar esos instantes).
Una vez que sentí que se aproximaba un orgasmo, le dije que parara, que le tocaba a ella; así que la puse en cuatro patas, con su culo virgen al aire, mostrándome una vagina húmeda, deseosa de ser penetrada una y otra vez. Bajé desde su cuello, por su espalda, siempre lamiendo, chupando levemente, hasta detenerme en su gran culo maduro, al que empecé a meterle la lengua y a chuparle sin prisas, mi verga en ese instante era un tronco, y se la pegaba a sus nalgas, yo veía todo el espectáculo aquel por el espejo de la habitación, veía su rostro como expresaba aprobación a cada caricia de mi lengua en su chochito, el sabor de esa vagina era indescriptible, yo he mamado muchas vaginas, pero esta tenía la plusvalía de tener mucho tiempo en reposo, en la calma total, durmiendo para ser algún día despertada y hoy era el día, le estaba sacando el mejor jugo, ella perdió toda compostura de “Señora Bien”, de Señora de Clase y me decía: “que rico me mamas, así amorcito, chúpame, hazme tuya, soy tu putita, cógeme rico, métemela que ya no aguanto más”, esas expresiones de deseo y lujuria reprimida por muchos años, las tomé como órdenes y antes de metérsela, giré para quedar enfrente de su boca golosa y se la metí en la boca, para que me la chupara y la lubricara aún más, mientras mi mano derecha bajaba sobre su chochito y con el dedo medio corroboré su lubricación, estaba realmente caliente.
Cuando me disponía a colocarme un preservativo y penetrarla, casi rogó porque no lo hiciera, argumentó que ella era sana y que tenía años que no cogía con nadie, y yo como siempre me cuido y dominado por la lujuria de ese instante, tiré el condón al piso y la penetré de un solo tirón, y empezamos a movernos de una manera frenética, como locos, así estuvimos mucho tiempo, cogiendo aquel chocho maduro. Instantes después me tiró sobre la cama, yo boca arriba y de un movimiento ágil, se colocó arriba de mí, de espaldas y tomándola con su mano derecha, se enterró mi verga hasta el fondo, el espectáculo era maravilloso, le veía como movía ese gran culo grande, yo hacía un esfuerzo sobrehumano para no venirme, le introduje un dedo, luego otro en ese culo virgen y le insinué cogerlo, pero ella dijo que después, había tiempo de sobra.
Quería llegar junto con ella, pero me ganó, sentí como entró en un estado de éxtasis y desenfreno, temblaba, el orgasmo de ella había llegado, quise aumentar el ritmo de mis embestidas para venirme también, pero no lo conseguía, así estuvimos hasta que se levantó y me dijo que se la diera en su boca, ya no aguanté más y le inundé la boca, la cara de semen caliente, de lechita caliente para una Señora de Clase que por algunas horas se había transformado en una hembra sexual. Era la primera vez que cogía con una nena madura, 48 años bien asentados, ahora que escribo esto me excito y ya estoy pensando en ella. Pero esta fue la primera vez con ella, aún tengo historias reales que contarles, recuerden que le tomé fotos y videos. Si hay nenas maduras que quieran escribirme, o personas que quieran compartir fotos o videos reales, adelante, soy materia disponible, escriban a mi correo.