No puedo dejar de pensar en la polla de mi sobrino y de sus amigos, por eso termino la junta rápidamente. Para poder tener diversión, sexo salvaje

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Estaba en mi casa con mi esposo, los dos platicábamos de una boda de uno de sus amigos, decidíamos que era bueno regalarle a los novios, mientras platicábamos sobre eso sonó el teléfono de la casa, mi esposo contestó, habló algunos minutos y me dio el teléfono era la mamá de José, me decía que había una junta en la escuela de él pero que ni ella ni su esposo podrían ir, que sí y podía ir en su lugar sería dos días después, le dije que sí.

 

Llego el día de ir a la junta, la mañana era demasiado fría, saque unas bragas que se pegan muy rico en mis nalgas, un brassier, una falda larga de piel una blusa tejida, botas, me veía elegante, yo quería que los hombres que estuvieran por ahí me vieran con deseo.

 

Llegué a la escuela, al entrar el portero me vio con mucha lujuria, eso me gustó, llegué al salón donde sería la junta, adentro estaba José, se acercó a mí y me dijo.

 

J –Hola puta, que bien te ves.

 

P –Hola papi, gracias.

 

J –Cuando acabe la junta salgó de clases, vámonos por ahí a coger.

 

P –O.K. nos vemos a la salida.

 

J –Iremos con algunos amigos para que entre todos te demos verga tía puta.

 

P –Muy bien mi amor, ya sabes que yo te obedezco.

 

En la junta nos hablaban de un viaje que harían los alumnos a Jamaica, nos dieron toda la información necesaria, al salir de la junta me fui a mi carro al llegar José ya estaba ahí, estaba con dos amigos más.

 

J –Pamela ellos son Iker y Leonardo.

 

P –Hola guapos, soy Pamela.

 

A cada uno le di dos besos, los dos se veían muy excitados, nos subimos al carro, yo iba manejando José a mi lado y sus amigos atrás, íbamos platicando.

 

J -¿Qué les parece mi putita?

 

I –Esta hermosa.

 

L –Y tiene un cuerpazo.

 

P –Y cojo muy rico, ya me van a probar.

 

I –Debe de ser increíble tener una tía así.

 

J –No existe nada mejor.

 

P –Gracias papi, ya sabes que me fascina ser tu putita.

 

L -¿Te puedo decir algo Pamela?

 

P –Sí lo que tú quieras.

 

L –Tienes muy bonito trasero.

 

P –No papi, no soy tu novia, seré tu puta así que háblame como la puta que soy, dime que te gustan mis nalgas, cosas así.

 

L –Que nalgotas tienes putita, que ganas de darte verga por ese rico ano que debes de tener.

 

P –Así papi eso me calienta mucho.

 

I –Que tetotas tienes delicia de putita.

 

P –Que rico me están calentando.

 

J –Cuando nos la cojamos tienen que hablar sucio con eso se prende bien rico mi tía puta.

 

Llegamos al hotel nos dieron la llave de la habitación que nos tocaba, cuando entramos en ella, mi sobrino me dijo que les bailara mientras me quitaba la ropa, así lo hice, ellos aplaudían y me gritaban cosas como puta enséñanos lo que nos vamos a coger o que ricas nalgas tíita.

 

Ya completamente desnuda los besé de uno por uno, primero a José quien me agarraba las nalgas y las tetas, después a Iker quien mientras nos besábamos me tocó el coño que ya estaba muy mojado, al final me besé con Leonardo, él trató de meterme un dedo en el culo pero no pudo.

 

P –Bueno mis machos ustedes ya me están viendo desnuda pero yo quiero verlos a ustedes.

 

Los tres se desnudaron rápidamente, la verga de José ya la conocía así que me fijé en la otras dos, la de Iker era grande y gruesa, la de Leonardo no era muy larga pero era muy gruesa. Les pedí que se pusieran uno al lado del otro, así lo hicieron. Me agaché en frente de ellos, primero se la chupé a José, me la metí a la boca y le pasaba la lengua por todo lo largo, después se la chupé a Leonardo tuve que abrir mucho la boca, mi lengua le acariciaba la cabeza, al final se la chupé a Iker, mientras se la chupaba se la apretaba con los labios y la movía dentro de mí, me sentía muy puta.

 

P –Mis machos como nos organizamos para coger bien rico.

 

J –Mira para que ellos vean que soy buen amigo que te den por el culo uno y el otro por esa rica concha, después yo te cojo.

 

I –Que buen amigo eres.

 

P -¿Quién me la da por la concha y quien por el culo?

 

I –Quiero el culo.

 

P –Bueno pues Leonardo acuéstate.

 

Él lo hizo, yo me puse arriba de él, tomé su verga y la apunté a mi concha, me dejé caer sobre ella.

 

P –Aaaahhhh que rica verga tienes.

 

Sentí como mí concha se abrió muchísimo, me moví algunas veces lo hice lento, después me recosté sobre el pecho de aquel macho y con mis manos me abrí las nalgas.

 

P –Iker dámela por el culo.

 

Él se acercó se puso atrás de mí, sentí como me la pasó por todas las nalgas, yo esperaba que ya la metiera, la puso muy cerca de mi ano, me moví un poco para tras y sentí como su punta me tocó el ano, él me rozó algunas veces.

 

P –Ya no aguanto, ya métemela.

 

I -¿La quieres putita?

 

P –Sí, ya dámela, enculame bien rico, soy tu puta.

 

Sentí como aquel hermoso pitote me entró por el ano.

 

P –Sííííííííííííííííííííííí toda, así, lléname, hazme tuya.

 

Se empezaron a mover los dos, pero cada uno a su ritmo, le dije que lo hiciéramos juntos, empezamos a movernos los tres, yo les decía que tan rápido o que tan lento tenían que hacerlo, era placentero para los tres.

 

P –Así denme, soy su puta.

 

I –Toma puta, te gusta sentir mi verga dentro de ti.

 

P –Sí me gusta muchísimo, que bien me estás cogiendo.

 

Los dos entraban y salían de mí, la cama ya brincaba, mis gemidos por momentos se volvían gritos, el placer era mucho, esos dos jóvenes me estaban llevando al orgasmo, me dediqué a disfrutar.

 

P –Sí así, me vengo.

 

Me recargué sobre Leonardo para recuperarme, ellos seguían cogiéndome, yo mire a José, él me sonrió, a él le gustaba verme feliz, y sabía que cogiendo era como más feliz era yo. Sentí como sus vergas se hinchaban sabía que estaban por acabar.

 

L –Putita me voy a venir, toma mi leche, tómala.

 

Me llenó muy rico el coño de su leche, después Iker comenzó a acabar.

 

I –Toma mi leche Pamela, siente como lleno ese culote hermoso que tienes puta.

 

Sentí como el semen iba entrando en mi ano, era delicioso sentir como aquel muchacho me llenaba.

 

P –Que rico, me dieron toda su lechita, que buena cogida me dieron.

 

Iker salió de mi culo, yo me levanté por lo que el pito de mi otro amante salió de mi coño, me acosté, así estuve como por diez minutos. José me pidió que me bañara y me sacará los espermas de sus amigos, me fui al baño, me bañe y me saque todo lo que me habían dejado Iker y Leonardo, al salir mi sobrino me dijo.

 

J –Ven aquí putita.

 

P –Sí papi.

 

Me hizo ponerme en cuatro sobre la cama, me dio varias nalgadas y me gritaba que era una puta, que lo único que yo quería eran vergas, se puso atrás de mí su pito quedo entre mis nalgas, el me besaba la nuca y me decía al oído que le gustaba mucho, que a nadie deseaba como a mí.

 

P –Cógeme mi amor, enséñame que eres mi macho y yo tu zorra.

 

Él tomó su verga y me la metió por el coño, que rico sentí. José empezó a moverse muy rápido, me daba fuertes nalgadas, yo gemía de placer, él les decía a sus amigos.

 

J –Miren como esta puta goza de mi verga.

 

P –Sí miren como gozo de ser la zorra del macho más vergudo que conozco.

 

I –Dale duro a esa puta.

 

L –Como le gusta la verga a la puta.

 

José seguía metiéndomela, yo movía mi cuerpo, me gustaba sentirme así de puta, siendo cogida por mi macho mientras otros dos le pedían que me cogiera, nuestros gemidos debían de escucharse por todo el hotel, mientras cogíamos muy rico sonó mi teléfono, no quería contestar, Iker lo tomó y me dijo que en la pantalla aparecía el nombre de Arturo, le dije que ese era el hombre al que estaban haciendo cornudo en ese momento en ese motel. Iker y Leonardo se rieron, y José no dejaba de cogerme, así que no contesté.

 

P –Más papi, dame rico con esa enorme verga que me encanta.

 

J –Toma puta, siente como te lleno.

 

P –Sí papi, esa verga me llena muy rico.

 

Un rato más estuvimos cogiendo así, después me la sacó y él se acostó, hizo que me pusiera sentada enfrente de él mientras me la metía por mi ano.

 

P –Que verga, como me gusta que me la metas por el culo.

 

J –Toma tía siente como te entra toda.

 

Mientras me la metía yo volteaba y le sonreía a sus amigos. Él me tomaba de la cintura y me hacía moverme de arriba hacia abajo. Los dos gemíamos, cuando me cansé de estar así, bajé mi cuerpo, mis senos quedaron sobre su pecho, él me tomó de las nalgas y comenzó a cogerme muy rápido.

 

P –Así más, dame más, tu puta quiere que la encules.

 

Yo sentía mucho placer, sentí como mi cuerpo se preparaba para un rico orgasmo, el cual cuando llegó fue delicioso.

 

P –Me vengo papi, que bien coges.

 

Él siguió cogiéndome, y acabo en mi culo, cuando terminó me la sacó.

 

I –Pues tendrás que bañarte otra vez.

 

J –No, quiero que mi puta se vaya así con mi semen en su culo.

 

P –Como tu ordenes mi amor.

 

Comencé a vestirme, ellos me miraban y agradecían que fuera tan puta. Salimos del hotel, a cada uno lo fui dejando muy cerca de su casa, yo iba feliz de ser tan puta, al final deje a José quien me dio las gracias, yo le dije que me gustaba ser su tía y su mujer.

 

Llegando a mi casa volvió a sonar mi teléfono, era otra vez Arturo, le contesté, le dije que estaba ocupada hablando con una amiga que me había encontrado, que apenas me había desocupado y que estaba por llamarle, me creyó todo, él sigue creyendo que soy la mejor esposa que puede tener quien sea.

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