Suegra y yerno trabajan juntos y eso los lleva a un motel haciendo cosas prohibidas
Cuando conocí a mi suegra, no congeniamos para nada, al contrario. Yo tengo un carácter muy fuerte, al igual que ella y siempre terminábamos discutiendo por una u otra cosa. Le digo suegra no por estar casado con su hija, pero si una relación de varios años, ella vive con sus padres. Pero con el paso del tiempo, nos fuimos amoldando uno al otro, en muchas cosas pensábamos iguales y a las finales terminamos soportándonos. Me daba risa mi suegro, el es un hombre muy alto, grande, robusto y mi suegra con suerte pasó el metro y medio. Es muy baja, pero no lo dice con su carácter. A su marido lo mandaba como si fuera su hijo y sus dos hijas que salieron más altas que ellas también. Con mi suegro no teníamos problemas, el viejo era un completo dominado por su mujer, no opinaba nada.
Pasó el tiempo, hasta que un día, estábamos conversando entre todos en casa de mis suegros, de cómo ganar más dinero, de hacer un negocio etc. y comenté una idea que tenía hace tiempo en mi mente que era vender ropa usada. En la capital se vendían fardos de ropa usada, que venían del extranjero, de muy buen nivel y a precios muy económicos. No lo había hecho, porque no tenía un lugar o el carácter para vender, pero mi suegra, que se mostró muy interesada, me dijo que ella se podía encargar de venderlas y así fuimos conversando y decidimos probar con una venta a ver cómo nos iba.
Viajamos a la capital, compramos unos fardos y mi suegra, las vendió rápidamente, generándonos unos buenos ingresos. El negocio funcionaba de maravilla y así comenzamos a viajar seguido a la capital a comprar. Entre tanto viaje y contacto entre los dos, comenzamos a conocernos mejor y realmente éramos muy parecidos. A mí me gustaba su forma de ser, tan decidida, tan directa, una persona que si tenía algo que decirte , te lo decía de frente , sin colocar excusas. Aparte era sencilla , su forma de vestir , me ayudaba cargar los fardos , cosa que otra mujer no hubiese hecho, prefería que almorzáramos en una fuente de soda , donde servían unos sándwich muy buenos y baratos , acompañados de un shop de un litro para cada uno. Siempre me llamó la atención que fuese tan buena para la cerveza. Físicamente no me atraía mucho. Mi suegra es fea , para que andamos con cosas , muy baja de estatura, muy baja , me llega a la mitad de mi pecho. Siempre le hacía bromas por su estatura. No es atractiva de rostro, para nada, pelo corto , negro, de tez morena, eso si, tetona a más no poder , tiene una tetas monstruosas, aparte es muy culona, tiene un culo más que prominente, que mas de alguna vez miré con otros ojos.
Fue justo en uno de esos viajes, donde estábamos en la misma fuente de soda, ya habíamos comido y estábamos terminándonos el shop, fumándonos un cigarro, cuando pasa una de las meseras del local, con una falda corta y un culo espectacular. Obviamente se me fue la mirada y mi suegra se percató de eso, diciéndome que era un fresco, pero nada serio, si no como broma. Yo le dije que en mirar no hay engaño, se rio y me dijo que tenía razón. Comenzamos hablar de nuestras relaciones, hasta que me pregunta si alguna vez le había sido infiel a su hija. Me reí diciéndole que no podía confesarle eso a ella, pero me dijo que confiara en ella, que era muy reservada, muy discreta que en ningún caso le contaría nunca a ella, ni a nadie , que podía estar seguro de eso. Animado por la conversación y la cerveza , le dije que sí , que había caído en tentación alguna vez por ahí , pero algo casual nada mas y sorpresivamente me dijo que estaba bien que lo fuera , que tenía que disfrutar mi vida , que era joven, que tenía que aprovechar y ahí sobre la misma , me animé a hacerle la misma pregunta , si ella alguna vez le había sido infiel a mi suegro.
Se rió y tomando un largo trago, obligándome a jurarle mi más absoluto secreto, me confesó que sí. Que una vez se le presentó la oportunidad hace años, que estaba aburrida de la monotonía de su matrimonio, la había tomado, claro está que ella amaba a su esposo, pero algo nuevo, con una persona discreta, solo sexo involucrado, sin sentimientos incluidos, sabiendo que nunca se enteraría, que había sido espectacular. La conversación me tenía caliente, pensando en que quizás mi suegra me estaba tirando los cortes. Notaba su mirada distinta, su tono de voz incluso como que estaba coqueteando conmigo. Pedí otro Shop, me recordó que tenía que manejar y le dije que solo uno, que si habíamos compartidos esos secretos tan íntimos, perfectamente podríamos compartir un shop.
Seguimos platicando, fumando, compartiendo el shop, sin salirnos del tema. Ya con su mirada fija en mi, más insinuante. A esa altura, pensando en la fantasia de todo hombre de acostarse con la suegra, ya se me iban solo los ojos a sus enromes tetas, que me tenían más que caliente. Yo creo que a ambos ya sabíamos lo que iba a pasar.
Terminamos ese Shop , le pregunté si quería que pidiera otro y me dijo muy seria , que si quería embriagarla para llevarla a un motel, que no era necesario, que era mejor ir lucida, mirándome directo a los ojos. Me quedé helado, no esperaba que fuese tan directa, sin saber que responderle, cuando me pregunta – ¿ o no es eso acaso lo que quieres? . Quede descolocado, y lo único que se me salió fue – me encantaría – .
Me dijo directamente que ambos sabíamos que estábamos pensando y que si éramos muy discretos, podíamos pasar un rato espectacular, sin hacerle daño a nadie, que para que alargar mas el tema , que ella estaba muy interesada en conocerme mucho mejor, mirándome con unos ojos de caliente que ya me comía. No dije nada mas, pague la cuenta y nos fuimos rápidamente, directo a un motel que estaba saliendo a la carretera. En el trayecto, me hizo prometer que nunca, por ningún motivo, le diría esto a nadie, incluso si llegaba a terminar con su hija, que tenía que ser bien hombre en eso, que ella era la que más se estaba exponiendo y obviamente se lo prometí
Entramos, la habitación tenía 2 grandes espejos a cada lado de la cama, ella caminaba por el cuarto, se reía, me decía que se sentiría un poco cohibida con esos espejos, que ya su cuerpo no era el de antes, mientras yo sentado en la cama, la veía como una presa , deseando ya en tener esas enormes tetas en mi boca, un sueño. Se sentó a mi lado, nos recostamos y comenzamos a tocarnos por sobre la ropa, sin besarnos, solo mirándonos directo a los ojos. Le desabroche el pantalón y baje su cierre, le metí la mano, la comencé a masturbar por sobre el calzón, le encantó. Ella hizo lo mismo, me metió la mano y me la agarró, pero sin sacármela. Era extraño para ambos estar en esa situación, pero ya estábamos ahí. Le sobé las tetas por sobre la tela, diciéndole que eso era lo que más me atraía de ella. Me bajó un poco los pantalones, me sacó la verga y se doblo para metérsela en la boca, diciéndome que eso era lo que ella quería hacer hace rato, dándome una mamada suave, deliciosa.
Mientras ella la chupaba, yo estiraba mi mano agarrándole todo el culo. Le metí la mano por dentro del pantalón, pero entraba muy apretada. Traté de bajarle los pantalones, pero era una misión imposible, su tremendo culo era una enorme barrera para poder hacerlo. Me dijo que no podría, que mejor ella se los sacaría, se paró a su lado y comenzó a bajárselos. Yo aproveche para sacarme los míos, mientras mi suegra quedaba con sostenes y calzones. Ver sus tetas así, era increíble , solo con un enorme sostén de color blanco, para nada sensual, que cobijaba y retenía apenas sus espectaculares pechos. Ambos en ropa interior volvimos a acostarnos, masturbándonos ahora fuertemente. Le metí la mano dentro del calzón, tenía la concha muy peluda y mojada. Le pasaba toda la mano y ella se retorcía de placer, apretándomelo más fuertemente.
Me zambullí entre esas tetas que me cautivaban, apretándoselas y besándoselas por sobre la tela. Mi novia es tetona, bien tetona, pero nada comparado con su madre, fácilmente era el doble de las de ella. Llevé mis manos a su espalda y con solo una mano, desabroché su sostén. Como resortes salieron disparadas, dos tetas de un tamaño realmente descomunal, enormes, exquisitas, redondas, grandes, de pezones oscuros muy marcados las que agarré y llevé a mi boca, chupándoselas fuertemente, trastornado con semejantes pechos. No podía creer estar ahí chupándole las tetas a mi suegra, necesitaba ambas manos para agarrar solo una, era un sueño. Extasiado con esos pechos chupaba y chupaba como si el mundo se me fuese acabar. Ella misma se desprendió de su última prenda, quedando completamente desnuda y luego me sacó la mía. Ambos desnudos, rodamos por la cama , mi suegra se monto sobre mí, colocándomelas en la cara, ordenándome que se las chupara , mientras se restregaba contra mi verga.
En esa posición, le agarré su enorme culo, separándole las nalgas mi verga busco su sexo y apenas lo encontró se la metí por completa, sacándole alaridos de gusto. Mi suegra comenzó a cabalgarme enajenada, gozaba como loca con mi verga dentro suyo, moviéndose de adelante hacia atrás frenéticamente.
Como gemía la vieja, que ganas de verga tenia acumulada, se incorporaba por completo, se agarraba las tetas dándome un fabuloso espectáculo. Me decía que la tenia deliciosa, que la estaba gozando como una puta mientras yo agarrado a sus nalgas, veía el rostro arrugado de mi suegra mirando al techo rebotando sobre mí. A ratos me acercaba las tetas a la cara, moviéndolas de lado a lado , haciendo que sus tetas me chocaran el rostro.
La bajé un rato, me arrodille al lado de su cara , le pasé mi verga para que me la chupara , mientras me entretenía jugando con sus tetas , que caían irremediablemente hacia los lados. Me encantaba como lo chupaba, lo hacía con tantas ganas, con tanta dedicación. Me chupaba las bolas, se las metía por completo a su boca, se lo restregaba contra su cara y volvía a chuparlo con mayo ahincó, haciendo que sonara cada vez que lo sacaba.
La coloqué de boca, dejando su enorme, suculento y apetitoso culo completamente para mí. Era tremendo, cada nalga que se gastaba mi suegra, colosales, muy ricas, ni muy duras ni muy blandas. Me monté sobre ella y empecé a penetrarla con fuerza, pero eran tan abultadas sus nalgas que no conseguía entrar mucho. La hice colocarse en cuatro patas, pero no me entendió, se bajo de la cama, apoyando su gordo cuerpo en 90º sobre la cama otorgándome su hermoso culo. Se lo manosee por completo, cada centímetro fue recorrido por mis manos , restregándome contra él , abriéndole los cachetes, viendo su ojete levemente peludo No me contuve y se lo empecé a chupar , morder a apretar , ella me lo restregaba en la cara, diciéndome que le encantaba lo que le estaba haciendo. Con mi cara sumergida entre sus carnes, le comencé a pasar la lengua por el ano , haciéndola estremecer diciéndome que rico que yo era muy caliente y que eso le fascinaba de un hombre, que le hiciera todo lo que quisiera , que ella también así.
Luego de saciarme de hacerle sexo oral al culo de mi suegra , me incorporé y bruscamente se la metí hasta el fondo, sacándole gritos de placer , dándole con furia, sintiendo el sonido que hacia mi cuerpo contra semejantes nalgas. Aferrado a sus anchas caderas, con alevosía se la metía una y otra vez , bufando detrás de ella, diciéndole que estaba rica , tratándola de caliente , de puta , diciéndole de todo , que me encantaban sus nalgas, que me gustaba verla con el culo levantado y mi verga entrando en su cuerpo . Ella al escucharme decirle todas esas cosas, mas se calentaba, jadeando me respondía que todo su culo era mío, que le diera con fuerza, que la dejara adolorida, que quería sentirme por completo, que se la metiera fuerte hasta el fondo , que después me la chuparía hasta hacerme acabar en su boca y que se tragaría los mocos de su yerno.
Realmente me sorprendí con mi suegra, jamás se me ocurrió que pudiese ser tan fogosa la vieja caliente. Le daba con todo y me pedía mas y mas.
La hice levantarse y la apoye contra el gran espejo de la pared, le dije que quería ver sus tetas mientras me la cogía por detrás. Ella apoyada sobre el vidrio, echaba el culo hacia atrás con la boca abierta, gozando como loca, mientras sus enormes tetas colgaban, golpeándose entre ellas. Me encantó ver su rostro de placer mientras me la cogía , viéndome a mi miso agarrándole las tetas por detrás. Deje de cogérmela y me coloque a su lado. Ambos mirándonos en el espejo, mirando nuestros cuerpos desnudos, ella masturbándome y yo agarrándole el culo. Le metí un dedo en el ano, preguntándole si me iba a dejar metérselo por ahí, respondiéndome que ni lo dudara.
La lleve a la cama , la senté al borde de esta , luego la empujé hacia atrás , le abrí las piernas , dejándole su peludo sexo completamente expuesto. Se lo mire y toque con dedicación. Ella misma se lo tocaba y se lo abría pidiéndome lengua. No la hice esperar mas , arrodillado en el piso me dedique a comerle la concha, esmerándome en hacer mi mejor trabajo. MI suegra se reía jadeando diciéndome que se sentía en el cielo, – ¡Chupe yernito! , ¡chúpele la zorra a su suegra!, ¡que rica lengüita que tiene! – , me decía, se contorsionaba de placer.
Le hice un trabajo oral profesional, no solamente en su concha, si no que bajando hasta su ano , metiéndole la lengua lo más adentro posible, escupiéndoselo para dejárselo bien mojado. Luego volvía a su concha, mientras le metía un dedo en su ano, preparando el terreno. La tome de las piernas, se las puse sobre mis hombros y la volví a penetrar con todo. Cuando la tenía bien caliente, se lo sacó y se la coloco a la entrada de su ano, ejerciendo una pequeña presión – Dame un segundo – me dijo – ¡Despacio para que me acostumbre, la tienes muy grande! – . Comenzó a dilatar su ano, esforzándose en que le entrara. Vi su rostro más arrugado, se quejaba un poco de dolor, pero mi verga iba entrando irremediablemente en el culo de mi suegra, hasta que ejerciendo un poco más de presión, conseguí meterle casi la mitad. Unos suaves mete y saca, y el ano de mi suegra se fue abriendo, dándome pasó para llegar hasta el fondo. Ya al poco rato mi verga entraba sin contemplación en el culo de mi suegra la que gritaba de placer, diciéndome como la hacía gozar con mi verga en su ano. Por lejos mi suegra culiaba mejor que su hija, sin duda . Era un verdadero espectáculo ver a mi suegra coger, que mujer más caliente, sus tetas cayendo hacia los lados, mientras ella se agarraba las nalgas y se las abría hacia los lados , su cara de caliente, o abriéndose la concha , tocándosela , mientras yo se la clavaba por el culo. Se tomaba las tetas, se las chupaba ella misma, una verdadera actriz porno, sin contar todas las cosas obscenas que me decía.
En tremendo espectáculo que mi suegra me daba, gemidos y jadeos, comenzó a masturbarse muy rápido avisándome entre gritos que iba a acabar. Lanzando verdaderos alaridos de placer, retorciéndose de gusto, no aguantó más y se le salió un pequeño chorro de orina, luego aguantó sus quejidos unos segundos, quedó en silencio y alcanzó un monstruoso orgasmo, lanzó un tremendo aullido , comenzó a gritar como si la estuviese matando, acabando escandalosamente, saliéndole uno, otro y otro chorro de orina que chocaban en mi vientre, retorciéndose de placer. Con más ímpetu la penetraba con furia y los chorros de orina seguían saliendo dejándonos mojados a los dos. Si o si tuve que sacársela rápidamente , porque ya no aguantaba más, me subí a la cama , se la coloqué en la boca , la agarré de la cabeza y comencé a follarla por la boca , descargando mi semen ahí, también con escándalo, ordenándole que se los tragara, mientras ella con las piernas completamente abiertas , con una mano me agarraba la verga, chupando y tragando desesperadamente y con la otra metiéndose cuatro dedos en su empapada zorra.
Fue una cogida realmente espectacular, deliciosa, me dejó más que satisfecho. Quede rendido en la cama, mientras ella aun con su mano entre sus piernas, se tocaba suavemente diciéndome que la había hecho llegar al cielo.
Exhausto , ya con mi verga flácida, igual le chupaba las tetas , confesándole que me tenían locos sus pechos , que eran enormes , deliciosos , y ella riéndose , me decía que eran míos cuando quisiera , que le encantaba que se las chuparan , que había sido todo un semental, que la había dejado más que satisfecha y que su hija tenía mucha suerte de poder coger conmigo cuando quisiera.
Pedimos unas cervezas a la habitación, nos fumamos unos cigarros desnudos en la cama, esperando recuperarme, porque si o si me la volvería a coger. Sin ningún tapujo mi suegra acostada en la cama, con todas sus presas al aire, conversaba como si fuese lo más natural que estuviésemos ahí, incluso se levantó y fue al baño a evacuar, diciéndome que le había dado tan fuerte por detrás , que le había relajado el cuerpo , que a ella le costaba ir al baño y aprovecharía. Como si fuera nada fuera de lo común, se levantó de la cama y se paseó delante de mí completamente desnuda. Se encerró ahí como 10 minutos, luego sentí la ducha y volvió a acostarse a mi lado, diciéndome que el agua estaba exquisita, pero que no entrara ahora, que había quedado muy hediondo.
Me dio risa su espontaneidad, me dijo que venía limpiecita por si quería ocuparla de nuevo. Se acostó de boca en la cama, entre mis piernas, dándome suaves besos en mi flácida verga. Le dije que me había encantado coger con ella, que me gustaba una mujer tan segura de sí misma, que te hace saber lo que quiere, que sea ella misma en la cama. Mientras me masturbaba y me la chupaba suavemente , me decía que yo ya la conocía como persona , que si tenía que decir algo , lo decía directamente y que en la cama , actuaba igual, que le encantaba el sexo fuerte y que yo había sido una verdadera sorpresa, que no se imagino que yo fuese tan caliente.
A todo esto mientras nos decíamos las cosas, ella jugaba con mi verga y logró que se me volviera a parar. Me la chupó por largo rato, pasándome su lengua entre las bolas y de sorpresa, bajó mas pasándome la lengua por el culo. Me encantó sentir eso y le dije que lo repitiera. Se dedico con ahincó hacerlo hasta que me dijo que me colocara de boca. Ahora me toco a mí entregar el culo, me abrió las nalgas y me empezó a dar un beso negro exquisito, nunca me lo había hecho, sentía su lengua jugando con mi ano dándome mucho placer. Casi le pedí que me metiera un dedo pequeño por ahí, pero a pesar de todo lo que habíamos hecho, me quedaban unas gotas de vergüenza.
Claro está que le devolví el favor, hicimos cambio de posiciones, no sin antes volver a deleitarme de sus mega tetas, algo que me tenía trastornado, se las chupe con fuerza, y ella sentada en la cama se las agarraba y me las ponía ella misma en la boca para que se las chupara, su buena paja rusa entre ella con chupada incluida , se llegaba a ver pequeña mi verga.
Luego le pido a mi suegra que se coloque de boca, siguiendo mis instrucciones, completamente acostada de boca, me tenia embelesado el cuerpo de mi suegra, ese enorme culo y sus tetas que se salían hacia los lados y le comí el culo degeneradamente un rato, para terminar acostándome sobre ella y metiéndosela un rato. Un giro de ambos y termine haciendo un 69 con mi suegra arriba mío, comiéndole la concha como enajenado, mientras ella hacía lo mismo con mi verga. Miraba hacia el lado, y veía en esa pose a mi suegra, ohh que exquisita, que ganas de verga tenía esa mujer. Le comía el culo, la zorra , le metía un dedo en el culo o 3 dedos en la concha y ella nada , ningún reproche , solo lo disfrutaba y se quejaba , pero de placer.
Comenzó a gritar más fuerte, advirtiéndome que se iba a correr. Ella sabía lo que le pasaba cuando lo hacía , quizás esperaba que yo cambiara de posición , pero estaba tan caliente , que no me importó, al contrario, con más énfasis se la comí , mi suegra se empezó a contorsionar, dejo de chupármela solo para gritar y tal como se suponía , sus chorros de orina comenzaron a salir de a poco , para terminar en unos tremendos que inundaron mi boca , tragándomelo extasiado, al mismo tiempo que ya sin poder contenerme , comencé a eyacular. Mi suegra se dio cuenta y aguantándose un poco los alaridos, comenzó a tragárselos directamente de donde emanaban.
Quedé todo mojado, pero completamente satisfecho. Ella quedó desparramada sobre mí, solo al rato rodó y quedó a mi lado, tratando de recuperar la respiración diciéndonos lo mucho que lo habíamos disfrutado.
Ya la hora había pasado, llevábamos mucho rato pecando, y duchándonos juntos, nos vestimos y emprendimos el viaje a nuestra querida ciudad. Quedamos de volver a repetirlo la próxima vez que viajáramos y un pacto solemne de que nadie podía enterarse , que aunque nos dieran ganas en nuestra ciudad nada podía pasar. La deje en su casa, apenas estuve unos minutos con mi novia, diciéndole que venía muy cansado por el viaje. Llegue a mi casa a tratar de sacarme el olor de mi suegra, que a pesar de haberme duchado, tenía impregnado el olor de su concha y su ano en mis dedos.