Un par de desconocidos que terminan llevándose demasiado bien
Dos personas que tras hablar por internet deciden quedar sin verse antes por fotos, sin saber nada uno del otro, totalmentes desconocidos… simplemente por el morbo de la situación de hacer algo totalmente inusual, algo que no se atrevería hacer en su vida diaria…
Quedan en un bar discreto a las afueras con el único que sabía uno de otro que llevaría algo rojo…
Ella inquieta de como vestirse y prepararse para esa cita, pensando de como sería no sólo físicamente sino interiormente. Por su cabeza pasaba miles de cosas que podría pasar pero aún así queria vivir esa experiencia.
Decide poner un lindo conjunto de lencería roja con encajes y transparencias. Unas medias negras con liguero sexy y atrevido. Hay que ir siempre preparada pensó ella … para ocultar lo que llevaba puso un vestido rojo con un escote discreto y un poco de vuelo en la parte de la falda. Decidida a pasar una noche sin miedo de lo que dirán y sin ningún tipo de vergüenzas… puso unos zapatos de tacones alto y se maquillo dulce pero atrevida a la vez.
Totalmente preparada y nerviosa cogió su coche y fue donde habían quedado.
Al llegar mira a su alrededor y había varias personas tomando algo y riéndose con sus amigos. Al fijarse en una mesa al fondo ve un joven solitario con una flor roja en la mesa.
Al acercarse lo mira despacito de arriba a bajo para intentar averiguar si era alguien de fiar, un moreno apuesto de ojos azules, con una sonrisa que encandila a cualquiera a su paso.
Se saludan y empieza a charlar para conocerse un poco.
Va pasando la noche y el sonido de su voz y esa mirada tan profunda…
Sin poder remediarlo había entre ambos una atracción que no podía contener.
Entonces él la coge de mano y nota como ella temblaba con una mezcla de miedo y deseo. Él le toca sus mejillas suavemente apartando su largo pelo negro, le da un suave beso y se aparta. Ella sin pensarlo dos veces se acerca, le roba un beso de sus labios, dulce y con un toque de pasión.
No podía evitar sentir ese deseo enfrenable y esa pasión. Él tampoco podía, se enlaza entre besos y caricias olvidando el mundo. Disfrutando aquel momento como si no hubiera nada más.
Ella acalorada se levanta para ir al baño a refrescarse y él va detrás, entra con ella al baño de mujeres.
Estando allí, la coge en brazos y la sube al lavabo, empieza a besarla, la respiración de ambos y sus corazones se unían en un solo sonido, él empieza a subir la mano por sus piernas poco a poco, ella gemia de deseo de ganas de sentirlo, de repente un sonido en la puerta hace que ellos se aparten. Entonces salen para fuera y deciden tomar su copa tranquilos.
Era imposible con ese deseo, con esas ganas locas de sentirse, termina rápido y ella le dice en el oído: vámonos de aquí necesito más…
Se suben al coche de ella y se va a un sitio más oscuro. Donde nadie les podían otra vez interrumpir.
Mientras ella conducía él subía su mano por su pierna levantando el vestido suavemente, susurrando en su oído todo lo que le apetecía hacerle. Ella súper caliente con sus palabras y el contacto de su mano en parte interna de su muslo, hace que aparque el coche en la primera salida que vió.
En cuanto paró el coche él se acercó más a ella besando su cuello, bajando con su lengua por sus pechos, atrapando el pezón entre su lengua y sus dientes. Su mano entre sus piernas abriendo la poco a poco. Para tocar su sexo húmedo y meterle los dedos en su interior. Ella gemía de tanto deseo.
De repente le aparta de ella, empujandolo a su asiento acercando a él como una leona a por su presa. Besando sus labios, mordiendo un poquito el inferior, mirándolo fijamente a los ojos mientras poco a poco le quitaba la camisa, bajando así por su cuello y su pecho. Besando y pegando pequeños bocaditos. Notaba como la respiración de él subía cada vez que ella bajaba un poquito más…
Él intentando controlar la situación, va otra vez para ella bajando la cremallera de su vestido, dejando su cuerpo con aquella lencería tan provocativa. Mira su cuerpo desnudo en la penumbra de la noche. Aún quedaba partes ocultas decide entonces desabrocha su sujetador dejando sus pechos aún más libres para seguir lo que había empezado. Un pezón en la boca mientras el otro estaba atrapado por sus dedos, pegando pellizquitos para que se pusiera aún más duros. Su boca fue bajando por su cuerpo lentamente hasta llegar a su sexo lamiendo y saboreando su sabor mientras sus dedos le abría más el paso.
Ella enloquecida con todo lo que le hacía no pudo evitar apartarle otra vez para poder saborearlo también. Le besa sus labios mientras sus manos le desabrocha el cinturón, abre su pantalón y baja sus calzoncillos con la boca llena de saliva le pasa la lengua despacio por la punta saboreando esa gotita que sale al principio. Saboreando cada parte, disfrutando de aquel manjar, dejándola bien mojada y dura para luego sentarse encima y cabalgarle suavemente sintiendo cada respiración y cada latido del otro. Mientras ella baja y sube él la besaba,la tocaba cada parte de su cuerpo congiendola del culo y apretando la contra para una penetración más profunda. Los gemidos y la respiración de ambos se aceleran cada vez más hasta llegar a un orgasmo los dos juntos. Esos dos cuerpos fundidos en uno sólo y esa pasión desenfrenada…