Con mi mujer no dejamos de experimentar sobre el sexo, esta vez ella busco un virgen de 18 años para usarlo a nuestro gusto

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Soy Luis otra vez y éste será nuestro segundo relato. Varios de los lectores nos han escrito elogiando nuestra primera historia, gracias a todos. Después de nuestra primera experiencia estuvimos unas semanas dándole vueltas al asunto, creo que los dos nos sentíamos culpables, con remordimientos. El caso es que pasaron los días y empezamos a hablar del tema otra vez. Nos planteamos las dudas, los pros y los contras, y le dije a mi esposa que por mi fenomenal, yo había estado nervioso pero ahora el planteamiento era diferente. Ella me confirmó lo mismo, se sintió cohibida, pero poder sentir una polla joven dentro mientras yo la veía la había hecho gozar como nunca antes. Nos planteamos volver a repetir y mejorar los detalles incómodos, y me dijo que esta vez sería ella la que me diera la sorpresa a mi. La condición que le puse que fuese un chico de no más de 25 años. Así fue. Quedamos en que ella se ocuparía de buscar, poner un anuncio o lo que sea y a esperar.

Pasaron los días y yo buscaba en la página de contactos, a ver si encontraba alguno con alguna foto que reconociera pero nada. Mientras Bea seguía como si nada, salía de compras, con alguna amiga, tan normal como siempre.

Cuando menos me lo esperaba, un día de tarde en el trabajo recibo una llamada en el móvil y era ella.

-hola cielo, estoy de compras en el centro comercial siam mall. Me voy a comprar algo sexy, que te apetece?

Me chocó porque ella nunca va al sur de la isla y menos a comprar a la zona de los turistas. No le di importancia, pensé que estaría con alguna amiga, asi que le seguí el juego, y la verdad que me puso algo cachondo, diciéndome que si medias, que si ligero, y todas esas cosas…

Colgamos y seguí a lo mío. Hasta que me llega una foto al móvil en un probador. Era Beatriz con un sujetador y braga de encaje que le quedaban de vicio. Buffff. Empezamos a chatear y al rato me envía una con medias, liguero y el conjunto anterior. Mi mujer estaba buenísima, para comérsela. Seguimos chateando y me dice que se van a tomar una café.

Que se “van”??? Quiénes??? Di por hecho que estaría con alguna amiga, lo dicho.

Al rato me envía una foto sacada por debajo de la mesa, se le veía todo el conejo, sin ropa interior, abierta de piernas y depilada completamente. Aquello me puso a cien, y ya caí. No creo que le pida a ninguna amiga que le haga ese tipo de fotos… La muy….. Empiezo a preguntarle y me responde que ya era hora que me diera cuenta, que llevaba más de 10 días de compras por ahí y yo sin enterarme.

Vaya, esa era la sorpresa! Mejor la llamo,pensé.

Hola.

Hola, contestó con tono de niña superbuena.

Que me tienes que contar?

Pues nada, que hoy quiero darte una sorpresa a ver si te gusta. Te animas?

Claro! Ya lo daba por acabado! ¿Qué tienes preparado?

Quiero que veas una cosa a ver si te gusta y me das el visto bueno.

Ok, le contesté, nos despedimos y colgamos.

Al rato empezamos a chatear otra vez. Me pregunta si me sigue gustando la fantasía de rol madre hijo.

Si, claro, me pone mucho.

Ok, y si le damos un toque sorpresa?

Por mi perfecto.

Y además yo ya estaba cachondísimo imaginando cualquier cosa al llegar a casa.

Ahora me empiezan a llegar mensajes y me cuenta que está tomando algo con un chico de 18 años, que ya se han visto más veces pero que no han hecho nada, es virgen y además cree que me va a gustar. Han quedado unas seis o siete veces antes para conocerse y le ha dejado tocarle el culo y las tetas, pero nada más.

Le pregunto por el cambiador de la tienda y me responde que bueno, como responde muy bien y es muy paciente y buen chico le pajeó un poco pero sin importancia, y que me va a gustar mucho, seguro. Me dice también que ya se vuelven a casa.

Perfecto, llegaremos seguido. Ese viernes intenté salir rápido a las seis pero se complicó un poco la cosa, casi a las siete estaba arrancando el coche. La llamo y me contesta que llevan rato en casa y ya se han tomado un par de martinis, que suba rápido que desde el principio le había dicho al chico lo de follar delante de su marido y no quería porque era virgen y tal, pero después de quedar varias veces y calentarlo, ya se había decidido, me estaban esperando desde hacía una hora calientes a más no poder. Llegué a casa y no pude abrír, la llave estaba hechada, llamé y me abrió ella. Iba vestida con el conjunto de las fotos, las medias y liguero, todo negro y casi transparente.

Hace 2 semanas que me lo compré para la ocasión, hay que ver cómo os hacéis de rogar los hombres, y luego os quejáis por ahí de lo poco que follais…

Pasé rápido al salón y allí estaba Noé, ni presentó, lo miré bien y vi a un chico de 18 años delgaducho, de metro setenta y pico, un poco más bajo que yo y de piel blanquecina. Rápidamente mi mujer empezó a acariciarle y a preguntarme si me gustaba y que tal.

Hombre, no estaba mal, pero no era para tirar cohetes, vamos. Creo que se dio cuenta y entonces me empujó al sillón frente al sofá y me sentó. Cambió la tele y puso música, lo agarró del cuello y empezó a bailar con él.

Veía a mi hembra abrazada al chico, en ropa interior y otra vez tenía aquel nudo en el estómago. Empezó a quitarle la camiseta, era muy delgado. Le aflojó el cinturón y le dejó caer los pantalones a los tobillos. Tenía un bóxer elástico y marcaba un paquete tremendo. Y si os digo esto ds porque no me creía que eso fuese real. Empezó a acariciarle y bajarle lentamente el bóxer. Empecé a ver ese aparato y cuando salió hizo como un muelle, pero se quedó horizontal. Mi mujer me miró y sonrió.

No te dije que si te daba yo la sorpresa sería genial?

Y empezó a masturbar al chico lentamente. No me había dado cuenta, me fijé y pude ver que aquella polla agarrada con las dos manos de mi mujer todavía sobresalía, además de que no conseguía apretarla completamente. Luego ya me confirmaron que media unos 24 cm y de grosor no entra en un vaso de tubo.

Mi mujer lo sentó en el sofá, y empezó a chupar de pies, agachándose abierta de piernas, para que yo pueda ver su culo en pompa, su chochito abierto y sus tetas colgando al vaivén de la mamada. De vez en cuando me mira desde esa posición con la punta en la boca, eso me vuelve loco y lo sabe. Nos deja y se va a la habitación, vuelve con un consolador y lubricante.

Se pone delante de mi, que ya me estaba haciendo una paja, y lubricando todo bien se sienta en mi polla dándome la espalda, se la mete bien entera apretando bien y se mantiene un par de minutos así. Se levanta y me susurra al oído :

Me hace falta cielo, pero ahora mira y disfruta.

Cuando la vi ir de frente al chico, que ya se había puesto lubricante y se la sujetaba mirando al techo la entendí. Se puso encima de él y apuntó el capullo brillante a su entrada, empujó y dejándose caer se lo metió. Soltó un pequeño quejido, intentando botar pero no conseguía que entrase nada más. Se levantó un poco y aplicando lubricante en cantidad lo pajeó un poco más. El chico gemía con los ojos cerrados y ella se volvió a acomodar. Esta vez entró un poco más y empezó un vaivén. Aquella polla entraba unos diez centímetros y mujer gemía y se quejaba a la vez. Estuvo así un poco y el chico empezaba a intentar bombear y mi mujer le frenaba con las manos en el pecho. Se veía impaciente.

La de pajas que se hará el chaval y ahora tu e por fin la mete de verdad no puede darle caña, pensé.

Mi mujer aceleró un poco el ritmo y consiguió bajar un poco más de la mitad. Se veía fabuloso. Los labios del coño abrazaban aquella polla brillante y entraba cada vez más. En un intento casi se la había metido entera y Bea se relajó, fue bajando y pude ver como los huevos del chaval encajaban en el culo de mi mujer. Fabuloso, no tengo palabras. Ella arqueó la espalda y pude escuchar un profundo SIIIIII, MÁSSSS, y empezó un vaivén con la cadera. Así un poco hasta que el chico le hizo seña como que se corría y se quitó.

Se puso de rodillas en el sofá a su lado, y le dijo que tuviera cuidado, lentamente. El chico se acomodó detrás y le clavó lentamente la punta en el coño. Empezó a bombear un poco patoso y al rato ya tenía un ritmo bueno, la metía casi entera y luego la sacaba hasta más de la mitad, pero claro, eso ya eran unos 20 centímetros de recorrido, yo estaba alucinado, y me di cuenta de la cara de mi mujer mirándome de lado. Una mezcla de gusto, dolor, intentaba hablar pero cuando le entraba se le cortaba el habla. De repente acelera el movimiento y las tetas de mi mujer botaban como nunca las había visto. Acelera más el movimiento y ya veo que mi mujer se tensa más y más. Empieza a quejarse, a intentar apartarse pero la agarra de las caderas como un animal y a darle rápido y fuerte, Bea aguanta como puede y veo que él se tensa, frena y le vienen los espasmos, uno, dos, tres, hasta siete u ocho, y con el primero mi mujer lanza un gemido de gusto como nunca la escuche,

Siiiiiii, dios, sigue maaaasssss, que bueno, que potencia, siiiiiii…..

Me extrañó un poco, ya que ella no suele chillar ni hablar mucho follando, y acto seguido sigue el movimiento y empieza a salir la corrida goteando abundante del clitoris. Se notaba que se le había aflojado un poco he intentaba darle el orgasmo a ella, pero empezaba a tener dificultades. Ella estiró el brazo tranquilizandolo y poco a poco se echó hacia adelante hasta que se salió de él. La polla que la llenó ahora estaba flácida, apuntando hacia el suelo pero gorda y larga como antes, y la verdad que verla me ponía muy cachondo. Me levanté, me puse detrás y la penetré. Entró sola, estaba inundada y dilatada, dejé que empujara hacia atrás como a ella le gusta y en un momento se corrió, apretando y frotándose con los dedos de una mano. Yo me conseguí aguantar y como sabe que me vuelve loco me agarró y chupando hizo que me corriese. Fue un polvo genial. Nos duchamos, preparamos algo de cenar y después nos fuimos a la cama juntos y volvimos a follar los tres juntos, yo me corrí otra vez y el chico otras tres veces, la última ya apenas empalmado pero como un campeón.

Espero que os guste.

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