No iba a ir a la fiesta, pero me convencieron mis amigas. Termine divirtiéndome de más y así fue como le falle a mi chico
Hola, saludos desde México, estoy de vuelta y quiero platicarles que pasó con mi vida.
Después de que cambié de número de celular, Eduardo comenzó a mandarme mensajes por Facebook, lo tuve que bloquear, después me mandaba Correos electrónicos pidiéndome vernos y platicar, en su inocencia me decía que exageró un poco y que yo también con las cosas que le dije, que confiaba en mí. La verdad sentí un poco de lástima pero la mejor manera de no dañarlo era no hablarle ya que yo no mentí, de verdad había sido infiel y lo había humillado…. Esos días me dio crisis de edad y sentía que debía madurar, que ya me había pasado mucho, me sentía algo deprimida porque no me habían traído nada mis aventuras, por si fuera poco, una de mis amigas, compañeras de putería resultó embarazada, estaba decidida a dejar mis momentos de zorra en el 2017.
Al comenzar el mes de diciembre recibí una llamada, era Eduardo, Dami, mi amiga embarazada le dio mi número que había cambiado, me dijo que si podíamos vernos y yo sabía que él era un buen chico con el cual podía pasar una bonita relación si de verdad estaba dispuesta a calmarme. Acepté vernos y la verdad, se veía guapo, cambió un poco su estilo, camisas más entalladas, saco sport, cabello un poco más largo pero el mismo caballero. Me saludó y después de preguntarme cómo me había ido comenzó a hablar de nosotros. Le pedí perdón y negué todo, acepté que había un directivo tirándome la onda pero jamás pasó eso, y que ese día tardé en bajar porque pasé al baño a quitarme la ropa interior, quería que ese día tuviéramos sexo y como mujer insatisfecha, pues me ardí inventando todo eso. Eduardo me creyó y e abrazó, me pidió que volviéramos y con un tierno beso en la boca le di el sí.
Las cosas comenzaron bien, pasó Navidad, fue a mi casa, conoció a mi familia, pero como les dije que no llevábamos ni un mes, lo vieron como un amigo mío, no lo molestaron como si ya estuviéramos comprometidos. Todo iba bien, hasta que vino la fiesta de fin de año de la empresa de publicidad en la que estaba yo haciendo mi servicio, a la cual por cierto, yo no tenía planeado ir.
El jueves 28 Eduardo y yo nos peleamos porque no llegó por mí, lo estuve esperando a las cinco afuera y no llegó, su celular estaba apagado y yo traía tacones, estaba cansadísima. Dieron las cinco y media y me llamó de un teléfono público, que el coche le había fallado y su celular se quedó sin batería. Me enojé muchísimo y le dije: «ay Eduardo, eres un pendejo!» Y me fui a mi casa.
Al día siguiente cuando salí de mi casa estaba su auto afuera, iba para el trabajo, el plan era que saliéramos a la una de trabajar, nos fuéramos a nuestras casas y nos veríamos a las siete en un antro del centro. Eduardo no sabía eso, sólo le dije que estaba indecisa en ir. Cuando vi el auto me subí, y al verme que iba vestida con unos jeans casuales y un suéter sencillo y sin peinar, comenzamos a discutir…
E. Entonces no irás a la fiesta?
Y. No ves como vengo vestifa?
E. Sólo responde…
Y. No sé (indignada)
E. Por cómo estás vestida no creo…
Y. Pues ahí está, qué andas preguntando entonces.
E. Oye, bájale dos rayitas, vine porque no me gustó cómo me hablaste ayer, no trataste de apoyarme, no me preguntas qué pasó, sólo me insultaste y ya.
Y. Mira Eduardo, no somos unos niños conociéndose, sabes cómo es mi carácter.
E. O sea que te vale lo que pasó ayer?
Y. Para empezar quién sabe sisea cierto o si sólo lo inventaste para irte por ahí….
Eduardo se enojó mucho, pues en realidad no me había dado motivos para desconfiar de él. Total… Nos fuimos callados, sin hablar para nada, llegamos y me dijo que a qué hora pasaba por mí, yo le dije que no planeaba verlo, que iba a salir. Él se ofendió mucho y me dijo que me largara entonces. Me bajé del auto y me metí. Al entrar, Laura, la única amiga que hice estaba con dos chicas que se me acercaron y me preguntaron si iría, eran de otra área y me cayeron bien. Dije que no sabía pero me convencieron…. Total, no iba a ver a Eduardo y no me gustó cómo me quiso encerrar. Él quería oír que no iría a la fiesta. Llegué a casa, me bañé y e vestí… Mini Falda de vestir negra, medias con encaje a media pierna, blusa blanca con botones súper ajustaba. Me hice dos coletas sexys, me puse mis lentes y unas pestañas postizas, labial rojo brilloso y me salí. Tomé un taxi y llegué a la oficina. Llegó Laura con mis nuevas amigas en su coche y nos fuimos. Las cuatro, vestidas de zorras. Íbamos llegando cuando una de las chicas dijo: «Chavas, estaremos juntas, si por alguna razón alguna se tiene que ir aparte, le avisa a las demás. Lo que pase en la fiesta, en la fiesta se queda»
Eran las doce de la noche cuando no encontrábamos a jessica, la del coche. Así que tuvimos que contar nuestro dinero para el taxi, ya estaba algo tomada cuando le mandé un mensaje a Eduardo.
Y. Hola mi amor! Oye… Crees que puedas venir por mí? Me quedé sin dinero.
E. Sí mi amor, qué pasó, dónde estás?
Y. Cómo que dónde? Pues en la fiesta pendejo.
E. Cálmate, seguro tomaste, mándame tu ubicación y llego.
Sentí alivio, en eso, llegó uno de los chicos del servicio social, Ricardo, nos saludó pero no dejó de mirarme. Me invitó a bailar y acepté. Era una bachata, el ritmo era bastante sensual y vaya que sabía moverse, tomaba mi cintura y pegándose a mi trasero, se movía sensualmente. Comenzaba a excitarme cuando acabó la canción, le dije que iría a tomar algo frío, obvio quería bajarme la calentura. Me acompañó a mi mesa y cuando terminé mi vaso, empezó un reguetón. Me pidió bailarlo, así que fui y comenzamos a perrerar, vaya que sabía moverse el tipo, sentí su paquete y se sentía de buen tamaño, de pronto comenzó a acariciar mi cadera, mi cintura y e rozaba el trasero, tomaba mi costado y rozaba mis pechos, no lo frené y me giré y comenzamos a besarnos apasionadamente. Ya sin problema tocó mi trasero y me dijo lo rica que estaba. Le agarré su paquete, está bien duro, no se sentía muy largo pero sí grueso, pero de repente sentí que no estaba bien y le dije que no. Me fui a mi mesa y le respondí a Eduardo: «perdón amor, es que las chicas querían bailar y nos paramos, vieras qué ridículas nos veíamos las cuatro bailando». En ese instante me di cuenta cómo iba acabar la noche, pero aun así quería no verme tan zorra, menos ante esas chicas de la oficina que como sea, no sabían de mis historias pasadas y Laura me había visto con Eduardo. Eduardo muy lindo me dijo que me divirtiera, que él iba a salir a cenar a la calle con su primo. Tomé de golpe mi vaso de refresco con tequila y cuando bajé la mirada estaba Ricardo viéndome, me paré, mirándolo a los ojos y me dirigí al baño, pensé que cuando saliera iba a estar esperándome pero no fue así, entonces saqué el celular para ver si mi novio me había escrito cuando de pronto llegó, me tomó del brazo y me metió al baño, comenzó a besarme y a manosear todo mi cuerpo, me giró y me subió la falda, yo le ayudé a bajarse el pantalón con movimientos torpes y acelerados como su tuviera mucha urgencia porque me penetrara…
R. Qué rica estás, desde que te vi supe que eras una putita.
Y. Cállate pendejo, y métemelo fuerte.
Ricardo me penetro en esa posición, estábamos algo incomodos pero su pene era de verdad grueso y se sentía tanto placer que tuve dos orgasmos. De pronto me dijo que estaba por terminar, pero le dije que no me ensuciara la ropa así que no tuve más que incarme a mamarsela, estaba enorme y dura, me echó chorros de su leche espesa en la boca, yo por no ensuciarme y porque me gustó su verga en mi boca no dejé tirar ni una gota, lo tragué todo. Me levanté y nos acomodamos la ropa, no le dije nada y me dirigí a la salida, entonces cuando iba a abrir entró otro uno de los amigos de Ricardo, de primero no me vio porque lo primero que hizo fue gritarle: «wey! Sí aflojó la puta de la Dany?» Entonces me vio y se quedó callado con la cara roja roja, entonces pase de lado y le di un beso tocándole los labios, le apreté su pene, que por cierto se sentía más pequeño y le dije «sí aflojé, pero te tardaste, wey» y me salí…
Continuará…..
Si comentan algo, me gustaría también conocer opinión de chicas, si es que me leen, no quiero sentirme una zorra sola en este mundo.