Soy Raúl, estoy casado con una mujer hace doce años. Pero cada vez que puedo la engaño, mas que nada con hombres
Mi nombre es Raúl y llevo con ésta sólo dos historias y experiencias sexuales. La primera la escribí hace poco en la categoría de gays y así lo haré cuando cuente mis líos donde solo participan hombres. Mis historias se basan en hechos reales vividos por mi pero no descarto contar alguna que otra fantasía. Tengo treinta y siente años y soy comercial de una empresa farmacéutica o lo que comunmente se conoce más como visitador médico. Soy casado desde hace doce años y me encanta el sexo tanto con hombres como mujeres. Si ella se entera me mata y sí, soy un cabrón.
Desde la adolescencia he tenido claro que me gustaban los dos sexos. En mis masturbaciones incluían deseos tanto con hombres como mujeres o ambos. Precisamente experiencias con ambos sexos al tiempo aún no he tenido oportunidad de disfurtalas.
Hoy os relataré como me desvirgúe la primera vez con un hombre. Bueno, en realidad con un adolescente. Yo tenía por entonces unos diez y nueve años y mi primo Gabi diez y seis. Compartiamos mucho tiempo juntos pues ambos fuimos al mismo instituto, los dos estabamos en la misma peña ciclista y a los dos nos encata leer e ir al cine. Nos separamos algo más al yo entrar en la universidad pero todos los fines de semana intentabamos quedar. Éramos confidentes y nos contabamos todo en cuanto amigos y a novias, las chicas que nos gustaban… y por supuesto compartimos pajas. No hace mucho tiempo de esto pero antes de la llegada de las nuevas tecnologías, las revistas y peliculas porno eran nuestro único recurso para acompañar a nuestras masturbaciones.
Recuerdo que más jovenes, conversando sobre sexo con Gabi no paraba de preguntarme cosas:
– Te la has tirado ya Raúl?
– No tio aún no se deja mas que magrear.
– El coño también?
– No siempre, depende de lo caliente que esté. Ellas mandan Gabi jejjeje. Y tu qué?
– Yo nada primo. Más que besos y ya está. Bueno, y tocarle las tetas mientras le beso. Y ella te toca?
– Pues cuando se lo pido pero no porque le nazca a ella. Va con miedo. Pensará que si me calienta mucho pues que me estará dando pie a que hagamos algo más.
– Jo! No tenías que haber dejado a Raquel. Con ella follaste enseguida.
– Si con ella me desvirgué. A los diez y ocho. Pero vamos que tu ya has hecho más con quince ahora que yo a tu misma edad.
– Ja ja ja ja, Te gano Raúl. Además este año follo.
– Que fantasma! eres.
– Y cuando te deja tocarle el choco como lo haces?
– Pues me encanta tio! Lleva los labios totalmente depilados pero se deja el bigotito encima.
– A mi me gusta como en la pelis, totalmente depilado.
– Pues a mi me resulta mas sexi de la otra manera. Bueno pues cuando me deja, a parte de sobarle las tetas y chuparle los pezones…
– Los pezones? Cómo los tiene?
– Joder Gabi! No he terminado de contarte una cosa y ya me estás preguntando otra. Los tiene pequeños de aureola, rosados pero el pezón grande.
– MMMM estaran ricos y se chuparán mejor
– Jo! me dió un capón un día, no lo pude evitar y le dí un mordisco que casi me llevo el pezón. Que mala hostia le entró.
– Que bruto Raul jajjajaja!
– Bueno, pues cuando me deja tocarle el coño me gusta hacerlo metiendo la mano sin quitarle las bragas.
– No se las bajas?
– No, así parece que se deja hacer más. Pensará que ella está más segura y a parte me gusta una cosa que ahora te diré. Pues eso, meto las manos y empiezo a jugar con sus labios habriendolos y cerrandolos. Luego, con el dedo indice empiezo a tocar su clítoris. Lo masajeo, lo rodeo y lo presiono. Mientras la sigo besando y me encanta sertir sus gemidos directamente en mi boca.
– Uff Raúl. Que perra es María. Al final caerá como Raquel.
– No sé. Pero cuendo empiezo a tocarle más rapido masturbandola me dice que pare que se va a correr y no quiere, que le da vergüenza. Para entonces tiene la almeja como una laguna de mojada. Y por eso lo de las bragas puestas me gusta también. Me encanta pensar que se va a su casa con las bragas pegadas al coño de tanto flujo.
– Bueno y tu con dolor de huevos jajajajja!. No dijiste que a veces te tocaba a tí?
– Si prefiere hacer eso. Al menos por ahora. Me pajea y me deja verle las tetas y tocarselas mientras lo hace.
– Te la come?
– No.
– Llama a Raquel otra vez, esta no vale jajajjaja!
– Cabrón que hablas de mi novia y me gusta. No solo es por sexo. Lo bueno se hace esperar. Al menos, las pajas me las hace de puta madre. Me pone tan caliente que echo mogollón de leche.
– Y tocandole el coño no le metes el dedo por la vagina? Yo los metería.
– Lo hice un día y me dió un tortazo.
– Tiene la mano larga jajja- Dijo Gabi soltandome un sopapo en la cara.
– Y tu la polla dura con todo lo que te estoy contando- Le dije mientras le agarraba el paquete.
– Quita marica. Joder es que me cuentas estas cosas y me haría una paja ahora mismo.
– Vemos una porno y nos la cascamos.
– Si tio que estoy a cien. – Me dijo Gabi miestras ya se estaba bajando los pantalones
– La de la tía que se la follan dos tios o la de Chicholina que se mete un platano por el coño?
– La que folla con dos. A ver si compras alguna más y amplias repertorio. Yo no puedo que no tengo edad.
– A ver si te crees que con diez y ocho se te pasa la verguenza al ir al videoclub.
– Venga ponla y vamos a pajearnos. A ver quien gana.
– Yo como siempre.
Nos gustaba coger unos vasos y echar todo el semen para ver quien lo llenaba más. Siempre lo hacia yo que era el mayor pues el hacía un año que empezó ha tirar lefa. Gabi era muy competitivo. O a ver quien tiraba la corrida mas fuerte.
Ya con los diez y nueve años, había terminado el primer cuatrimestre de segundo de carrera. Era Febrero y hacía un frio que pelaba. Ese fin de semana me quedé en casa y llamé a mi primo Gabi para que viniera a la mia.
– Primete, vente para mi casa que he sacado una pelicula y te invito a una pizzas.
– Vale Raúl. Asi veo a los tios que desde que estás fuera estudiando… y luego me tiran chinas de que no los visito.
– Pero Gabi, eres un despiste, mis padres están con los tuyos en la boda esa de unos amigos en Madrid.
– Jajajaja no cambio. Es verdad.
Gabi vino a mi casa con el chandal todo sudado. Venía de jugar al baloncesto, que no sé que jugaría porque es un patoso con las esferas como yo.
– Hola primete- Dije dandole un beso. Dejate de baloncesto y mañana nos vamos con las bicis a dar una vuelta.
– La peña la he dejado. Desde que ya no vamos juntos…
– Son buena gente no lo dejes. Además me estas sacando barriguita.
Mi primo era de piel muy blanca, pelo castaño, ojos verdes como yo, es lo único en lo que nos parecemos. Con los estudios había dejado el deporte y había engordado un poco.
– Metete en la ducha y cenamos mientras vemos la pelicula. Hueles a zorro!. Voy a poner las Pizzas al horno.
– Vale, acompañame a la ducha y hablamos.
Metí las Pizzas y fui para el baño. Él estaba desnudandose para entrar en la ducha y yo me senté en el retrete.
– Joder Gabi que culo estas echando y encima más blanco que la pared. Mañana vamos con las bicis si o si.
Se giró y me tiró un pedo en toda la cara riendose a carcajadas.
– Guarro! Le dije dandole un azotazo. Le encanche su polla y se la estire obligandolo a agarcharse.
– Suelta cabrón! Jajajaja que me la vas a arrancar.
– Así te crece.
– Ya la tengo mas grande Raúl.
– Venga que te la voy a medir. Traigo el metro.
Fui al costurero y le medí el rabo desde la base del pubis hasta el pellejo.
– Joder tienes mucho pellejo estos centimetros no valen jajajajja. En estado relajado te mide nueve centimetros.
– Luego me crece mucho.
– A mi me pasa al contrario. – Dije. Me saqúe la polla y medí la mía. yo estoy cincuncidado – Trece centimetros en blanda.
– Y dura?
– Unos diez y siete centímetros.
– Raul ya no te ha crecido más jajajajja pero que gorda la tienes, la mia es un palo. Y que huevos mas gordos y colgando. Cuando seas abuelo te van a llegar al suelo jajajaj.
– Que capullo!. Como no te engorde las tías no te la van a sentir. Duchate.
– Si pero ahora me empalmo y me la mides ya veras como la tengo.
Se metio en la ducha y yo me volví a sentar en el retrete. Estuvimos hablando de los estudios y de a que hora salir mañana con las bicis.
– Y que Raúl ? Sigues con Andrea tu compañera de clase.
– Si
– Está buena, un poco regordeta pero al menos tendrá las tetas grandes – Me dijo abriendo la cortina y señalandose su pecho de forma lasciva.
– Pues si, las tiene y folla de puta madre. Es muy lista y saca unas notazas. Me ayuda mucho.
– Claro, y tu le compenesas a base de polvos.
– Jajajaja, siempre que podemos. En la cama es muy divertida. Le gusta probar muchas cosas. Y lo bueno, que es multiorgasmica y en seguida se corre.
– Raúl eso te viene bien para tu eyaculación precoz jajajajaj.
– Yo no tengo eso subnormal. Pero ya me gustaría tener varios orgasmos como ellas.
– Nene, me cuentas eso y ya la tengo dura. Mídeme la polla ahora.
Me levante del retrete y aparté la cortina con el metro en la mano. El muy hijo de puto apuntó con la ducha y me llenó enterito de agua.
– Serás hijo de puta! Me has calado entero. – Le dije pegandole un golpe fuerte a su polla empalmada mientras el se descojonaba. Me desnudé entero dejando la ropa en el suelo.
– Voy a apagar el horno que se nos pegan las pizzas gilipolllas. Hacerle esto a tu primo mayor. – Iba gritandole por el pasillo.
– No te cabrees.
– Ahora me ducho yo tambien. Voy! Hazme sitio en el plato.
– Eso. Y asi me la mides.
– Que pesado. Si has perdido la erección
– Dime algo guarro con tu novia y me empalmo de nuevo.
– Sabes lo que le gusta? Es la primera que me deja follarla por el culo cuando esta muy cachonda. Uff lo tiene tan apretadito. Me encanta darle fuerte.
– No le duele.
– A ver, que tu eres un bestia. Eso no es meter a la primera. Se juega con los dedos un poco, lubricas, metes la puntita…
– Y luego das un empujón hasta el fondo y la revientas jajajaj!
– Qué burro eres!
– Burro ya me tienes, midela ahora.
– Pues entre catorce y quince.
– Lo dejamos en quince primo, uno menos que mi edad. A ver si me hecho novia yo.
– Lo primero que tienes que hacer es depilarte esos huevos llenos de pelos que parece una selva. Asi ninguna tia se va acercar.
– No sé no lo he hecho nunca.
– Espera Gabi que voy a por una cuchilla.
Salí de la ducha y agarre una cuchilla de afeitar y espuma.
– Echate la espuma tu por todo los huevos y en la base del pene. No entiendo como tienes tanto pelo ahí con lo lampiño que eres en el resto del cuerpo. Si solo tienes pelo aquí y en las axílas.
– Pues tú, depilate ese culo gordo de pelos feo.
– Si pero yo lo mantengo duro de la bici culo blando.
Se echó la espuma y aún mantenía media erección en la polla.
– Voy a depilarte yo para enseñarte pero luego ya lo mantienes tú. Además seguro que seguiras afeitandote porque los primeros pelos cortos siempre pican hasta que son mas largos.
– No me cortes.
Le acarre por la punta de la chorra estirandola hacia arriba y empecé a depilar desde la base del pene y los huevos. Seguí por los lados. El observaba serio y con atención.
– Gabi te estas empalmando.
– Joder primo. Me estas tocando la polla y llevandomela de un lado a otro. Además si tu también estás empalmado. A que te gusto?
– Dos mierdas me vas a gustar.
– Pues te va reventar de dura. Joder se te pone más gorda que mi muñeca. Vaya revienta coños tienes. Normal que tu compi tenga multiorgasmos.
– Calla bobo.
No le podía confesar que en realidad la situación me estaba empezando a dar mucho morbo. El desconocia que también me fijaba en los tios y que no me importaría tener sexo con ellos. Salvo por las pajas que nos habíamos hecho juntos nunca había mirado a mi primo con pretensiones sexuales. Pero ahora, teniendo él el cuerpo más hecho, no podía evitar tener pensamientos obscenos. Tenía la polla de mi primo muy pegada a mi cara y poco faltaba para que me la metiese entera en mi boca. Pude aguantarme las ganas.
– Ya está. Mirate al espejo ahora cuando salgas.
El salió de la ducha y se miró al espejo mientras yo me terminaba de duchar.
– Joder! ahora depilado me mide veinte centimetros jajajajja!
– Que obsesión Gabi. Te recomiendo que con una tia no mires tanto el tamaño y más te vale saber hacer y tocar.
Salimos del cuarto de baño y volvimos a encender el horno. Terminamos de hacer la cena y nos fuimos al salón para poner la pelicula. No recuerdo cual fué pero si que no era muy buena. Estuvimos más hablando de viejos compañeros del instituto y de los profesores. Le conté que yo me había comprado una bicicleta nueva y de los nuevos cambios en el manillar y no como los antiguos en la parte baja del cuadro.
Serían las doce de la madrugada y los dos estabamos en el sofá viendo la tele un tanto aburridos. Mi primo Gabi me vio como estiraba la espalda varias veces y ya me preguntó.
– Tio me estas poniendo nervioso. No paras de morverte en el sofá.
– Me duele la espalda. Es de la tensión con tantos exámenes.
– Estas echo un abuelo.
– Me tengo que echar una crema calmante. Me la podrias echar tú y así me haces un masaje. Antes nos gustaba hacernos masajes y así recuperamos viejos habitos.
– Si pero si luego me haces tu también que veo que te lo hago yo y con la excusa de tu dolor de espalda yo me quedo sin masaje.
– Vale.
Fui a por la crema y cuando volví me quité la parte de arriba del pijama. Traje también una toalla para ponerla en el sofá y asi tumbarme boca a abajo en el sofa. Gabí se sentó sobre mis nalgas y empezó a untarme la espalda de crema.
– Donde te duele más?
– Por el centro. Cervicales y entre los homoplatos.
– Vale.
Me masajeaba suavemente y yo estaba muy relajado. Sus manos estaban calientes y el tacto era muy placentero. Pasado unos diez minutos sentí que mi polla estaba siendo aplastada entre el el sofa y mi propio cuerpo. No ayudaba el peso de mi primo sentado sobre mis nalgas. Estaba teniendo una erección y cada vez era más incomodo. Yo intentaba elevar mi pelvis en intentar recolocar mi polla y huevos, pero…
– Joder Raúl! Para de moverte.
– Tengo los huevos mal colocados.
– Pues arreglatelos venga. Cinco minutos más y me toca.
– Vale
Siguio masajeandome y yo intentaba concentrarme en cosas banales para bajar esa erección o al levantarme, se iba a notar y no quería que mi primo me volviese a ver cachondo como en la ducha.
– Ahora me toca a mi. – Me dijo mientras se levantaba y se iba quitando la parte de arriba de su pijama. Yo me di la vuelta y me levante habiendo conseguido que mi polla solo estuviese morcillona.
El se tumbo boca abajo y yo fui al baño a por aceite hidratante para masajearle a él. Aprovechando, eche una meada y me fije que tenía la polla chorreando de liquido preseminal. Uff voy a poner perdido el pantalón del pijama y se me va a notar, pensé. Me limpié la polla con papel higienico y fuí para el salón. Gabi estaba tumbado y el pantalón se lo había bajado un poco más para facilitar el masaje. Se le veía el principio de su blanco culo y…
– No me pones las cosas fáciles primo- Dije echandome aceite en las manos
– Que dices? Estoy bien puesto.
– Nada no me hagas caso.
El no se daba cuenta pero cada vez la situación me estaba poniendo más caliente. No me senté sobre su culo como hizo él y lo hice sobre la orilla del sofá. Empecé a masajearle los hombros y el cuello bajando poco a poco a diferentes partes de su espalda. Parece que los malos pensamientos me fueron desapareciendo con los minutos.
– Raul, además de la espalda hazme también las piernas que me duelen de estirarme en el baloncesto. – Me dijo mientras se bajaba el pantalón del pijama y terminaba de quitarselo con la ayuda de los pies.
– Vaaaale. – Dije aparentando resignación. En realidad estaba encantado. Tenía frente a mí a aquel adolescente todo desnudo. Un cuerpo inocente y blanco, con un culo redondo y respingón. La piel era lisa y sin un solo pelo salvo el que asomaba bajo sus axílas al tener los brazos en cruz para apoyar la cabeza. Comp yo, sí tenía los muslos anchos y fuertes y los gemelos definidos.
Inicié mi masaje de las piernas empezando por los tobillos, subiendo por los gemelos, muslos hasta llegar al inicio de sus nalgas. Realicé la operación varias veces y en una de esas mis manos subieron un poquito más hacía sus nalgas si llegar a tocarlas enteras. El suspiró levemente. Aquel suspiro me hizo pensar que quizás el estaba receptivo y que podría arriesgar más. Tenía miedo de que aquello no le gustase. Volvía a subir desde los tobillos pasando por todas sus piernas con mis manos y finalmente llegué a su cintura a través de sus nalgas.
– Joder Raul que bueno. Tienes que provarlo. Da mucho gusto.
Lo que me dijo fué su consentimiento para seguir disfrutando de esas nalgas. Mis manos cruzaban sus muslos abriendolos en cada pasada, tanto que podía ver su escroto entre sus piernas. Repetía la operacion pero ahora forzando sus nalgas a abrirse en cada pasada y mostrandome su ano blanco y cerrado.
Yo tenía la polla que me iba a reventar y el pantalón manchado de precum. El gemía y suspiraba muy suavemente.
– Primo sigue así. Me encanta como lo haces.
Podría arriesgarme más? Estaba decidido. En una nueva pasada mis dedos se acercaron a su ano rozandolo y extendiendo en aceite en la entrada. Intercalaba masajes en su espalda y muslos con nuevas pasadas en su culo y su ojete cada vez mas evidentes. Gabi continuaba suspirando, y a cada pasada elevaba su culo para facilitarme el acceso a su ano.
No me lo podía creer. Pareciera que él también estaba comodo y cachondo con la situación. Seguí arriesgando y bajé mis dedos en por el interior de la raja de su culo para llegar a su escroto y cuando volví a subir desde su escroto…
A ver si te gusta esto Gabi?- Dije mientras le metia del dedo indice por el culo hasta el fondo. El apretó el culo gimiendo y se dió la vuelta.
– Raúl me has violado cabrón.
– No te a gustado? Mira como tienes la polla. Yo creo que si.
– Pues mira la tuya. Tienes los pantalones mojados. Así es como preparas a tu novia para darle por culo?
– Es una manera quieres probar?
– Si no me duele. Haber sigue jugando con mi culo.
Se volvió a dar la vuelta. Yo me quité totalmente el pantalón. Volvi a echarme aceite en la mano y la puse sobre la espalda. Bajé a su culo extendiendo el aceite buscando su ano y metiendo el dedo de nuevo. Lo dejé dentro haciendo circulos y girandolo. El gemía
– Intento con dos, vale? – Dije mientras me acariciaba la polla. El no contesto pero lo interpreté como un sí. Metí los dos dedos y el gimió un poco mas fuerte.
– Me has hecho un poco de daño pero sigue.
Jugué con mis dos dedos en su culo metiendolos y sacandolos. A veces uno y a veces los dos. Le dije que se diera la vuelta y que separase las piernas. Una la puso sobre el respaldo del sofá y la otra caía fuera del sofa. Su polla estaba tiesa y si que parecía más grande con los huevos depilados. Se empezó a masturbar mientras yo le metía los dedos. Yo le aparte las manos y …
– Yo lo hago quedate quieto.
Con una mano le cogí su polla y con la otra jugaba con su culo. No le hacía la tipica paja. Descapullaba su polla y acariciaba su prepucio y glande.
– Gabi, te voy a follar.
– No tio la tienes muy gorda.
– No te dolera te lo prometo.
– Me da miedo. Echate aceite.
– Mejor, por que no me la chupas.
Dudo por un momento pero cuando vi que se incorporaba yo me sente en el sofa y abrí mis piernas. La inexperiencia se notaba. No sabía por donde empezar.
Agarro mi polla y empezó a dar lametones.
– Abre la boca Gabi.
Abrio le metí la punta.
– Echa saliba y estiendela metiendola y sacandola.
Lo hizo, con los minutos fue ganando experiencia y cada vez tragaba más polla.
– Estoy notando tu liquido preseminal, es dulce.
– No lo tragues usalo y estiende. Comeme también las pelotas.
Así estubimos un rato jugando con mi pene hasta que le dije que subiera a la mesa boca arriba. Lleve su culo a la orilla y puse sus piernas apoyadas sobre los hombros.
– Raúl si no puedo lo dejamos.
– Siiiii tranquilo.
Su temor no hacía más que ponerme más cachondo. Acerqué mi polla a su ano y pasé mi punta acariciandolo de arriba abajo mientras le tocaba la polla a él.
Parecía que se relajaba un poco así que decidí meter la punta.
– Aaaaah joder Raul! Saca, saca, no puedo.
– Si puedes. Pueden las tias.
Volví a meter solo la punta y parece que esta vez entraba mejor. Su ano estaba bien lubricado. Fui metiendo poco a poco…
– Joder joder joder como lo siento, como me rellenas primo.
Metí todo mi nabo hasta que mis pelotas tocaron su perineo. Le agarré de las caderas y empecé a follarle poco a poco. El gemía entre dolor y placer. Estuve más tranquilo cuando vi que empezaba a tocarse su polla para masturbarse también. Asi estuvimos un buen rato.
– Raul cuando te vas a correr, yo estoy a punto.
– Gabi aguanta aun me queda, estoy disfrutando.
– Retiro lo de eyaculador precoz que te dije en el baño.
– Jajajaj pues no me queda a mi.
Empecé a follarlo cada vez más fuerte chocando mi pelvis contra sus nalgas y mis pelotas contra su perineo. Uuuuf estaba disfrutando con el culo de mi primo más que con el de mi novia.
Saqué mi polla y me corrí sobre su polla echando leche que le salpicó hasta llegar a su cara.
– Primo y yo que. Me has destrozado el culo y no me he corrido.
– Tranquilo. Sientate en sofá.
Agarré su polla empamada de mi lefa y me la tragje entera. El chupe el nabo como nunca una tía se lo chuparia en su vida. El estaba super caliente y no tardó en expulsar su semen llenandome la boca. A pesar de correrse, le seguí chupando consciente de que te provoca un placer y escozor extremo en el capullo. Cuando terminé abrí la boca y le enseñé toda su lefa escojonandome.
– Que vicio tienes primo.
– Gabi me has desvirgado. Eres mi primer tio.
– Y el último? No lo sé. . Dije llevandome el dedo indice a los labios como el que avisa de SILENCIO ES UN SECRETO.