Solo tenía 17 años cuando entre al baño público para calmar mi calentura, termino obteniendo satisfacción sexual con un negro que estaba allí

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odos pasamos por esa etapa en la cual hasta una estatua nos excita, más aún cuando estamos en la adolescencia (17 años)

Un día salí a comprar unos zapatos al centro comercial luego de esto me atacó esa sensación de morbosidad todo lo que pasaba por el frente me parecía atractivo, me senté en una mesa intentando calmarme en vano. La calentura que tenía era increíble, mi pene estaba baboso de presemen y dolía la erección. Decidí ir a los baños a ver si encontraba con quien saciar esas ganas, no me importaba estar con algún extraño creo que me daba más morbo.

Al ingresar fui directo a los urinarios, estaban 2 tipos, uno era joven el otro era un señor quizá de 40 años, bastante guapo para su edad. Entre ellos quedaba un urinario libre, me dispuse a vaciar mi vejiga, Saqué mi pene bastante crecido pero no duro y rojo por la ereccion que estuve aguantando desde temprano. Vi al chico más joven, era bien parecido labios carnosos y con cara de ser un tipo malo de eso delincuentes, admito que me dio algo de miedo voltee hacia el señor mayor el cual ya se estaba marchando.

En ese momento pensé lo que había hecho, el miedo era grande pues nos estamos quedando solos en ese baño el que queda más alejado de todos. Volví a mirar aquel muchacho quizá de 20 años, su cara de matón me atemorizaba para su reacción. La valentía era mi hermana, yo comencé a pajearme y desvíe mi mirada a su pene oscuro y salían bellos de su pantalón, sentí su mirada en mi. Lo vi por el espejo, mordiéndome el labio lo quede mirando su cara era de confusión. Bajo su mirada hacia mí pene, bastante duro y rojo. Noté que su miembro crecía, la curiosidad se apoderó de el, Sin aún decirnos una sola palabra.

Inició una paja lenta sin quitarme la mirada de encima, su lujuriosa curiosidad destellaban en esos ojos grandes ojos negros. Nos acercamos mutuamente hasta pegar hombro con hombro, su pene estaba al máximo media quizá unos 18 cm, el mío en cambio algo más pequeño pero más grueso. Lo vi directo a los ojos y me lancé a darle un beso, sus labios gruesos y suaves, sabían a cocacola. Pasé mi mano por su pene, él hizo lo propio. Nos besamos como fieras mientras las pajas estaban llevándonos a otro planeta.

Yo anhelaba una mamada o meterlo. Lo tomé de la mano para entrar en un cubiculo, entramos pasé seguro y volví a besarlo, restregamos nuestros penes un rato, sentí que los presemen se mezclaban. Desabotoné mi camisa, subí su franela, tenía un cuerpo de futbolista atlético. Yo era quien llevaba el control. Hacía lo que le ordenaba. Bajé sus pantalones y me hizo señal que quería un oral, yo no quería hacerlo. Subí y lo volví a besar haciéndole saber que la puta era el. Lo senté en el inodoro, aunque puso resistencia al acercar mi pene a su boca, logre meterlo. Se notaba que no tenía experiencia, sentí sus dientes en mi glande. Se percató de esto y cubrió los dientes con los labios ya estaba aprendiendo. Solo me chupaba la cabeza, empuje y meti todo mi pene en su boca, se ahogó, su mirada no fue de felicidad. Lo besé, noté que ya no estaba excitado. Y lo masturbe mientras él jugaba con mi pene como si fuera la primera vez que tocaba uno, tal vez lo era. El solo se lo llevó a la boca y chupó como un dios. Decidí que tenía que cojerlo, darle duro. Lo levante y puse sus manos contra la pared, baje sus boxer, tenía unas nalgas hermosas la raja velluda. Me dijo con un gesto que no quería, yo lo ignoré Solo quería llenarlo de leche. Explayé sus nalgas y pude ver ese glorioso hueco inexplorado, lo escupí pasé mi glande sobre ese agujero esparciendo la saliva. Paulatinamente noté que ya no había resistencia de su parte, le agarre el pene estaba erecto lo pajee haciendo fuerza en su culo con mi herramienta. Oí un gemido bajito, poco a poco se abrían sus entrañas para mí, empuje de golpe logrando entrar, se alejó sacándome de el. El dolor lo invadió, deje que se repusiera penetrandolo de nuevo. Fui muy cuidadoso, no quería que se arrepintiera.

Besándolo se sentó en el inodoro, tome sus piernas en mi brazos dejado su agujero abierto para mí, entre sin problemas aunque su cara emanaba dolor y excitaciones a la vez. Estaba en el cielo, su culo era rico, le daba suave y rápido alternando mientras lo masturbaba, quería que fuera su mejor experiencia. En minutos llego, dejando su abdome lleno de lecho casi al instante llene su culo de leche. Sin mediar palabras tomó papel higiénico se limpió, no me miró ni un instante, se vistió y agarró vuelo. Me limpié y salí del baño. No volví a ver a ese chico en mi vida.

FIN————————————–

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