Sueño que soy la más puta de una orgía trans

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Siempre he sido una persona caliente, desde que era pequeño tenía algunos pensamientos y sueños bastante eróticos. Ahora ya a mis 23 años soy una putita bastante caliente, como podrán haberse percatado con mis anteriores relatos.

Lo que leerán a continuación no pasó realmente, al menos físicamente nunca sucedió. Mentalmente es lo más excitante que me ha ocurrido, con sólo recordarlo me pongo caliente con ganas de correrme y ser penetrada fuertemente.

Hace más o menos 3 o 4 semanas tuve un sueño erótico, como normalmente ocurre de vez en cuando. Pero para mí fue distinto en esta ocasión.

Fue un sueño demasiado real, fue como realmente haberlo vivido, además lo recuerdo con mucho detalle, rostros, olores, sensaciones, etc. Por eso me animé a escribirlo y compartirlo con ustedes.

Todo comienza cuando consigo un sugar daddy, un hombre de 45 años, alto, contextura normal, cabello negro con algunas canas, no usaba barba ni bigote. Vestido de traje muy formal. Un hombre de negocios, el cual tenía una fascinación por las chicas como yo.

Por mi parte, físicamente lucía igual que como soy realmente, salvo unas pequeñas tetas con unos pezones finos, pero en todo momento duros. La otra diferencia era mi pelo, tenía un cabello negro brillante y largo hasta el ombligo.

Mi sugar daddy se llamaba Sergio y yo debía llamarlo Don Sergio en todo momento. Yo era algo así como la esclava sexual de Don Sergio, vivía en un pequeño departamento que el me facilitaba además de una paga, con la cual yo vivía tranquilamente. A cambio de esto, yo debía estar siempre a su disposición, para hacer deberes, aseo y principalmente satisfacer sus deseos sexuales y a veces las de sus amigos.

Don Sergio me avisó temprano que ese día en la noche haría una junta con su “Club” (Así les llamaba a sus juntas con sus amigos amantes de los fetiches y las trans). Otros participantes también tenían relaciones como la mía con Don Sergio.

En fin, a las 20 horas pasaría a recogerme. Sólo me dijo lo siguiente antes de cortarme.

– “Te quiero bien puta, esta es tu noche”

Durante el resto del día me estuve preparando, depilándome completa, eligiendo la ropa, maquillajes, limpiándome por dentro y por fuera. Las ultimas horas pasé dilatando mi culito por si querían penetrarme apenas llegara.

5 minutos antes de las 20 horas, Don Sergio estaba en mi puerta para recogerme.

Me puse un plug en el ano de unos 10 cm de largo, pero bastante ancho. Encima me puse un colales diminuto color negro. Tacos altos también negros, y encima un vestido con escote y sin sostén, por lo que mis pezones se hacían presentes sin vergüenza alguna. El vestido a penas me cubría el culo. Tenías las uñas de manos y pies de un rojo muy fuerte, al igual que mis labios. Mi largo pelo se dividía en dos trenzas que me hacían parecer tierna según me dijo Don Sergio. Todo mi atuendo terminaba con unos aros de argolla dorados, anillos, pulseras y un collar del mismo color.

Durante los 40 minutos que duró el viaje en auto, Don Sergio no me permitió hablar, solamente me decía que hoy me iba a follar todo el “Club”, que debía complacerlos a todos y, que a pesar de que habría otras trans, la elegida de la noche había sido yo. Yo solamente asentía con un gesto de mi cabeza. Iba ardiendo por dentro, con ganas de que me quitaran el plug y lo cambiaran por muchas vergas.

Llegamos a una casa bastante grande, Don Sergio me presentó a otros 5 miembros del “Club” todos muy similares en edad y en aparecía a mi Sugar Daddy. Uno de ellos estaba acompañado por Nicole, una trans jovencita al igual que yo, con unas tetas mas grandes que las mías y un culo bastante definido. Vestía un bikini que no dejaba nada a la imaginación, sobre unos tacos igual de altos que los míos. Me saludo con un beso en la boca muy alegremente y se sentó al lado de su macho.

En la parte central del salón había una tarima cubierta con una alfombra roja muy suave, encima había 3 cosas. Una silla metálica, un sillón del mismo color de la alfombra y un caño hasta el techo.

Don Sergio saludó uno a uno a sus camaradas mientras me presentaba como Romina, su puta. Luego me llevo de la mano hasta la tarima, los demás miembros del “Club” se sentaron en sillones alrededor nuestro, seguido a esto Nicole se arrodillo y comenzó a hacerle una mamada a Don Esteban quien era su macho, mientras él tomaba whisky cómodamente.

Arriba de la tarima Don Sergio me quitó el vestido, dejando a la vista mis pequeñas tetas con mis pezones duros. Pude ver como Nicole daba a todos los presentes una buena mamada muy entusiasmada. Don Sergio me puso un collar de perro en el cuello, luego me quitó el colales y quede junto a él completamente desnuda sobre la tarima.

Me puse sobre el sillón levantando mi culo a los presentes y me retiré el plug lentamente emitiendo un gemido que fue imposible de reprimir. Luego me arrodillé y comencé a mamar con muchas ganas la gran verga de mi macho. Un rico pico de 18 a 20 cm, con un gran glande, algo curvo hacia la derecha y con una vena enorme que recorría todo el tronco de esa rica herramienta.

Don Sergio llamó a Nicole y le susurró algo al oído, ésta se fue y retornó en unos minutos con un plug similar al que yo traía, pero bastante más grande, de unos 20 cm de largo y el doble de ancho. Lo puso sobre la silla y volvió con las mamadas a los demás presentes.

Don Sergio me ordenó sentarme sobre el plug, de inmediato lo hice, aunque no fue fácil meterme ese enorme juguete. Cuando estuve completamente clavada en esa silla tuve una erección brutal, estaba ardiendo, quería ser culeada por todos y estaba decidida a entregarme completamente.

Mi macho se me acercó y amarro mis manos al respaldo de la silla, luego mis tobillos a cada una de las patas de la silla, mi cuerpo caliente contrastaba con el frío del metal. Esa sensación me ponía a mil.

Don Sergio hizo una seña, y los otros 5 miembros del “Club” se subieron a la tarima y rodearon la silla en la cual yo estaba amarrada. Don Esteban le hizo una seña a Nicole y ella sin dudar un segundo se arrodillo y comenzó a masturbarme y a hacerme sexo oral. A la vez los 6 hombres presentes tenían sus penes afuera y creciendo. Todos tenían buenas vergas similares en tamaño a la de Don Sergio. Uno a uno fueron pasando sus deliciosos penes por mi boca y luego mi garganta, recibía pellizcos en mis pezones y a Nicole que se devoraba mi pene con una mamada infernal.

No pasaron mas de 5 minutos hasta que tuve un orgasmo y me corrí en la boca de Nicole que muy sutilmente escupió mi leche sobre una copa y la dejo en una mesa. Cuando mi pene estuvo flácido, Nicole me puso una jaula de castidad transparente, la cerró con un candado y le entregó la llave a Don Sergio que estaba muy complacido a verme con esa jaula, amarrada, mamando verga y con un plug gigante que mantenía mi culo abierto.

Todos volvieron a los sillones menos Don Sergio y yo, que seguía amarrada. Rápidamente me liberó de las amarras y me invitó a bajar al sillón con ellos. Me costaba caminar con eso metido en el culo y Don Sergio me lo quitó, mi culo tomó aire, estaba dilatado, muy rojo y con hambre de ser culiada. Le dije a mi hombre al oído que por favor me follaran, que estaba ardiendo y me senté sobre su verga que entró sin problemas hasta el fondo. Me pegué a su cuerpo para sentirla mas adentro aún. Rápidamente los demás me rodearon y me ofrecieron nuevamente sus vergas para mamar.

Comencé a cabalgar sobre mi macho salvajemente, su pene entraba y salía sin ningún problema. Mi culo estaba completamente dilatado por lo que solamente sentía placer. Sentí como mi pene quiso pararse, pero la jaulita que me puso Nicole lo impidió, eso me generó mas placer aún ya que solo tenía mi culo para sentir placer.

Mientras yo saltaba sin parar sobre la verga de Don Sergio mamaba una y otra vez todas las otras vergas calientes que había a mi disposición, dos de ellos se corrieron abundantemente en mi cara dejándome impregnada la piel de su rico semen. Luego de que les limpié la verga se fueron con Nicole y volvieron con otro vaso de whisky y se sentaron en el sillón del frente para continuar viendo cómo me follaban.

Don Sergio se levantó y Don Esteban tomó su lugar, la verga de él era un poco más gruesa y comencé a saltar sobre ella muy entusiasmada. Otro de los presentes, Don Fernando sacó su verga de mi boca y la acomodó lentamente junto a la de Don Esteban y en un abrir y cerrar de ojos estaban ambos con sus penes perdidos dentro de mi culo.

Otro de los participantes del “Club” se corrió en mis tetas y se retiró a acompañar a los 2 que anteriormente me habían bañado con su leche.

Con dos vergas dentro mío yo gemía como una perra, de no haber tenido la jaula en mi pene sin dudas me hubiera corrido sin tocarme, me estaban follando salvajemente y yo sólo quería mas y mamaba muy gustosa el pico de mi macho, de mi Don Sergio.

Pasado unos minutos de tal abuso a mi culito Don Sergio me dijo que me pusiera en 4, levantando lo mas posible el culo y abriéndolo con mis manos. Rápidamente hice lo que mi amo me ordenaba.

Uno a uno, se corrieron adentro mío los 3 hombres que faltaban, primero Don Esteban, luego Don Fernando y al último Don Sergio, quien me dio unas nalgadas demasiado fuertes mientras se corría diciéndome que era mi premio por ser tan puta.

Rápidamente llego Nicole con la copa que tenía mi semen desde el inicio de la noche, se la pasó a Don Sergio, éste lo vertió sobre mi culito levantado y continuación me volvió a poner el Plug que yo traía puesto desde mi departamento dejando dentro mío las corridas de esos 3 machos y la mía.

Tenia las piernas cansadas, el culo destruido, me dolía por las nalgadas y me ardía por la brutal follada. Mi pene rogaba por salir de esa jaula y explotar y mi cuerpo pedía descanso.

Nos fuimos como 30 minutos después de terminada la orgía, Don Sergio no me permitió ni siquiera lavarme la cara, por lo que mi rostro y tetas tenían la leche seca de esos machos y adentro de mi culo aun tenía las 3 corridas y el plug haciendo de tapón para que no se saliera. Yo emanaba un olor a sexo, sudor y semen.

Me puse un abrigo sobre mi cuerpo desnudo y cansado y emprendimos el viaje de vuelta, donde Don Sergio me dejó en mi departamento completamente devastada después de aquella sesión de sexo. Me duché me quité el plug y bote toda la leche que traía adentro mío. Me quite la jaula, me masturbe, me corrí en menos de 2 minutos y me acosté.

Este sueño para mí fue más que eso, desperté ese día en mi cama lleno de semen, creo que ha sido una de mis corridas mas abundantes. Cada día que pasa recuerdo este sueño y no puedo evitar correrme pensando en que fue real.

Espero les haya gustado, lo escribí con el mayor detalle posible de lo que recuerdo. Muchas gracias a los que me escriben por mail y uds que me leen.

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