Un hijo espía a su mamá teniendo sexo duro
Mamá y el pervertido óptico
Sospechaba que mamá podría ser infiel a papá, aunque no había visto nada que lo confirmara… Por lo tanto, todo lo que tenía eran suposiciones, pero aún así pensaba que me horrorizaría si alguna vez descubriese que era verdad.
Parecía demasiado increíble que estas sospechas que tenía fueran ciertas y más en una familia de clase media respetable y que mamá fingiese, pero podría darse el caso.
Mamá solía ver a cierto óptico, el Sr. Cano, en su tienda… Nunca me había gustado ese hombre… Había estado allí un par de veces antes cuando habíamos ido para que me revisase la vista y no me gustaba su actitud.
Supuse que le gustaba mi mamá… La forma en que él se enrollaba con ella, tocándola sin necesidad, me hizo pensar mal… Además, cuando las luces se atenuaban para sus exámenes oculares, mamá se quitaba los zapatos mientras estaba sentaba en la silla y le frotando su pierna de forma provocativa… Esa actitud me horrorizaba.
Ella se reiría de sus bromas e insinuaciones que le decía durante las pruebas, incluso una vez riendo ví cómo su mano se deslizó de su hombro y se cerró sobre su pecho derecho por encima de su blusa, antes de que él volviera encender la luz, de nuevo… Estoy seguro de que vi lo que sucedió allí, aunque hubiera oscuridad.
El Sr. Cano era un hombre muy alto y también fuerte… Supuse que de alguna manera, mamá se sentía atraída por él.
En un momento dado, cuando papá estaba fuera del país, no nos enviaba dinero a casa, ya que se había metido en una mala situación y mamá necesitaba que le reemplazaran sus gafas… Yo estaba con ella acompañándola a las compras y fuimos a la Óptica… Era la segunda vez que veía al óptico… Hizo que entrásemos a su despacho y nos sentamos ante él y su mesa de trabajo.
Mamá habló con él, para tratar de conseguir las gafas gratis, o al menos un plazo largo para pagarlas.
He de reconocer que este tipo era realmente un bastardo muy pervertido y me molestó ver a mi madre aceptando lo que le dijo y que no protestase de nada.
Cuando ella se quitó los zapatos y le hizo un lenguaje corporal muy coqueto, me sentí dolido e incómodo… Mi malestar por su actitud se estaba acumulando y sentí un nudo en mi estómago.
Luego, mamá me dijo que me fuera y esperara en el área de recepción, ya que tenían que hablar de negocios.
Antes de salir noté que en la oficina había otra puerta… Al no estar cerrada del todo, eché un vistazo dentro… Era un pequeño almacén, con un sofá y otras cosas que no pude apreciar.
Nuestra cita era la última y cuando se acercaba la hora del cierre, su asistenta, una mujer negra y gorda, estaba sola en el área de recepción, donde yo esperaba a que mi madre saliera… Se llamaba Evony.
Estaba nervioso por la larga espera y fingí estar absorto leyendo una revista… Pronto vi a la mujer bajar el volumen del intercomunicador y encenderlo… Ella me miró para comprobar que no estaba escuchando… Luego apoyó la oreja en el altavoz y subió el sonido.
Al escuchar yo también, reconocí la voz del óptico murmurando algo y la voz de mamá diciendo: «¡Uuugh!… ¡Ooough!… ¡Ooourrgh!»
Al principio creí que ella se estaba riendo a carcajadas por una broma suya… Pero luego cambié de idea y pensé:
‘¿Qué le estaba haciendo a mi mamá ahí dentro para gritar así?’
La mujer negra sonrió al escuchar estos sonidos… Luego apagó el intercomunicador después de mirarme y sonreír de una manera que me parecía incómoda.
Mamá salió media hora después, pareciendo bastante feliz y normal… Supuse que esto no podría haber sido lo que pensé que era.
Cano le dijo que sería mejor que trajera el dinero la próxima semana, o tendría que pagar un extra por la demora… Mamá se lo prometió y si tenía que abonar un extra por el retraso, tendría que aceptarlo.
Su asistenta Evony, nos dejó salir, reiterando a mamá sobre el extra de la próxima semana… Ella le soltó una fuerte palmada en el culo a mamá después de repetir esa palabra… Y para mi sorpresa, mamá se sonrojó mucho y me negó que lo que le hizo la mujer significara algo.
No pude evitar masturbarme esa noche pensando en todo ello.
Llegó la semana siguiente y papá todavía no había enviado dinero.
Después de comprar algunas cosas que faltaban en casa teníamos que ir y darle al Sr. Cano una explicación… Me di cuenta de que mamá siempre se vestía de forma más provocativa de lo normal en las visitas al óptico.
Hoy llevaba una blusa blanca en la que se podía ver claramente su sujetador de encaje negro, un par de medias negras que tenían una costura detrás, unos zapatos con los tacones más altos que jamás le había visto usar y una mini falda elástica negra… Era tan pequeña la falda que se podía ver la parte superior de sus piernas donde se unían a sus nalgas.
Su pelo estaba recién peinado y era de un rubio bastante llamativo… Para terminar iba muy maquillada… Casi no se parecía en nada a mi respetable madre.
Me sentí muy avergonzado caminando junto a ella por el centro comercial… Los hombres le hacían comentarios mientras pasaba…
La miraban fijamente y sus ojos se posaban en su culo.
Al llegar a la óptica, de nuevo la recepcionista del Sr. Cano era la única que estaba allí ahora, al haber despedido al cliente anterior… Ella sonrió con aspereza a nuestra llegada y le preguntó a mamá si tenía el dinero para pagar.
Cuando mamá le dijo que no, la negra le sonrió y le dijo:
– «Bueno, cariño… Espero que estés preparada para pagar nuestro exxxtra!»
Esa última palabra la dijo de forma lasciva, agrandando sus ojos burlonamente, como si eso significara algo totalmente diferente y más obsceno… Si lo hizo de esa forma es porque el Sr. Cano debió habérselo dicho… Y obviamente se reían de nosotros.
Cuando de nuevo nos sentamos ante el Sr. Cano, éste le recordó a mi mamá el pago pendiente y le dijo:
-«¿Entiendes lo que esto significa, Rosa?… ¡Voy a añadir el extra que tienes que pagar!»
Mamá lo miró tímidamente desde debajo de sus rizos y respondió en voz baja:
– «Sí, señor Cano… Lo siento… Tendremos que llegar a un acuerdo.»
Él agitó su pluma hacia ella, muy pomposo… Y sin que yo fuera un estorbo para ellos, ambos se levantaron para ir a la habitación lateral.
Mamá me dejó quedarme en su oficina esta vez y me dijo:
– «No te preocupes, amor… Tengo que discutir con al Sr. Cano acerca de la factura… Quédate aquí… Estarás bien.»
Se quitó los zapatos y los dejó conmigo junto con las bolsas, diciéndome que cuidara de ellos.
Todavía recuerdo el olor de su perfume y el ligero aroma a almizcle de sus pies, mientras se quitaba el calzado y la forma en que estiraba y alisaba las medias entre los dedos de los pies… La sensación de preocupación combinada con la excitación sexual cuando me besó en la mejilla todavía la recuerdo.
Lo último que ví antes de que se cerrara la puerta era que su culo temblaba y se apretaba cuando la mano del Sr. Cano lo recorrió.
Esperé en silencio.
De repente, escuché ruidos fuertes al otro lado de la puerta y la voz de mamá gimiendo ruidosamente:
– «¡OUuuRGh!… ¡UuuGggh!»
También escuché al señor Cano gruñendo como un cerdo.
No sabía qué hacer y me puse a caminar por el despacho, totalmente preocupado.
Abrí despacio la puerta de la oficina y por una rendija miré hacia la sala de recepción… Evony, la mujer negra y descarada, tenía abierto el intercomunicador, escuchando a mamá y al Sr. Cano, ya que eran lo suficientemente fuertes como para ser captados por el otro aparato que estaba abierto encima de su escritorio.
Ahora que estaba sola, la recepcionista se había subido la falda y estaba tocándose mientras escuchaba.
Tenía que intentar descubrir qué estaba pasando allí… Pensé que mi mamá no estaría teniendo sexo con él, o si?
Había un pequeño espejo unidireccional en la puerta por el que habían pasado, y descubrí que si apagaba la lámpara de su oficina, podía ver a través de este espejo… Y eso hice.
Vi al Sr. Cano, de pie, de espaldas a mí, con los pantalones bajados, y su gran y feo culo empujando hacia adelante con firmeza… También ví los brazos y las piernas de mamá.
‘Ostras ,este gran bastardo se está follando a mi madre’ pensé.
Ví cómo los dedos de mamá se aferraban a sus hombros y las mallas de sus medias estaban enrolladas sobre sus tobillos… Era lo único de mamá que podía ver, el resto de su cuerpo lo tapaba su espalda.
Mi polla estaba tiesa dentro de mis pantalones… Tuve que sacarla y poner mi pañuelo sobre ella para evitar manchar algo.
Él, gruñía mientras follaba a mamá, dándole golpes de polla, largos y profundos… Se metía dentro y fuera entre sus piernas e el sofá donde estaba semiacostada se movía y golpeaba contra la pared.
– «Aaaah… Aaaah… Aaaah», gritaba entre gruñidos.
Escuché a mamá gritar:
– «AaaaaaUuuuuuuurrr»
Y se quedó paralizada, con los pies tensos y una mano extendida, temblando en el aire.
‘¡Sí!… Ella se estaba corriendo… Increíble, pero cierto… Mi mamá follaba con el óptico a espalda de papá’, pensé sin equivocarme.
El Sr. Cano se giró hacia un lado y mamá se recostó en el sofá, plegando de sus piernas hacia su pecho… Por primera vez, vi su cuerpo desnudo… Era realmente sexy, con sus tetas firmes, pezones rojos y tiesos y una entrepierna peluda.
También vi que el Sr. Cano todavía tenía su polla tiesa… Era grande y venenosa y mediría sobre unos 23 cm. de larga, con una cabeza bastante gorda, palpitando después de usarla dentro del coño de mi madre todo el tiempo que quiso… Le dijo:
– «¿Sabes lo que te voy a hacer con mi pluma, Rosa?»
– «¡Sí, señor!», le respondió separando un poco más las piernas, recostada y ofreciéndole el culo para que le metiera su pluma.
Él movió su mano hacia abajo, poniendo la pluma entre sus nalgas y luego la retorció por el orificio anal.
De repente, mamá dejó escapar un gemido ensordecedor, casi un rugido de lujuria, mientras el Sr. Cano empujaba la pluma hacia dentro de su ano
Ví la lasciva mirada de mamá al óptico teniendo esta sesión de sexo tan guarra… Mamá gritó:
– “Ooooorrrrgggh!», mientras sentía como el Sr. Cano empujaba la pluma dentro de su ano.
Manteniendo sus piernas en alto con una mano, con la otra la cogió la polla… Vi cómo sus pequeños dedos cogían su polla y lo masturbaba mientras él seguía metiéndole la pluma en su culo… Durante todo el tiempo ella miraba al objeto que se estaba moviendo en su agujero.
Ella seguía diciendo:
– «¡Aaaaaah!…. ¡Ooooooh!… ¡Siiiiiiii!»
Él gruñó con lujuria por eso, «¡Woarrgh!», Y en su lujuria realmente sacudió y empujó la pluma más fuerte, justo en su trasero.
El Sr. Cano tenía ahora una mano moviendo la pluma con brutalidad mientras que la otra mano palpaba las tetas de mamá, agarrándolas con crudeza y apretándolas alternativamente, con los pezones rojos sobresaliendo entre sus dedos.
El comportamiento de este gran pervertido era muy erótico y jadeé en el momento que me corrí y tiré mi esperma en mi pañuelo… Todo esto era el resultado de lo que había visto y estaba viendo, que era mucho, pues mi madre seguía masturbándolo y dándole placer.
De repente, el Sr. Cano aparto su mano del bolígrafo y cogió su polla para soltar un gran chorro de esperma que salió disparado a las tetas de mamá.
– «¡Qué corrida!», gruñó, mientras mamá soltaba una risita.
‘¡Oh, Dios mío, el Sr. Cano estaba disfrutando de mi mamá de la manera más guarra que había nunca’, pensé de nuevo.
– «Tírame más», le dijo ella señalando su polla sobre su cuerpo… Y él dirigió sus chorros de semen sobre su ombligo y llenándolo y su entrepierna, salpicando su vello púbico con su semen blanco, mientras la pluma permanecía incrustada en su agujero anal.
Pensé que ya habían terminado, así que rápidamente me aparté y me senté, esperando su regreso… Pero después de unos minutos, lo escuché decir:
– «¿Estás lista para darme el extra, Rosa?»
– «Sí, señor… Estoy lista para cuando quiera», respondió ella.
No me levanté, por miedo a que me pillasen… Esperé en silencio, preguntándome qué extra sería el que quería darle a mi madre.
De repente, oí reír a carcajadas al Sr. Cano, y mamá dijo:
– «Oooh, me la has clavado a fondo… Estoy ensartada.»
Pronto la oí gemir de nuevo, y escuché una palmada a algo parecido, así que me arriesgué a mirar de nuevo y vi que mamá estaba contra la pared y al Sr. Cano detrás de ella, empujando su polla en ella y golpeando su culo… Entonces vi lo peor.
Ella se movió un poco, y vi que su polla estaba metida en su culo… Mamá estaba siendo enculada por el óptico… Así de claro.
Este era el «Extra» que mamá tuvo que pagar y de lo que la recepcionista se había burlado de nosotros… El Sr. Cano le había pedido follarla por su culo y mi madre había estado de acuerdo con eso… ¡Qué horror!… Ahora ya no tenía ninguna duda de que mamá engañaba a papá.
Fue horroroso para mí ver su enorme y venoso pollón deslizándose en el ano marrón de mi madre… Ya no tenía ninguna duda de la follada y enculada de mamá por parte del señor Cano.
– ¡Ooogh!… ¡Ooogh!.. ¡Ooogh!», gruñía éste mientras la follaba por su culo.
– «¿Te gusta, Rosa?», le preguntó con desfachatez.
– «¡Sí, señor!… ¡Aaaah!… ¡Aaaaah!… Uuuff», le respondió.
Cómo no quería que me vieran, me senté otra vez… Esperé allí, no estoy seguro cuánto tiempo, pero escuchar cada gruñido, palmada y exclamación de ellos fue un esfuerzo para mi mente y me calentó mucho… Se me puso tiesa la polla de nuevo… No pude aguantar más y me arriesgué a mirar de nuevo, cuando escuché que los jodidos sonidos se detuvieron.
Ahora, él estaba de pié con mamá arrodillada ante él… Ella sostenía su enorme erección, justo cerca de sus bolas y su otra mano libre la bajó entre sus piernas, frotándose su coño peludo y caliente.
Ella dejó que su prepucio retrocediera un poco y exclamó, ‘Ooooooh’, riéndose.
No podía estar seguro de lo que vi, pero pensé que había visto algo… ¡No!… ¡No podría ser!… Era un poco de mierda de mamá, de su enculada… ¿Qué haría ella?, pensé por unos instantes pero me quedó claro cuando vi que mamá abrió los labios y lo chupó profundamente.
Mi dulce mamá parecía saber chupar una polla porque rápidamente ví al Sr. Cano tensarse y su polla palpitar en los labios de mamá… Ella chupó fuerte, tragando profundamente… Al poco tiempo, el Sr. Cano estaba disparando semen en su boca.
Ella gimió al tiempo que movía sus caderas masturbándose con su mano y llegando a tener un nuevo orgasmo mientras se tragaba el semen depositado en su boca sin dejar escapar ni una gota.
Los escuché limpiarse y corrí a sentarme… Al cabo de unos minutos salieron… Ambos parecían felices e incluso el Sr. Cano tenía una sonrisa en su rostro, muy inusual en este bastardo, excepto cuando follaba a mi madre.
Mamá me dijo que no estaba bien que el señor Cano le permitiera tener las gafas gratis… Ella le agradeció por ser tan amable y yo tuve que decírselo también cuando ella insistió que lo hiciera a pesar que sabía que yo al menos los había escuchado perfectamente.
Cuando nos íbamos, la recepcionista negra detuvo a mamá y quiso hablar en privado con ella por lo que me dijeron que esperara afuera.
Pude verla hablando con mamá en el área de recepción y ella sacó una cinta de video… No oí la conversación, pero ví cómo mamá se puso roja… La recepcionista agarró a mi mamá y la abrazó, dejando que sus manos negras le subieran la falda por la parte de atrás y le apretaran las nalgas con fuerza y se las moviera de arriba abajo.
También vi a mamá asentir, dócilmente, mientras la recepcionista movía el dedo en señal de exigirle o advertirle sobre algo.
Evony, la recepcionista negra, bromeó cuando me dijo que mamá quería salir por la puerta de atrás… Y le dio una palmada en el culo mientras decía eso… Mamá se puso roja otra vez… Mientras nos alejábamos, nos gritó:
– «¡Recuerda, Rosa, estaré en contacto para la pequeña sesión que me debes ahora!» y fingió azotar un látigo en el aire, diciéndonos ‘¡Whoo-TSSHH!’
Mamá no contestó a mis preguntas sobre por qué se fue sola a esa habitación con el Sr. Cano y negó que hubiera ocurrido algo personal… Incluso me reprendió por sospechar eso.
Sin embargo, a la hora de acostarme esa noche, descubrí que mamá había dejado las medias de mallas usadas ese día, justo afuera de la puerta de mi habitación… Las cogí y durante la noche me masturbé pensando como ella estaba siendo follada por el pervertido óptico… Y la recordé sudando y gimiendo de placer… Ella no me dijo nada acerca de encontrar sus medias con mi esperma al día siguiente en mi habitación.
También me preguntaba qué había querido decir, con descaro, la negra recepcionista cuando nos fuimos y aunque esperé captar algo, paso el tiempo y no conseguí enterarme de nada.
Sin embargo, dos meses después, estaba buscando en el cajón de ropa interior de mamá algunas de sus medias o bragas para masturbarme y encontré un sobre marrón en el fondo de su cajón… Dentro del sobre habían una colección de fotografías polaroid.
La primera que saqué era un primer plano de mamá con su lengua entre los dedos del pie de Evony… Tenía la punta de un látigo entre esos dedos de los pies y mamá tenía que intentar sacarlo con la lengua… Sus ojos estaban arrugados por la concentración, y el rostro de la mujer negra se veía al fondo con una expresión de repugnante desprecio y una alegría cruel.
Otra foto mostraba a mamá chupando las suelas del zapato de Evony, con sus pies cubiertos por la saliva de mamá… En otras fotos se veía a Evony azotando el culo desnudo de mamá con mucha crueldad, en varias posiciones, y a mamá con expresión clara de dolor, gritando cuando su culo era marcado con rayas rojas.
Otras fotos mostraban a mamá lamiendo el coño de Evony y también lamiendo su ano… Sí,… se veía bien.. Mamá estaba empujado su lengua dentro del culo negro de su torturadora.
También habían fotos con otras imágenes, como haciendo el sesenta y nueve con ella, o a Evony metiéndole varios objetos inusuales en el coño como lápices labiales, cucharas, peines, etc.
Nunca he olvidado esas fotos… Me reveló mucho sobre lo que ella le hacía a mamá y estimuló mis pensamientos secretos sobre ella.
Dos meses después de nuestra última visita a la tienda de óptica ocurrió lo siguiente:
Yo seguía saliendo a comprar con mamá, ya que ella necesitaba ayuda para llevar las bolsas, ya que el centro comercial estaba a poca distancia caminando y no era necesario ir en coche.
Un día, antes de ir de compras, bajó las escaleras de casa vestida con una minifalda de cuero negra y una blusa endeble, con el pelo recién hecho y las sandalias de cuero que acababa de comprar para el Día de la Madre… Sus dedos de los pies estaban recién pintados y llevaba una cadena de tobillo y anillos en los dedos.
– «¿Me veo bien?», me preguntó.
– «Sí, mamá, pero, ¿por qué estás vestida así?», le pregunté y ella sonrió.
– «Tengo ganas de ir vestida así.»
Mientras caminábamos por la calle, ella recibía miradas y comentarios de hombres, e incluso de una mujer que nos atendió en la tienda.
Mamá compró cosas de maquillaje… Ya en la cafetería, mamá estuvo mirando a los hombres, sonriendo ante los silbidos que le daban… Mientras merendábamos, me dijo que tenía que ver hoy al Sr. Cano, el óptico… Me explicó que necesitaba comprobar las lentes de sus gafas de sol.
El horror de lo que el Sr. Cano le había hecho en anteriores visitas, volvieron de nuevo a mi memoria… Me sentí nervioso y mi estómago se tensó por los celos… Y también mi polla se puso tiesa.
Le dije que odiaba a ese hombre y que no debía ir allí… Ella me dijo que estaba siendo injusto con el Sr. Cano… Él era un buen hombre y muy comprensivo con las facturas que le cobraba… Entonces vi que
mamá no llevaba sujetador puesto, y sus pezones estaban tiesos.
El óptico tenía la tienda cerrada cuando llegamos allí y me sentí muy aliviado… No pasaría nada, al menos hoy… Mamá tocó el timbre y la recepcionista descarada abrió, dejándonos entrar y diciendo bruscamente:
– «¡Vamos, te hemos estado esperando… Llegas tarde!»
No podía creerme que estuviera allí otra vez, sentado junto a mamá en la Óptica del Sr. Cano… Cuando entró en su escritorio, se sentó y nos dio una conferencia… Era el mismo bastardo arrogante y condescendiente como siempre, agitando su dedo hacia nosotros y diciendo a Rosa que iba atrasada en el pago de sus facturas.
Mamá agitó sus pestañas, diciéndole que papá estaba fuera otra vez trabajando y teniendo problemas de dinero… Ella dijo que quería unas gafas de montura dorada, mientras se quitaba las sandalias y ponía los pies descalzos sobre su escritorio… Yo alucinaba con eso.
El Sr. Cano, sin tener en cuenta que yo estaba delante, comenzó a tocar con su pluma los dedos de los pies sexys de mamá, dándole una regañina mientras lo hacía.
– «Por favor, señor Cano, tal vez podamos llegar a un acuerdo otra vez, eh?», le dijo ella con tono de broma.
– «Bueno, quizá si podamos… Pero sabes que hay un Extra esta vez, ¿no?», le respondió.
Cuando dijo la palabra ‘Extra’, puso su pluma entre los dedos de los pies, moviéndola hacia adentro y hacia fuera… Obviamente era una señal sexual… Mamá se rio con esta ocurrencia y le dijo:
– «¡Ooooh!… Sí señor, entiendo!»
Ella estaba tonteando con este bastardo, delante de mí, sabiendo que lo odiaba… Me dijo que esperara y que no me preocupara si tardaba porque necesitaba hablar de negocios nuevamente con el amable Sr. Cano… Ella acarició mi cabello y besó mi mejilla… Sus tetas frotaron mi hombro mientras lo hacía… Sentí sus pezones erectos frotándome a través de su blusa… Estaban muy duros y erectos.
– «Mamá, por favor no vallas!», le dije, pidiéndole que no fuera a la otra habitación con él, pero ya estaba caminando descalza por la alfombra y el Sr. Cano la seguía, con un gran bulto en sus pantalones… ¡Iba a ser follada y enculada de nuevo!
Fui a la zona de recepción… No hay nadie más que Evony, la recepcionista, y el cartel cerrado seguía allí… Ella me sonrió, con su intercomunicador encendido y se escuchaban pequeños sonidos de la voz de mamá que venían de ahí dentro.
– «¡Ooourgh!… ¡Ooourgh!… ¡Ooourgh!… »
– «¿Todo bien, Bob?», me preguntó Evony.
– «¿Está tu mamá de revisión, no?… Nos gusta ser profesionales aquí, ya sabes, al Sr. Cano le gusta tratar con madres bonitas y yo disfruto mucho ayudándolo… No te preocupes… Estate seguro de que tu mamá está en buenas manos.
Ella se tapó el pulgar con sus dedos negros, entrando y saliendo, haciéndome este gesto obsceno mientras lo decía… Yo la miré con las mejillas rojas y mucha vergüenza… Ella levantó una ceja cuando se fijo en el bulto en mis pantalones.
– «Si te preocupas por mamá, esa puerta da un patio trasero… Puedes verla si quieres, siempre y cuando no interfieras con los asuntos del Sr. Cano con tu mamá… ¡Él es MUY profesional, sabes!»
Evony se echó a reír mientras me salía por el pasillo y entré en el patio de forma silenciosa… Estaba oscureciendo y había un arbusto de hoja perenne junto a la ventana… Me escondí detrás del arbusto y miré hacia la habitación en la que estaba mamá… Me estremecí con horror por lo que vi.
Mamá estaba en la silla de prueba del óptico, sin la falda y con la blusa abierta… El señor Cano se paró frente a ella, bajándose los pantalones y sacando su enorme pollón hacia ella y dándole órdenes.
– «Más, hazlos más rojos, Rosa… ¡Vamos!»
Entonces vi lo que estaba haciendo… Ella tenía en su mano su nuevo lápiz labial rojo brillante y se lo puso en sus grandes pezones pintándolos de rojo.
– «¿Está bien ahora, señor?», preguntó dócilmente.
Él, sin contestar, se metió entre sus piernas y empujó su gran polla hasta su peludo y jugoso coño y volvió a joder a mamá.
Lo observé, odiándolo, pero necesitando masturbarme mientras el arrogante óptico la follaba… Y la follaba muy bien… Los pies descalzos de mamá abrazaban su gran culo peludo… Ella gimió:
– «¡Aaagh!… ¡Ooogh!… ¡Ooogh!»
A veces el Sr. Cano presionaba contra ella, y la veía con las tetas enrojecidas, apretadas hacia los lados por el pecho del óptico y manchándolo por la pintura del lápiz de labios en sus pezones.
De repente, entró Evony, la recepcionista, en la habitación, sonriéndoles… Cogió el bolso de mamá y lo registró… Los dos seguían follando en la silla, sin importarles su presencia.
Ella sacó del bolso un gran pincel de maquillaje de mamá, y con una sonrisa, la mujer negra se acercó y comenzó a hacerle cosquillas a mamá en sus pies descalzos, provocándole más excitación sexual.
Evony le dio órdenes a mamá, diciéndole:
– «¡Sigue follando así, Rosa… Trágatela toda!»… Y comenzó a grabar y fotografiar, con el teléfono móvil de mamá, la gran follada que le estaba dando el Sr. Cano
Vi que mamá se corrió, por la forma en que ella abrió la boca, cerró los ojos y se puso a temblar… Cuando se relajó de nuevo, el Sr. Cano le agarró sus pechos con brusquedad y gimió desagradablemente mientras su polla permanecía metida en la hendidura roja y peluda de mamá… La bombeaba frenéticamente y mamá seguía gimiendo y encadenando otro orgasmo.
Yo también temblé, encogiéndome de vergüenza, y dispare mi esperma, que cayó en el suelo… Mire a mamá pensando que volvía de nuevo a ponerle los cuernos a papá para pagar la factura de sus gafas.
Me aparté para limpiarme y recuperar mis nervios destrozados… Después de unos minutos escuché a Evony reprendiendo a mamá… Y miré de nuevo.
Ella estaba sentada en un taburete cerca de la ventana, y mamá estirada desnuda sobre su regazo… El culo desnudo de mamá estaba frente a la ventana y la oí dar pequeños gemidos porque la chica negra había pintado con el lápiz de labios el agujero del culo de mamá y le separaba las nalgas para mirárselo cómo quedó.
Evony sabía que yo estaba allí, por supuesto, y ella me miró sonriendo para burlarse de mí, mientras mantenía abiertas las nalgas de mamá para asegurarse de que yo también le viera su agujero marrón.
Luego se puso a darle fuertes palmadas en las temblorosas nalgas de mamá… El Sr. Cano era ahora el que tomaba fotos con el teléfono móvil de mamá y se acariciaba otra vez su gran polla con fuerza.
Apenas podía creer lo que veía… Sin embargo, lo peor quedaba por venir… Cuando volví a mirar, vi a mamá en el centro de la habitación, que se agachó y se tocó los dedos de los pies desnudos… Y al Sr. Cano le ordenó que abriera el culo… Luego lo vi a él poniendo la punta de su gran pollón en su agujero anal.
– «¡Aaaah… Ooooh!… ¡Tú eres muy guarro!», le dijo ella mientras sentía como su gran polla se hundía en su agujero anal.
Evony se quedó cerca, con los brazos cruzados y reprendiendo a mamá otra vez.
– «¡Rosa, tú si eres una guarra!… ¡Perra de culo!»
Hicieron que mamá hiciera movimientos de cuclillas en el suelo y su culo se movió hacia arriba y hacia abajo, mientras Cano la follaba analmente… Y mientras la enculaba, le daba palmadas en el culo.
– «Esto es un Extra, Rosa, pero no es la Extra, Extra que tengo que darte… ¿Lo sabes, no?»
Mamá asintió y estuvo de acuerdo, mientras seguía haciendo el ejercicio de puntillas para facilitarle al óptico, su enculada.
– «¡Sí!… ¡Sí, señor!… ¡Entiendo!… ¡Haré lo que debo!», le decía.
La sodomizó durante unos largos minutos mientras yo la observaba.
Ahora tenía una visión más clara que la última vez… Podía ver que el lápiz labial había sido borrado de sus tetas, aunque sus pezones todavía estaban hinchados y excitados… Mamá se estaba cansando con el ejercicio… De repente, el Sr. Cano gritó con maldad:
– «¡Me corrooo!»
Mamá bajo una mano a su húmeda entrepierna, frotando su coño con mucha rapidez para correrse también.
La recepcionista se echó a reír a carcajadas al ver a mamá degradarse así, y le ordenó:
– «¡Limpia su polla de mierda, puta!»
– «¡No!… ¡Oh, mamá, noooo!», dije asustado.
De repente me di cuenta de que mamá me escuchó y me vio… Ella me miró directamente a mis ojos, mientras hundía su lengua en la mancha de caca en la polla del Sr. Cano y seguía masturbándose… Luego apretó su boca alrededor de su polla y se la limpió, mientras se corría violentamente, temblando todo su cuerpo..
Sí, mi mamá se corrió cuando le obligaron hacer cosas muy sucias y se prostituyera a sí misma como una puta para ese gran pervertido arrogante que era el Sr. Cano.
– «Uff, estoy agotado!», gruño el señor Cano y Evony volvió a grabar cuando mamá le mostró su lengua sucia de caca.
– «¡Perra sucia, asquerosa», le dijo el Sr. Cano.
Luego, Evony cerró la ventana por la que yo miraba y pareció que todo estaba callado, pero oí los grifos del lavabo, suponiendo que estaban limpiándose.
Poco más tarde Evony abrió la puerta del patio y me hizo entrar… Yo estaba temblando y mis nervios tan destrozados que no podía decir mucho.
Pronto aparecieron, fingiendo que no había pasado nada… Mamá elogió al Sr. Cano por ser tan amable y dejar que le pusiera sus gafas de montura dorada, ya que eran muy buenos amigos, dijo.
Yo estaba rojo de vergüenza mientras mamá y yo estábamos en el mostrador, con Evony preparando las gafas y sonriéndonos.
Evony me dijo que no le contara a nadie que mamá le había dado gratis unas gafas e incluso, que habíamos estado aquí hoy, porque estaba segura de que a mi papá no le gustaría y que no queríamos que ‘salieran cosas’… Ella repitió que eran muy ‘profesionales’… Y colocó las gafas en una bolsa, junto con algo en un sobre marrón.
Dije muy poco de camino a casa… Tampoco dije nada durante la cena… Luego, por la noche, en mi cama encontré la bolsa de papel marrón que le dieron y una nota de mamá que decía:
– «Aquí hay una recompensa para un buen chico… Mantenlo todo en secreto… Tengo que hacer lo que has visto hoy, porque caso contrario enviarán ‘esto’ a los vecinos, a los jefes de papá e incluso a tus amigos de la universidad.»
Abrí la bolsa y además de sus bragas mojadas había una revista… Era una revista alemana cuyo título se traduce más o menos como «MAMAS GUARRAS»… «NÚMERO ESPECIAL – ROSA»
En la portada de la revista estaba mamá, en topless, flanqueada a cada lado por los dos tipos… Los reconocí de inmediato… Eran Toni y Pedro, dos macarras del Instituto en el que estudiábamos.
‘Oooh, no… Por favor… Toni y Pedro, no’, pensé.
Bueno, supongo que es mejor que lo explique… Toni y Pedro fueron mis maltratadores escolares, odiados de hace años… Ahora estaban en una revista porno alemana con mi mamá.
Obviamente, ella habría estado con ambos para hacer un reportaje fotográfico para esta revista porno alemana… No tengo palabras para decir cómo odiaba a esos tipos… Nunca me golpearon pero me atormentaron verbalmente a diario y convirtieron mi vida escolar en un infierno.
– «¡Me he follado a tu mamá!», me decían y fingían que tenían sexo con mi madre… Me contaban las cosas tan horribles que le habían hecho a mi mamá… Eran demasiado grandes para pelear con ellos y lo mejor que hice fue no hacer nada… Sin embargo, me masturbaba pensando en esas cosas que ellos decían que le hacían a mi madre… Solía escribirlos en un cuadernos para masturbarme en secreto… Mamá debe haber encontrado mis historias secretas sobre ella, incluso las más secretas.
Mis manos temblaron y mi polla palpitaba mientras sostenía la revista de mamá con mis viejos maltratadores de la escuela en mis manos… La contraportada era una foto de mamá sonriendo y separando sus nalgas, mostrando su sexy culo y su ano dilatado y con semen… Estaba claro que se la habían follado por el culo.
Dejé la puerta de mi habitación abierta, me quité la ropa y mi polla estaba de nuevo tiesa… Me acosté temblando encima de la cama… Cogí las bragas mojadas que mamá me había dejado en la puerta y olí el aroma de su coño y culo mientras abría la revista… Comencé a masturbarme.
Al poco tiempo vi a mamá observarme desde la puerta… Se desnudo y me ofreció la visión de su cuerpo moviéndose para que la viese bien vista mientras yo dejaba caer la revista y aumentaba el ritmo de mi masturbación… No aguanté mucho y me corí lanzando chorros de esperma… Mamá sonrió, me envió un beso de buenas noches y se fue.
En verdad ella estaba muy agradecida por mi silencio y sabía que esto lo iba hacer siempre que apenas se lo insinuase… Era una forma de compensar mi silencio… Quizá se atreviese a más cosas… El tiempo lo dirá o yo tendré que pedírselo.
F I N