Nunca me imaginé en una situación así, voy en el transporte público y veo como un tipo se empieza a masturbar
Ese día desperté temprano. Había quedado con una amiga de ir a comprar algunas cosas al centro. Salí de casa a eso de las 10 de la mañana para tomar el camión que me llevaba al centro. No tardó mucho en pasar. Al abordarlo note que venía prácticamente vacío, una señora ya mayor en los lugares de adelante con un niño, al fondo del camión dos chavos de unos 25 años, el chofer y lógicamente yo.
Pague y me dirigí hacia el centro del camión y me senté del lado izquierdo sobre el pasillo. El camión avanzo y casi cinco minutos después se subió una pareja y se sentaron en el mismo lugar en que yo iba pero del lado derecho, ella se sentó del lado del pasillo y el del lado de la ventana, según escuche ella bajaría primero.
El camión avanzo y al llegar a un cruce de avenidas la señora se levantó ya que se bajaría ahí según lo que había escuchado y el señor iría hacia otro lugar.
Continuamos el trayecto y por lo que pude darme cuenta quedábamos la señora y el niño que la acompañaba en la parte delantera, uno de los chavos que venían hasta atrás, el señor y yo.
Note que el señor me veía ocasionalmente como por accidente y que a la vez se recargaba un poco sobre la ventana.
Volteaba muy discretamente hacia atrás, me veía y miraba al frente.
Queriendo y no, voltee hacia donde se encontraba como si mirara el exterior y lo que vi me dejo sorprendida.
El tipo se sobaba la entrepierna con la mano derecha, de forma suave y se podía apreciar cómo se levantaba su pantalón, me quede sin saber qué hacer, pero el nerviosismo o quizá el morbo me hizo voltear discretamente de nuevo, vi cómo se apretaba el bulto con dos dedos marcando el grosor de su pene, lo recorría a la vez marcando la longitud del mismo y terminaba agarrándose con la mano los testículos, lo hizo así unas tres o cuatro ocasiones.
De la parte de atrás del camión el chavo pidió bajar, el transporte se detuvo y a la vez subió un grupo de entre chavos y chicas que se fueron hasta la parte trasera y el camión continuo su trayecto.
Me moví un poco en el lugar en que iba sentada y de nuevo discretamente volví a dirigir la mirada hacia donde estaba el señor, seguía sobándose. Permanecí así un instante, y entonces el señor se recorrió de su asiento pasándose al del pasillo y dirigiéndose a mi dijo “Disculpe, este camión si va al centro verdad?” yo voltee y lo vi “Si” fue todo lo que dije, el tipo tenía una sonrisa apenas marcada y no dejaba de agarrase “Gracias” se recorrió de nuevo recargándose en la ventana. Yo me quede ahí sentada un poco agachada. Mire hacia mi lado izquierdo viendo la calle y las casas, no sé porque mire hacia mi lado derecho y entonces me di cuenta, tenía el pene fuera del pantalón, estaba bien parada, su glande quedaba totalmente expuesto. Con su mano izquierda la mantenía derecha y la sujetaba con sus dedos por la base y la movía sacudiéndola, note que me veía. Solo moví mis ojos para ver como sonreía y los baje para ver como la sacudía de nuevo.
Empezó a masturbarse despacio, yo no podía dejar de verlo. La agarraba con tres dedos y subía despacio y bajaba, yo trague saliva viendo como se lo acariciaba y subía su mano lento y en ocasiones rápido, a veces con unos dedos y en otras agarrándola completamente.
Al cabo de un rato los chicos que venían en la parte trasera bajaron y él se recorrió de nuevo hacia el asiento del pasillo sin dejar de tocarse “Ya casi llego verdad?” me pregunto, yo voltee y lo vi “Si” “Creo que ya me falta poco” me dijo, asentí con la cabeza, se recorrió de nuevo y empezó a darse con más fuerza, agarrándola toda, yo me quede viendo, de repente se acomodó en el asiento y empezó a aventar su liquido blanco, vi cómo le salió todo y en ocasiones se estrellaba con el respaldo del asiento delantero, respire un poco agitada y trague saliva de nuevo. Le salió mucho. Se quedó ahí y vi como su pene recuperaba un poco su tamaño mientras él se lo sacudía. Saco una servilleta de su camisa y se limpió el pene y un poco la mano. Sonreía.
Se acomodó todo y se recorrió de nuevo al pasillo. Ahí permaneció hasta que llegamos al centro, me levante y camine hacia atrás para bajar, el hizo lo mismo, timbre y dijo “Gracias” no dije nada y baje. El hizo lo mismo, caminamos lado a lado casi una calle, al llegar a la esquina nos detuvo el semáforo “Me gustaría que te la tragaras?” no conteste pero de inmediato recordé la imagen y trague saliva “Conozco un motel aquí cerca”, “Quede en ver a una amiga” fue todo lo que pude decir. Él se rio, “Estaré en las bancas de atrás del templo de Aranzazu como a la 1”. Se dio la vuelta y regreso, yo camine hacia donde había quedado de ver a mi amiga.