Se que esta mal, no debo ser infiel pero ese joven se moría por cogerme y hacia tiempo venia fantaseando, quería jugar y explorar
Lo bueno de coger con alguien más joven es que generalmente su potencia sexual está por encima de las personas más grandes, tal fue el caso de mi sesión con mi nuevo amigo, literalmente durante todo el tiempo que tuvimos disponible lo aprovechamos para coger de manera salvaje en varios rincones de mi casa.
Para el momento en que hubo que despedirnos literalmente me dejó toda cogida, satisfecha, llena de semen por todo mi cuerpo y muy pero muy contenta.
He de confesar que después de una buena cogida generalmente quedo con ganas de seguir, no por falta de satisfacción sino por el mero deseo y gusto de continuar gozando; bueno pues en esta ocasión las cosas eran muy diferentes, después de la visita de este morenazo, quedé de lo más satisfecha, este tipo me bajó la calentura en toda la extensión de la palabra
Después de tanta calentura, por fin estaba llena, estaba cansada y necesitaba un descanso, de esta forma tomé un baño y así semidesnuda me quedé profundamente dormida, ahora no hubieron sueños cachondos, caí muerta, dormí por varias horas, incluso no fui capaz de escuchar la llegada de mi marido.
Seguramente mi esposo no había tardado mucho en llegar, al verme descansando, me dejó dormir hasta que mi cuerpo me hiciera despertar cuando estuviera listo.
Cuando desperté ya estaba entrada la tarde y era hora de comer, mi marido me invitó a salir, fuimos a comer juntos y solos.
Durante la comida mi mente estaba ida, aún estaba en un relax completo después de la mega cogida que me habían dado apenas una horas antes, la verdad estuve seria y retraída, mi marido me preguntó que si tenía algo a lo que sólo contesté que aún seguía adormilada y que estaba aún recuperándome de la desvelada del día anterior, esto era parcialmente cierto, pero es una realidad que otras cosas aún más intensas nublaban mi atención.
Todo el día estuve más o menos en este estado de ánimo, con mariposas en el estómago, a pesar de la cogida, no estaba caliente ni me calentaba recodarla, estaba satisfecha, plena.
Apenas terminamos de comer, regresamos a casa, ya de ahí no salimos, mi marido también estaba cansado por la desvelada y el partido, así que cenamos en casa; con un par de cervezas, muy temprano por la noche, ya estábamos plácidamente dormidos.
Dormí delicioso, descansé mucho, despertamos temprano, ambos con las energías recuperadas y las pilas recargadas.
Como desperté temprano, salí a correr, apenas un top y unos pants súper entallados eran mis prendas para hacer ejercicio, corrí y sudé mucho, a mi paso puede notar como varias miradas se posaban en mi cuerpo al pasar, podía ver a quienes devoraban mis tetas subiendo y bajando al correr, imagino que mi trasero también fue objeto de deseo pero no podía darme cuenta.
Mientras el sudor invadía mi cuerpo y ya con mi mente relajada por el sueño y por el ejercicio, entonces comencé a recordar en su justa dimensión la cogida del día anterior, mientras notaba las miradas posarse en mi senos a medida que el sudor hacía más evidentes mis pezones, pensaba y recordaba, fantaseaba y corría al mismo tiempo, me calentaba y pensaba en estas líneas que hoy escribo; todo esto al mismo tiempo.
Pero ahora las cosas eran distintas, ya con la mente y con el cuerpo descansados, los efectos de los recuerdos empezaban a ser muy fuertes, ahora ya no estaba satisfecha comenzaba a estar caliente y a desear una buena dosis de verga como la que había tenido el día anterior.
Para cuando terminé estaba mojada de sudor y creo que un poco mojada también de la calentura, regresé a casa y era aún temprano, me bañé de inmediato, el efecto del agua templada sobre mi cuerpo empezó a tener sus efectos y al poco rato yo masajeaba suavemente mis senos mientras recordaba la sesión de ayer.
No terminé ni pensaba hacerlo, solo me relajaba un poco mientras tomaba el baño, al salir del baño mi marido ya me esperaba listo para ir a jugar el partido correspondiente a ese día, creo que estaban en finales y por eso habían jugado en días consecutivos.
Desayunamos juntos algo muy ligero, un poco de fruta y licuados, no es recomendable comer pesado antes de hacer ejercicio, y mi esposo se toma en serio sus diversos partidos.
Como podía esperarse y sobre todo tal como yo lo deseaba, en cuestión de minutos después de la salida de mi marido recibí una llamada de mi nueva conquista.
– Hola
– Hola
– Te invito a desayunar quieres?
– Claro a donde me llevas?
– A un lugar fuera de la ciudad en uno los pueblito cercanos
– Ok aquí te espero
– Voy en camino llego en 10 minutos
– Sale
La colonia donde vivo está a las afueras de la ciudad, pero muy cerca hay una serie de poblados que ya forman parte de una área conurbada, de pueblo ya tienen poco pero hay muchos restaurantes por la carretera, todos muy ricos y de buen precio.
Lo bueno es que el entorno en estos lugares es mucho más relajado, es difícil encontrarse alguien conocido y las probabilidades son aún menores en la medida en la que uno se aleja más de la ciudad y avanza en la carretera, de esta forma podía vestirme de acuerdo a la ocasión y a mis deseos, o sea quería vestir muy sexy, captar miradas y dejar muy en claro mis curvas y condición de mujer sexual.
Así que escogí un pantalón holgado a la cadera con una blusa de tirantes amarilla clara y escotada, me veía muy bien, sexosa, caliente, traté de no verme tan puta pero creo que no lo logré del todo.
Al llegar mi amigo por mí me preguntó si tenía alguna predilección por algún lugar y solo le pedí que me llevara al lugar más alejado posible para tratar de minimizar riesgos, así lo hizo y al final terminamos en un lugar muy apartado, pero muy rico y hasta cierto punto privado.
Desayunamos muy rico, el lugar era un pequeño restaurante, había algunos comensales, pero no estaba lleno, no había niños y esto siempre me hacía sentir más cómoda, había en su mayoría eran hombres y esto me hacía sentí aún más cómoda
Sin darme mucho cuenta empezamos a pasarla muy bien, más allá de lo bueno para coger, mi nuevo amigo era un excelente conversador, muy agradable y simpático, era atento, caballero, divertido y muy perverso en cabrón.
Terminamos de comer y al poco rato mientras tomábamos el café ya estábamos muy juntos, comenzamos a besarnos primero tiernamente y luego de manera más intensa y cachonda.
En un momento dado ya nos dábamos un gustazo mientras no besábamos y empezamos a perder la dimensión de donde estábamos, fue cuestión de tiempo para que empezar a jugar con mis muslos por debajo de la mesa y rozar levemente mis senos de manera furtiva.
Poco a poco avanzaba en mis piernas, yo le facilitaba el trabajo abriendo mis piernas los más posible, al poco rato jugaba con la parte interna de mis muslos y yo empezaba a perder el control y a calentarme bastante, realmente me gustaba mucho este tipo y su actitud de macho perverso y cachondo, yo por mi parte no tenía otro rol que el que más me gusta: el de puta.
Ya muy calientes los dos, pedimos la cuenta para irnos de ahí y buscar tener más privacidad, saciar las enormes ganas que teníamos uno del otro, además quería exprimir a este cabrón, quería tomarme su leche y dejarlo sin una sola gota, quería que me bajara las ganas justo como lo había hecho el día anterior.
Me dijo que se moría de ganas por cogerme y yo le contesté que sus ganas eran por demás correspondidas, pero mi imaginación desde hace tiempo ya jugaba fuertemente con mi mente, quería jugar y explorar algunas fantasías
– Papi tengo ganas de jugar un poco, puedes complacerme?
– Claro que si Dani que tienes en mente?
– En la camino para acá vi varios moteles, quiero que me lleves a uno, quiero sentirme bien puta
– Que buena idea, la verdad te confieso que hay algunos muy bonitos y hasta elegantes, te puedo llevar con mucho gusto.
– La verdad papi es que me quiero sentir muy perversa hoy, llévame a uno barato, nada más que esté limpio, pero no me lleves a nada elegante entre más morboso mejor
– Eras una puta perversa Dani
– Si rey, pero tu me sacaste lo puta y ahora te aguantas
– No me quejo, me encantas
Y entonces me pegó un beso delicioso mientras me metía mano de manera más descarada, mi calentura estaba al límite.
– Espérame papi, tengo un pequeña sorpresa para ti
Y me fui al baño, llevaba en mi bolso un pequeño cambio de ropa que pensé que pudiera ser de utilidad en caso de que se dieran las condiciones necesarias, y esas condiciones se estaban dando.
En mi bolso llevaba conmigo un short muy corto y muy entallado de mezclilla, era tan corto que apenas cubría mis enormes nalgas, la combinación del short con zapatos altoss, eran de lo mejor, ahora si me veía como toda una callejera y me encantaba, para rematar me quite el bra y entonces mis pezones ya eran mas evidentes.
Al salir pude notar la cara de los comensales que me devoraban con la mirada y con la calentura que yo tenía esto me encantó, sin dudar ni perder tiempo se levantó y fue a mi encuentro.
Me tomó de la mano y buscamos la salida del lugar, caminamos un rato por la calle para subirnos a su coche, esos pasos me hacían sentir como una auténtica callejera, la zona nada elegante, a plena luz del día caminando por la calle del brazo de este hombre; los que me vieron seguramente no dudaron que estaban viendo a una puta con un cliente.
Subimos al carro y nos dirigimos al motel, quería sentirme la más puta, quería darle un experiencia diferente, me gustaba pensar que no había tenido un vieja como yo llena de perversión y deseo, quería dejar huella en su vida, que me presumiera con sus amigos y que fuera su más grande trofeo; en todo el camino no le dejé de mamar la verga, estaba en el cielo, mientras se la mamaba, me apretaba las nalgas y me nalgueaba esporádicamente, la sensación era increíble¡¡
Luego saqué mis tetas, era fácil luego de la pérdida del sostén, me ponía su verga en mi tetas y se sentía riquísimo, sin querer empecé a gemir y a masturbarme mientras se la mamaba.
No tardamos en llegar a nuestro destino, era un motel de mala muerte, cumpliendo mí pedido me llevó a algo muy falto de clase; este tipo de lugares alimentaban mi morbo y era justo lo que ese día mi panochita pedía a gritos.
Me encantaban poder cumplir mi fantasía un motel de tercera, yo que me hospedo en hoteles 5 estrellas, ahora iba a ser cogida en un cuarto del que lo mejor que pudiera esperar es que estuviera decentemente limpio.
A diferencia de los moteles de paso, en donde puedes no bajarte del auto, pasar a tu habitación y entrar a una cochera con mucha privacidad, este lugar era distinto
Se trataba de un hotelucho, en él había que bajar a una pequeña recepción pedir un cuarto y pagar, además había que estacionar el auto en un estacionamiento común y caminar a tu cuarto.
El detalle de pensar en este hotel era de lo mejor¡¡, al llegar mi amigo me confesó que ante mi petición pensó en se lugar para tuviera que bajarme y así exhibirme como una vulgar callejera.
La confesión me calentó en extremo, como consecuencia de ello, apenas al llegar al lugar y estacionarse en el estacionamiento común, me volví a abalanzar sobre su verga y seguir mamando, había algunos coches alrededor y creo que alguno de ellos estaba ocupado, el pensar eso me calentaba aún mas, he de confesar que después de tanta calentura lo hice terminar, me sentí bien conmigo misma, sabía que no él no quería terminar pero la calentura le ganó, con gusto me tragué toda su leche y me encantó.
Tomamos un respiro y nos arreglamos un poco, entonces me dijo
– Espérame aquí voy por la habitación
– Te acompaño papi
Se sorprendió y me sonrío pícaramente, entendió mi intención de exhibirme en todo su esplendor, al bajarme del auto, pude comprobar que efectivamente el coche de lado nuestro tenía gente adentro, eran un par de hombres que creo incluso que están tomado cervezas.
Al bajar puede notar que el auto de los chicos en cuestión estaba justo de mi lado, así que al salir de nuestro coche tuve a estos hombres relativamente cerca, al verme bajaron los cristales para devorarme mejor, con la vista no solo me desnudaban sino que hasta me cogían, esos segundos se dieron como en cámara lenta, yo lejos de apenarme, los volteé a ver de los más coqueta, caminé cerca de ellos y al alejarme les moví generosamente el culo, para rematar al alejarme me despedí de ellos con la mano y creo que hasta un beso les mandé, al caminar sólo escucha silbidos y piropos subidos de tono, de sobra esta decir que me estaba divirtiendo y calentando al extremo.
Nos dirigimos a la pequeña recepción y al entrar al lugar un tipo nos esperaba del otro lado del mostrador, era un tipo gordo, chaparro y nada atractivo.
Al llegar al mostrador el tipo me devoró con los ojos y a partir de ahí no dejó de verme, se dirigió a mi acompañante para cobrarle pero su vista no me abandonó un instante, pude ver entonces que se apretó su verga por encima de su pantalón.
Una vez que balbuceando el gordo nos cobró, mi amigo se voltea hacia mí y me dice:
– Págale al señor
Entendí lo que este morboso quería hacer, quería demostrar que era su puta, su tono no era de petición sino de orden, si de por si el gordo ya le tenía envidia por cogerme, ahora le iba a demostrar que era él quien mandaba en mi cuerpo.
No dejó de verme un instante y a mí me encantaba, tomé el dinero y me acerqué al gordo, sin mucha expresividad y de lo más natural le di el dinero me entregó la llave y junto con mi macho nos dirigimos al cuarto al alejarme le di la espalda y me aseguré de mover las caderas como profesional, no soltó su verga un instante, ni siquiera cuando recibía el dinero de mi parte.
Me excitó sobremanera pensar que al alejarnos, el gordo correría a su lugar a jalarse la verga y regalarme una corrida de antología basada en el espectáculo que acababa de presenciar.
Nuestro cuarto estaba en la parte de arriba, bajamos del auto y el tipo me hizo pasar primero para subir las escaleras, con ello, a cada paso le regalaba un panorama excelente de mis nalgas, prácticamente las tenía en su cara, aprovechó para pegarme un par de nalgadas nada fuertes, yo me dejaba hacer y lo miraba pícaramente mientras subíamos.
Le di la espalda y me dirigí al cuarto, caminé los más sexy que puede, a los pocos pasos me alcanza y a empujones me mete al cuarto, yo me volteo y lo beso con pasión, le arranco la ropa y lo muerdo, busco su verga pero no me deja, luego me voltea, yo restriego mi culo contra su verga y lo muevo una y otra vez, me avienta a la cama y se lo que me espera, una sesión de sexo salvaje y sin el mínimo romance, me encanta
Sentada en la cama lo tengo de frente, él sigue de pie, nuevamente tengo su verga en mis manos, tiene un olor a hombre que me encanta, la chupo con vehemencia, le aprieto lo huevos, luego la paso por mis tetas y volteo a verlo a los ojos con cara de puta
Luego me levanta y se sienta sobre la cama
– Mueve el culo
Lo hago tal y como me dijo
– Voltea a verme
Volteo y pongo cara de actriz porno, me veo deseosa de verga, muerdo mis labios y veo sus ojos
– Así te gusta cabrón, te gusta cómo muevo mi culo??
– Muévelo mas¡
– Así??? Así?? Tu pide mi rey¡¡ que rico¡¡¡ que vergota tienes cabron¡¡
– Ponte en cuatro patas
Así lo hago y por fin me empieza a coger, grito y me muevo, es un amante de lo mejor, me está metiendo una súper cogida justo en un cuarto de poca monta y a plena luz del día.
– Nalguéame déjame el culo rojo¡¡ Ahyyy que rico coges¡¡, que vergota tienes papi
No tarda en hacerlo, sé que le gusta el sexo salvaje y a mi también luego le pedí cambiar de posición, lo acosté en la cama y lo cabalgué un rato, realmente lo violé, él sólo estaba sentado y yo hacía todo el trabajo
– Dame cabrón, dame, te apuesto que nunca vas a tener una vieja tan puta, tan caliente y tan buena como yo¡¡
– Si, si
– Te gusta cabrón, te gusta esta piruja?
– Si
– Pues aquí me tienes, gózame¡¡
Luego le tomé las manos y lo hice que recorriera mi cuerpo desde los hombros hasta mis caderas, con toda la intención de que sintiera mis curvas.
– Estoy buena cabrón?
– Estas buenísima hija de la chingada
– Qué rico papi; agárrame el culo¡¡
Y me tomó de las nalgas y sentí de inmediato la descarga de electricidad que supone la llegada de mi orgasmo, inmediatamente moví lo más que pude las caderas y por fin llegó, era muy intenso
– Ahhhh, siii, siiii, que rico¡¡¡¡¡
Luego de un rato en esta posición me pide cambiar, me pone boca arriba, luego se monta encima de mi, posteriormente toma mis piernas y las coloca sobre sus hombros, en esa posición la penetración es intensa.
Entonces mi amante aceleró el ritmo y empezó a darme como me gusta, sus embestidas se convirtieron en salvajes y entonces yo ya no me movía, solo recibía su gruesa verga y me dejaba coger, al poco tiempo mis gritos eran tan sonoros que esporádicamente mordía la almohada para recuperar el aliento y descansar mi garganta.
– Ahhhh que rico¡¡¡, mas mas por favor¡¡¡ que buena cogida me estás dando cabrón¡¡¡
– Te gusta?
– Me encanta¡¡ así te coges a tu vieja cabroncito???
– Si a ella le gusta así de duro
– Pues a esta perra le encanta aún mas, ni se te ocurra parar cabrón, dame, dame¡¡
Durante varios segundos seguimos así, luego tomábamos un pequeño descanso y disminuíamos el ritmo, luego acelerábamos y repetíamos el proceso, esto duró varios minutos, luego de terminar yo un par de veces, sabía que era inminente que mi amante terminara, de esta forma me dispuse a cerrar lo mejor posible, por fin volteé a verlo, y fijando mi mirada en sus ojos, quise seguirle demostrando la clase de mujer que creo ser
– Te gusta mi culo papi?
– Me encanta
– Pues por favor dale duro a esta puta cabrón, quiero que me hagas gritar¡¡
Y de esta forma aceleró el ritmo por última vez, cerca los dos de nuestro orgasmo sólo se escuchaban nuestros gritos
– Siiiii¡¡ que rico papiiiii¡¡¡ dame mas por favor¡¡¡
– Ahhhhh, me vengo¡¡¡
– Ahhhhhh, uffffff
Y así por fin ambos terminamos en un largo y delicioso orgasmo, durante horas nos dedicamos a darnos placer sin tegua ni descanso, en un momento dado le tuve que llamar a mi marido para decirle que iba a comer con una amiga y que llegaría tarde.
Toda la tarde estuvimos cogiendo de lo más rico, llegué a casa ya al terminar la tarde y al caer la noche, llegué toda cogida, llegué corriendo al baño para asearme un poco y que mi marido no se diera cuenta de mi estado
Volví a dormir plácidamente, con cualquier pretexto alejé a mi marido para no coger, estaba nuevamente satisfecha al máximo, había pasado una tarde gloriosa con un semental de primera que me hizo aullar de placer durante horas y horas