Un encuentro inesperado con una vieja amiga que trae hermosos recuerdos
“¿Hannah Milano? ¡Que agradable sorpresa!”
Oh Hannah, querida Hannah, cuanto extrañe tu presencia. Hay personas que viajan, y no vuelves a saber de ellas. Me dirigía a un Sex Shop, ya que en la noche me encontraría con Karen en su departamento, quedamos para comer unas pizzas, necesitaba algunos juguetes para hacer la velada más acogedora. Caminando me cruce en una plaza local, a mi ex-novia Hannah, no la había visto desde que tenía veintidós.
Ella termino su carrera de arquitectura en el exterior, precisamente en Italia, posee ascendencia italiana, y familia por esos lares, cuando obtuvo una beca su elección era obvia. Terminamos la relación y el tiempo hizo lo propio, perdí contacto con ella. La reconocí claramente por su hermosa cabellera rizada y rojiza; y su tatuaje en el interior del antebrazo que enuncia: “Mi mente es miá”, en letras gruesas cursivas, pintadas de rojo sangre con un borde ligero de azul. Nos sentamos y luego de trascender las preguntas usuales, la inquirí sobre su visita aquí, su acento estaba retocado por su estancia en Italia.
“Bueno…Hace mucho no veo a mis padres. Solo pienso quedarme unos pocos días, dentro de una semana tengo pensado viajar a otras ciudades y si es posible a la costa. Aprovechar los días de sol y nadar todo el día.”
“Te gusta mucho la playa.”
“Sabes muy bien que es mi lugar favorito, me encanta el mar, la arena. Es una mezcla efervescente.”
“Yo prefiero la montaña, pero no puedo negar que la playa es el lugar más indicado para una chica caliente.”
“¿A que te refieres?” Dijo ella, soltando una sonrisa pícara.
“Eres una chica caliente, Hannah.” Le dije observándola profundamente a los ojos.
“Soy una chica caliente….soy una chica…soy una….soy…”
Ella pronuncio monotonamente, luego susurro y finalmente muda se puso en pie, desabotonó su camisa, se quitó los pantalones y el resto de la ropa, dejándose solo una manilla bordada en la mano derecha y los pendientes en forma de aros. Se volvió a sentar, noté un tatuaje nuevo al costado del abdomen, un dibujo sencillo de una flor, el tallo delineando su cadera. Cruzo las piernas apuntando su pie desnudo hacía mí.
“ehmn…¿De que estábamos hablando?..me distraje y perdí el hilo de la conversación. Lo siento, el Jet lag me sigue afectando.”
“Te decía que prefiero las montañas.”
“La montaña es muy sucia, te llenas de barro, bichos, raspaduras. Creo que nunca podre entenderlo.”
“Es muy subjetivo, si tuvieras mis ojos podrías ver que los viajes por montaña pueden ser muy sensuales…quiero decir emocionantes.”
Sus tetas me estaban hipnotizando a mí, las tome con mis manos, ella no sentía nada extraño, masaje sus muslos. Palpar su piel me traía tantos buenos recuerdos.
“¡Ey! Mis ojos están acá arriba.”
“Lo siento.” No solté sus pechos, pero la mire como corresponde, a los ojos. Podrán decir lo que sea de mí, menos que me falta educación.
“No has cambiado nada.”
“Tu has cambiado mucho. Eres más madura y guapa. No te alagare más o podrías casarte con un astronauta. Y los boletos al espacio están caros hoy en día.”
“Eres muy tonto ######, siempre con malos chistes. Por eso te deje.” Auch.
“Fuiste mi mejor chiste malo.”
Me dio un puñetazo en el brazo y empezó a jalarme la oreja.
“Señora policía, ¡Exijo un abogado!”
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Jugamos tontamente por un tiempo más, aproveche para chupar sus pezones, recorrerla con mis manos y deslizar mi palma en su delicado coño.
“Las personas en la ciudad son muy curiosas.” Dijo ella, con una leve incomodidad.
“No te preocupes, vamos a otro sitio. Acompañame.”
La tome de la mano, y nos sentamos al lado de un arbusto, en la otra esquina de la plaza.
“Te fijaste como me miraban, parecía que quisieran comerme con los ojos.”
Estas desnuda Hannah, supéralo.
“No puedo culparlos, tan solo eres un Coño Mojado.”
Su mano izquierda fue a parar a su coño, trazando círculos pequeños con su indice. Parpadeó tres veces. Me puse de pie, dejando a pocos centímetros de su cara mi entrepierna. Su mano derecha le permitía mantener el equilibrio.
“¡Estoy desnuda!…¡Tú!…ughs”
La puse a chupar mi polla semi-erecta, hasta completar mi dureza dentro de su boca.
“Tengo un acertijo para tí Hannah, una ex-novia de visita, un coño mojado y vacío, ¿Que falta?”
Movió su cabeza hacia atrás y respondió, sacando las palabras que aún permanecían en los callejones de su mente, su mente que jamas dejo de pertenecerme.
“Una gran polla dura penetrando…¡Umn!..¡Joder!.mn”
Llevó su mano derecha a su vientre, bajándola hasta su sexo, cayo bruscamente de espaldas, no le importo, necesitaba correrse rápido. Sus manos no podrían ayudarla, mi dura polla sería lo único capaz de abastecer su hambre. Se dio vuelta, levantado su culo apetecible.
“…¡Follame!…ahmnh..¡Follame, por favor!…mmn…necesito…necesito una polla…ah..ah…en mi coño…” Me suplico, con la respiración entrecortada.
Me hinque para cachetearla con mi polla. Una de su mejillas aplastadas contra el suelo. Cepille su cabello rizado.
“Besame el glande, preciosa.”
Hizo una graciosa cara de pato, rozando sus labios con mi verga.
“AAAhha..mn..um..shhsh.ahh”
Su excitación creció al doble, y su necesidad se hizo más insoportable. Enterró sus dedos en su caliente agujero, golpeando a su pelvis ferozmente *Clap-Clap-Clap*
Hannah, la conozco, ella prefiere masturbarse lentamente, un dedo a la vez, le encanta formar el clímax, aguantando la excitación que aumenta gradualmente, bajo su control. Uno de sus mayores miedos es que alguien posea control sobre su orgasmo.
Tiene sus razones, perder la virginidad puede ser una experiencia frustrante para muchas chicas, ella al contrario disfruto mucho su primera vez, demasiado, el chico no era especial, la follo en seco, no tardo en humedecerse, a los diez segundos masomenos, según como ella me lo contó, tuvo un orgasmo tan intenso que la dejo inconsciente.
Despertó con el semen seco del chico en su vientre y un gran dolor de cabeza. Ese evento le hizo jurar que de ahí en adelante ella tendría el mando.
Pero los juramentos son frágiles. Ahora la veo desesperada, necesitando que la folle. *Clap-Clap-Clap*
“…oooh…por favor…por favor….clavame la polla #####…..¡Quiero que me llenes!..¡Maldición!..um.ah..”
“No lo sé, tal vez me enamore de tí, y luego vuelvas a Italia, sumiéndome en la desesperación.”
“Oh…vamos…ah…umn….deja de …m…hacer el idiota”
“Ok, que conste, te ayudo, unicamente por mis cualidades altruista.”
“Mmn…maldición..¡Solo hazlo!”
“Eres una puta pervertida Hannah.”
Mire el viejo tatuaje sobre su nalga derecha, “My ass is your”. Azote su trasero y penetre su coño ansioso.
“…aAAahhamn..a…¡Sí!….¡Sí!…Il tuo cazzo….mi sta….mnnah…spaccando dentro..”
Solté un gran chorro de mi espesa gelatina en su interior, ella estaba jadeando con los ojos blancos.
“Catwoman, retorna.”
Se puso de pie, con la mente vacía y atenta, la espalda recta , las piernas formando una A, sus muslos interiores escurriendo lefa hasta los tobillos.
Nos vimos por primera vez, en una fiesta de disfraces, yo iba vestido de pirata. Eramos un grupo de cinco amigos, Tobias me reto a encarar a la chica pelirroja con traje de látex, antifaz negro y orejas de gato.
“Ya que no te atreves a tomar alcohol, acercate a una chica, campeón.”
La acompañaban dos amigas, una rubia vestida de Caperucita sexy y una chica negra vestida de enfermera, las tres ya estaban alcoholizadas, especialmente la enfermera. Realice una rutina de mentalismo, tomándolas de las manos y fijándome en gestos sutiles, pupilas dilatadas, sudoración, adivine algunas cosas, ganándome la confianza de las tres. En esa ocasión por más borrachas que estuvieran, no podía hipnotizarlas al mismo tiempo, carecía de experiencia, además un lugar tan ruidoso y lleno de gente, me daba ventajas y desventajas por igual.
Aun así logre sugestionarlas, guiándolas a mi trampa, con la mano de la rubia aún aferrada a las miás, masajeé su palma en puntos cruciales, junto con palabras relacionadas a cauces y represas de agua; eso la envió al baño con facilidad, despejándome el camino. La otra chica, le agarre la muñeca y la hale hacia mí con fuerza mientras le pedía que trajera unos tragos, esto la pone en una posición inestable, comunicándole inconscientemente: ‘Obedece o atente a las consecuencias.’
Ya solo con Hannah, entramos a una habitación desocupada. Fortalecí el trance, desabroche mis pantalones y deje que la gatita hiciera su trabajo, estábamos en el cuarto de Lisa, la hermana menor de quien brindo la casa. Su boca era tan satisfactoria como se veía, retire su catsuit hasta sus piernas, revelando su coño, la hice morder el oso de peluche preferido de Lisa, disfrute su cavidad hasta eyacular. Le deje mi numero en una de sus botas, y algunas instrucciones post-hipnoticas para nuestros próximos encuentros.
La envíe a casa, luego sugestionar dos chicas mucho más alcoholizadas, no era un gran reto. Envíe a la rubia con Jimmy, un chico reservado y estudioso, tradicional, muy de casa, parecía triste revolviendo el vaso medio lleno; esa sería una noche muy especial para él. Hace unos meses me entere que es actor porno, una pagina me llevo a la otra y encontré una entrevista en la que decía orgulloso: ‘Todo comenzó en un fiesta…pero no voy a dar más detalles’. La vida es un paraje de locos. Dormí en la casa de la enfermera, que cayo inconsciente mientras rodeaba con sus labios oscuros y gruesos mi eje.
Poco a poco, me encontré muy afín con Hannah, después de los 18 años no pensaba en tener novia, la hipnosis me bastaba. Pero los juramentos son frágiles. Me entere de su viaje, a la vez que follaba a su prima en la cocina, tuve que silenciarla poniéndole en la boca lo que más cerca tenía, una papa. Hicimos el amor esos días, hasta que tomo el avión, incluso una ultima vez en el baño del aeropuerto (aunque esto ultimo no lo recuerda).
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Quedamos para tomar un café otro día, observe sus caderas balancearse yéndose. Compre dos consoladores, una mordaza de bola y otros juguetes. Finalmente regrese a casa.