Sin darme cuenta, de un momento para el otro mi empleada termina siendo mi amante y hace sentir los mejores orgasmos
Hay cosas que todo el mundo desea, pero nadie se atreve a contar, yo no daré pistas de si esto ha sucedido de verdad, o simplemente si es algo que deseo que suceda; en cada uno queda la elección…
Tras una dura jornada de trabajo en el bar, me encanta ir a una posada con spa que hay en mi ciudad, la verdad que en ningún sitio me relajo tanto como ahí, bien sea en la piscina o en la cama. Tras una ducha refrescante cojo el móvil y veo un mensaje de una camarera mía, la cual llamaremos Mónica; la verdad que es la mejor camarera que tengo, a pesar de que no lleva mucho tiempo; a parte físicamente es descomunal, una altura de 1,70, pelo largo rizado negro, ojos grandes, labios carnosos, un culo espectacular y con esos vaqueros me pone malo, por no hablar de sus pechos y el escote… Intento ceñirme a lo meramente profesional con ella, pero es complicado, no puedo permitirme que mi novia piense que me pone a mil cada vez que estoy con ella, de echo en varias ocasiones fantasee con ella mientras estaba con mi pareja.
Vuelvo a lo que iba, y es que al ver su mensaje me entró un escalofrío y un calor por dentro me iba subiendo, me apetecía que viniese a esa habitación conmigo… ni corto ni perezoso comienzo a intercambiar WhatsApp con ella, diciéndole donde estaba, lo buena que era la piscina después de trabajar y que tenia que probarlo. A lo cual ella me respondía que vaya envidia que la estaba dando y que como le gustaría relajarse en esa agua, ya que tenia la espalda cargada por la jornada laboral. Tras unos cuantos mensajes más la convezco para que venga y concretamos en que en una hora la coja en la puerta principal. Yo mientras preparo la habitación, saco una botella de orujo de crema y dos vasos.
Ya son las 21:00 y me dirijo a la puerta principal cuando veo que se acerca un taxi y ahí está Mónica, tan elegante y sensual como siempre, con ese short y esa camiseta escotada…
Voy en su encuentro y nos reímos de manera picaresca ambos, la digo que subamos primero que hay que esperar a las 22:00 para poder acceder a la piscina y mientras podíamos hablar y tomar un poco de crema.
Nos sentamos en la cama, llenamos los vasos, brindamos y bebemos; comenzamos hablando del trabajo y seguimos a temas cada vez mas personales, ambos sabemos que tenemos parejas pero el respeto es máximo al menos de momento; yo iba acercándome cada vez más. Cuando me corta el momento diciendo, Alex, que son las 22:15 hay que bajar.
Coge su bolso y yo voy con lo puesto, bajamos a la piscina y ahí la tenemos con una temperatura perfecta, la luz tenue y vacía, como ya sabía yo bien que estaba, ya que en esa piscina había vivido muchos momentos…
Comienzo a quitarme la camiseta y noto como Mónica me mira, me voy bajando el pantalón y me dice, Alex pero no traes bañador?; me rio y le digo no, yo siempre me baño sin nada estando solo, pero estando tu me puedo meter en ropa interior no hay problema.
Se me acerca, me mira a los ojos y me dice: Si estas acostumbrado a bañarte desnudo, quien soy yo para cambiar las buenas costumbres; en ese momento ella se quita la camiseta, el short y deja entrever su explendido cuerpo. El momento va haciendo subir la temperatura y yo tras unos segundos la miro, sonrio y la digo; así me gusta, que seas valiente y en ese momento me quito el bóxer, dejando mi polla casi dura a su vista. Ella se quita el sujetador y deja esos pechos grandes y bien puestos al aire, me encantan, cada vez se me está poniendo más dura, se gira y me muestra su culo, se agacha y se quita el tanga, me está poniendo a mil, ver ese culo, esas tetas, ese coño depiladito entero, me está poniendo muy malo y por eso decido meterme al agua para poder disimular un poco.
Poco a poco se va metiendo y se pone frente a mí, en ese instante parece que el tiempo se para, no se oye nada, solo nuestra respiración el poder de la seducción y el morbo del momento se puede cortar de lo denso que es, cada vez estamos mas pegados, hasta que casi nuestras pieles se rozan, cada vez que mi polla palpita, choca contra ella, y su respuesta en una sonrisa picarona.
La situación cada vez está más caliente; noto su piel rozándome y sus manos por mis piernas, van subiendo delicadamente a mi pecho, hasta que me acarician la cara, sus dedos juegan con mis labios y su boca se va pegando a la mía, nuestras lenguas se enlazan como dos serpientes y nuestras manos se apoderan del cuerpo del otro, la tengo totalmente para mi, al igual que yo lo estoy para ella. Esas tetas me ponen malo, no puedo evitar chuparlas, besarlas y comerlas…
Se separa de mí, me agarra de la mano y me dice que la siga, yo sin dudarlo es lo que hago; nos dirigimos a las hamacas que hay al borde de la piscina, me sienta y se empieza a tocar ante mí, mordiéndose el labio y sobándose los pechos; mi polla esta dura como jamás la vi, solo deseo tenerla dentro de ella, me da igual su boca, su coño o su culo pero quiero metérsela bien.
Se agacha ante mi y empieza a jugar con ella, la besa, juega con su lengua, hasta que poco a poco se la va metiendo entera en la boca; siento un calor inolvidable, que manejo tiene, se ve que sabe lo que hace y como lo hace, me encanta, estoy disfrutando al máximo y no soy capaz de mantener mis ojos abiertos; se me escapa algún gemido y es ahí cuando siento que para y empiezo a notar como mi polla se mete en un agujero muy muy húmedo y muy caliente; buffff que cosa más rica, que sensación, se me ponen los pelos de punta, empieza a moverse como si de un jinete sobre su caballo se tratase, no para me agarro fuerte a su cintura, a su culo, me encanta como me está follando.
Al de un rato se levanta y me dice espero que te guste lo que te hago y ahora me revientes bien, acto seguido se pone a cuatro patas bien abierta, mostrándome todos sus ricos agujeros, me encanta esa imagen, ver su coño empapado, su dedo desde debajo introduciéndose y eso leves gemidos saliendo de su boca. Me levanto me coloco tras de ella de rodillas y se la meto, entra entera de un solo empujón, el gemido que le sale me puso aun mas caliente, y empiezo a follarla como si fuese la ultima vez que fuese a follar, no podía parar, cada vez la siento más gorda, la siento muy dentro, no para de gritar, no para de moverse, no aguanta más esta a mil, me pide que me corra, que me corra dentro de ella, que me quiere bien dentro y en ese momento tras oír eso, sentir esas contracciones en su coño, me corro como nunca jamás me corrí no sé si será porque es ella, por el morbo del lugar, la excitación de ser infieles a nuestras respectivas parejas o todas las opciones juntas; lo cierto es que fue una explosión sexual ese momento; la saco de dentro suyo y me levanto, ella se gira y se la mete en la boca, limpiándome los últimos restos de semen que quedaban en mi polla…
Tras eso, le ayudo a levantarse, la beso apasionadamente y sentir el sabor de mi semen en su boca me produce una sensación de placer y morbo que no pude evitar otra erección a lo cual ella se dio cuenta y sonriéndome me dice: creo que te gusta cómo te la como y te follo Alex, es de sobra que te pongo cachondo desde el primer día, pero lo que tú no sabes es que tú me pones a mi desde hace mucho…
Tras este momento, nuestra relación fue mucho más cercana en lo privado pero igual de cara al exterior, ambos seguimos con nuestras respectivas parejas, hasta que por circunstancias yo acabo mi relación y me quedo soltero.
Mónica y yo seguíamos quedando y teniendo nuestros momentos de pasión y sexo desenfrenado clandestino y solo aptos para los más experimentados. Lo cierto es que cada vez había más confianza entre ambos y más conocimiento de sus fantasías y experiencias a lo largo de los años.
Una noche de sábado, me dice que quedemos para cenar en su casa y hacer una fiesta loca y lo cierto es que la idea me encanta, cenar, beber y follar, que más se puede pedir.
Son las 23:00 cuando llego a su portal, llamo y me abre; al subir, encuentro la puerta abierta y todo oscuro, realmente no se ve absolutamente nada; entro y cierro la puerta, quedando en la máxima oscuridad y escuchando una música melódica de fondo; realmente la sensación es extraña y muy sensual; a lo lejos escucho una risa y unos paso, poco a poco me dirijo a donde se escuchaban, tocando la pared para no caer ni tropezar con nada.
Vuelvo a escuchar la risa, junto a mí, estiro los brazos y ahí toco un brazo, voy bajando hasta coger su mano y de manera sutil voy trayendo a la persona propietaria de esa mano hacia mí, haciendo que se pegue, yo mientas la toco el pelo con una mano y con otra sin pudor cojo su culo, cuando mi sorpresa es que esa mujer está desnuda, descubrir eso me pone a mil, y siento como mi polla empieza a crecer y choca contra la pelvis de esa mujer, estoy seguro de que es Mónica, o eso creo, el culo es el de ella, o es un poco más pequeño, buffff no lo sé, esas dudas me están poniendo nervioso, no saber a que mujer tengo enfrente, la pregunto y no me contesta, me está volviendo loco, pero loco de placer; no aguanto más y las beso , mas que besarla lo que hago es comerle la boca, que su legua se enlace y funda con la mía, Elsa mujer sabe bien lo que hace, me está sobando entero, no deja ni un centímetro de mi cuerpo sin tocar, me va soltando la camisa con delicadeza y soltura, después desabrocha el cinturón y comienza a desatar el pantalón; en ese momento, mete la mano dentro del bóxer con ansias de agarrarme la polla y en ese momento se transforma, como si de una fiera se tratase, me despoja de toda mi ropa rápida y bruscamente; se hace un segundo de silencio, parece que se ha parado el tiempo, hasta que noto en la punta de mi polla su respiración y seguido su lengua, como la lame entera, juega con el glande y me agarra los huevos con firmeza y delicadeza… Mi polla no para de crecer, quiero que se la coma entera, y como si de un acto reflejo se tratase cojo su cabeza y obligo a ello, en ese momento noto como casi se atraganta y me dice: Alex, tío que me ahogas…mmmmmm como la tienes, te he puesto a mil… que te habrás imaginado…
Ahora si confirmo que es Mónica, pero he de reconocer que tuve mis dudas de ello, o es que mi subconsciente quería creer que no era ella. Lo cierto es que me estaba desnuda frente a mí, de rodillas, haciéndome una mamada increíble, quizás la mas morbosa y rica que he tenido… tengo la polla que me explota, y cierto es que algo me corrí en alguna ocasión, a lo cual ella respondía con mmmmmm que rico sabes, me encanta que lo disfrutes y me lo demuestres…