Pasé mi cumpleaños lejos de mi chica, en cambio estuve con mis compañeros de trabajo disfrutando de sus pollas
Mis dos últimos relatos fueron a petición de un lector y seguro que habrá una tercera parte. Al final les he cogido cariño a Antonio, Nancy y Jose… pero ya tenía ganas de seguir contando experiencias propias.
Como ya os conté en otros relatos me dedico al mundo de la farmacia, soy visitador médico. El año pasado, cerca de mi cumpleaños, me avisó mi supervisor que me pondrían a un nuevo compañero para que lo fuese formando y empezara hacer trabajo de calle. El estaría como simple observador. Vaya regalo de cumpleaños! por cierto treinta y ocho. No sé que es peor, arrastras nuestras maletas de hospital en hospital o que nos pongan a un pardillo de compañía. Quieras o no, cuando vas sólo… vas un poco libre y te permites algunas cosas que… delante de uno nuevo, pues que tienes que dar ejemplo y esas cosas…
– Te presento a Fernando.- Dijo mi jefe.
– Raúl. Encatado . – Respondí
– Es doctor en química y se defiende bien en tres idiomas. Castellano, Inglés y Alemán. Viene directamente de la Sede Alemana para trabajar con nosotros . Posiblemente quieren ver como funcionamos en diferentes países y le auguro un buen puesto por Alemanía.
Vaya! Así que parece que en vez de estar yo enseñandole como funciona el negocio me veo que soy yo el que va sentirse continuamente evaluado. Vaya mierda! El chico tendría unos veintiseis años, rubío, del piel muy clara, sonrisa profidén, ojos negros e intimidantes , una altura similar a la mia de un metro y setenta y siete centimetros. Delgado pero con cuerpo de practicar poco deporte.
– Haber lo del Alemán no es mérito mio, mi padre es Alemán y gran parte de mi vida la he pasado allí. Mi madre si es Española, Valenciana. Por eso elegí este destino. – Dijo Fernando.
– Pues nada, parece que vamos a pasar algún tiempo juntos. Espero aprender mucho de tí y al igual espero que tú aprendas de mí. No dudes en preguntarme lo que sea y en confianza si vamos a trabajar juntos bla bla bla y todo eso que se dice.
– Pues para empezar te va a acompañar el fin de semana al congreso de Madrid. Conoce de sobra la marca y el producto pero quiero que vea como se presenta y proyecta todo una vez llega a nuestro país. El viernes iréis los dos. – Nos comunicó mi jefe.
No solo pasaba mi cumpleaños sin mi chica y fuera de casa si no que además me metían un desconocido de compañía.
Llegó el viernes y terminé de hacer la maleta. Me despedí de mi chica …
– Cuando regreses celebraremos el cumpleaños todos juntos en casa de tus padres. – Me dijo Ana.
– Uff!! estoy deseando de que pase. Un rollo de congreso y un sabelotodo de compañía. – Respondí. En fín, me voy que el AVE es puntual y éste siendo Alemán seguro que ya lleva una hora ahí esperando.
Nos besamos y me marché. Efectivamente Fernando ya estaba allí todo trajeado esperandome.
– Buenas tardes Raúl.
– Buenas Fernando. Te podrías haber puesto mas cómodo para viajar. No vamos al congreso ni tenemos ninguna reunión chico.
– Pues tienes razón pero… casi todo lo que llevo son trajes.
– Al menos quitate la corbata y la chaqueta que hace calor. Y relajate que te noto tenso.
– Me lo dicen mucho Raúl, será la vena Alemana…
– Que te hace ir con un palo metido por el culo? Jajajaj perdoname la broma pero… un consejo que te doy. Al menos, aquí en España cuando vayamos de reunión con médicos, debes de ser correcto pero… también una persona cercana y distendida. Una buena sonrisa, ser abierto y no dar la sensacíon que sabes más que él.
– Jajajaja No me lo tomo a mal Raúl, estoy para aprender y mi madre como buena española me diría lo mismo, hijo relajate y sonrie que pa serio ya está tu padre.
– Bueno Fernando, vamos a subir y en nada estaremos en Madrid.
Durante el viaje yo me saqué un libro Stanley G. Payne, historia que tanto me gusta leer y él con su Ipad estuvo leyendose toda la programación del congreso. Yo creo que si sigue leyendo dos horas más, el mismo podría salir como ponente en la reunión. Menudo fín de semana me espera.
Llegamos a Madrid a las tres de la tarde. Nos habían dado de comer algo en el AVE. El congreso se celebraba en el mismo hotel donde nos hospedabamos. Allí llegarían más compañeros de Zaragoza, Barcelona, A Coruña … Nada más llegar al hotel ya no paré de saludar a conocidos y ponentes del congreso, y al mismo tiempo presentando a Fernando. Por un rato pude liberarme de él y tomar tranquilo un café con un compañero, Agustín.
– Chico Agustín, dejame que me libre de Fernando un rato. Vamos a tomar café y copa si hace falta.
– jajajaj Qué exagerado Raúl, se le ve buen chico y bien formado.
– Más que tú y yo juntos, le falta rodaje pero encima viene directo desde Alemanía. Que presión. No me lo quito ni para dormir. Como miran la peseta, nada de habitaciones individuales. A compartir una doble.
– Te noto tenso, el gimnasio de este hotel es muy completo y tienen sauna. Relajate lo que queda de tarde que mañana tenemos un duro sábado.
– Pues te voy hacer caso Agustín, así me libro de él un rato más. Sabes que no soy de gimnasios pero…
– Tu y tu bici.
– Si Agustín, eso me quita los nervios, andar o bici, campo, monte y aire puro. El gimnasio es un destroza cuerpos.
– Bueno, yo no me veo destrozao jajajaja
Agustín si era de los que les gustaba ir al gimnasio. Se machacaba bien y eso se le notaba en su cuerpo musculado.
Fernando y yo nos fuimos a la habitación para terminar de dehacer la maleta y le comenté que había quedado con Agustín para ir al gimnasio del hotel. Desgraciadamente el se me acopló.
– Pero no dijiste que solo llevabas trajes en la maleta Fernando?
– Hombre! Y algo más de ropa comoda para estar por la habitacíon. Lo que no llevo es ropa de sport para la calle.
– Aaaaa! y zapatillas también?
– También llevo
– Mierda! – Pensé.
Bajamos al gimnasio y ahí estaba la Agustín levantando pesas. En cuanto me vió llegar con Fernando me echo una sonrisa burlona.
– No te libras Raúl jajajaja – Me dijo Agustín
– De que no te libras?- Preguntó Fernando.
– De nada, de levantar pesas. Sabe que no me gustan. Me voy a la cinta a correr a ver si suelto lastre.
– Tu sueles ir Fernando? – Le preguntó Agustín.
– No mucho, no soy de hacer mucho deporte.
– Se te nota, estas delgado pero donde estan esos músculos jejejeje. Te voy a poner una rutina sencilla para hoy.
Yo me fuí para la cinta y dejé a Fernando que se quedase con Agustín y ellos se apañaran. Desde luego Agustín está como un tren con su camiseta de tirantes y su maillot negro ajustado que le marcaban unas piernas espectaculares. Yo hice un rato de cinta, otro de bicicleta, unas abdominales y poco más.
– Qué Raul, no vas a levantar una pesa o que?. – Preguntó Agustín levantando manacuernas y marcando sus biceps y pecho.
– No que mira que bultos más raros te salen a tí jajajja.
– Como si no te salieran a tí de las piernas Raúl, si solo trabajas el tren inferior.
– Suficiente, además por mi ya he terminado, me voy para la sauna a relajarme un rato y a la ducha.
– Yo también.- Comentó Fernando.
– Pues ya vamos los tres. – Apuntó Agustín.
– Pero no llevamos bañador. – Dije yo.
– No pasa nada, primero nos duchamos y nos quitamos el sudor, luego entramos ya desnudos con la toalla. La sauna se accede desde las duchas.- Dijo Fernando.
Le hicimos caso a Fernando y nos fuimos para las duchas. Efectivamente el acceso a la sauna era por allí. Nos desnudamos los tres y nos duchamos. Allí nos pudimos ver todos desnudos.
Agustín un cuerpo ideal todo depilado y musculado. Perfecto. Fernando efectivamente era blanco como la leche, delgado. Pensaba que iba a ser lampiño pero era bastante velludo por todo el cuepo incluido gluteos. Eso si, un un pelo fino y rubio. Yo no iba depilado excepto mis genitales que siempre los llevo, excepto mi pubis como le gusta a mi chica. Entramos en la sauna despues de ducharnos y nos cubrimos con las toallas en la cintura para entrar en la sauna. Agustín se la quitó para doblarla y sentarse sobre ella. Fernando y yo nos fijamos y decidimos imitarle. La verdad que era más cómodo que sentarse sobre los duros escalones de mármol.
– Joder Fernando que rabo más grande tienes!! – Dijo Agustín.
– jajajajajaj Joder Agustín tienes unas cosas. Anda que le has puesto colorado.- Respóndí yo. Realmente Fernando tenía un rabo largo y gordo de color blanco.
– Será la mezcla de sangre Aleman con Española.- Dijo Agustín
– Bueno, no sé,… – Dijo Fernando.
– No hagas caso a Agustín. Está acomplejado, mira tanto musculo y… la polla de un mico. Con tanto muslos ni se le vé.- Comenté.
– Vaya! Anda que tú huevon. Si no podrás cerrar las piernas. Y esa polla tan gorda ni se te levanta jajajaj- Dijo Agustín.
– y tu mujer no nota ni cuando te la tiras jajaja- Dije yo.
– Que cabrón!! Me la vas a comer, a ver si crece y te cabe.
yo pensé, te la comería ahora mismo, a los dos si hacía falta. La verdad es que me estaban poniendo a cien entre el cuerpo de Agustín y las velludas nalgas de Fernando. Joder me estoy empalmando. Como salgo de esta.
– Pues mira, comeme el rabo tú que la tengo medio empalmada de estar sobandomela.- Dije intentando excusarme.
– Eso es que te a gustado la polla de Fernando. Se lo voy a dicir a tu mujer jajajajajja. Has visto Fernando? Que polla más gorda tiene el cabrón, como los huevos jajajajaj. -Comentó Agustín.
Fernando solo nos sonreía pero se le veía un tanto incomodo. Intenté cambiar de tema.
– Tienes novia Fernando?. – Le pregunté.
– Si.
– Española?
– No, es Austriaca. Nos conocimos en la facultad. Ella está allí con una Beca. En dos semanas se vendrá conmigo para España.
– A muy bien. Entonces tambíen hizo química?
– Tambíen, pero ella es rata de laboratorio. A mi me gusta más la calle y el contacto con la gente. Prefiero el mundo comercial.
Seguimos hablando un buen rato de nuestras vidas y el trabajo. Conseguí relajar mi erección y también hacer sentir un poco más cómodo a Fernando. Nos salimos de la sauna y nos fuimos para la ducha.
– Joder no llevo jabón y aquí se les a acabado. – Comenté
– Vaya un servicio. Bueno ya es tarde y quizás no les ha dado tiempo a reponer. Me quito el sudor aquí y luego me vuelvo a duchar en la habitación. – Dijo Agustín.
– Pues haremos nosotros lo mismo.
Salimos de las habitaciones y no fuimos para la habitación.
– Bueno, te duchas tu primero o yo? Pregunté a Fernando.
– Duchate tu primero, así me voy afeitando yo mientras si no te importa.- Me dijo él.
– Vale.
Había ducha y bañera hidromasaje. Yo me metí en la ducha que estaba protegida por un cristal transparente. No me importaba pues ya nos habiamos visto totalmente desnudos. El cogió el móvil y lo apoyó de pie en la repisa del lavabo. Había puesto el manos libres y supongo que había llamado a su padre porque la conversacíon era en alemán. Yo mientras me empecé a duchar pero me percaté que a pesar de que Fernando estaba hablando con alguién en alemán y de que se estaba afeitando, no paraba de mirarme de reojo.
Quizás estuviera paranoico pero parecía que bajo la toalla que se había puesto en la cintura para afeitarse y después ducharse marcaba un bulto mayor de lo normal. Hombre, realmente tenía una polla grande en estado flacido pero… no como para marcar eso. Además no paraba de recolocarsela y mirarme de reojo uuuuuuh aquí hay tomate pensé yo mientras me duchaba. Por alargar mis elucubraciones me tomé la ducha a conciencia enjabonando todo mi cuerpo. Me dí la vuelta en dirección a él y me empecé a pasar mis jabonosas manos por mis pelotas y acariciar mi polla. Efectivamente me miraba y lo hacía disimuladamente a traves del espejo. Me dí la vuelta y me extendí el jabón por mi duro y peludo culo abriendolo para limpiarme bien el ojete.
Terminé de ducharme y me empecé a secar. El cogió el móvil y se despidió.
– Algún familiar? – Le pregunté a Fernando.
– Si, mi padre.
– Eso pensé. Todo bien?.
– Si claro.
Yo me empecé a vestir y me puse los calzoncillos. El me miraba a través del espejo. Sus preguntas eran cortas y ya había terminado de afeitarse. Parecía que intentaba largarme pronto de allí. Quizás no quería que descubriera su erección. Me salí del baño y… espere un minuto cuando volví a entrar repentinamente y …
-Fernando, bajarás conmigo a cenar?
Efectivamente tenía la polla como un mástil. Un pollón de unos veintidos centímetros erectos y parcialmente descapullados. Fernando tenía jabón en la cara y no le dió tiempo a reaccionar. Se dió la vuelta disimuladamente pero yo ya le había visto de arriba abajo. Cerré la puerta del baño riendo para mis adentros. Lo pillé. A éste le pone más un rabo que a mí.
Nos vestimos y nos fuimos a cenar. Lo hicimos en un restaurante cercano al hotel.
– Fernando, prefiero salir del hotel porque allí nos vamos a juntar con más gente como nosotros y al final acabaremos hablando de trabajo. Bastante tenemos mañana con el cogreso.
– Estoy de acuerdo. Además asi podemos dar una vuelta.
– Claro, además, conoces Madrid?
– Si, he venido de pequeño con mis padres. Mi novia y yo pasamos todo un puente en plan turistas visitando museos el años pasado.
– Bien, pero luego un paseo o una copa nos irá bien.
Terminamos de cenar. Yo le invité. Si lo hubieramos hecho en el hotel lo cubriría la empresa pero… prefería salir.
– Como has pagado tu la cena, deja que te invite a una copa.
– Buena actitud jajajja, Así es como tambíen se trabaja a los médicos. Comidas, bebidas … y conseguir que pongan tus productos en la recetas médicas jajajaja. Ellos tambíen tienen una vida muy estresada y de vez en cuando agradecen un rato agradable y de distensión.
Dimos una vuelta por Madrid y entramos en un local a tomarnos una copa. Invitó Fernando pero poco pudimos hablar pues le llamó su novía y no pararon de hablar. Yo aproveché para hacer lo mismo y llamé a mi chica para contarle el día.
Eran las doce de la noche y la verdad, estabamos cansados. Fernando parecía más relajado conmigo y yo la verdad, me sentía más cómodo con él. Parece un buen chico y quizás tengamos algo más en común los dos y nos gusten las almejas y los caracoles como en Espartaco.
Nos fuimos a la habitación y nos pusimos cómodos para acostarnos. Fernando se puso un pijama como Dios manda y yo una camiseta vieja y me quedé en calzoncillos. Bajo su pijama no llevaba los calzoncillos, se los había quitado. Como me desdudé de espaldas no me di cuenta pero el banboleo de su rabo en la entrepierna chocando contra el fino pantalón del pijama no dejaba lugar a dudas.
– Siempre de traje, pijamas… vas hecho un señor en todo memento Fernando.
– No sé, costumbres. La verdad es que luego el pantalón del pijama me lo quito durmiendo porque se me sube y me da rabía.
– Eso me pasa a mi por eso no me pongo pijama, pero no estoy comodo desnudo sin calzoncillos.
– Cada uno sus manías.
– Voy a leer y a ver lo que tardo en dormirme.
– Yo veré noticias en el móvil.- Dijo Fernando.
Fernando apagó la lamparita que daba a su cama ysolo le veía el reflejo de luz del móvil que daba a su cara. La habitación solo quedó iluminada por mi lampara que me ayudaba a mi amena lectura. No sé en que momentó el libro estaba sobre mi pecho y yo ya había dejado de leer para caer en el sueño. De pronto se escucho un ruido. Era el del móvil de Fernando. Noté como bajaba el sonido con rapidez y por el sonido de su cama se estaba dando la vuelta. Yo no abrí los ojos. Me había desvelado pero preferí hacerme el dormido. No quería entrar de nuevo en una conversación con él y desvelarme más.
Sin embargo, me pudo la curiosidad. Pasados cinco minutos imaginé que Fernando pensaría que yo seguía durmiendo. Exageré mi respiración para que así pareciese. Abrí los ojos y vi que Fernando estaba de cotado dandome la espalda pero el movil le seguía iluminando. Qué estaría mirando?. Cuando escuche el sonido que fue un segundo eran voces masculinas pero poco pude interpretar.
Volví a abrir los ojos y incorporé mi cabeza intentando mirar que es lo que veía Fernando en su móvil. Joder, sus brazo se mueve de forma repetitiva. Se está pajeando viendo porno?. No puede ser. Pero es lo que parece. Volví a hacerme el dormido. Abrí los ojos y estaba igual. De costado mirando el móvil y moviendose el brazo bajo las sabanas. Me fijé un poco más y el pantalón del pijama estaba a los pies de la cama. Joder. Se está pajeando fijo. De solo pensarlo yo me estaba empalmando y mis mano derecha así lo ratificó. Yo ta tenía la polla más dura que un sable. Volvi a levantar la cabeza y me incorporé un poco. Por fin pude ver las imagenes del móvil. Mierda!!! pero… pero… me recosté otra vez y me hice el dormido de nuevo. No me lo podía creer. Podrían ser imagenes porno, gay o hetero… pero… era yo duchandome. Cómo?
El cabrón me había estado grabando en la ducha mientras hablaba con su padre. La llamada había sido una excusa. Por eso había puesto el manos libres y había apoyado el móvil en el lavabo. Se está masturbando con una imagen mía duchandome. La idea me cabreaba y al tiempo me ponía mas cachondo. Esta es la mía. Se va a enterar el niñato Aleman.
Me levanté sigilosamente de la cama y me puse tras de él de forma descarada. El seguía a lo suyo. Ahora, estando de pie, ya podía ver perfectamente la imagen y como se estaba masturbando.
– Si sigues así vas a manchar la cama Fernando.
Él dió un sobre salto y apagó el movil.
– Joder Raúl que susto.
– Yo no te veo asustado Fernando, más bien muy muy cachondo.
– Te lo puedo explicar… lo siento.
– Tranquilo. – Le corté. En realidad me has subido el ego esta noche. Me alegro de que te guste.
– Yo, por favor, no digas nada a nadie. Joder mi novia.
– Fernando sabes lo de … lo que ocurre en la Vegas, se queda en la Vegas.
– Si, Gracias. Espero tu discreción.
– Y yo también voy a esperar la tuya Fernando.
– Por qué Raúl?
Yo seguía de pie junto a su cama en camiseta y calzoncillos. Pero mi polla estaba gritando sacame de aquí.
– No tiene por que quedar en una simple paja. Mira como tienes mi polla…. me entiendes.
Fernando sonrió y se incorporó en la cama.
– Lo entiendo todo. – Me dijo Fernando bajandome los calzoncillos y dejando salir disparada mi polla.
Se abalanzó a mi nabo y se lo metió todo en la boca haciendo desaparecer de un golpe mis diez y siente centímetros. Ni siquiera el grosor le impidió tragar con rapidez.
-MMMM tenías hambre Fernando. Sigue chupando.
Él asintió con la cabeza y la polla metida en su boca. Comenzó a comerme los huevos pero… preferí estar más cómodo. Le aparté de mi rabo y me subí a su cama sentandome ,apoyandome en el respaldo y acomodando los cojines. Abrí mis piernas. Fernando sacó su cuerpo de entre las sabanas y se acercó como un perrito entre mis dos piernas. yo me quité la camiseta y luego estiré de la suya para dejarlo totalmlente desnudo.
El tenía la polla totalmente tiesa y muy humeda por la paja que ya había empezado anteriormente. Agarré su cabeza y la bajé para que…
– Cómeme las pelotas y las ingles Fernando. Me ponen a cíen. mmmmm
Empezo a lamer con delicadeza mis colgantes y gordas pelotas aaaaah , y de pronto las empezo a absorver con su boca con fuerza mmmmm joder que rico.
– Suave Fernando, me duele.
No me hizo caso siguió lamiendo con fuerza y absorviendo mis ingles, mis muslos, mis huevos mientras yo me masturbaba lentamente. Mi polla empezó a chorrear y
– Comete mi polla Fernando, ahora está mas jugosa.
Me comió el rabo y yo cerré los ojos disfrutando. Mi glande estaba sensible, rojo y duro. El se empezó a masturbar con una mano mientras que con la otra mantenía la posición a gatas entre mis piernas habiertas.
– aaaaaah que bien los haces aleman aaaaah sigue sigue joder que gusto aaaaaah. Chupa. – Le decía mientras empujaba su cabeza contra mi rabo para que tragara y mantenerlo fijo casi sin respirar. Cuando levantaba la cabeza dejaba mi polla llena de saliba y mi liquido preseminal.
Empuje mi cuerpo hacía abajo metiendome entre sus brazos piernas. Mi cabeza quedó a la altura de la suya. Lo abracé obligandole a caer sobre mí. Noté como su gran pene se acomodaba entre mis genitales y mi pubis. Acerqué mi boca a la suya y le empecé a besar con pasión y fuerza metiendo mi lengua con dominación. Fernando empezó a restregarse y notaba como arrastraba su pene contra mi cuerpo pero a la vez lo hacia con mi polla. El gemía mientras le comía la polla. Agarrandole con fuerza giré mi cuerpo y quedó el abajo y yo encima. Le seguí comiendo la boca, pasé a su cuello y llegué a sus rosados pezones. Le di unos buenos chupetones a esos pezones hasta dejarlos bien rojos mientras pasaba mi rodilla por su entrepierna rozando su polla y aplastando sus huevos.
Seguí bajando hasta que mi boca llego a la punta de su verga. Le chupé solo el glande como si fuera un caramelo y luego me lo metí en la boca. Solo hasta el glande mientras acariciaba sus encogidos huevos.
– aaaaaah Raúl. Joder que rico. Que bien chupas.
Debía de tener razón pues su polla no paraba de babear. Fui tragando más longitud de polla hasta intentar tragarla entera. No es para nada difcil. Más grandes me he tenido que trabar. Pero no dejan de ser veintidos centimetros que al final te tocan la campanilla y te provocan las primeras arcadas. Chupé y chupé mientras él gemía como una nena de gusto extendiendo toda la saliba que salía por mi boca por sus huevos, perineo hasta llegar a su ojete.
Le metí un dedo de golpe hasta el fondo.
-aaaaaah Raúl con cuidado joder.
Se lo saqué y se lo volví a meter con igual fuerza mientras me metía su polla en la boca.
– aaaaaaa mmmmmmmmm siiiiiii.
No aguantaba más. Me quería comer su culo. Le hice girarse boca abajo y separé sus piernas. A mis ojos estaba aquel culo blanco y de vello rúbio que cubría hasta su ano. Separé sus nalgas y metí mi boca para comerle el culo como si no hubiera comido en semanas. Absorvía su ano y metia mi lengua como si estuviera follandolo con ella.
– Si si sigue, más rapido, sisi follame si follame. – Decía Fernando mientras restregaba su polla contra las sabanas. Estaba disfrutando de lo lindo con mi comida de culo. Le agarraba las nalgas con fuerza para separarselas al máximo y escupir en el interior de su ano para volver a follarlo con mi lengua.
– Si si follame asi. follame Raúl.
– Que te folle? Ahora verás.- Respondí. No le di tiempo a girarse. Me eché sobre él dejando caer todo mi peso y agarrel mi polla para clavarsela hasta el fondo. No me costó encontrar con la punta de mi polla su más que lubricado culo. Se la metí de un golpe.
– Jodeeeeeer que dolor.
– No querías que te follara. – Le dije tapandole la boca. Y no grites que te van a oir.
– mmmmmm quedate quieto un momento joder…. ufffff.
Me quede quieto con mi rabo en su interior que era calido y palpitaba.
– Ya estoy mejor, pero recuerda que la tienes muy gorda cabrón.
Le empecé a besar el cuello y los hombros. Mi pelvis empezó a hacer circulos sobre su culo dilatando sus entrañas. No tarde en elevar mi pelvis y empezar a follarle despacio. No tenía prisa y estaba disfrutando de su prieto interior. Si aceleraba me iba a correr y preferí acostumbrar a mi polla a esa presión.
– No eres virgen verdad ? Pregunté.
– No pero hace tiempo que no….
-mmmmmm si porque lo tienes cerrado y prieto. Te gusta así despacito.
– siii, sigue asi, es muy placentero y tus movimientos restriegan mi polla contra la cama.
Continue follandolo despacio un buen rato hasta que mi polla empezó a perder la sensibilidad. Ahora ya podía meterle caña. Le dí la vuelta boca arriba y coloque sus piernas sobre mis hombros. Le volví a meter la polla y a follarlo lentamente. El empezó a masturbarse mientras lo follaba. Incremente poco a poco la velocidad.
– aaah si si aaaah Raul la siento hasta el fondo.
Mi pelvis y mis pelotas chocaban contra su cuerpo señalando el ritmo que llevaba llegando a una velucidad que parecía una ametralladora. Era tal la fuerza de mis embestidas que a veces se me salia y tenía que meterla rapido de golpe.
– aaaaa h si si Raul Si si si si aaaaah me corro me corro.- Decía Fernando mientras se masturbaba.
– Correte cabrón, correte. si si .
– No puedo más me arde el culo y la polla Raúl me corro, me corro
Fernado empezó a echar lefazos y el cabrón tenía su polla apuntando a mi pecho y mi cara. Me llenó los labios y nariz de su semen así como el vello de mis pezones.
– Que cabrón que corrida. mmmm leche alemana jajajajaj Joder cuanta leche echas pero me las vas a pagar por lefarme.
yo estaba a punto de correrme así que saqué mi polla de su culo, aparte sus piernas y me avalancé sentadome sobre su pecho. Cogí su cabeza y acerqué su boca a mi polla para que la abriera y seguir follandolo. Empecé a follar su boca como si fuera su puto culo y me corrí llenandole su garganta con mi leche.
– aaaaarga, aaaaaa joder, que rico chupa chupa. Tragate todo Alemán. Dejamela bien limpia. Saque mi polla y meti mis pelotas en u boca mientas seguia masturbandome mi polla limpia de semen.
Un polvazo. Nos levantamos y nos fuimos a la ducha.
– Te ha gustado Fernando?
– Si claro, pero…
– Tranquilo, es un secreto. Siempre lo es.
– OK.
– Mañana quizás me folles tu.
– Quizás?
– jajajaj si quizás.