Termino transformándose en infidelidad
Se convirtió en INFIDELIDAD
Creo que a las mujeres nos gusta mucho un delicioso helado o un rico chocolate, ya que cuando los comes, no te puedes resistir, así sepas que te puede hacer daño o que subas de peso…en fin, sabes que no debes consumirlos, pero tu deseo y tu cuerpo te dicen que siiiii, que no te puedes resistir.
Eso me pasó con el agradecimiento que le di a Don Tirso, por la exposición en la universidad de mi pareja. Después de sentir las sensaciones que me producía esa VERGA tan riiica en mi chocha, apenas sentía esa cabeza tan deliciosa, que parecía un hongo champiñón, ya mi vagina empezaba a contraerse y a soltar esa babita, esa humedad para ir aceitando el ingreso de esa barra de carne, dura, caliente, tan varonil, que con cada centímetro que metía, me sentía una hembra afortunada de comerme ese macho tan delicioso.
En la empresa, ya era ineludible encontrarnos con Don Tirso, cada que lo veía me producía unas cosas que solo las mujeres sabemos, y creo que a él, yo no le era indiferente ya que siendo joven y el mayor, habíamos tenido un polvo rico y creo que tanto mis tetas como mi chocha le gustaron a él, lo notaba en su mirada lasciva cada vez que me miraba; ni él ni yo queríamos evitar esas ganas y no paso más de dos semanas, cuando caí como una esclava, como una Putica que estaba deseando a un macho como él.
Solamente de acordarme la clavada que me había dado y la cabalgata sobre su Verga, me descontrolaba y como mujer, no podía evitarlo, así quisiera mantener distancia y dejar en el olvido esa entrega. No pude, él me tenía en su territorio, como buen macho y yo, era una presa fácil porque mi juventud y mis ganas me llevaban a ser infiel, ya no me importaba nada, mi pareja me traicionó y despertó en mí, una PUTA sedienta de VERGA, quería acabar con la humanidad, comiéndome TODAS LAS VERGAS DEL MUNDO. En este punto, ya no podía rehusarme, él me citó, en un lugar muy lindo y pues allá llegue y me entregue a disfrutar de nuevo un polvo deseado, anhelado, una clavada que no podía eludir.
Me vestí con un traje muy ligero, sabía que iba a entregarme, entonces para que obstáculos, de mi parte no quería llevar ninguno. Un traje discreto, que no se notara la falta de ropa interior, no llevaba calzones ni brasier, iba entrega inmediata.
Entramos al cuarto, bien decorado para la ocasión, pétalos de rosas, champaña, chocolates, sábanas y cobijas blancas, una cama King, llena de almohadas y un maduro rico, con ganas de darme duro, de clavarme y satisfacer su deseo primario de macho.
Apenas se dio cuenta de mi entrega inmediata, se excitó, me empezó a besar llenando mi boca con su lengua, luego siguió chupando mis tetas, y bajando su mano y sus dedos inquietos a mi cueva cálida de amor, me empezó a masturbar y resultamos desnudos en la cama, en un rico 69, cada quien demostrando ser el mejor en lo que tenía que hacer.
Ya con mi chocha bien húmeda, caliente y ansiosa, le pedí que me clavara, no aguantaba más, quería su verga riiica abriéndose paso por mi canal vaginal, creo que la chocha tiene memoria y sabía lo que venía con ese macho. El muy complaciente, no lo dudo y empezó a darme una de las mejores clavadas que me han dado, su VERGA hermosa, grande y tan bien manejada, logro el efecto esperado, que polvo tan rico, me clavo como misionero, con mis rodillas como sus aretes, luego en perrito, en cuatro, me dio sin compasión, y luego le pedí que me dejara cabalgarlo, fue una montada deliciosa, cada centímetro me producía un gran placer, lo goce lo disfrute, me lo comí como quise.
Una cosa es que a una la claven, pero otra es clavarse una en una VERGA bien rica, grande erecta, caliente, con un macho que chupe bien rico las tetas y que sincronice ese pistón dentro de nuestra cuca. Eso fue mi polvo con Don Tirso, me dio una clavada espectacular, riiica y lo mejor fue la venida que tuvo…. Una leche deliciosa de la cual me tome un poquito, pero el resto sobre mis tetas, que delicia, me dejó en shock, con unas ganas de seguir culiando con él, porque ese macho si marca territorio y mi cueva esta lista para él cuando quiera.
Con ese polvo, ya paso de aventura a infidelidad, no quería desprenderme de esa VERGA, así que cada vez que Don Tirso, quisiera una hembrita para satisfacer sus ganas de macho, yo sería la primera en estar en su cama.