Quedamos en encontrarnos en una prestigiosa Disco de la ciudad, a la cual llegaron puntuales, eran Paola, Martha y Claudia, todas provenían de zonas cercanas a la ciudad

Rate this post

Como todos han de tener en pleno conocimiento, es esta una de las etapas más divertidas de nuestras vidas, además de agitada, puesto que nuestro espíritu joven nos impulsa a realizar todo tipo de proezas y hazañas que se interpongan en nuestro camino, además de que buscamos conocer al máximo posible de todas aquellas cosas que de alguna manera vemos y que queremos disfrutar.

Es además aquella etapa en la cual a los chicos nos gusta de buscar asociarnos en gran manera en busca de obtener buenos dividendos con nuestras compañeras; en vista a aquello había quedado con Alfredo y Alex en que invitaríamos a un par de chicas para una salida durante el siguiente puente festivo, eso como consecuencia de que había comentado a mis amigos que yo estaba cuidando de una casa de una tía, quien se encontraba en los Estados Unidos de turista con toda la familia y tardaría algo menos de un mes en regresar.

Así pues organizamos nuestro plan e invitamos a salir a unas chicas de un grado inferior al nuestro en la Universidad, quienes aceptaron encantadas nuestra invitación. Quedamos en encontrarnos en una prestigiosa Disco de la ciudad, a la cual llegaron puntuales, eran Paola, Martha y Claudia, todas provenían de zonas cercanas a la ciudad, en la cual se encontraban habitando por cuestiones de estudios, es decir, que podrían marchar a su casa a cualquier hora por no vivir con sus padres, sino mejor, alquiladas en pensiones.

Ya en la Disco cada uno comenzó a departir con las chicas, teniendo como punto de partida el que estaría bien la que nos tocara, todas eran hermosas, así bailábamos con todas en la rumba, aunque igual teníamos nuestras preferencias, para mi Martha, para Alfredo Claudia y Alex con Paola; la rumba seguía y el ambiente se colocaba más alegre y un poco beodo como consecuencia de los muchos tragos de la noche, cerca al amanecer le propusimos a las chicas no acabar con aquella jerga y seguirla en una casa que yo tenía, en la cual podríamos preparar una asado y pasarla bien en la piscina (lo del asado totalmente preparado, ya habíamos comprado los alimentos), cosa a la cual no se opusieron, como “pero” solo manifestaron el que deberíamos pasar a su apartamento para buscar vestidos de baño, implementos que no necesitábamos buscar por tenerlos esperando en casa.

Ya en la casa las parejas estaban formadas, aunque no como se esperaba, pues Alfredo se había quedado con Martha mientras que yo me había quedado con Claudia, a la cual le tenía unas ganas increíble; para empezar desayunamos con unos sándwich, acto seguido nos fuimos a la piscina acompañado cada quien de su chica y de una buena cerveza (las cuales teníamos en gran cantidad en la nevera), la música era entusiasta, por lo cual salieron del agua ellas y comenzaron a danzar con sus hermosos cuerpos; acto seguido volvieron al agua y ya se comenzaban a dar los primeros roces, para ese entonces ya había yo conseguido un par de besos de Claudia, quien además me solicitó le invitara a presentar la casa.

Luego de un recorrido por la casa, dejé por último la habitación de mi prima, a la cual ingresamos y una vez allí procedí a darle seguro, nuestro querer no duro mucho, la verdad es que solo fue entrar para que empezara la función, así fue que empecé a chupar todo el cuerpo de Claudia, para ir bajando poco a poco, su concha estaba totalmente húmeda como consecuencia del gran baño que habíamos recibido en la piscina, era una delicia es mujer; sin embargo se opuso a chuparme el palo por lo cual sin tapamientos prefirió colocarse en cuatro alzar su culo hacía el cielo dejando ver de plano toda su concha, entonces me abalancé en manera inmediata para que de un solo tajo entrara mi verga en esa concha tan cálida.

La cogida fue bien movida pero rápida, fue una de mis únicas decepciones, toda vez que casi al tiempo me vine en una gran bocanada de leche, la cual dejé caer sobre su culo y espalda, ella se quedó algo sorprendida, pero tranquilizarla y reparar mi falta le manifesté que lo había hecho rápido por que nos podrían encontrar, entonces ella sin dar más duda a m

is palabras procedió a salir en mi compañía, ya los otros nos miraban así como, lo hicieron? Tan rápido? Había quedado totalmente confundido, mis deseos eran tantos con Claudia, y cuando consigo estar con ella, apenas si logro embutirle mi verga, la verdad era una derrota.

Nuestro día siguió en total armonía, en algún momento quedamos solos Claudia y mi persona en la piscina, ya que Alex y Alfredo deberían gozar con Paola y Martha, sus compañeras; a su regreso nos dispusimos a cocinar y una vez cumplido esto comimos el asado, quedó exquisito, Martha había colaborado mucho y se veía que era muy buena cocinera. Volví al agua, sentado a un costado de la piscina me encontraba cuando Martha se acercó a preguntarme que me pasaba, le conté, y me levantó el ánimo manifestando que a veces pasa, que seguramente obedecía a que por mi tantos deseos de cogerme a Claudia, mi excitación era tanta que ni soporté el clavarle mi verga, pero que seguramente en la próxima ocasión podría darle todo su merecido.

Sin embargo sus ganas e intenciones de levantarme el ánimo habían ido mucho más allá, tanto que sentía como su cuerpo se pegaba al mío cada vez más y cuando quisimos terminar de hablar ya me había besado en más de una ocasión, estábamos totalmente alejados del mundo, ahora dentro del agua, las caricias iban y venían en manera exagerada, nada nos detenía, en cualquier instante comencé a meter mano de su concha por debajo de su bikini, era una concha grande, de las tres chicas que estaban allí, era quién tenía la concha más grande, era también una chica que deseaba mucho desde que la había conocido.

Nuestro juego seguía mientras que Alex hablaba con Paola, y Alfredo hacía lo mismo con Claudia; nosotros disfrutábamos en cualquier momento saqué mi verga del bombacho y lo dejé que entrara totalmente en aquella vulva, la verdad es que hasta vacilaba un poco en la concha de Martha, era inmensa, la jodida era fuerte y a un ritmo acelerado, comencé a chupar el cuello de Martha, mientras mis manos se metían por detrás para tocar el aro que forma su culo, eso la hizo gritar en una manera impensable, lo que hizo que los demás se percataran de nuestra situación; fue entonces cuando Martha se apartó un tanto de mi y llamó a Claudia, ella un tanto reacia al principio acepto llegar hasta el lugar, en compañía de Alfredo.

Claudia se sentó con las piernas dentro del agua, y fue entonces cuando ante el llamado de Martha me metí entre sus piernas para comenzar a chupar aquel coño aún por encima del vestido de baño, mientras lo chupaba dentro del agua, alzaba mis manos para masajear los pezones de mi compañera, en tanto pude observar que Alfredo sacaba a Martha del agua para chuparle su coño, acto seguido salí igualmente del agua, me acosté sobre la silla playera e hice que Claudia se arrodillara sobre mi cara, para chupar toda su concha, eché hacía un lado el hilo que pasaba por encima de su concha para chupar desde la punta de su clítoris hasta su culo, el cual no había alcanzado a chupar en la anterior vez.

Mientras estaba en mi cometido pude sentir como llegaba Martha y comenzaba a chupar mi verga mientras Alfredo seguía pegado a la concha de Martha como un becerro; a lo lejos se observaba a Alex dándole verga a Paola por su culo, se notaba que estaban disfrutando de su velada ellos dos solos, parece ser que no le gustaba a ninguno de los dos las orgías, realizarlas por los menos, porque verlas lo hacía a cada instante volteando hacía nosotros.

En el momento de meter mis dedos en al concha de Claudia, el flujo que brotaba de ella era mucho, metí nuevamente mi lengua en su concha, al tiempo que metía un segundo y tercer dedo, accionada con gran rapidez la zambullida, para que entonces se viniera ella en un orgasmo, por lo cual chupé todo su líquido y seguí metiendo mi lengua en su culo y los dedos en su concha, el frenesí era cada vez mayor y al momento escuchar los gemidos de la venida de Martha y casi al unísono la acompañaba Paola quien parecía haber llegado en un orgasmo mutuo con Alex, pues al voltear pude notar como le dejaba caer toda la leche por el rededor del culo de Paola; justo en ese momento resulta que le llené toda la boca de leche a Martha quien la tragó completa, y fue allí mismo cuando volví a sentir como se venían todos los líquidos de

Claudia en su segundo orgasmo, la verdad, sus gritos me gratificaban mucho.

Para esta ocasión exigí de Claudia que me chupará la verga, puesto que estaba flácida y necesitaba de que se me parara y que mejor manera que esa, pensé y así se lo manifesté; con mucho receló aceptó, y así comenzó a obrar además de que Martha y Paola se lo habían exigido en la misma manera; en ese Instante Martha se encontraba ensartada con Alfredo, quien la pujaba fuertemente, mientras que Alex se degustaba de una buena paja que le hacía Paola buscando la erección de su pene. Cuando consiguió mi compañera la erección de mi palo, le ofrecí entonces que se sentara sobre mi cuerpo, en manera instantánea así lo hizo y se permitió meter toda mi verga en su concha, estaba caliente y bien lubricada, le permití incluso llevar el ritmo, aunque a veces la hacía recostarse un tanto sobre mi para poder chupar sus pezones, los cuales estaba acariciando y estrujando en gran manera con mis manos.

Así estaba dándole por su concha cuando sentí que caía sobre mi cuerpo y se hacía desfallecer; entonces Martha gritó, dale, sigue dándole para que aprenda lo que es de verdad ardor en la concha. Le pegué un mordisco en su teta derecha que la hizo enderezar de una y pegarme un par de golpes en el pecho, fue entonces cuando se sacó mi verga de su concha, la tomé por su cuello y le hice que se colocara nuevamente en cuatro (como hace un rato) y teniéndola como mi perrita comencé a meterle mi verga por su culo, al principio mientras le entraba la cabeza la dolía y así me lo hacía saber, pero luego lo fue degustando, la verdad es que tenía un culo bien apretadito y con unas nalgas bien grandes, lo cual hacía para mi una follada espectacular, pues mi huevos apenas si se golpeaban con tanta carne que tenían al frente.

Alex se había acercado un tanto con Paola a nosotros, parecían haber perdido el morbo, y ahora Paola se permitía dejar a Claudia que le chupara su concha, mientras que Paola le chupaba la verga a Alex, ahora los separados eran Alfredo y Martha quien instantes después tendría todo su pecho lleno de leche ante la venida de Alfredo, así terminarían su faena, pues se sentaron a tomar unos tragos y observar como terminaba el cuarteto que estaba frente a ellos. Yo mientras le seguía dando por el culo a Claudia, con mucha fuerza y en algunas veces le pegaba nalgadas para que aflojara, puesto que la verdad es que su hueco era bastante cerrado y de vez en cuando lo apretaba para que yo disminuyera la cogida, eso hacía que me ardiera a veces la verga.

Procedí a darle verga una y otra vez por el culo a Claudia, cuando noté que al frente Paola se había venido y estaba totalmente exhausta por lo cual había decidido dejar a Alex hasta allí, fue entonces cuando Alex se acercó para que Claudia se la chupara, ella se quiso oponer pero sin embargo Alex le metió la verga en la boca para que ella se obligara a chuparla como consecuencia de que la había abierto por los quejidos que soltaba ante las embestidas que le daba por el culo; la verdad es que estaba buscando algo así como venganza y a la vez reivindicación por lo de la mañana, momentos después Alex le corría toda la leche en la boca a Claudia, quien justo con Alex había tenido un nuevo orgasmo.

Sin embargo aquella comenzó a escupirla pues no le gustaba además que manifestaba nunca la había probado por encontrarlo asqueroso; así pues Alex se retiró y también fue a disfrutar de la faena que brindábamos los dos, Claudia me rogaba que terminara ya, que le permitiera descansar, puesto que el culo le dolía, entonces me compadecí y le saqué la verga de su culo, ella pareció alegrase creyendo que había terminado y cuando se iba a levantar, la impulsé nuevamente hacía abajo y le embutí en un solo la verga por su concha, hecho este que produjo gracia entre los mirones por lo que soltaron grandes carcajadas.

Sin embargo he de ser realista en que Claudia es una mujer que sabe moverse y apenas sintió que tenía mi verga atrapada entre su concha la apretó y comenzó a moverse en una forma descomunal, lo cual tuvo como consecuencias que segundos después me viniera en un gran chorro de leche, el cual se lo dejé correr por todo su torso, e incluso bajaba por su culo para terminar goteando desde la punta de su concha, hasta llegar al piso.

Terminado esto seguimos bebiendo y comiendo, al cabo de las 7:00 de la noche las chicas se despidieron un tanto adoloridas, manifestando que les había encantado aquella travesía y que esperaban poder realizar otra parecida con nosotros, justo en la partida Claudia se acercó a mi y me dio un buen beso, todos quedaron maravillados de aquello, al tiempo que ella me decía al oído que jamás olvidaría lo que le había hecho y que ojalá lo pudiésemos repetir pero que me cuidará puesto que ahora era ella quien quería tomar venganza.

Se despidieron, las mandamos en un taxi hasta su apartamento y quedamos durmiendo ese día en la casa, totalmente cansados de tanta lujuria.

Deja una respuesta 0

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *